Españolear: flamenco, copla y canción.

El flamenco prende la llama en Nueva York
El festival que se celebra en la Gran Manzana y que hoy se clausura ha tenido como plato fuerte a Sara Baras y su espectáculo «Sombras»
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Javier Ansorena@jansorena
Nueva YorkActualizado:10/03/2019 01:40h
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El flamenco tiene su temporada en Nueva York en la frontera entre febrero y marzo, cuando sus habitantes empiezan a mostrar agotamiento del frío y de la nieve y sus salas de conciertos son un refugio para el alma y para el cuerpo. Es el momento de la cita anual con el Flamenco Festival, un ciclo consolidado en la Gran Manzana, que el año que viene cumplirá su vigésima edición. Las grandes estrellas del flamenco –este año, el plato fuerte es Sara Baras– han pasado por las tablas neoyorquinas en estas dos décadas, casi siempre con una gran recepción del público. El pasado jueves, en el primer pase de su espectáculo «Sombras», la bailaora gaditana puso de pie al respetable del City Center, un prestigioso teatro que este año cumple su 75 aniversario.

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El cantaor sevillano Alfonso Cid- ABC
El flamenco inunda varios teatros por unos días, pero, ¿se empapa la ciudad para el resto del año? «Está prendiendo más en los últimos años», asegura el cantaor y flautista sevillano Alfonso Cid. Lo dice con conocimiento, porque lleva 22 años en la ciudad y es uno de los elementos más activos de la escena local. El festival tiene que ver con ello –«el hecho de que haya todos los años ayuda a mantener la llama encendida», dice Cid– y se nota en la progresiva conquista de nuevos territorios. De los espectáculos en restaurantes de temática española –en lugares poco acondicionados, entre ruido de cubiertos y trajín de camareros– el flamenco se ha esparcido a espacios propios para el arte, «donde la gente va a escuchar», como explica el guitarrista de origen alemán Andreas Arnold, cuya música entronca el jazz y el flamenco.

Más interés, pero menos espacios
Arnold participa ahora en una residencia mensual en Brooklyn Commons, un espacio que acoge música, charlas culturales y activismo social. Los ejemplos cada vez son más: el tablao mensual de la bailaoraXianix Barrera en Spanish Harlem; los conciertos que hasta el año pasado programaba Planeta, un espacio «underground» en el East Village; las temporadas que Olga Pericet, una bailaora establecida, pasa en el teatro Repertorio Español; la residencia del propio Alfonso Cid en Terraza 7, en Queens; el tablao «Alegrías», que acoge de forma regular La Nacional, la histórica sociedad española en la calle 14; o Tablao Abierto, una iniciativa para que se fogueen las jóvenes promesas de la compañía de baile de Carlota Santana, una institución en la escena flamenca neoyorquina. «Es verdad que hay más interés», asegura Santana, cuya compañía ha cumplido los 35 años. «Pero, al mismo tiempo, hay menos espacios. Solía haber algunos tablaos y clubes que han desaparecido».



La bailaora recuerda con nostalgia el estudio de baile Fazil –«ahí se juntaba la comunidad flamenca»– porque ya no quedan lugares así, donde celebrar un rito flamenco necesario: la juerga, el encuentro fuera del escenario con otros flamencos, con aficionados, con artistas de otras disciplinas… «Esa bohemia aquí no existe, y es muy triste, porque es un aspecto muy del flamenco», cuenta Arnold. «Esa mentalidad de estar horas tocando hasta la madrugada, disfrutando, no tiene lugar. Es muy antineoyorquino, todo el mundo tiene prisa».

