Iria en Octubre. Yo creo que en Septiembre todavía hara calor. Yo fui en Junio...y pase mucho calor. Cuanto mas te alejes del verano yo creo que mejor.
Japón
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Si , sería lo mejor. Lo que pasa es que por motivos laborales no podría viajar la segunda quincena de octubre, por lo que estoy mirando el ir la primera quincena y que sea lo que Dios quiera jajaja.
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Ai primas nosotros estuvimos en julio y genial, deseando volver, una pasada. Pensé que la gente que volvía una y otra vez exageraba porque hay mil sitios que visitar en el mundo pero repetiría este año. El vuelo de vuelta se hace bastante durillo, ya no era persona (el de ida menos porque vas fresco y contento), pero es el precio a pagar.
Estuvimos 15 días, con una maleta de mano cada uno y una mochila, porque íbamos a movernos entre varias ciudades en tren y queríamos ir cómodos, además de evitar la cinta en la escala y tal.
En los hoteles tienen lavandería (al menos en todos los que estuvimos) y a mitad de viaje más o menos lavamos toda la ropa de los dos y perfecto. Hasta hubo cosas que no usé, al final en verano tiras de shorts y camisetas, o vestidos fresquitos.
Para volver compramos allí otra maleta el penúltimo día y meter todos los souvernirs y facturar líquidos (me traje bastante cosmética). Os aconsejo hacerlo así si no os apetece facturar y cargar maletones.
Sobre el calor no tengáis tanto miedo, yo soy de las que prefiere invierno a verano, no me gusta el calor ni un poco, no voy a la playa porque me agobio y huyo del sol, pero con unos truquis se puede aguantar. Lo peor es la humedad (no pude llevar pelo suelto ni un día) pero ya veréis que allí usan unas toallitas para secarse el sudor de la frente, incluso en algún hotel las ponen en los amenities. Paragüas para el sol y un ventilador de mano (los venden en todas las tiendas), veréis a mucha gente así. Allí es algo normal. Soy mega blanca y sobreviví, haced lo mismo que ellas
Hay aire acondicionado tanto en hoteles, en el transporte público como en cada tienda, cafetería y restaurante. En un momento dado entrar en tiendas te ayudaba a descansar un poco, además es parte de la experiencia el perderse en inmensos centros comerciales. Luego hay máquinas de agua y bebidas frías en cada esquina, literal. Nosotros íbamos comprando y rellenando una botella de estas que mantiene la bebida fresca (importante llevar una). Bebimos muchísima agua
También lo que hacíamos era madrugar mucho, a las 6 en pie (además así pudimos ver muchos templos sin apenas turistas y tener fotones solos) y cuando el calor era más duro (sobre las 12 de la mañana se ponía difícil) nos íbamos a comer porque allí se estila comer prontito, y una siesta al hotel. A la tarde cuando el sol ya afloja volvíamos a salir para bichear más cosas y cenar (también se cena pronto sobre las 19:30-20:00). Además está guay ver algunos templos de noche, merece la pena.
Sí que me gustaría volver fuera de verano pero si mañana me dan unos billetes para julio ni me lo pienso (agosto me han dicho que es mala idea, aparte del calor, los últimos días que estuvimos en Tokio a finales de julio ya se notaba una oleada de gente brutal).
La gente es muy amable y dispuesta a comunicarse con gestos o palabras sueltas, por ejemplo en los restaurantes con señas era suficiente, pedir mesa diciendo dos con los dedos y luego las cartas estaban todas o con fotos de los platos o traducidas al inglés. Con señalar en la carta listo. Luego hay también lugares donde pedir en máquinas sin interactuar con nadie, pero vamos que no hay pega. Entramos en los restaurantes más variopintos que encontrábamos con buenas reseñas y muchas veces éramos los únicos occidentales, pero genial, comimos de maravilla cada uno de los días. Es súper fácil encontrar mesa (no reservamos nunca, simplemente a la hora de comer buscábamos en Google a ver qué había cerca con buenas reseñas), no como en nuestro querido país, que ya no puedes salir de casa sin reservar hasta en la tasca de al lado.
