Españolear: flamenco, copla y canción.

Nueva 'road movie' musical en La 2: Ariel Rot recorre España en 'Un país para escucharlo'
En el primer capítulo, emitido este martes, el guitarrista de Tequila ha estado con el músico Kiko Veneno en Andalucía y en los próximos recorrerá Madrid, Barcelona, Granada, País Vasco, Asturias o Murcia, entre otros

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Kiko Veneno y Ariel Rot RTVE
LUPE CARRASCO
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PUBLICADO 06.02.2019 - 09:19ACTUALIZADO6.2.2019 - 9:44

'La Hora Musa', 'Canciones que cambiaron el mundo' y... 'Un país para escucharlo'. La música parece estar, como aseguraba Enrique Bunbury, "calando hondo", pero en la televisión, aunque poco a poco. La última apuesta de La 2 de RTVE promete, de la mano del hasta ahora guitarrista de 'Tequila' Ariel Rot, redescubrir cada rincón de España gracias a lo que mejor se le da, la música.

El flamenco se harta del Niño de Elche: “No aporta nada, solo purpurina”El flamenco se harta del Niño de Elche: “No aporta nada, solo purpurina”
Este martes 5 de febrero a las 23.00 horas se ha estrenado en la cadena pública un nuevo espacio para recuperar las relaciones con el cuarto arte. Rot empieza en Andalucía, tierra de indudable talento.

Con acordes de guitarra y haciendo homenaje a las canciones de su carrera, empezó asegurando que a lo largo de su vida ha viajado "sin documentos", ha "bailado rock en la plaza del pueblo", ha sido "marinero y otras veces capitán" y "sin querer o queriendo" se ha metido en "mil milongas".

El guitarrista de Tequila comienza una nueva aventura en un momento agridulce. Cuando tanto él como Alejo Stivel dicen adiós a la banda que tantos éxitos les ha dado. Lo hará con colegas de profesión como Carlos Tarque, Xoel López y Amaral y en lugares como Cádiz, Sevilla, Murcia o Aragón.

En el primer capítulo, Rot ha estado con el músico de Figueras Kiko Veneno, autor de letras como las de 'Lobo López' o 'En un mercedes blanco'. No nació en Andalucía, lo hizo en Cataluña, aunque "a los dos días estaba ya en Cádiz". "Yo soy de la cultura musical de la radio", asegura el artista.

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Kiko Veneno, Ariel Rot y Tomasito RTVE
Kiko, con su guitarra bajo el brazo, asegura con su tema 'Echo de menos', que la España de la posguerra necesitaba canciones que tocaran el alma. El catalán cuenta su historia, cómo empezó a desarrollar lo que luego fue Veneno junto a Raimundo y Rafael Amador. Se habla de las canciones clandestinas de Jimi Hendrix durante la dictadura franquista o la relevancia de las chirigotas y de las murgas en las tierras del sur.

También aparecen en el primer capítulo Rosario 'La Tremendita'; Ricardo Pachón, el origen del rock andaluz y productor de artistas como Camaróno Smash; la voz de Rocío Márquez; el productor asturiano Paco Loco, que cuenta como cada vez hay menos estudios 'caseros'; Brisa Fenoy, que narra cómo cambió y comenzó a cantar pop para llegar a la audiencia; o a quien no hace falta presentar, Tomasito de Jerez.

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Canijo de Jerez y Juanito Makandé RTVE
Uno de los platos fuertes llegó con el Canijo de Jerez y Juanito Makandéjunto a Tomasito. En la actualidad, son marca indispensable para compartir la alegría, la jarana y el amor por su tierra. Juntos, en un patio andaluz repleto de gente muestran una de las caras más conocidas del sur.

Un homenaje a Andalucía, a sus calles y a su luz, siempre con música de fondo. "Aquí se canta desde chiquitito, hay una costumbre de cantar", afirma Kiko.

Todavía escondidos
No tiene desperdicio disfrutar de los versos de artistas de la talla de Kiko Veneno junto a Ariel Rot, música en acústico que da a la televisión esa falta de espacios que, aunque comienzan a aparecer, lo hacen algo escondidos.

Bajo la dirección de Juan José Ponce, Rot recoge el testigo del programa conducido por Imanol Arias y Juan Echanove 'Un país para comérselo', en el que el protagonista era la gastronomía.

Zahara, Santi Balmes o Tarque
En la segunda entrega, la artista Christina Rosenvinge mostrará Madrid y su versión más indie. Lo hará hablando de Vetusta Morla y Los Punsetes, de Zahara y La Bien Querida.

También se ofrecerá el prisma más crítico de los raperos de barrio y compartirá su especie de 'road movie' con Leiva y el pianista británico que tocó en la última edición de los Premios Goya, James Rhodes.

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Ariel Rot RTVE
Rot irá también a Asturias, con Jorge Martínez, de los 'Ilegales'; a Barcelona con Santi Balmes, voz de Love Of Lesbian; a Granada con la cantautora Anni B Sweet; a País Vasco con Mikel Erentxun; a Galicia con Xoel López; a Aragón con el grupo Amaral; y a Murcia con la voz de MClan, Carlos Tarque.

