Evangelio del Día

sábado 21 Abril 2018
Sábado de la tercera semana de Pascua

San Conrado Birndorfer

Leer el comentario del Evangelio por
San Agustín : “¿También vosotros queréis marcharos?”

Juan 6,60-69.
Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?".
Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza?
¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?
El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.
Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?".
Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.
Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Tratado 25 sobre S. Juan, 14-16

“¿También vosotros queréis marcharos?”
“Yo soy el pan vivo, el pan verdadero que ha bajado del cielo y da la vida al mundo.” (Jn 6,32-33)... Vosotros anheláis este pan del cielo, vosotros lo tenéis delante de vosotros y no lo coméis. “Pero yo os digo: porque me habéis visto, no creéis.” (Jn 6,36) Con todo, no os condeno: vuestra infidelidad ¿puede anular la fidelidad de Dios? (cf Rm 3,3) Mira: “Todo lo que me dé el Padre vendrá a mi, y al que venga a mí no le echaré fuera.” (Jn 6,37) ¿Cuál es esta interioridad de la que uno no puede salir fuera? Un gran recogimiento, un suave secreto. Un secreto que no cansa, limpio de toda amargura de pensamientos malos, exento de los tormentos de tentaciones y dolores. ¿No es éste el secreto donde entrará el siervo fiel y solícito que escuchará las palabras: Entra en el gozo de tu Señor? (cf Mt 25,21)...

A éste no lo echarás fuera porque tú has descendido del cielo no para hacer tu voluntad sino la voluntad del que te ha enviado. (Jn 6,38) Misterio profundo...Sí, para curar la causa de todos los males, es decir, el orgullo, el Hijo de Dios ha bajado y se ha hecho hombre humilde. ¿Por qué enorgullecerte, oh hombre? Dios se hizo humilde por ti. Te avergonzarías, quizá, al imitar la humildad de un hombre, ¡imita la humildad de Dios!... Dios se hizo hombre, tú, oh hombre, reconoce que eres hombre: toda tu humildad consiste en conocerte como hombre. Dios, al enseñarnos la humildad nos dijo: “Yo he venido para hacer la voluntad del que me ha enviado.. He venido, humilde, a enseñar la humildad como un maestro de humildad. El que venga a mí se convierte en miembro de mi cuerpo. El que viene a mí será humilde... No hace su propia voluntad sino la de Dios. Por esto no será echado fuera, precisamente porque, cuando era soberbio, estaba arrojado fuera.” (cf Gn 3,24)
 
Os deseo un feliz domingo.

domingo 22 Abril 2018
Cuarto Domingo de Pascua

San Sotero, Beato Francisco de Fabriano

Leer el comentario del Evangelio por
Basilio de Seleucia : « El buen Pastor da su vida por sus ovejas»

Juan 10,11-18.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre".




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Basilio de Seleucia (¿-c. 468), obispo
Homilía 26, sobre el buen Pastor (Trad. ©Evangelizo.org)

« El buen Pastor da su vida por sus ovejas»
«Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas». Pilatos vio a ese pastor; los judíos lo vieron, lo condujeron a la cruz por causa de su manada, como el coro de los profetas lo había anunciado claramente antes de la Pasión: «Como un cordero, fue llevado al matadero, como una oveja muda cuando la esquilan» (Is 53:7). No rehúsa la muerte, no le huye al juicio, no rechaza a los que lo crucifican.

No fue sometido a la Pasión: él la deseó por sus ovejas. «Tengo el poder de entregar mi vida, dijo él mismo, y el poder de retomarla». Él destruye el sufrimiento por el sufrimiento de su Pasión, la muerte por su muerte. Por su tumba, abre las tumbas. Sacude el lugar adónde duermen los muertos, le hace saltar los cerrojos. Las tumbas están selladas y la prisión cerrada mientras que el Pastor no desciende en la muerte para ir a anunciar la liberación a aquellas ovejas suyas que se habían adormecido (1P 3:19). Lo vemos bajar adónde duermen los muertos: les da la orden de salir, lo vemos renovar incluso allí el mismo llamado a la vida. «El buen pastor da su vida por sus ovejas»: es así que busca el amor de sus ovejas. Quien ama a Cristo, es aquél que escucha su voz.
 