Otra curiosidad es que la gente no te mira nunca raro (seguro que les llamas la atención pero no lo muestran vaya), porque mil veces éramos los únicos occidentales en un vagón de tren o en un restaurante, y sentías que pasabas desapercibido a pesar de dar el cante muchísimo Te sientes súper a gusto y seguro, cosa que no me ha pasado cerca de casa (en mi último viaje a Francia estuve muy incómoda en ciertos momentos, malas miradas, ambiente raro en transporte público).
Si alguien quiere preguntar algo más que me escriba
Estoy pensando en hacer Corea-Japón en un futuro, porque Seúl creo que también me iba a gustar mucho.
Estuvimos 15 días, con una maleta de mano cada uno y una mochila, porque íbamos a movernos entre varias ciudades en tren y queríamos ir cómodos, además de evitar la cinta en la escala y tal.
En los hoteles tienen lavandería (al menos en todos los que estuvimos) y a mitad de viaje más o menos lavamos toda la ropa de los dos y perfecto. Hasta hubo cosas que no usé, al final en verano tiras de shorts y camisetas, o vestidos fresquitos.
Para volver compramos allí otra maleta el penúltimo día y meter todos los souvernirs y facturar líquidos (me traje bastante cosmética). Os aconsejo hacerlo así si no os apetece facturar y cargar maletones.
Sobre el calor no tengáis tanto miedo, yo soy de las que prefiere invierno a verano, no me gusta el calor ni un poco, no voy a la playa porque me agobio y huyo del sol, pero con unos truquis se puede aguantar. Lo peor es la humedad (no pude llevar pelo suelto ni un día) pero ya veréis que allí usan unas toallitas para secarse el sudor de la frente, incluso en algún hotel las ponen en los amenities. Paragüas para el sol y un ventilador de mano (los venden en todas las tiendas), veréis a mucha gente así. Allí es algo normal. Soy mega blanca y sobreviví, haced lo mismo que ellas
Hay aire acondicionado tanto en hoteles, en el transporte público como en cada tienda, cafetería y restaurante. En un momento dado entrar en tiendas te ayudaba a descansar un poco, además es parte de la experiencia el perderse en inmensos centros comerciales. Luego hay máquinas de agua y bebidas frías en cada esquina, literal. Nosotros íbamos comprando y rellenando una botella de estas que mantiene la bebida fresca (importante llevar una). Bebimos muchísima agua
También lo que hacíamos era madrugar mucho, a las 6 en pie (además así pudimos ver muchos templos sin apenas turistas y tener fotones solos) y cuando el calor era más duro (sobre las 12 de la mañana se ponía difícil) nos íbamos a comer porque allí se estila comer prontito, y una siesta al hotel. A la tarde cuando el sol ya afloja volvíamos a salir para bichear más cosas y cenar (también se cena pronto sobre las 19:30-20:00). Además está guay ver algunos templos de noche, merece la pena.
Sí que me gustaría volver fuera de verano pero si mañana me dan unos billetes para julio ni me lo pienso (agosto me han dicho que es mala idea, aparte del calor, los últimos días que estuvimos en Tokio a finales de julio ya se notaba una oleada de gente brutal).
La gente es muy amable y dispuesta a comunicarse con gestos o palabras sueltas, por ejemplo en los restaurantes con señas era suficiente, pedir mesa diciendo dos con los dedos y luego las cartas estaban todas o con fotos de los platos o traducidas al inglés. Con señalar en la carta listo. Luego hay también lugares donde pedir en máquinas sin interactuar con nadie, pero vamos que no hay pega. Entramos en los restaurantes más variopintos que encontrábamos con buenas reseñas y muchas veces éramos los únicos occidentales, pero genial, comimos de maravilla cada uno de los días. Es súper fácil encontrar mesa (no reservamos nunca, simplemente a la hora de comer buscábamos en Google a ver qué había cerca con buenas reseñas), no como en nuestro querido país, que ya no puedes salir de casa sin reservar hasta en la tasca de al lado.