Comienza así el nuevo programa de La 2, que será como ver el último concierto tributo a Tom Petty, en el que los artistas más representativos del rock y de todos los géneros hacen un homenaje en definitiva al arte. Este ha sido, para Rot, "un tránsito musical sureño" en el que ha visitado "a un pájaro en peligro de extinción".
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/tomasito-programa-musica-Ariel-Rot_0_1216078502.html
 
AMOR MISTERIOSO - DUO DINAMICO


Que misterio hay en tus ojos,
Que no advierto adivinar,
Y tus labios tan hermosos,
Que secreto guardaran.

Que misterio hay en tu pelo,
Y en tu forma de besar,
Es porrel quisiera idéelo,
Que me llena de ansiedad
Yo sé que este amor misterioso,
Un día me hará muy dichoso.

Que secreto estás guardando,
Algún día yo sabré,
No me importa como y cuando,
Pero se que te amaré
Yo sé que este amor misterioso,
Un día me hará muy dichoso

Que secreto estas guardando,
Algún día yo sabré,

No me importa como y cuando,
Pero se que te amare
Pero se que te amarééé...

Autores de la canción: Manuel de la Calva Diego / Ramon Arcusa Alcon / Manuel Gunther Salinger Ehrenfried

Letra de Amor misterioso © Editorial Musical Ibero Americana Sa
 
'Copla', el nuevo disco de Estrella Morente que fue la última colaboración con su padre
El enorme repertorio de León, Quintero y Quiroga resucita en la voz de la granadina

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Estrella Morente posa con su abuela en un patio andaluz. Bernardo Doral
VÍCTOR LENORE
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PUBLICADO21.2.2019 - 17:27

Una de las frases más bonitas del músico Gustav Mahler dice que “la tradición es la transmisión del fuego y no la adoración de las cenizas”. Precisamente eso, la tradición, es lo que se respiró en el Teatro Realdurante la puesta de largo de Copla, el nuevo disco de Estrella Morente, disponible en Internet a partir de la medianoche del jueves 21 de febrero (en las tiendas, el viernes 22). La ‘cantaora’ dedicó el trabajo a su abuela, presente en la sala, de quien subrayó que trabajó con Rafael Farina y Pepe Marchena. También dedicó el álbum a su madre, Aurora Carbonell, además de a su tía Victoria. “Quiero que todo el mundo sepa que Los Morente hemos sacado un disco de copla”, anunció. Después de pronunciar la frase, se levantó de la silla para acercarse a dar un beso a las suyas.

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Copla es la última colaboración que realizó con su padre, Enrique Morente, fallecido en diciembre de 2010. “En este disco, no está solo su producción, sino también sus instrucciones y su teoría. Él me enseñó la importancia de escoger bien las canciones -no cantar por cantar- y que cada cosa que hago tenga un equilibro, evitando el exceso de drama”, explicó. “También me dijo que había algo que aprender de cualquier gran cantante de copla: Imperio Argentina, Concha Piquer, Juana Reina….” Un poco antes, Estrella había mencionado a leyendas más recientes como Isabel Pantoja y Rocío Jurado. “Las coplas no son cancioncitas normales, sino emociones compartidas por alguien que realmente tiene algo que contarte”, compartió, poniendo especial énfasis. “Esta es la última colaboración con mi padre, pero no es un disco que tenga connotaciones tristes, sino que está lleno de alegría y colorido”. También recordó que a él le encantaba “el sonido alegre de las bandas de música”.

El álbum está basado en el repertorio de los maestros Quintero, León y Quiroga, cuyos nombres están presentes en todas las canciones del álbum, exceptuando el cierre, Suspiros de España. Estrella Morente se atreve con los grandes clásicos del género, canciones eternas como Yo soy esa, Soledad y ¡Ay pena, penita, pena!, saliendo más que airosa con un disco clásico y emocionante en muchos momentos. Además, llega en el momento justo: el debate cultural de 2019 cruza el interés por la identidad nacional, el papel del feminismo en la cultura y un acercamiento de los millenniales a la estética coplera, gracias sobre todo al fenómeno Rosalía.

Empoderamiento femenino
Para no llamar a engaño, Estrella hizo una aclaración relevante: “Quiero subrayar que esto es un disco de copla, no de flamenco, aunque yo sea cantante de flamenco, un género por el cada día siento un mayor respeto. Es importante decirlo porque el flamenco son palabras mayores”, precisó. A lo largo de la charla, también cita con máxima reverencia a figuras como Estrellita Castro, Raquel Meller y Marifé de Triana. Tampoco olvidó a Lola Flores.