Os deseo un feliz domingo.

domingo 22 Abril 2018
Cuarto Domingo de Pascua

San Sotero, Beato Francisco de Fabriano

Leer el comentario del Evangelio por
Basilio de Seleucia : « El buen Pastor da su vida por sus ovejas»

Juan 10,11-18.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre".




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Basilio de Seleucia (¿-c. 468), obispo
Homilía 26, sobre el buen Pastor (Trad. ©Evangelizo.org)

« El buen Pastor da su vida por sus ovejas»
«Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas». Pilatos vio a ese pastor; los judíos lo vieron, lo condujeron a la cruz por causa de su manada, como el coro de los profetas lo había anunciado claramente antes de la Pasión: «Como un cordero, fue llevado al matadero, como una oveja muda cuando la esquilan» (Is 53:7). No rehúsa la muerte, no le huye al juicio, no rechaza a los que lo crucifican.

No fue sometido a la Pasión: él la deseó por sus ovejas. «Tengo el poder de entregar mi vida, dijo él mismo, y el poder de retomarla». Él destruye el sufrimiento por el sufrimiento de su Pasión, la muerte por su muerte. Por su tumba, abre las tumbas. Sacude el lugar adónde duermen los muertos, le hace saltar los cerrojos. Las tumbas están selladas y la prisión cerrada mientras que el Pastor no desciende en la muerte para ir a anunciar la liberación a aquellas ovejas suyas que se habían adormecido (1P 3:19). Lo vemos bajar adónde duermen los muertos: les da la orden de salir, lo vemos renovar incluso allí el mismo llamado a la vida. «El buen pastor da su vida por sus ovejas»: es así que busca el amor de sus ovejas. Quien ama a Cristo, es aquél que escucha su voz.

Igualmente para ti @Eleonora de Toledo y mil gracias.
 
martes 24 Abril 2018
Martes de la cuarta semana de Pascua

San Fidel de Sigmaringa, Santa María Isabel Hesselblald

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San Elredo de Rieval : « Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen»

Juan 10,22-30.

Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,
y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.
Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente".
Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí,
pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.
El Padre y yo somos una sola cosa".




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Elredo de Rieval (1110-1167), monje cisterciense
Oración de un pastor (Trad. ©Evangelizo.org)

« Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen»
Buen Pastor, Jesús, pastor verdaderamente bueno, pastor lleno de bondad y de ternura, hacia ti sube el grito de un pastor pobre y miserable: pastor frágil, pastor torpe, pastor cualquiera (Lc 17:10), pero pese a todo, pastor de tus ovejas. Si, hacia ti, Buen Pastor, sube el grito de este pastor que está lejos de ser bueno; hacia ti grita, inquieto por él mismo, inquieto por tus ovejas…Tú conoces mi corazón, Señor: tú sabes que mi deseo es gastar totalmente por aquellos que me confiaste todo lo que le has dado a tu servidor…, y más que todo, gastarme por ellos sin contar (1 Cor 12:15).

Tú mismo, no despreciaste el gastarte por ellos. Enséñame entonces, Señor, a mi tu servidor, enséñame, por tu Espíritu Santo, como gastarme por ellos…Dame, Señor, por tu gracia inexpresable, el soportar con paciencia sus debilidades, de compadecerme de ellos con bondad, de socorrerlos con discreción. Que las enseñanzas de tu Espíritu me enseñen a consolar a los afligidos, a fortificar a los temerosos, a levantar a aquellos que caen, a ser débil con los débiles, a compartir el ardor de aquellos que tropiezan, a hacerme todo para todos para ganarlos a todos (1 Co 11:29; 1 Co 9:19.22).
Pon en mis labios una palabra verdadera, una palabra derecha, una palabra justa, afín de que crezcan en la fe, en la esperanza y en el amor, en la castidad y en la humildad, en la paciencia y en la obediencia, en el fervor de espíritu y en la pureza de corazón. Ya que fuiste tú quién les diste a este guía ciego (Mt 15:14), a este maestro ignorante, a este jefe incapaz, enséñale a aquél que has establecido como maestro, conduce a aquél a quién has ordenado conducir a los demás.
 