Otra curiosidad es que la gente no te mira nunca raro (seguro que les llamas la atención pero no lo muestran vaya), porque mil veces éramos los únicos occidentales en un vagón de tren o en un restaurante, y sentías que pasabas desapercibido a pesar de dar el cante muchísimo
Te sientes súper a gusto y seguro, cosa que no me ha pasado cerca de casa (en mi último viaje a Francia estuve muy incómoda en ciertos momentos, malas miradas, ambiente raro en transporte público). Si alguien quiere preguntar algo más que me escriba
Estoy pensando en hacer Corea-Japón en un futuro, porque Seúl creo que también me iba a gustar mucho.Gracias por la información. ¿Estuvisteis en Osaka? ¿Merece la pena? He leído de todo, desde que es imprescindible hasta que es suficiente con ver Dotonbori por la noche.Ai primas nosotros estuvimos en julio y genial, deseando volver, una pasada. Pensé que la gente que volvía una y otra vez exageraba porque hay mil sitios que visitar en el mundo pero repetiría este año. El vuelo de vuelta se hace bastante durillo, ya no era persona (el de ida menos porque vas fresco y contento), pero es el precio a pagar.
Estuvimos 15 días, con una maleta de mano cada uno y una mochila, porque íbamos a movernos entre varias ciudades en tren y queríamos ir cómodos, además de evitar la cinta en la escala y tal.
En los hoteles tienen lavandería (al menos en todos los que estuvimos) y a mitad de viaje más o menos lavamos toda la ropa de los dos y perfecto. Hasta hubo cosas que no usé, al final en verano tiras de shorts y camisetas, o vestidos fresquitos.
Para volver compramos allí otra maleta el penúltimo día y meter todos los souvernirs y facturar líquidos (me traje bastante cosmética). Os aconsejo hacerlo así si no os apetece facturar y cargar maletones.
Sobre el calor no tengáis tanto miedo, yo soy de las que prefiere invierno a verano, no me gusta el calor ni un poco, no voy a la playa porque me agobio y huyo del sol, pero con unos truquis se puede aguantar. Lo peor es la humedad (no pude llevar pelo suelto ni un día) pero ya veréis que allí usan unas toallitas para secarse el sudor de la frente, incluso en algún hotel las ponen en los amenities. Paragüas para el sol y un ventilador de mano (los venden en todas las tiendas), veréis a mucha gente así. Allí es algo normal. Soy mega blanca y sobreviví, haced lo mismo que ellas
Hay aire acondicionado tanto en hoteles, en el transporte público como en cada tienda, cafetería y restaurante. En un momento dado entrar en tiendas te ayudaba a descansar un poco, además es parte de la experiencia el perderse en inmensos centros comerciales. Luego hay máquinas de agua y bebidas frías en cada esquina, literal. Nosotros íbamos comprando y rellenando una botella de estas que mantiene la bebida fresca (importante llevar una). Bebimos muchísima agua
También lo que hacíamos era madrugar mucho, a las 6 en pie (además así pudimos ver muchos templos sin apenas turistas y tener fotones solos) y cuando el calor era más duro (sobre las 12 de la mañana se ponía difícil) nos íbamos a comer porque allí se estila comer prontito, y una siesta al hotel. A la tarde cuando el sol ya afloja volvíamos a salir para bichear más cosas y cenar (también se cena pronto sobre las 19:30-20:00). Además está guay ver algunos templos de noche, merece la pena.
Sí que me gustaría volver fuera de verano pero si mañana me dan unos billetes para julio ni me lo pienso (agosto me han dicho que es mala idea, aparte del calor, los últimos días que estuvimos en Tokio a finales de julio ya se notaba una oleada de gente brutal).
La gente es muy amable y dispuesta a comunicarse con gestos o palabras sueltas, por ejemplo en los restaurantes con señas era suficiente, pedir mesa diciendo dos con los dedos y luego las cartas estaban todas o con fotos de los platos o traducidas al inglés. Con señalar en la carta listo. Luego hay también lugares donde pedir en máquinas sin interactuar con nadie, pero vamos que no hay pega. Entramos en los restaurantes más variopintos que encontrábamos con buenas reseñas y muchas veces éramos los únicos occidentales, pero genial, comimos de maravilla cada uno de los días. Es súper fácil encontrar mesa (no reservamos nunca, simplemente a la hora de comer buscábamos en Google a ver qué había cerca con buenas reseñas), no como en nuestro querido país, que ya no puedes salir de casa sin reservar hasta en la tasca de al lado.