“Para mí la libertad no es hacer todo el rato lo que te da la gana, sino intentar hacer siempre lo correcto, aunque cada uno tengamos una visión distinta de en qué consiste eso” (Estrella Morente)

Quizá alguno de los lectores se haya preguntado qué tiene que ver la copla con el feminismo. Por fortuna, hay consenso en que las grandes intérpretes del género son figuras de empoderamiento, que ofrecieron a las mujeres españolas paradigmas de conducta distintos a los que presentaba una sociedad patriarcal, que apenas se cuestionaba en la primera mitad del siglo XX. Hablamos de cantantes que expresan abiertamente sus deseos, prioridades y su posición en el mundo, a pesar de que los compositores de las piezas sean hombres.

Estrella Morente definió la copla como “un género capaz de contar una novela en tres minutos”. Se alegró de que, por fin, después de la etapa franquista, “se pueda cantar copla sin represalias, sin ataduras y sin hermetismo. Casi todas las intérpretes tuvieron vidas complicadas, con bastante sufrimiento. Había presiones desde fuera y mucha competición entre ellas, algo que no tenía porque haber sido así”. En el libreto del álbum dedica cada interpretación a una o más mujeres importantes en su vida, desde familiares a compañeras, pasando por “mis comadres”. La demoledora Yo soy esa se la brinda “a todas esas mujeres que en algún momento de su vida por necesidad tuvieron que ofrecer su cuerpo”.

En la recta final de la rueda de prensa, explica su filosofía vital. “Para mí la libertad no es hacer todo el rato lo que te da la gana, sino intentar hacer siempre lo correcto, aunque cada uno tengamos una visión distinta de en qué consiste eso”. Describió las canciones escogidas como cantos “de derrota y desamor”, justo las situaciones sentimentales donde más se suele aprender.

extensa entrevista

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/copla-nuevo-disco-estrella-morente-padre_0_1220578835.html
 
Armarios, dinero y gente tóxica: confesiones de Nacho Canut, el gran deslenguado del pop español
Ha escrito los himnos más famosos del pop español y forma desde hace 30 años el dúo Fangoria junto a Alaska. Ha prometido dejar de decir todo lo que piensa y lo ha conseguido... a medias


GUILLERMO ALONSO
MADRID 3 MAR 2019




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Nacho Canut fotografiado en exclusiva para ICON. Foto: Gorka Postigo



Ex Pegamoide, ex Dinarama y actual mitad de Fangoria, para las nuevas generaciones Nacho Canut (Valencia, 1957) es conocido como el tipo silencioso que está en el escenario detrás de Alaska y que da muchas menos entrevistas que ella. Una pena: es el conversador más apasionado del pop español, un auténtico generador de sentencias corrosivas y aforismos sobre cualquier cosa. Pero, tras algunos palos en los medios y en las redes sociales, le ha podido la autocensura y ha decidido medirse. Confiesa que en las promociones lo que más le aburre es hablar de su disco, así que solventemos eso rápido: en Extrapolaciones y dos preguntas, Fangoria versiona a OBK, Los Planetas, Family o McNamara y además incluye dos canciones nuevas que, muy en su línea, hablan de culpa y paranoia a 128 BPM.

Me han dicho que le ha cogido miedo a las entrevistas. Como todos los ciudadanos: cada vez que dices algo estás en peligro. Y como me encanta hablar, tengo que controlarme. Mi lema ahora es lo que siempre han dicho las Nancys Rubias [el grupo de Mario Vaquerizo]: “Callada y misteriosa”. Como ahora vivimos en la dictadura del clic y cualquier frase puede hacer que miles de personas se metan en un artículo para insultarte (o para lo contrario), hay que medir lo que vas a decir. ¡Por otra parte está bien! Así todos vamos a empezar a pensar realmente y a hacernos responsables de lo que decimos.


¡Es tan fácil ser rebelde cuando estás diciendo cosas sabiendo que todos te van a aplaudir! ¡Di algo que no sea lo que la gente espera oír de ti, a ver si tienes coj*nes!


Es una pena porque usted era nuestro Morrissey, alguien que expresaba sin ambages su opinión sobre los demás. ¡Era! Porque la gente se tomaba lo que yo decía como algo personal. ¡Pero si ya no puedes ni decir “feliz Navidad” sin que alguien te corrija por “feliz solsticio de invierno”! Y yo soy ateo, ¿eh?

Hay gente que cree que el primer sencillo del nuevo disco, ¿De qué me culpas?, es una respuesta a las críticas que han recibido. ¿Es cierto? No y sí. Con todo lo que hay actualmente en las redes o en la prensa estamos culpando a todo el mundo de todo tipo de cosas. Y no hablo de Sálvame, sino de la cultura de culpabilizar y acusar. Me da rabia que sea actual porque no me gusta nada hacer temas de actualidad. Pero cuando hicimos ¿A quién le importa? también nos pasó.





