HILO SOBRE CULTURA JAPONESA

Al final las apuestas se han equivocado, como casi siempre.

El gran Murakami tendrá que seguir esperando. El premio ha sido para la canadiense Alice Munro.
 
Publicación de la obra "Introducción al Derecho japonés actual", la primera en lengua española sobre el tema

Se trata de un trabajo del Equipo de Investigación Japón de la Universidad de Zaragoza y conmemora el cuarto centenario del inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El Grupo investigador Japón de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con la Asociación de Estudios de Derecho Hispánico de Japón, la Japan Foundation, la consultora Nichiza y la Editorial Thomson Reuters - Aranzadi, acaba de publicar el primer manual de introducción al Derecho japonés en lengua española, una obra pionera en la materia que aborda el estudio del ordenamiento jurídico nipón de un modo integral y en cuya elaboración han intervenido un total de 34 juristas japoneses y españoles.

Está publicación, que aspira a convertirse en una obra de referencia en el ámbito del Derecho comparado, es fruto del convenio de colaboración suscrito entre la Universidad de Zaragoza y la Asociación de Estudios de Derecho Hispánico de Japón en febrero de 2009 y constituye una de las actividades del Año Dual España-Japón, un evento destinado a conmemorar el 400 aniversario del inicio de las relaciones entre ambos países con la denominada "embajada Keicho".

http://www.unizar.es/actualidad/vernoticia.php?id=14091&idh=4321#
 
Al final las apuestas se han equivocado, como casi siempre.

El gran Murakami tendrá que seguir esperando. El premio ha sido para la canadiense Alice Munro.
Alice es maravillosa!! también me gusta Murakami para el próximo, no tienen nada que ver, dos maneras de narrar diametralmente opuestas.
 
Me encontré esto por la red XDD

Cada año en Niigata se celebra el fin de la cosecha del arroz y con toda la Paj* sobrante de la recolección, los lugareños realizan auténticas obras de arte dignas de admirar.
 

Adjuntos

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Hola
No tengo ni idea de cultura japonesa ni creo que vaya a ir nunca a Japón, pero me gusta este hilo.

Me llamó mucho la atención la palabra Natsukashii, que ,según Amélie Nothomb, quiere decir en japonés "nostalgia feliz". Título de uno de sus libros donde recuerda sus primeros años en Japón. "Estupor y temblores" es otro libro donde recuerda su época de trabajo en una empresa japonesa, ya mayor (leyendo este libro me reí mucho) . Y tiene otro más donde cuenta detalles sobre su relación con un chico japonés, que no he leído.

Me gustaría saber si hay una palabra japonesa para la nostalgia infeliz.

Un libro que me gustó mucho sobre la estética japonesa fue El elogio de la sombra, escrito en 1933 por el escritor y esteta japonés Junichiro Tanizaki. Ya el título atrajo poderosamente mi atención por su belleza, y el contenido no decepciona en ninguna de sus páginas. Es muy interesante para los amantes del arte y de la cultura japonesa.
 
El sábado y domingo tuve el honor de hospedar en casa a un par de esposos japoneses muy amigos de mi hermana y luego de pasar dos días muy bonitos enrumbaron a Cusco, Puno y Bolivia. Al despedirme de ellos recordé que según su cultura son tres como mínimo las reverencias de despedida ó agradecimiento, yo hice cuatro que está bien. Dedos muy juntos, manos a la altura de mi estómago y reverenciar.


!los peruanos estáis muy acostumbrados a los japos, no en vano tuvisteis de presidente al desgraciao de Fujimori!
 
Me encanta Japón y me gustaría tener la oportunidad algún día de conocer el país. Mientras tanto me dedico a aprender japonés de forma autodidacta, es difícil pero "persevera y triunfarás" :happy:
 