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Chano Domínguez con su hija Serena e Ismael Fernández, el viernes en el Joe’s Pub, célebre sala de conciertos del Village neoyorquino - EFE
Ahogados por los alquileres
La prisa es una forma de expresar la presión económica que tienen los artistas –hay que pagar más de mil dólares por un cuarto en un piso compartido– y los lugares donde tocan o ensayan, ahogados también por alquileres altos. Alfonso Cid ha tratado de recrear ese ambiente de los círculos flamencos en las ciudades españolas con afición, con grupos de cabales organizados en redes sociales que se juntaban para compartir su música y su afición. «Pero es muy complicado», lamenta. «En Nueva York, el tiempo es dinero. Si alguien viene a tocar, le tienes que pagar».

La ausencia de bohemia flamenca no significa que para los artistas Nueva York no merezca la pena por otras razones. «La colaboración con otros músicos es inevitable», dice Cid. «Es imposible no involucrarte con artistas de otros campos: música árabe, jazz, cubana, latina… Tanto si nos gusta como si no, Nueva York atrae talento». Y lo que no existe en flamenco, sí lo hay en otras músicas, como el jazz, donde hay centenares de clubes abiertos todos los días y bandas tocando cada noche hasta las cuatro de la mañana en lugares como Fat Cat.

Quizá por eso no es raro que los artistas flamencos no acaben «contaminados», algo que, al fin y al cabo, está en la esencia del flamenco. Es el caso de Ismael Fernández, un cantaor de dinastía gitana sevillana llegado a esta orilla hace cuatro años, que ha dejado de lado las formas clásicas para hacer un disco jazzero apadrinado por el gran maestro del jazz-flamenco, el pianista Chano Domínguez. Fernández ha formado parte del festival de este año, y se presentó el pasado jueves en Joe’s Pub, una célebre sala de conciertos del Village, con esmoquin, convertido en «crooner» flamenco. El propio Cid lidera una banda de jazz-flamenco, New Bojaira, con la que acaba de publicar el disco «Zorongo Blu», y Arnold siempre transita en la frontera del jazz y el flamenco. «Sí, es verdad que no tenemos ese calorcito», reconoce Fernández sobre la ausencia de un ambiente flamenco. «Pero aquí cada vez hay más interés por aprender».

Un puente para los artistas españoles
El director del Flamenco Festival de Nueva York, Miguel Marín, asegura que el ciclo «ha dejado su poso y tiene efectos visibles» en la ciudad. Además del creciente interés del público, ha fomentado la presencia de artistas españoles que visitan EE.UU. por primera vez con el festival y acaban teniendo una relación estrecha. Es el caso del bailaor Farruquito, que ha convertido Nueva York y EE.UU. en un destino habitual; de la bailaora Olga Pericet, o del cantaor y saxofonista Antonio Lizana, que el año pasado se quedó una temporada para empaparse el jazz latino de Arturo O’Farrill. En la edición de este año, que se cierra hoy, muchos artistas participantes debutaban en Nueva York. No era el caso de Sara Baras, la gran estrella del ciclo, pero sí de otros como el músico onubense Diego Guerrero, el flautista Sergio de Lope o los cantaores María Terremoto e Israel Fernández.
https://www.abc.es/cultura/musica/abci-flamenco-prende-llama-nueva-york-201903100140_noticia.html
 
MÚSICA
Récord histórico en la recaudación de conciertos en España: 334 millones de euros
Lunes, 11 marzo 2019


Las actuaciones de 'OT', Pablo Alborán y Bruno Mars impulsan una subida del 24% en el sector de la música en vivo.




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Aitana, Alfred, Cepeda (izda. a dcha.) durante un concierto de OT en Valencia.BIEL ALIÑO EL MUNDO



Ha sido un año "excepcional". Maricruz Laguna, vocal de la Asociación de Promotores Musicales (APM) resume con una palabra la subida del 24,1% en la facturación de la música en vivo durante 2018, hasta llegar a una cifra récord de 333,9 millones de euros, frente a los 269,2 de 2017. Son los datos del Anuario de la Música en Vivo, presentado este lunes en Madrid.