miércoles 25 Abril 2018


San Giovanni Piamarta , Beato Andrés Solá y Molist

Leer el comentario del Evangelio por
San Ireneo de Lyon : “Anunciad la Buena Nueva a toda la creación.”

Marcos 16,15-20.

Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."
El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;
podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208), obispo, teólogo y mártir
Contra las herejías, III 1,1; 10,6

“Anunciad la Buena Nueva a toda la creación.”
Después que Nuestro Señor fue resucitado de entre los muertos y los apóstoles fueron revestidos de la fuerza de lo alto por la venida del Espíritu Santo (Lc 24,49), tuvieron la certeza absoluta y el conocimiento perfecto sobre todo. Entonces llegaron hasta los extremos de la tierra (Sl 18,5), y ellos que poseían todos por igual y cada uno en particular el Evangelio de Dios, proclamaron la buena nueva que nos viene de Dios y anunciaron a los hombres la paz del cielo.

Así Mateo, para los hebreos, y en su propia lengua, publicó una forma escrita de Evangelio, mientras que Pedro y Pablo evangelizaron Roma y fundaron la Iglesia. Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro (1P 5,13), después de la muerte de éste nos transmitió también por escrito la predicación de Pedro. Por su parte, Lucas, el compañero de Pablo, consignó en un libro el Evangelio predicado por ése. Finalmente, Juan, el discípulo del Señor, el mismo que reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús, publicó también el Evangelio, durante su estancia en Éfeso…

Marcos, intérprete y compañero de Pedro, presentó de esta manera el principio de su redacción del Evangelio: “Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino”… Vemos que Marcos hace de las palabras de los santos profetas el comienzo del Evangelio, y aquel que los profetas proclamaron Dios y Señor, Marcos lo designa ya al principio como Padre de nuestro Señor Jesucristo… Al final de su Evangelio, Marcos dice: “El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios”. Es la confirmación de la palabra del profeta: “Oráculo del Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y haré de tus enemigos estrado de tus pies” (Sl 109,1).
 
jueves 26 Abril 2018
Jueves de la cuarta semana de Pascua

San Isidoro de Sevilla , Beato Estanislao Kubista

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Papa Francisco: “El mensajero no es más grande que el que lo envía”

Juan 13,16-20.
Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo:
"Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Papa Francisco
Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium / La alegría del evangelio” § 24 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana)

“El mensajero no es más grande que el que lo envía”
La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan. «Primerear»: sepan disculpar este neologismo. La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,19); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos (cf. Lc 14,23). Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear!

Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz (cf. Jn 10,3).
 
viernes 27 Abril 2018
Viernes de la cuarta semana de Pascua
Fiesta de santo Toribio de Mogrovejo, obispo, patrono del Episcopado Latinoamericano

LA VIRGEN DE MONTSERRAT PATRONA DE CATALUÑA

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Venerable Pio XII : « Cristo, la Vía, la Verdad y la Vida es la luz de la conciencia»

Juan 14,1-6.
Jesús dijo a sus discípulos:
"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí.
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar.
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes.
Ya conocen el camino del lugar adonde voy".
Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?".
Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí."




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



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Venerable Pio XII (1876-1958), papa 1939-1958
Pío XII mensaje de radio del 23 de marzo de 1952 (Trad. ©Evangelizo.org)

« Cristo, la Vía, la Verdad y la Vida es la luz de la conciencia»
La conciencia es el núcleo más íntimo y secreto del hombre. Es allí adónde se refugia con sus facultades espirituales en una soledad absoluta: solo consigo mismo, o más bien, solo con Dios, cuya voz se hace escuchar en la conciencia. Es allí adónde uno se determina por el bien o por el mal; es allí que uno escoge el camino de la victoria o el de la derrota. Incluso si lo quisiera, el hombre no lograría deshacerse de ella. Con ella, ya sea que uno la apruebe, o que la condene, recorrerá todo el camino de la vida, y con ella también, testigo verídico e incorruptible, se presentará al juicio de Dios.