Muchas gracias por abrir este hilo. Japón es para mí como una segunda patria, desde que era pequeñita.
Me gusta todo de aquel país: su cultura, su gastronomía, sus costumbres, su educación, su civismo, su naturaleza agreste, sus paisajes... todo.
Me encantaría visitarlo algún día. Ir hasta allá supone un desembolso importante de dinero, y por eso, y porque los aviones me dan un poco de miedo, aún no he ido a Japón.
Estoy aprendiendo algo de japonés también, por si acaso. Con mi poco o mucho japonés que aprenda me gustaría ir por allí a mi bola, fuera de los circuitos turísticos, viendo a la gente de verdad, yendo a los sitios a los que van ellos, sus templos, sus tiendas, sus lugares de ocio... y si es posible fuera de Tokyo, que es una ciudad que no me llama especialmente la atención.
Aquí os dejo un enlace a una página que para mí es una puerta abierta a la sociedad japonesa: http://dramacool.to/. En esta página podréis encontrar los llamados "dorama", o dramas japoneses, que son series de televisión de distintos géneros, que si bien no son de una gran calidad, sirven mucho para practicar japonés y para aprender sobre su vida cotidiana. La gente en estas series suele aparecer haciendo cosas cotidianas: trabajo, familia, amor, celos... etc. Ves cómo son sus calles, qué costumbres tienen, cómo son sus casas, cómo cocinan, cómo son las relaciones de pareja... es curioso. Quizás os pueda parecer superficial, pero a mí me ha servido mucho ver doramas para aprender un poco más sobre ese pueblo tan curioso y para mí tan admirable.
Y además tengo que admitir que aprovecho para admirar la belleza de mis actores favoritos de dorama, que son bien majetes.
 
La cultura japonesa me atrae muchísimo, me encanta haber descubierto este hilo. Me lo tengo que leer de pe a pa con atención y guardando los enlaces y la información que tan amablemente brindais tantas foreras:kiss:.

Os cuento que hace la tira de años...pero la tiratira:LOL:...yo tenia cinco años y me ocurrió algo que nunca olvidaré...
En mi clase habia una niña japonesa algo mayor que yo, vivia en Madrid con sus padres y otra hermana más pequeña.
Una tarde, en un parque, coincidi con esa niña y al reconocerme me dijo, ven...que te voy a presentar a mis padres...los padres estaban sentados en un banco los dos solitos y cuando nos acercamos, su hija nos presentó...como si yo fuera una mayor...:woot:...y bueno, con razón jamás he olvidado ese momento...sus padres se levantaron y me saludaron con una reverencia...imaginaros el momento...si yo era una minipersona jajaja...pués instintivamente hice lo mismo...y también hice la misma reverencia...me salió de dentro...que momentazo...son esos recuerdos de infancia que jamás de los jamases se olvidan.

Y años después leí con pasión una novela "Mishima o el placer de morir" del Dr. Vallejo-Nágera, con su lectura la mente se abre a su ceremonia del seppuku, un tabú en la cultura occidental pero, como os comento, su lectura me hizo reflexionar.

Seguiré con mucha atención este hilo, muchas gracias por todas las aportaciones(y)
 
No hay dos iguales, porque cada una está tallada por una persona diferente. Tanto asi es la cultura? seguro que durante su vida entera se dedicaban a hacerlas y si no la terminaban heredaban la tarea a su proxima generacion jajaaja supongo paso eso porque tengo entendido que en la cultura inca se tenia esta metodologia, en fin si tu vida entera se basa en hacer solo una cosa sin tener que preocuparse por trabajar, estucdiar o alimentar pues se hace mas facil no?
 
He ido a Japón en dos oportunidades, la última fue el año pasado. Muchas costumbres son diferentes y en su momento hubo algo que me llamó mucho la atención, viajando en el tren: la gente dormía de pie, se despertaba justo en su parada y salía como si nada.
Me encontré con este artículo de la BBC que habla de ese fenómeno:

Lo que podemos aprender del inemuri, la costumbre japonesa de quedarse dormido en cualquier parte
Brigitte Steger BBC Future
Los japoneses no duermen. Eso es lo que todos -especialmente los japoneses- dicen.

No es cierto, por supuesto. Pero como declaración cultural y sociológica es muy interesante.

Mi encuentro con esa intrigante actitud se produjo durante mi primera estancia en Japón a finales de la década de 1980.

En ese momento el país estaba en la cima de lo que se conoce como la economía de la burbuja, una fase de extraordinario auge especulativo.

La vida cotidiana era agitada. La gente llenaba sus calendarios con citas de trabajo y ocio y apenas tenía tiempo para dormir.

Sin embargo, al mismo tiempo, observé a un sinnúmero de personas que dormitaba en los trenes subterráneos. Algunos incluso dormían mientras estaban de pie, y a nadie parecía sorprenderle. Me pareció contradictorio.

La imagen positiva de la abeja obrera, que reduce el sueño por la noche a su mínima expresión y desdeña dormir hasta tarde en las mañanas parecía estar acompañada de una amplia tolerancia a la llamada 'inemuri': siestas en el transporte público y durante las reuniones de trabajo, clases y conferencias.

Hombres, mujeres y niños aparentemente tenían poca inhibición para quedarse dormidos cuando y dondequiera se sentían con ganas de hacerlo.