Otra curiosidad es que la gente no te mira nunca raro (seguro que les llamas la atención pero no lo muestran vaya), porque mil veces éramos los únicos occidentales en un vagón de tren o en un restaurante, y sentías que pasabas desapercibido a pesar de dar el cante muchísimo
Si alguien quiere preguntar algo más que me escriba
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No fuimos a Osaka prima, el día que nos tocaba ir estábamos súper reventados y decidimos eliminar el plan. Hicimos una ruta bastante cañera y tuvimos que eliminar alguna cosa sobre la marcha porque no nos daba la vida.
Hicimos Tokio-Kioto-Tokio y desde esas bases las excursiones. Hay quien en lugar de Kioto escoge como base Osaka (un amigo nuestro).
Como veníamos de Tokio y leímos que Osaka era parecido pero "peor" decidimos descansar ese día. Sí nos dio un poco de cosilla no ir pero a veces el tiempo (y el cuerpo) da para lo que da.
Lo que nos pasó es que Kioto tiene mil templos pero de uno a otro pierdes muchísimo tiempo en ir, hay bastante distancia (en Kioto te mueves en bus y es lentito), y entre medias no hay absolutamente nada interesante. Perdimos bastante tiempo, acabamos agotados y por eso no pudimos ir de excursión a Osaka.
Sinceramente no es necesario ver todos los templos que te dicen en las guías (y eso nadie te lo explica claramente, según guías y otros viajeros todos son imprescindibles y para nada). De todos los que vi (que fueron muchos, más de 10) me quedaría con 3 o 4 especiales. En eso nos sentimos un poco decepcionados, te metes una paliza innecesaria si no te sobran los días y en fotos ya no sabes ni qué templo viste.
Si alguien quiere saber más lo explico, porque fue la parte que nos fastidió un poco el viaje.
De Tokio salimos 100% enamorados y te movías muy rápido por toda la ciudad.
Última edición:
Ese es el caso, que es imposible verlo todo (a no ser que se pueda ir mes y medio
) En la ruta que estoy haciendo he primado Tokio (con excursiones a Nikko y Kamakura), kioto (con excursiones a Nara y Kurama/Kibune), Hiroshima, Miyajima, castillo de Himeji, kobe y un día en Osaka.
He quitado toda la parte de alpes (Takayama, Shirakawago, etc), Hakone y Fuji para otra ocasión.
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Ese es el caso, que es imposible verlo todo (a no ser que se pueda ir mes y medio
En la ruta que estoy haciendo he primado Tokio (con excursiones a Nikko y Kamakura), kioto (con excursiones a Nara y Kurama/Kibune), Hiroshima, Miyajima, castillo de Himeji, kobe y un día en Osaka.
He quitado toda la parte de alpes (Takayama, Shirakawago, etc), Hakone y Fuji para otra ocasión.
Takayama no nos mereció la pena tampoco, por si alguien lo quiere saber
Nuestro plan fue:
-Tokio en dos partes con excursiones a Kamakura (el gran Buda), Nikko (al final decidimos quedarnos en Tokio de compras y jugando en Akihabara
ya llevábamos hartura de templos desde Kioto) y Hakone-ver el Fuji (lo vimos por los pelos 
minutos después se cubrió de nubes). Hakone en sí no es gran cosa y la inmensa cola de turistas para hacerse la foto con el famoso tori ridícula, nos fuimos sin ella. En su lugar acabamos comiendo en un restaurante de comida casera de unas señoras adorables (la magia de Japón). -Takayama 1 noche (error). Fue llegar, cenar (probamos la carne famosa de wagyu a precio de oro), dormir en el ryokan (precioso eso sí), a la mañana hacer alguna compra de regalitos visitando la calle famosa y marcharnos a Kioto. Muy rápido todo.
- Kioto con excursiones a Hiroshima-Miyajima + Fushimi Inari (los famosos pasillos de toris rojos) - Nara + Osaka (que quitamos como he dicho). Como consejo en Miyajima merece la pena hacer noche y ver la isla vacía de turistas, el atardecer y amanecer con el tori flotante... nos quedamos con las ganas y nos hubiese gustado mucho más que hacerla en Takayama con las prisas. Ahí nos equivocamos pero a toro pasado... Es un sitio mega turístico y abarrotado por el día, y aún así me gustó su encanto. Subimos el teleférico, intentamos ver la llama eterna (y abortamos misión, hacía mucho calor para subir tropecientos escalones por la montaña) y comimos riquísimo okonomiyaki, había mucha artesanía local para comprar, se especializan en madera (me traje palillos, cuencos y figuritas hechas a mano).