La conciencia es entonces un santuario, sobre el umbral del cual todos deben detenerse; todos, incluso el padre o la madre, cuando se trata de un niño. Solo el sacerdote entra como médico de las almas; pero la conciencia no cesa de ser un santuario celosamente vigilado, Dios mismo quiere que el secreto sea preservado bajo el sello del más sagrado de los silencios. ¿En qué sentido podemos hablar de la educación de la conciencia? El divino Salvador ha traído al hombre ignorante y débil su verdad y su gracia: la verdad para indicarle la vía que conduce al objetivo; la gracia para otorgarle la fuerza de poder alcanzarlo. Cristo es la Vía, la Verdad y la Vida, no solamente para todos los hombres en su conjunto, sino para cada uno individualmente.
 
sábado 28 Abril 2018
Sábado de la cuarta semana de Pascua

Santa Gianna Beretta

Leer el comentario del Evangelio por
San Vicente de Paúl : «El que cree en mi hará las mismas obras que yo e incluso mayores»

Juan 14,7-14.
Jesús dijo a sus discípulos:
"Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: 'Muéstranos al Padre'?
¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre."
Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré."




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Vicente de Paúl (1581-1660), presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
Conferencia 127 del 02/05/ 1659

«El que cree en mi hará las mismas obras que yo e incluso mayores»

Nuestro Señor dijo: «Bienaventurados los pobres de espíritu» (Mt 5,3); en esto la sabiduría eterna nos enseña que los obreros evangélicos tienen que evitar la magnificencia en las acciones y en las palabras, y seguir una manera de obrar y de hablar humilde, fácil y sencilla. Es el demonio el que nos pone bajo esa tiranía de querer tener éxito y el que, al vernos inclinados a proceder lisa y llanamente, nos dice: «Fíjate que vulgar; eso es demasiado basto e indigno de la majestad cristiana». ¡Qué astucia la del demonio! Tened cuidado, hermanos míos, renunciad a estas vanidades... tened ante los ojos la conducta de nuestro Señor, tan humilde y tan contraria a todo eso.
El podía dar un gran esplendor a sus obras y una virtud soberana a sus palabras, pero no lo hizo. Les decía a sus apóstoles: «Haréis lo que yo hago, y más todavía». Señor, ¿por qué queréis que haciendo lo que tú has hecho, hagan todavía más?. Porque nuestro Señor quiere dejarse superar en las acciones públicas, para distinguirse él en las humildes y secretas; él quiere los frutos del evangelio y no los aplausos del mundo; por eso ha hecho más por medio de sus servidores que por sí mismo.
Quiso que san Pedro convirtiese una vez a tres mil, otra vez a cinco mil personas (Hch 2,41; 4,4), y que toda la tierra se viera iluminada por sus apóstoles. En cuanto a él, a pesar de ser la luz del mundo (Jn 8,12), no predicó más que en Jerusalén y en sus alrededores, y predicó allí sabiendo que en otras partes tendría mucho más éxito. Sí, el se dirigió a los judíos como a los más capaces de despreciarle y de contradecirle. Por consiguiente, fue muy poco lo que hizo, mientras que sus pobres discípulos, ignorantes y vulgares, animados de su virtud, hicieron mucho más que él. ¿Por qué? Porque quiso ser humilde en esto.
 
domingo 29 Abril 2018
Quinto Domingo de Pascua
En Europa: S. CATALINA DE SIENA, virgen y doctora, patrona de Europa, Fiesta

Santa Catalina de Siena

Leer el comentario del Evangelio por
Venerable Pio XII : «Sin mí, no pueden hacer nada»