Fangoria - ¿De qué me culpas? feat. Ms Nina y King Jedet (Videoclip Oficial)



Entre sus seguidores pasa mucho que hay alguien que dice: “Están hablando de mí”. Criticar por criticar es el ejemplo paradigmático: en 2006 todo Madrid creía que le habían dedicado ustedes la canción. Claro, pero a mí me pasa lo mismo con los Pet Shop Boys. Cuando sacaron So hard pensé que hablaba de mí. Y Please please please let me get what I want, de Morrissey, también. Son cosas que me podrían pasar a mí, pero luego también comprendo que tanto Neil Tennant como Morrissey son caballeros de mi edad y por lo tanto es normal que tengamos las mismas vivencias. Lo que pasa es que ellos escriben mucho mejor. Además, siempre hemos intentado… bueno, parece que uso el plural mayestático, pero estoy tan acostumbrado a hablar de mí y de Carlos, de “nosotros”, que… [Nacho habla de Carlos Berlanga, amigo de la infancia y compañero en todos sus grupos antes de Fangoria y fallecido en 2002]

Eso es muy bonito 17 años después de su muerte. No sé cuántos años han pasado. Para mí una vez que una persona se ha muerto ha desaparecido y ya no pasa el tiempo más.

Pero sigue hablando de él en presente. Porque estoy acostumbrado a trabajar con él. Y siempre hemos utilizado el neutro también, o sea, ni hombre ni mujer.


Kim y sus hermanas, todas las Kardashian, son señoras. Esas sí que siguen un poco la estela de la Dúrcal o la Jurado. Las Kardashian podrían ser perfectamente de Marbella. Si estuviesen las Kardashian en su casa, sonase el timbre y apareciese Rocío Jurado, ellas le dirían: “Pasa, Rocío”. Y no desentonaría


¿Cómo los chiques o los niñes, términos tan reivindicados ahora?¡No! ¡Eso no! Yo estoy a favor de que todo el mundo hable como le dé la gana, pero yo nací en 1957 y no se me puede exigir que me comporte como una persona del siglo XXI. Cuando sea robot, que espero que ocurra de aquí a diez años, me podrán poner una especie de cosa y hacerme un reboot. Y entonces diré chiques y amigues. Pero apoyo a todo el mundo que utiliza eso y me parece fenomenal que surjan palabras nuevas. Pero hay muchas palabras en el castellano que se pueden utilizar que son neutras sin decir chiques, ¿eh?

A eso íbamos: que Carlos Berlanga y usted utilizaban un lenguaje neutro ,el femenino. Siempre nos hemos referido entre nosotros y hacia los demás así: “Ay, amiga, qué tarde llegas”. Yo estoy acostumbrado desde 1978 a que todos hablásemos en femenino sobre hombres y mujeres. Por eso a mí lo de amigues… yo prefiero llamar a todo el mundo en femenino.

Es usted uno de los pocos gais visibles en España que nunca ha salido del armario porque nunca ha estado dentro. Carlos y yo nos conocemos desde que teníamos poquísimos años. Cuando te crías con un amiguito que es… ¡es que ni había la palabra gay, no hacía falta decirlo! Luego conocimos a Alaska que, como ella está harta de decir, es otro mari**n. Y a otros mariquitas amigas de Alaska. Llegó un momento a finales de los setenta en que estábamos metidos en la casa de las Costus [Enrique Naya y Juan José Carrero, pareja de artistas cuyo apartamento en Malasaña se convirtió en epicentro de la llamada Movida] y nos preguntamos: “Oye, ¿conocemos a algún heterosexual?”. A mí nunca se me ha ocurrido decir lo que no soy. El insulto que más nos dedicaban por aquel entonces cuando salíamos de Casa Costus, que estaba al lado de la sede de Fuerza Nueva, era "rojo mari**n". "¡Rojos! ¡Maricones!". Así todos los días. Y yo pensaba: el problema no es mío, sino de esta persona. Si alguien ve raro que me gusten los hombres, el problema es suyo. Carlos y yo íbamos a México y nos preguntaban: “¿A ustedes les gustan las chicas rubias o morenas?”. Y nosotros respondíamos: “Pues mire, usted perdone, pero a nosotros nos gustan los hombres y personalmente a mí me da igual que sean rubios o morenos. ¿Y a ti, Carlos?”. Y él: “Pues yo prefiero rubios”.



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"Yo estoy acostumbrado desde 1978 a que todos hablásemos en femenino sobre hombres y mujeres. Por eso a mí lo de 'amigues'… yo prefiero llamar a todo el mundo en femenino", asegura el músico. Foto: Gorka Postigo




Y cómo reaccionaban? Si tú te comportas con naturalidad la gente te va a tratar con total respeto. Por eso yo jamás he comprendido a artistas que son gais y no lo quieren decir. ¡Te metes en un callejón sin salida! Y cuanto más lo ocultes peor vas a quedar, porque en algún momento lo vas a tener que decir.

Es triste en 2019 ver a cantantes jóvenes en televisión, no voy a dar nombres pero los podemos imaginar, hablando de novias o diciendo cómo les gustan las chicas, ¿no cree? Es muy triste porque… ¿qué está pensando esa persona de sí misma si para presentarse decide mentir sobre el aspecto más importante de tu vida? Yo sería incapaz, porque además no soy buen actor, ¡y es que me niego! ¡Desde el primer momento me he negado!