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Takayama sí merece la pena pero, como dices, si te quedas más de un día. El viaje con el tren hasta allí es precioso y a mí me pareció un paréntesis de tranquilidad entre tanta ciudad. Pero, como es una ciudad más chiquitita, allí a las 6-7 de la tarde ya estaba prácticamente todo cerrado por lo que no compensa nada para medio día.Takayama no nos mereció la pena tampoco, por si alguien lo quiere saber
Nuestro plan fue:
-Tokio en dos partes con excursiones a Kamakura (el gran Buda), Nikko (al final decidimos quedarnos en Tokio de compras y jugando en Akihabara
-Takayama 1 noche (error). Fue llegar, cenar (probamos la carne famosa de wagyu a precio de oro), dormir en el ryokan (precioso eso sí), a la mañana hacer alguna compra de regalitos visitando la calle famosa y marcharnos a Kioto. Muy rápido todo.
- Kioto con excursiones a Hiroshima-Miyajima + Fushimi Inari (los famosos pasillos de toris rojos) - Nara + Osaka (que quitamos como he dicho). Como consejo en Miyajima merece la pena hacer noche y ver la isla vacía de turistas, el atardecer y amanecer con el tori flotante... nos quedamos con las ganas y nos hubiese gustado mucho más que hacerla en Takayama con las prisas. Ahí nos equivocamos pero a toro pasado... Es un sitio mega turístico y abarrotado por el día, y aún así me gustó su encanto. Subimos el teleférico, intentamos ver la llama eterna (y abortamos misión, hacía mucho calor para subir tropecientos escalones por la montaña) y comimos riquísimo okonomiyaki, había mucha artesanía local para comprar, se especializan en madera (me traje palillos, cuencos y figuritas hechas a mano).
Yo en vez de Shirakawago, si queréis otra alternativa más económica y donde podéis ver las casitas tradicionales igualmente, fui al museo al aire libre de Hida y me encantó, porque te explican muchos detalles de la vida en el Japón rural mientras vas entrando en las casas que tienen, tiene un lago bastante chulo y hasta juguetes tradicionales de madera que puedes probar.
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Osaka es una ciudad que o la amas o no te gusta. A la mayoría de gente, lo segundo. Pero si tienes el tiempo suficiente para mí es obligatorio, por lo menos, echarle un vistazo porque a mí, por ejemplo, me encantó. De hecho estoy convencida de que, si en un futuro hago un segundo viaje, me voy a centrar bastante más en Osaka.
Me pareció una ciudad tan chula para callejear y sacar fotos. Una ciudad súper viva, con neones por todas partes y madre mía como se come. La gente, se nota que allí tienen más salero, no por nada se conocen como "los andaluces de Japón". Por cierto, curiosidad que me llamó mucho la atención, en el resto de Japón el lado izquierdo de las escaleras mecánicas era para pararte y el derecho era donde subía la gente. Pero en Osaka, por razones que desconozco, era al revés e iba como en España. Curioso
. A nivel de monumentos, eso sí, no tiene mucha cosa a comparación con el resto de ciudades y es por eso que creo que a mucha gente no le acaba de convencer. Pero si te gusta callejear y ver vida, pasear sin rumbo....es una absoluta pasada de ciudad.
Dotomburi , el castillo de Osaka, yo creo que merece la pena
Totalmente, Osaka se ve en un día prácticamente, nosotros teníamos 3 días y aprovechamos con el JR Pass para ver el Castillo de Himeji que ese sí que merece la pena entrar. Y al volver de Himeji paramos en Kobe para comer buena carne. El castillo de Osaka es precioso por fuera pero por dentro es un corte inglés, no merece la pena pagar para entrar.
El Castillo de Osaka por dentro está lleno de obras de arte , paneles de representaciones históricas y tiene un exposición audiovisual muy interesante , la tienda es pequeña y está a la entrada , en la planta baja.