De este modo, se ha conseguido llegar a unos niveles superiores a los registrados antes de la crisis, en los que se tocó fondo en 2013 con 158 millones de euros. Entre los motivos señalados por Tito Ramoneda, vicepresidente de la APM, está el aumento del denominado "turismo de festivales", que ha provocado un flujo de asistentes a grandes citas de este tipo y que ferias como Fitur hayan creado una división dedicadas a los festivales. También es perceptible en la ubicación de los grandes macrofestivales, cuyo 'top 7' se reparte principalmente por la costa mediterránea: Arenal Sound de Burriana (300.000 asistentes), Medusa Sunbeach de Cullera (300.000), Mad Cool de Madrid (240.000), Primavera Sound de Barcelona (220.000), Viña Rock de Villarrobledo (210.000), Rototom Sunsplash de Benicàssim (208.000) y FIB de Benicàssim (170.000).

En cuanto a las grandes giras, los grandes dinamizadores han sido 'OT' y Pablo Alborán, que protagonizan un increíble empate con 288.640 espectadores cada uno. Le siguen Fito & Fitipaldis (264.410) y Pablo López (164.508). En cuanto a los nombres internacionales, el dominador fue Bruno Mars, que congregó 110.000 espectadores.

Según Albert Salmerón, presidente de la APM, "no sería extraño que estas cifras se estabilizaran o que hubiese un pequeño descenso" en 2019, en el que "quizá las sensaciones no son tan buenas".

Entre los principales problemas del sector, de nuevo el tema de la reventa 'online', que no se ha solucionado y que se sigue reproduciendo a través de buscadores, como denuncia Ramoneda: "Les preguntaríamos a Google si saben que son cómplices de una estafa".

https://www.elmundo.es/cultura/musica/2019/03/11/5c864e48fdddffacbb8b4676.html
 
Camela, la alegría popular que se impuso al clasismo
El grupo madrileño celebra 25 años con disco de duetos y dos conciertos masivos

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Dioni y Ángeles, veinticinco años dando felicidad a millones de fans en todo el mundo
VÍCTOR LENORE
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PUBLICADO 13.3.2019 - 15:58

El pop no se vive igual en todos los sitios del mundo. Una buena historia para ilustrar la diferencia ocurrió en México en agosto de 2016, cuando falleció el legendario cantante y compositor Juan Gabriel, sumiendo a las clases populares en una pena profunda. Durante esos días de luto nacional, el intelectual Nicolas Alvarado, director del canal de televisión de la UNAM (universidad de México), tuvo la ocurrencia de escribir estas líneasen el diario 'Milenio': “Me irritan sus lentejuelas, no por jotas sino por nacas, su histeria, no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria, sino por iletrada”. La expresión “joto” es equivalente a nuestro “mar*ca”, mientras que “naco” se podría traducir por “choni”. Esta gracieta clasista, habitual en ambientes ‘cool’ españoles, generó en México tal rechazo que Alvarado tuvo que dimitir de su puesto. ¿Se imaginan alrector de la Complutense renunciando a su cargo por un comentario elitista contra Camela? El castigo sin duda fue exagerado, pero nos sirve para calibrar la intensa conexión vital que siente la mayoría de los oyentes mexicanos con las canciones que les hacen compañía en sus subidones sentimentales y sus reveses cotidianos. Allí la música popular no es solo un decorado para ambientar, sino algo inseparable de la vida. Así lo ven también la mayoría de los fans de Camela, uno de los grupos más queridos del pop español. Más abajo en este texto hay un vídeo de su primera visita a Chile en 2001 que da una idea del fervor que son capaces de despertar.