Si dormir en una cama o un futón era considerado un signo de pereza, ¿entonces por qué dormir durante un evento o incluso en el trabajo no es considerado como una expresión aún mayor de indolencia?

El "colecho".

Hay países en que a los padres se les recomienda que los bebés duerman en una habitación separada para que puedan aprender a ser independientes, estableciendo así un horario regular de sueño.

En Japón, por el contrario, los padres y médicos insisten en que el hecho de que los niños duerman con los padres hasta que tengan por lo menos la edad escolar va a tranquilizarlos y ayudarles a convertirse en adultos independientes y socialmente estables.

Tal vez esta norma cultural ayuda a los japoneses a dormir en presencia de los demás, incluso cuando son adultos: muchos dicen que a menudo duermen mejor en compañía que solos.

No es siesta
Sin embargo, esta experiencia de dormir en la presencia de otros no es suficiente por sí misma para explicar la tolerancia generalizada al inemuri, especialmente en la escuela y en el trabajo.

Después de algunos años de investigación, finalmente me di cuenta de que en un cierto nivel, el inemuri no se considera en absoluto sueño. No sólo es visto como diferente del sueño nocturno en la cama, sino que también se ve como algo diferente a tomar una siesta.

¿Cómo podemos entender esto?

La clave reside en el propio término, que se compone de dos caracteres. "I", que significa "estar presente" en una situación en la que se está alerta, no dormido y "nemuri", que significa" sueño".

A pesar de que la persona que hace inemuri podría estar mentalmente alejada, tiene que ser capaz de volver a la situación social cuando se requiere.

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Señal de trabajo duro
Hacer inemuri en el centro laboral también se ve como el resultado del agotamiento.

Puede ser justificado porque las reuniones son generalmente largas y con frecuencia involucran simplemente escuchar informes.

Y el esfuerzo realizado para asistir a menudo se valora más que lo que se consigue.

Como me dijo alguien: "Nosotros, los japoneses tenemos el espíritu olímpico: la participación es lo que cuenta".

Cumplir largas jornadas laborales y darlo todo en el trabajo es muy apreciado como un rasgo positivo moral en Japón.

Alguien que hace el esfuerzo de participar en una reunión a pesar de estar agotado o enfermo demuestra un sentido de la responsabilidad y voluntad de hacer sacrificio.

Por otra parte, la modestia es también una virtud muy valorada.

Por lo tanto, no es posible presumir del esfuerzo. Esto crea la necesidad de métodos sutiles para lograr el reconocimiento social.

Dado que el cansancio y la enfermedad a menudo son vistos como el resultado de los esfuerzos laborales, inemuri -o incluso simular inemuri cerrando los ojos- se ve como una señal de que una persona ha estado trabajando duro, pero aún tiene la fuerza y la virtud moral necesaria para mantenerse a sí mismo y sus sentimientos bajo control.

Por lo tanto, la costumbre japonesa de inemuri no necesariamente revela una tendencia a la pereza.

En cambio, es una característica informal de la vida social japonesa destinada a garantizar el ejercicio de sus funciones regulares, ofreciendo una forma de estar temporalmente alejado dentro de estas funciones.

Y para que quede claro: los japoneses no duermen. Ellos no toman la siesta. Hacen inemuri. No podría ser más diferente.

Lee la historia original en inglés en BBC Future
 
Karoshi
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, un 20% de los japoneses dedican más de 12 horas diarias a su trabajo, dejando de lado su vida personal y el fenómeno karoshi supone unas 10.000 muertes al año, una cifra poco clara, puesto que hay algunos casos que ni siquiera se reportan y es que muchas veces las familias callan por vergüenza o las empresas se hacen las despistadas para evitar responsabilidades. Eso sí, el karoshi supone un tercio de los suicidios anuales en Japón, suicidios que reciben el nombre de karoshisatsu (過労自殺), suicidios por estrés laboral.


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El Mundo, 2016

Las muertes por exceso de trabajo alcanzan un nuevo récord en Japón
  • El año pasado murieron 189 personas a causa de la fatiga laboral extrema, aunque los expertos estiman que la cifra real se cuenta por millares
  • "El gobierno organiza conferencias y publica carteles sobre este problema, pero es propaganda. El problema real es reducir las horas de trabajo y no están haciendo lo suficiente"
4/08/2016 03:32

En junio de 2013, un grupo de periodistas, activistas y profesores universitarios se reunieron para dilucidar la segunda edición del llamado 'Premio a las Empresas Negras'.