¿No cree que hay algo monetario? Ricky Martin solo salió del armariocuando tenía todas su mansiones pagadas. Sí, puede ser. Pero también tiene un manager, habrá firmado un contrato… Cuando nosotros empezábamos no ganábamos un duro, por dinero no lo íbamos a hacer. Además si yo digo en la tele que soy heterosexual y luego llego esa noche a Casa Costus, me tiran por el balcón. Cuando estás rodeado de mucha gente como tú te viene la sensación de estar traicionando a tu mundo, a tu gente.


A C. Tangana es de los pocos famosos con los que yo he coincidido en un backstage y me atreví a pedirle un selfi. Y me dijo: “¿Tú quién eres?”. ¡Fue perfecto!


Una frase suya que me encanta es… …¡Cuidado, que esas frases son anteriores a...!

Esta es inofensiva: dijo usted que la vejez es la nueva homosexualidad. Si hay algo que ahora hay que disimular y que da vergüenza o que hay que intentar evitar es la vejez. Te perdonan ser todo lo que quieras ser, pero viejo no.

¿Usted se considera viejo? No, yo me considero adulto. Pero tengo que explicarlo: yo me considero adulto desde los 21 años. Una vez me vi con treinta años vistiendo chaqueta de cuero, vaqueros y zapatillas y me dije: “A ver, no. Parezco Disco Sally”. Y Genís Segarra, de Hidrogenesse, me dijo: ”Nacho, a partir de cierta edad, como un traje nada”. Cuando no te pueden atacar por ningún lado te acaban atacando por edad. Y si no que se lo digan a los que le llaman ese insulto nuevo que yo no entiendo: pollavieja.

Eso es lo que llaman algunos jóvenes a Pérez Reverte o a Javier Marías, por ejemplo. Claro, ¿pero qué les están diciendo? ¡"Vieja"! No te perdonan ser viejo. Y además a Reverte o Marías, que son personas súper interesantes. Me alegro de que ellos tengan esa libertad de ser y de decir. Es absolutamente necesario que haya gente como ellos que sigan diciendo lo que piensan. ¿Qué quieren que hagan? ¿Que se suiciden? ¡Hay que aprender a ser viejo, no pasa nada! Nosotros, cuando éramos pequeños, cuando tenía yo 20 y Olvido 15, íbamos con gente mucho mayor. Habían vivido más y tenían mucho que contar. Yo con los viejos no tengo ningún problema.




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Nacho Canut, Alaska y el fallecido Carlos Berlanga, componentes de Alaska y Dinarama, en una imagen tomada a mediados de los ochenta. Vicente Lluna




Pero las radios sí. Ustedes suenan en Los 40, pero Madonna, Kylie o Pet Shop Boys ya no. A mí me parece bien que Madonna y Kylie no suenen en la radio porque lo que hacen musicalmente ya no interesa. Pero lo que no puede ser es que no suenen porque son viejas. Perdone usted, pero Leonard Cohen, Picasso, Dalí, Bob Dylan… a ellos se les permite todo porque son hombres. Nadie se burlaba de Leonard Cohen en un escenario con 80 años. Y de Madonna, sin embargo, dicen: “¡Mira la vieja!”. Me temo que en ese sentido las mujeres lo tienen peor. A una mujer mayor no se le perdona nada. Mira, existe el concepto Disco Sally [como se apoda a quien sigue bailando en las discotecas con más de 50 años] pero no el concepto Disco Tom.

A Alaska la han llamado de todo, pero vieja aún no. Es cuestión de tiempo. Ya la han llamado gorda y le ha dado igual. Lo de vieja también le va a dar igual, pero acabarán llamándoselo.

Cuando cumplió 50 años se hizo el propósito de dejar de estar con gente tóxica. ¿Quién es la gente tóxica? Gente con la que yo he viajado y convivido y, de repente, hablan mal de Olvido y Mario [Vaquerizo] y al día siguiente los llaman para saludar. ¡Eso existe! Hay una edad en la que hay que decir: “Se acabó, señoras. Gótica, en su casa”. En todos nuestros seguidores, por ejemplo, cada vez que hay un intercambio generacional los que acaban de dejar de seguirnos nos empiezan a poner verdes y a insultarnos. Y los nuevos, en cambio, nos defienden a muerte.


Mi madre era muy amiga de la madre de los Cano, fuimos al colegio juntos. Y ella me decía: “A ver, ¿por qué cuando yo voy a Nueva York me dice la madre de José y Nacho que puedo quedarme en su apartamento? ¿Dónde está tu apartamento en Nueva York?”