Arropados por todos
Juan Magán, la venganza alegre del rey electrolatinoJuan Magán, la venganza alegre del rey electrolatino
Durante muchos años, Camela sufrieron el desprecio de la critica especializada. Se les comparaba con los ‘gitanos de la cabra’, se rebautizaba a Dioni Martín como “Choni” y se bromeaba con que hacían música para atracar gasolineras. Vendieron un millón de copias de su primer trabajo, ‘Lágrimas de amor’ (1994), pero todavía nadie les ha dado un premio. “Siempre decimos que nos ha salvado el cariño de la gente, ellos son nuestro Grammy desde el primer día”, apunta Ángeles Muñoz. Por suerte, esa etapa de estigmatización quedó atrás y ya disfrutan del respeto de la prensa, de la industria y de sus compañeros de profesión. Lo confirma 'Rebobinando', un disco donde el plato fuerte son sus éxitos en formato dueto para celebrar su 25 aniversario. Allí comparten micrófono con estrellas de la talla de Alaska, Juan Magán, Medina Azahara, Pitingo y ‘Josemi’ Carmona, entre muchos otros. “También estuvo a punto de participar también Alejandro Sanz, pero saca álbum propio un mes después del nuestro. El suyo incluye colaboraciones, así que aparecer aquí hubiera podido crear confusión. Por lo menos, nos ha dejado un solaudo muy bonito en el documental que hemos incluido en este trabajo”, explica Ángeles.

Para entendernos: Camela son una especie de versión tecnopop de los Ramones. Dieron muy pronto con una fórmula perfecta, que les sigue funcionando un cuarto de siglo después. Su trayectoria no presenta una gran evolución, más allá del envoltorio y los detalles. “Hombre, cuando cantamos sobre enamorarte a través de un chat sabes que esa canción no puede ser de las primeras, ya que no había tanto Internet. Además, también se puede adivinar el año por el tipo de arreglos electrónicos que utilizamos”, precisa Ángeles. A pesar de todo, lo que se pide a Camela es que sigan siendo Camela. "Algún fan tenía miedo de que haciendo duetos perdiéramos algo de nuestra esencia, que nos fuéramos demasiado al terreno de los invitados, pero las primeras reacciones están siendo entusiastas. Quedamos con treinta seguidores para ponerles las canciones y salieron encantados", recuerda Dioni. La celebración de las bodas de plata del grupo incluye también dos conciertos masivos: el primero, en el Palacio de los Deportes de Madrid (12 de abril) y el siguiente en el Sant Jordi Junior de Barcelona (31 de mayo).

"Tras la crisis de 2008, Camela rebajaron su tarifa habitual para no perder contacto con sus fieles. “Nos apretamos un poco el cinturón, como todo el mundo”, remata Dioni".

“Ya hemos tocado en sitios más grandes: las Fallas de Valencia en 1997, la playa de Poniente en Gijón en 2010 o estadios deportivos en Chile, que es nuestra segunda casa. Lo que me hace ilusión de estos conciertos es que es un gran recinto cerrado, con lo cual la música se hace más intensa y cuando cantas todo el público a la vez se hace más emocionante”, confiesa Ángeles. “En todo caso, nosotros seguiremos tocando en recintos pequeños porque nos gusta ir donde está nuestro público. Siempre hemos mantenido un caché razonable para que cualquier pueblo, incluso cualquier pednanía, nos pueda llevar a sus fiestas. También nos gusta que las salas medianas puedan contratarnos, incluso si el aforo es de 800 o mil personas. Somos del pueblo, de la gente”, añade Dioni. Tras la crisis de 2008, Camela rebajaron su tarifa habitual para no perder contacto con sus fieles. “Nos apretamos un poco el cinturón, como todo el mundo. Seguimos yendo donde nos llamasen. Eso puede suponer una paliza para nosotros, pero también nos da alegría de vivir”, remata. "Lo único que nos disfrutamos es cuando un promotor pone el precio de la entrada demasiado alto. Somos gente normal que hace música para la gente normal", resume Ángeles.