La firma Watami Foodservice, una conocida cadena de restaurantes japoneses, obtuvo el galardón por segundo año consecutivo muy por delante de otras empresas dedicadas a la venta de textiles, libros de texto, transportes y hasta una universidad.
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Watami, cuyo dueño es el conocido multimillonario y político local Miki Watanabe, obtuvo el 72% de los votos después de que los expertos examinaran todos los requerimientos del concurso entre los que figuraban: excesos en las horas de trabajo, abuso de poder, bajos salarios, hostilidad hacia los sindicatos, negativa a pagar horas extras o arbitrariedades hacia los empleados temporales

La cadena, que posee cientos de tabernas de estilo japones conocidas como 'izakaya', se ha ganado un significado lugar en la animadversión popular tras el su***dio en 2008 de Mina Mori, de 26 años, una empleada que se quitó la vidatras permanecer trabajando durante dos meses a un ritmo extenuante de 140 horas extras cada 30 días.

Además de su abrumadora rutina nocturna -que en muchas ocasiones la obligaba a dormitar en el mismo restaurante-, Mori tenía que asistir algunas mañana a sesiones de entrenamiento, se veía obligada a redactar informes sobre el funcionamiento del negocio o a memorizar el credo de la compañía, redactado por el dueño.

Incapaz de lidiar con tamaña presión, la fémina escribió una premonitoria misiva a sus padres en la decía: "me duele el cuerpo, estoy agotada, emocionalmente paralizada. Por favor ayudarme".

Aunque el fallecimiento de Mina fue definido como "accidente laboral" en 2012, Watanabe se negó a pedir disculpas o a reunirse con los padres de la víctima hasta que accedió en diciembre pasado a pagarles 130 millones de yenes (unos 970.000 euros) y admitir su responsabilidad.

Los padres de Mina habían asegurado que para ellos el deceso de su hija -aunque inducido-, fue "un asesinato". "Mientras que no se encuentre a los asesinos y no se les expulse (de la compañía), se producirán más asesinatos", afirmaron en una misiva que dirigieron a los responsables de Watami.
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Karoshi'
Pese a la repercusión mediática de este suceso y la aprobación de una nueva normativa en 2014 para frenar un fenómeno que tiene su propio término -se llama 'karoshi'-, lo cierto es que las últimas estadísticas oficiales volvieron a registrar un número récord de este tipos de trágicos incidentes en el último recuento anual.

Según el Ministerio de Trabajo japonés, el año pasado murieron hasta 189 personas -suicidios comprendidos- a causa de la fatiga laboral extrema, aunque los expertos estiman que la cifra real se cuenta por millares. Las demandas laborales relacionadas con esta práctica alcanzaron la cifra inédita de 2.310.

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En los años del llamado "boom" japonés de los 70 y 80, los expertos estimaban que unas 10.000 morían anualmente en la nación asiática por este motivo.

Aunque los decesos a causa de un empleo extenuante se vincularon al mercado laboral japonés después de que se conociera el primer caso en 1969 -y alcanzaran cierta notoriedad a partir de los 80 y 90 con ejemplos como aquel conductor de autobuses que murió a los 37 años de una embolia tras pasar 15 años sin librar ni una sola jornada-, también es algo recurrente en países como Corea del Sur o China.

Los últimos datos gubernamentales son puestos en cuestión por Hiroshi Kawahito, secretario general del Consejo Nacional de Defensa de Víctimas de Karoshi (NDCVK), que opina que esos guarismos tendrían que multiplicar por diez ya que el asunto sigue siendo una suerte de tabú a nivel oficial. "El gobierno organiza conferencias y publica carteles sobre este problema, pero es propaganda. El problema real es reducir las horas de trabajo y no están haciendo lo suficiente. El problema es que la legislación laboral japonesa no tiene dientes", manifestó a la agencia Reuters.

La legislación local permite las horas extras sin límite si hay un acuerdo entre la empresa y los empleados, y en un país donde la devoción por el trabajo constituye casi un culto, a muchos les parece lo lógico.

"La norma social en Japón estipula que los trabajadores prioricen sus responsabilidades laborales sobre la familia o las obligaciones comunitarias", indicó Rika Morioka, una especialista en salud.

Los excesos laborales de las firmas japonesas no se justifican por la carestía de puestos de trabajo. Al contrario, los guarismos oficiales demuestran que existen hasta 1,28 empleos por cada persona que pretende incorporarse al mercado laboral.

Para Hirokazu Ouchi, profesor de la Universidad Chukyo y autor de un libro sobre esta problemática, el 'Karoshi' "es una táctica que usan las compañías para mantener los costes laborales a la baja, pero que también puede llevar a la muerte por exceso de trabajo".
 
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