Es que ustedes tienen algunos fans que es para darles de comer aparte. Nosotros somos un grupo que, por nuestra manera de ser, atraemos a gente muy… apasionada. Que se lo toma todo de manera muy personal. Yo nunca he sido ese tipo de fan, pero como seguidor de Morrissey, Marc Bolan, Marc Almond, Madonna… ¡toda esa gente no es normal! Ni Olvido ni yo, no somos el chico de la puerta de al lado. Somos marcianas, decimos cosas que molestan, no somos cómodos, no nos llevamos bien con nadie…


Versionan en el nuevo disco Gritando amor, de McNamara. Como usted lo conoce: ¿lo suyo con la bandera del aguilucho en el Valle de los Caídos y su defensa de Franco es una performance? McNamara, desde que yo lo conozco, es una persona de otro mundo y está loca. Está loca de verdad. Es muy especial y con él yo actúo siempre como público. Cuando le veo hacer esas cosas me digo: "Ay, Dios mío". No tengo que defenderlo, no soy quién. Alucino con él, pero siempre he alucinado con él. Cuando no eran estas cosas, eran otras. Siempre extremas. Y esto es lo más extremo que se puede hacer ahora. No es una performance como tal. Todo lo que hace, lo cree. Es lo que él siente. Yo le quiero muchísimo porque es mi amigo, bueno, conocido, desde Casa Costus. Y asisto sorprendido a las cosas que dice, como la mayoría del público.

De toda su carrera musical, ¿qué etapa recuerda con menos cariño? La de Alaska y Dinarama cuando tuvimos el éxito masivo. Era un rollo. De repente no sabíamos qué hacer, con quién hablar… estábamos rodeados de grupos que no nos interesaban nada. Cuando íbamos a una entrega de premios nos preguntábamos: "¿Pero quiénes son estas personas?". Ya luego llegaron Astrud o Los Planetas y nos sentimos acompañados.

¿Ningún grupo contemporáneo de los ochenta les gustaba? No. No es tanto que no me gustasen como que no teníamos relación. Ahora, cuando tocamos en festivales, la mayoría de los grupos no me gustan, porque a mí me gusta el tecno y el rollo Britney [Spears], pero al menos me caen bien. En aquel momento todos los grupos eran como robots aburridos. Además, Carlos [Berlanga] tenía muchos problemas de drogas y era un rollo tener que tratar con alguien con esos problemas.



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Nacho Canut (a la izquierda de la imagen) con Alaska en la cabina de la discoteca madrileña Morocco a comienzos de los años noventa. Toñeta Castilla



¿Recuerda el momento en que se hizo rico? Cuando publicamos Deseo carnal me dieron la Visa Oro, que al día siguiente la perdí. Al pedir otra en el banco me dijeron: “Mire, señor, no se la volvemos a dar”. Ese fue el momento en que realmente empecé a ganar dinero, pero por los conciertos. Yo nunca he ganado dinero por los discos. Cuando veo el dineral que ganaban otros grupos alucinaba: nunca he ganado tanto. Siempre he necesitado hacer conciertos. Al disolver Dinarama en 1989, Carlos se fue a vivir con sus padres y Olvido y yo nos quedamos en la calle. Carlos ganó mucho dinero gracias a hacer la música para una serie de su padre [Villarriba y Villabajo, en TVE], pero Olvido y yo teníamos que ser pinchadiscos. No ganábamos nada de dinero. Poco a poco, nos fuimos recuperando con Fangoria y gracias a los directos. Mi madre era muy amiga de la madre de los Cano [José María y Nacho, de Mecano], fuimos al colegio juntos. Y ella me decía: “A ver, ¿por qué cuando yo voy a Nueva York me dice la madre de José y Nacho que puedo quedarme en su apartamento? ¿Dónde está tu apartamento en Nueva York?”. ¿En qué me he gastado yo el dinero? ¡Pues no lo sé! No tengo coche, mi casa tiene 65 metros cuadrados, nunca he sido drogadicto, no me gustan las joyas... Lo del dinero a mí no se me da muy bien.

Por favor, cuénteme alguna anécdota divertida con los Cano. Yo iba más con Jose; Nacho era más pequeño e iba con mi hermano Johnny. Dejémoslo. Tengo muchas anécdotas, pero no te las voy a contar.

¿Cuál es la celebridad que más le ha impresionado conocer? Todos los famosos me impresionan, ¡todos! Olvido, Carlos y yo siempre hemos tenido famositis. Lo que pasa es que Olvido y yo no nos atrevemos a nada y Carlos siempre iba a pedir un autógrafo. ¿Que está ahí Billy Idol? Pues aunque a Carlos no le gustase, iba. Así me consiguió un autógrafo suyo. ¿Pero la persona que más me ha impresionado? A ver, ¡yo he visto a Neil Tennant [el cantante de Pet Shop Boys]! De lejos. No me acerqué.