Ni poliamor ni zonas VIP
Sin duda, la cercanía es uno de los grandes secretos del grupo madrileño. “Recuerdo cuando se puso de moda hacer ‘meets and greets’, que consisten en ofrecer a los fans entradas más caras que incluyen la posibilidad de saludarte y hacerse unas fotos contigo después del concierto. Algunos promotores lo probaron y yo les advertí que tuvieran cuidado, que los compradores se podían mosquear, ya que nosotros nos tiramos dos y hasta tres tres horas después de cada concierto firmando, haciéndonos fotos y hablando con cualquiera que nos lo pida. No podríamos distinguir entre fans que tienen dinero y fans que no. Nuestro puesto de ‘merchandising’ lo lleva mi hijo y solemos acercarnos a firmar camisetas y lo que nos pidan. Poco a poco, los promotores se dieron cuenta que lo de cobrar por un ’meet & greet’ de esos no podía funcionar con Camela”, explica Dioni. El dúo se muestra especialmente orgulloso de haber renovado su público. “Nuestros primeros fans, que ya pasan de los cuarenta, siguen viniendo a los shows, pero ahora con su pareja y sus hijos, que se saben las canciones mejor que los papás. Algunas veces, Ángeles echa un vistazo a la pista y me dice que tenemos para otros diez o quince años más de conciertos”, celebra.

" Cada uno que tenga la vida sentimental que quiera, pero si no hay romanticismo para mí no va a ser igual”, resume Ángeles Muñoz, cantante y compositora del grupo"

Otra de sus grandes bazas son unas canciones de amor desarmantes. Sus letras suenan sencillas, sinceras y vulnerables. Es complicado que cualquier ser humano no haya pasado por situaciones como las que describen “Nunca debí enamorarme”, “Cuando zarpa el amor” y “Sueños inalcanzables”, entre muchas otras. Les pidió su opinión sobre el actual cuestionamiento de los llamados ‘mitos del amor romántico’, supuestamente opresivos y que impiden la felicidad. “Cada uno que haga y piense lo que quiera, pero si en una relación no hay romanticismo para mí no va a ser igual”, resume Ángeles. Menciono después la moda del ‘poliamor’ y me piden que les explique en qué consiste. Es la primera vez que escuchan la palabra. “Está bien que la gente se acueste con quien quiera y tenga las parejas que considere necesarias, simultáneas o no. Eso ha pasado siempre. También hay que celebrar que ya no se llame ‘perdida’ o ’put*’ a cualquier mujer que se acueste con más de un hombre. Cada uno que utilice el enfoque que le haga feliz, el nuestro es el de toda la vida”, señala Dioni.

Veinticinco años después de su primera casete, nadie duda de que Camela son grandes clásicos del pop en español, a la altura de Los Chichos, José Luis Perales o Mecano. Hicieron casi todo el camino cuesta arriba, pero ya están en el sitio que merecen. Además, siguen trabajando como siempre: tienen cerrados 45 conciertos para este año y esperan llegar a los cerca de los 70 que ofrecieron en 2018. Hay Camela para rato y eso es buena noticia.

Camela contra las Spice Girls y el señor X
Camela crecieron en San Cristobal de los Ángeles, uno de los barrios más deteriorados de Madrid. Comenzaron como trío junto al teclista Miguel Ángel Cabrera, de quien se separaron en 2013. Sus primeras casetes las venden en el bar de un tío de Ángeles, pero el gran salto fue llegar al puesto de mercadillo de un amigo de Dioni, trampolín desde el que saltaron a otros mercadillos y lograron arrasar por encima de cualquier expectativa. Llegó un momento en que reponían las cintas de 500 en 500 y luego de mil en mil. "Se llegaron a vender tres o cuatro mil por semana", recuerda Dioni. Ni siquiera se dieron cuenta de dónde estaban al llegar al primer millón de copias. "No sabíamos ni qué era eso de los 'royalties'. Solo queríamos cantar. Cuando Alfonso Corral (dueño de su primera discográfica) nos dijo que llevábamos más de un millón, pensé que mis Chichos y mis Chunguitos debían de vender cuarenta millones", añade. Se equivocaba, pero no podía concebir que fuese más popular que sus ídolos. En marzo de 1997, cuando las Spice Girls dominaban todo el planeta, el fenómeno británico no consiguió el número uno en España porque se lo impidieron las ventas de 'Corazón indomable', tercer álbum de Camela. Fieles a sus raíces, cuando EMI le spropone grabar un disco en Miami deciden rechazarlo "¿Para qué si aquí estábamos bien?", recuerda Dioni. En Chile se hicieron populares gracias a un productor pirata que fabricó sus discos sin permiso antes del fichaje por EMI. "Ese señor X debe de estar riéndose todavía de nosotros en uanisla paradisiaca del Caribe", explica Ángeles. Todo eso es Camela: humildad, cercanía y conexión popular