Juan 15,1-8.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Venerable Pio XII (1876-1958), papa 1939-1958
Beato Pío XII, papa de 1939 a 1958 (© Copyright - Libreria Editrice Vaticana)

«Sin mí, no pueden hacer nada»
«En Cristo, plugo al Padre que habitara en El toda plenitud. Brillan en Él los dones sobrenaturales que acompañan a la unión hipostática (es decir la unión en Cristo de la naturaleza divina y de la naturaleza humana): puesto que en Él habita el Espíritu Santo con
tal plenitud de gracia, que no puede imaginarse otra mayor: A Él ha sido dada «potestad sobre toda carne»…De Él se deriva al Cuerpo de la Iglesia toda la luz con que los creyentes son, iluminados, y toda la gracia con que se hacen santos, como Él es santo.

…Él es el que infunde en los fieles la luz de la fe; Él quien enriquece con los dones sobrenaturales de ciencia, inteligencia y sabiduría a los Pastores y Doctores, y principalmente a su Vicario en la tierra, para que conserven fielmente el tesoro de la fe, lo defiendan con valentía y lo expliquen y corroboren piadosa y diligentemente; Él es, por fin, el que, aunque invisible, preside e ilumina los Concilios de la Iglesia.

Cristo es autor y causa de santidad. Porque no puede obrarse ningún acto saludable, que no proceda de Él como de fuente sobrenatural. «Sin mí, dijo, nada pueden hacer» »(Jn 15 :5). Cuando por los pecados cometidos nos movemos a dolor y penitencia, cuando con temor filial y con esperanza nos convertimos a Dios, siempre procedemos movidos por Él. La gracia y la gloria proceden de su inexhausta plenitud.

Y cuando los Sacramentos de la Iglesia se administran con rito externo. Él es quien produce el efecto interior en las almas. Y asimismo. Él es quien, alimentando a los redimidos con su propia carne y sangre, apacigua los desordenados y turbulentos movimientos del alma; Él es el que aumenta las gracias y prepara la gloria a las almas y a los cuerpos.

…Cristo nuestro Señor hace que la Iglesia viva de su misma vida, penetra todo el Cuerpo con su virtud divina, y alimenta y sustenta a cada uno de los miembros, según el lugar que en el Cuerpo ocupan, de una manera semejante a aquella con que la vida nutre sus sarmientos y hace que fructifiquen (Jn 15:4-6).
 
lunes 30 Abril 2018
Lunes de la quinta semana de Pascua

San José Benito de Cottolengo

Leer el comentario del Evangelio por
San Josemaría Escrivá de Balaguer : «Mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él»

Juan 14,21-26.

Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".
Judas -no el Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?".
Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), presbítero, fundador
Homilía del 26/03/1967 en Es Cristo que pasa

«Mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él»
Cristo permanece en su Iglesia: en sus sacramentos, en su liturgia, en su predicación, en toda su actividad. De manera especial, Cristo permanece presente en medio de nosotros en el don cotidiano de la santa eucaristía. Por eso la misa es el centro y la raíz de la vida cristiana. En cualquier misa está siempre presente el Cristo total, Cabeza y Cuerpo (Ef 1,22-23). «Por él, con él y en él». Porque Cristo es el Camino, el Mediador; en él lo encontramos todo; fuera de él nuestra vida es vacía...

Cristo vive en el cristiano. La fe nos dice que el hombre en estado de gracia está divinizado. Somos hombres y mujeres, no ángeles, seres de carne y hueso, con un corazón y unas pasiones, tristezas y gozos, pero la divinización alcanza al hombre entero, como una anticipación de la resurrección gloriosa. «Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicia de todos los que han muerto. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida» (1C 15,20-22).

La vida de Cristo es nuestra vida según lo que él mismo prometió a los apóstoles en la última Cena: «El que me ama guardará mi Palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él». El cristiano debe, por consiguiente, vivir según la vida de Cristo, haciendo suyos los sentimientos de Cristo de manera que pueda, con san Pablo, exclamar: «No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,20).
 

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