¿Es simpático? No, no, no. No son simpáticos. [La asistente de Nacho entra a preguntar cómo vamos de tiempo]. Pues mira, me está diciendo que parecen simpáticos los Pet Shop Boys, así que necesito diez minutos más para explicárselo. [Vuelve a mí] A ver, es posible que alguien diga de mí que tampoco lo soy. Porque uno está con sus amigos y lo último que quieres es que venga un desconocido a decirte nada. Además, yo pienso: “¿Y qué le digo?”. “¡Neil, Neil!”. ¿Qué le digo yo a Neil o a Chris Lowe? Que, por cierto, recuerdo que una vez coincidieron en el [gimnasio] Holiday Gym aquí en Madrid Chris Lowe y Victor Sandoval [hoy colaborador televisivo de Telecinco, por aquel entonces amigo de Fangoria y cantante]. Y llega Victor a casa y me dice: “¿Sabes con quién he estado entrenando y quién me ha invitado a cenar?”. También he visto a Kraftwerken persona, y a Damon Albarn [líder de Blur], a Siouxsie, pero a no ser que ellos me hablen a mí, ¿qué les digo? Solamente una vez por la calle Arenal paré a Sylvain Sylvain, una de las New York Dolls, y le dije: “¿Tú eres Sylvain Sylvan? ¡Viva tú!”. Y le hice una reverencia, ni una foto ni nada.

Los Pet Shop Boys tomaban a menudo a una musa en decadencia tipo Liza Minnelli o Dusty Springfield y le producían un disco. ¿Con cuál lo haría usted? Recuerdo estar un fin de año en Galicia, en la gala de la televisión autonómica, y te encontrabas por allí a Boney M, a Sara Montiel, Massiel, Samantha Fox… era impresionante, una mesa muy grande donde estaban sentadas todas estas personas. Y de repente le dice Sara a Carlos: “¡Carlitos! ¿Cuándo me hacéis unas canciones?”. “Sara, cuando tú quieras”. Y lo hicimos, porque había algún contacto entre la familia de Carlos y Sara Montiel. Si no, no se nos hubiese ocurrido. Pero no lo hicimos para salvar la carrera de nadie. En el caso de los Pet Shop Boys sí podían hacerlo, pero nosotros… También escribimos una para Rafaella Carrá, No pensar en ti. Que eso también fue impresionante. Porque Sara Montiel vale, pero yo crecí viendo los playbacks de Rafaella en televisión. A mí Sara Montiel… yo no era ese tipo de mari**n. Esas divas me vienen un poco más de segunda mano, que las aprecio, pero mis divas eran Iggy Pop, David Bowie… más ese rollo que Sara.





Super Sara



Y pudiese elegir una cantante ahora mismo para hacerle una canción, ¿quién sería? Me encantaría hacer algo con la Pantoja porque es un personaje muy fuerte. También es por el hecho de ir a su casa, entrar en Cantora… Eso me impresiona. Con otros artistas que me impresionan ya hemos trabajado, como Raphael o Camilo Sesto. Me encanta Rosalía, pero ella se hace sus canciones. La Pantoja es la única que queda. Te puede gustar o no, puedes pensar lo que quieras de ella, pero es la última, cuando ella no esté ya no van a quedar más. Porque Alaska es la única que podría seguir esa estela, tiene un marido famoso y una vida complicada… bueno, qué tontería, complicada no, se la hacen complicada.

Desarrolle eso, ¿le hacen la vida complicada a su compañera? No, a ver, siempre están diciendo cosas de ella que son mentira.

Y a veces le cae a ella el chorreo por cosas que en realidad dijo usted, como cuando dijeron que los discos estan muy caros y varias tiendas retiraron sus álbumes. ¡Yo lo dije, efectivamente! ¡Y nos retiraron los discos! Vamos a ver, entonces todos estos artistas tan solidarios, que hay tantos, tan a favor de público... ¿y nos retiran los discos a nosotros y a todos estos que van de rebeldes no les pasa nada? ¡Es porque van de rebeldes pero no dicen na-da! ¡Es tan fácil ser rebelde cuando estás diciendo cosas sabiendo que todos te van a aplaudir! ¡Di algo que no sea lo que la gente espera oír de ti, a ver si tienes coj*nes!

Carlos y yo íbamos a México y nos preguntaban: “¿A ustedes les gustan las chicas rubias o morenas?”. Y nosotros respondíamos: “Pues mire, usted perdone, pero a nosotros nos gustan los hombres y personalmente a mí me da igual que sean rubios o morenos"


¿Ve cómo no debería autocensurarse? No. No puede ser. Decir lo que piensas es una fuente inagotable de disgustos. Alaska es una diva antigua que trata con todo tipo de gente y no le pregunta a nadie cómo piensa y qué ideas políticas tiene. Antes eso se daba. Ahora ya no, ahora solo te puedes juntar con gente con tus mismas ideas. Pero cada persona es diferente. Como dijo ese sabio del que hemos hablado antes, Fabio [McNamara]: “Cada mari**n es un mundo”. Y volviendo a la pregunta de antes: a mí me encantaría trabajar con Britney, que es una persona muy interesante.

Pero se ha convertido ya en señora, allí asentada en Las Vegas. Siempre lo ha sido. Yo la vi cuando era una niña chiquitita y ya era una señora americana. Toda esa generación es así. Kim y sus hermanas, todas las Kardashian, son señoras. Esas sí que siguen un poco la estela de la Dúrcal o la Jurado. Las Kardashian podrían ser perfectamente de Marbella. Si estuviesen las Kardashian en su casa, sonase el timbre y apareciese Rocío Jurado, ellas le dirían: “Pasa, Rocío”. Y no desentonaría. El mundo de Rocío Dúrcal, Rocío Jurado o Isabel Panroja siempre lo he visto muy unido al mundo del rap. Les pega todo, tendrían que tener novios raperos brutos, reguetoneros. A mí el reaggeton es una cosa que me fascina, lo que más me gusta de lo que se hace ahora. Los cantautores, la folktrónica… ¡ay, qué pereza! Pero de repente apareció el reaggeton con esas t*tas, esos tangas… ¡Eso es el pop!