Reportaje al completo (incluyendo videos) seguir el siguiente enlace, gracias:
https://www.vozpopuli.com/altavoz/c...pular-clasismo-disco-duetos_0_1226278855.html
 
Ketama: «Nos fuimos porque la industria de la música estaba rara»
En su esperado regreso a los escenarios, los hermanos Carmona pasarán por Barcelona, Málaga, Murcia y Zaragoza
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@abc_cultura
Actualizado:15/03/2019 01:17h

Se despidieron con un potaje gitano y un salmorejo, allá por 2004, en un día que, más allá de aquel menú preparado por la mujer de Antonio Carmona, tuvo un fortísimo sabor agridulce. El 15 de junio de 2004,Ketama convocaron a la prensa en la Casa de América para anunciar la triste noticia de su separación después de veinte años de trayectoria, pero lo hicieron rodeados de amigos, en una fiesta que no se quisieron perder Marta Sánchez, Nacho Cano, Sergio Dalma, Nacho García Vega, Carlos Jean, Cómplices, Carmen París, Bibiana Fernández, Sancho Gracia, Simoneta Gómez Acebo o Manuel Bandera.

También acudió su queridísimo Antonio Vega, que entregó a los hermanos Carmona un álbum de diamante por la venta de más de millón y medio de copias de una discografía que, a modo de despedida, resumieron en un último recopilatorio que contó con dos canciones nuevas, «Viviré» y «Corazón loko».

Quince años después, aquellos títulos parecen casi proféticos. Hace año y medio, Antonio cayó muy enfermo y llegó a estar en coma. Pero vivió, y «el susto» que le dio a toda la familia hizo que los Ketama reunieran a la banda para entrar al estudio y grabar una nueva canción, «Loko de Amor», que se convertiría en la carta de presentación del regreso de uno de los nombres más importantes de la historia de la música popular española.

Petición popular


Su nueva entrega discográfica, «De Akí a Ketama», también ha servido para devolverlos a los escenarios en una gira catalizada por Shows On Demand, plataforma online en la que los fans pueden pedir la celebración de conciertos de sus artistas favoritos. Vuelven, pues, por clamorosa peticion popular. «Es muy bonito volver de esta manera, con tanto apoyo de nuestros seguidores», dice Juan, quien reconoce haber tenido siempre «el pálpito de que la gente quería que volviéramos, porque algunos temas nuestros parece que no han pasado de moda».

Cuando lo dejaron hace tres lustros, aseguraron que se iban por dos motivos. «Porque la industria de la música estaba muy rara», dice Antonio, «y porque necesitábamos tomarnos un descanso y respirar aire fresco a nivel musical, cada uno por su lado», añade Josemi. «Por eso ahora estamos felices de celebrar que los tres hermanos nos reencontramos después de que cada uno haya hecho su propio viaje personal por la música», añade Antonio.

Los tres reconocen que el negocio de la música sigue «bastante raro», pero «más interesante gracias al empuje de las nuevas generaciones», y por eso tienen claro que este regreso irá acompañado de algo más. «Nuestra intención es que la reunión no sea sólo para una gira», asiente Josemi. «Respecto a un nuevo disco, queremos ir poco a poco. Nosotros, eso sí, tenemos las ganas que hacen falta. Si lo hacemos, seremos muy fieles con la música que hacíamos, porque seguimos siendo las mismas personas con las mismas inquietudes».

