Lo más duro de tener a un niño en acogida es que si lo reclaman sus padres lo tienes que entregar de inmediato. Una familia conocida nuestra acogió a un peque de dos años, hijo de madre drogadicta en la cárcel y padre desconocido. Se encariñó muchísimo, desde el segundo día le compraron de todo, lo llevaron a un colegio estupendo, y recuerdo que alguien le comentó que qué pasaría si su madre lo reclamase, ella nunca se planteó tal posibilidad, dijo que jamás pasaría, y que pelearía hasta el final. El niño venía con ciertas problemáticas propias de su situación pero hicieron todo por él, hasta que una mañana recibió una llamada de asuntos sociales: la madre iba a salir de la cárcel, se había desenganchado y debía entregar al niño en un máximo de 48 horas...un drama, se fué a un bufete experto en familia y se lo dejaron muy clarito: nada que hacer.
La madre se llevó al niño y no lo volvió a ver jamás. Estuvieron unos 4 años creyendo que tenían un hijo y no era así.
La madre se llevó al niño y no lo volvió a ver jamás. Estuvieron unos 4 años creyendo que tenían un hijo y no era así.