Actuaciones:
Barcelona. Festival Guitar BCN. Auditori del Forum. 21.00. Viernes 15

Málaga. MAC. 21.00. Viernes 22

Murcia. Auditorio del Parque de Fofó. 21.30. Sábado 23

Zaragoza. Auditorio de Zaragoza. 21.00. Viernes 5 de abril
https://www.abc.es/cultura/musica/a...-musica-estaba-rara-201903150117_noticia.html
 
Sole Giménez: “Sin cantar sería un alma en pena”
La cantante, que estrena versiones de temas de mujeres compositoras, confiesa su desencanto con la política y se ve como una superviviente de la música


LUZ SÁNCHEZ-MELLADO

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Sole Giménez, cantante y compositora.


Hay una sensación extraña cuando se tiene delante a alguno de los personajes que te han acompañado desde la adolescencia. Ellos no te conocen, pero tú a ellos sí, o crees conocerlos, de tan vistos como los tienes. Algo así, esa complicidad inmediata aunque ficticia, surge con esta mujer que llega a la vez presurosa y serenísima. Es ella. Es Sole Giménez, la cantante de Presuntos Implicados, la voz que identificas cante lo que cante desde que, hace 13 años, emprendió carrera en solitario. Acostumbrada quizá a ese efecto espejo, Giménez habla como si te conociera de siempre. Acaba de bajar del AVE que la ha traído a Madrid desde Valencia, donde reside con sus dos hijos en la veintena. El tatuaje de su muñeca —Namasté, saludo y despedida en sánscrito que alude a la luz de uno mismo y del prójimo— habla de ella. Se lo hizo en Bali por su 55 cumpleaños.


Hola, Sole, ¿por qué no Soledad? ¿No le gusta su nombre?

No mucho, la verdad. Uno no elige su nombre. De cría me llamaban Marisol, pero entonces estaba en boga esa artista, y me daba coraje, así que me puse Sole, que me parece luminoso. El nombre pesa. A mi hija le puse Alba, en una especie de corte de mangas.

¿Les gusta a sus hijos lo que canta? ¿Y Presuntos Implicados? En su día eran supermodernos.

Pues mira, sí. El pequeño está en época rebelde, pero el conflicto no es por mi música. Nunca fuimos los más modernos, tampoco jugábamos a eso. Sofisticados, puede. Pero era algo natural, no impostado, y creo que fue parte del éxito. Si te crías oyendo a Stevie Wonder y a Vinicius de Moraes, cosas un poquito más delicadas, intentas reproducir algo así.

¿Somos lo que escuchamos?

En gran parte, por eso, como decía Paquete, un gran amigo, guitarrista de flamenco, hay que llevar mucho cuidado con lo que escuchas, porque todo se pega.

¿Y qué escucha ahora?

Pues mira, en el AVE sonaba una música maravillosa de Mahler, pero era imposible disfrutarla con gente hablando y comiendo alrededor. Le hemos quitado la importancia y la belleza que tienen las cosas grandes. Mahler en esas circunstancias era como una broma. Así que me he puesto música tradicional japonesa.

Qué aburrimiento, ¿no?

Qué va. Me fascina. Es la música más parecida a la naturaleza. Sigo la melodía, y me calma.

Siempre me pareció muy zen.

Jaja, eso me dicen, pero yo no me veo así, soy un torbellino, pregúntale a mi hijo esta mañana. Yo me enfado, pero cada vez menos.

¿O sea que es una falsa frágil?

No soy frágil en absoluto. Soy muy vulnerable para la sensibilidad. Lloro con cualquier cosa que me emocione. Pero tengo una capacidad de aguante muy grande.

¿Quizá demasiado?

Claro, esa es mi condena. Cuando sabes que puedes aguantarlo todo, tiendes a aguantar de más.

¿Sufridora? ¿Se lo ha mirado?

Sí, de hecho, una de mis mejores amigas es mi psicóloga. Creo que todos tendríamos que hacer terapia. Creemos que en las distintas fases de la vida tenemos las herramientas suficientes, pero a veces no. Te falta, no sé, como una llave inglesa. Para eso, hay personas que te ayudan a pensar juntos y a ver que igual sí tienes esas herramientas, pero no te das cuenta.

En su disco, interpreta canciones compuestas por mujeres. ¿Necesitan que se las reivindique?

Claro, pero no solo en la música. El olvido de las mujeres en el arte es escandaloso en la historia. Y ahora mismo, a pesar de haber muchas músicas de peso, no estamos en igualdad de condiciones ni de lejos. También es cierto que tenemos que hacer autocrítica. No nos valoramos en nuestra justa medida y el entorno es hostil.

¿Usted tampoco?

Yo tampoco. Artísticamente y como mujer, pero eso me viene de casta. Luego, no hay que olvidar que lo que se le pide a la mujer en la música es muy de escaparate. Esta industria está liderada por hombres que siempre van a querer que la mujer sea florero, y hay que luchar contra eso. Por eso me encantan mujeres como Natalia Lafourcade o Rozalén, que están rompiendo moldes.

El nombre de Presuntos Implicados fue profético. Luego, muchos presuntos fueron condenados. También en política.

Cuando salimos, en 1983, ya había tramas de corrupción, me acuerdo de alguna en Andalucía. Pero después se ha superado cualquier imaginación al respecto. Y en Valencia, nuestra tierra, ni te cuento. Qué pena todo.

Se mojó en su día apoyando a Zapatero. ¿Volvería a pedir hoy el voto por un partido?

Me costaría. Mis ideas no han cambiado, pero sufrí mucho. Lamentablemente, aún se puede vetar a alguien por posicionarse, y lo digo por experiencia. Echo en falta apoyo a la cultura en todos los partidos. Siempre somos el patito feo. La cultura es el alimento del espíritu de la sociedad, y no se le ayuda. Los artistas trabajamos en precario.

Con el 40 aniversario de la Constitución, hemos oído su Cómo hemos cambiado hasta en la sopa. ¿Qué nos da esa canción para seguir emocionando?

Hay gente que me reconoce por la calle y se pone a cantármela. Supongo que nos evoca el brillo de la juventud, cuando todo es posible. Da un poco de vértigo estar en la memoria de tanta gente, pero tener ese vínculo con personas que no conoces a través de la música es precioso.

¿Cómo ha cambiado usted?

Pues mucho, pero no tanto. Sigo siendo muy ingenua y muy inocente, una ilusa, si quieres, en el mejor sentido de la palabra. No quiero no hacer cosas por miedo a pegármela. No quiero ir por delante, quiero dejarme sorprender por la vida. Eso no hay que perderlo nunca.

¿Por qué sigue cantando?

Porque es mi modo de expresarme. Porque si no cantara, a pesar de lo caro que cuesta estar aquí, sería un alma en pena. Soy una superviviente.


35 AÑOS Y 20 DISCOS


'Mujeres de música', donde interpreta temas de compositoras femeninas, es el último trabajo de Sole Giménez (París, 1963), la mítica voz de 'Presuntos Implicados'. El disco es el numero 20 de una carrera que dura ya 35 años y el noveno en solitario.

https://elpais.com/cultura/2019/03/15/actualidad/1552653872_638946.html
 
Última edición por un moderador:
Luz Casal - "Rufino"(Tocata,1985)

Aquellos 80,s
Prolongación de los 70,s
De tales astillas tales palos....
Con pelos ralos
traviesas damiselas
vestidas de aquellas calendas
contantes y moliendas.....
Serendi, en la antesala de la sala de las vísperas de findes, saludos.
 
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