¿Qué opina de C. Tangana? Es de los pocos famosos con los que yo he coincidido en un backstage y me atreví a pedirle un selfi. Me dijo: “¿Y tú quién eres?”. ¡Fue perfecto!



https://elpais.com/elpais/2019/02/27/icon/1551262961_972427.html
 
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Dos siglos desmontando la ortodoxia flamenca
El primer episodio documentado del eterno enfrentamiento entre puristas e innovadores, que vive con Rosalía su último capítulo, es de la década de 1830. «Siempre existirán agoreros que digan que el flamenco se está muriendo»
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Israel Viana@Isra_Viana
MadridActualizado:10/03/2019 07:52h
0 Los Planetas: «Morente nos quitó los prejuicios contra el Niño Marchena»

La escena fue publicada por Serafín Estébanez Calderón, a mediados de la década de 1830, en la revista « Cartas Españolas». Cuenta el escritor que se encontraba en una fiesta del barrio sevillano de Triana, cuando presenció la reprimenda del considerado primer gran cantaor de la historia, Antonio Monge «El Planeta», a su discípulo por no seguir la tradición: «Te digo, El Fillo, que esa voz de broncano es crúa y no de recibo. Y en cuanto al estilo, ni es fino, ni de la tierra. Te pido por favor (en esto dio mayor autoridad a su voz, marcando mejor la entonación de imperio), que no camines por esas aguas y te atengas a la pauta antigua».

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El Planeta, según el grabado de Francisco Lameyer
Se puede decir que estamos ante el primer episodio documentado del desencuentro entre la ortodoxia y la innovación –aunque fuera involuntaria en el caso de El Fillo–, y que vive ahora su último capítulo con el fenómeno Rosalía. Y eso que faltaban aún unos cuantos años para que un cantante apareciera calificado como «flamenco» por primera vez en la prensa – el 6 de junio de 1847, en «El Espectador», en referencia a Lázaro Quintana, sobrino de El Planeta– y más de un siglo para que la flamencología naciera como tal. «El debate no solo no es nuevo, sino que durará hasta el día del juicio final en el caso del flamenco. Es un sentimiento de pérdida de lo puro que tiene un componente religioso, muy antiguo, de darle un valor inmenso al origen, que habría que conservar como oro en paño, y considerar al desarrollo posterior como un demérito. Y yo, en realidad, creo que es al contrario: el flamenco es un arte de acumulación, no de pérdida», asegura el investigador y creador y exdirector de la Bienal de Sevilla, José Luis Ortiz Nuevo.

En aquellos primeros años del siglo XIX solo valían las voces limpias y educadas, en vez de las roncas y salvajes que en los últimos 60 años se han considerado la quintaesencia del cante jondo. Las bautizadas como «afillás», en recuerdo precisamente de El Fillo. «Es que la ortodoxia es una idea abstracta, que cambia a cada momento, aunque esta evidencia no se tenga en cuenta en las críticas de los más puristas. Cuando me hablan del canon, yo siempre pregunto: “¿Qué día exacto empezó ese flamenco según la ortodoxia?, ¿quién da el carnet de esa ortodoxia?”», añade Ortiz Nuevo, que hace un tiempo encontró publicado en un periódico de La Habana, de 1846, un poema anónimo dedicado al barrio de La Viña, en Cádiz, donde ya se lamentaba que el flamenco se estaba perdiendo. «Llora Viña infeliz tu desventura/ Llora por tu fandango despreciado», decían dos de los versos. «El autor aseguraba que se estaba acabando ¡en 1846! Pero si ese año estaba prácticamente empezando, no tiene sentido. Siempre se ha dicho esto en el flamenco, es un debate circular que ha nacido de los flamencólogos, que fueron quienes crearon esa idea absurda del flamenco puro y quienes criticaron a los artistas que se salían de él. Las críticas no solían venir de los profesionales, sino de los que miraban desde la barrera. A esos habría que haberles dicho: “Pues salga usted y cante”. Es un poco lamentable, porque crearon tendencias que la gente se creyó», apuntaJosé Manuel Gamboa.

Pepe Marchena fue a conocerle a su casa de Arahal (Sevilla). Tenía solo 12 años. «Un amigo de mi tío le habló de mi pasión por Antonio Mairena. Le hizo gracia que un niño supiera tanto de flamenco y que, a pesar de ello, no me gustara lo que cantaba él. Cuando apareció, yo me agarré a la puerta y, mientras todos tiraban de mí, yo gritaba: “¡Que no me voy con ese, que ha destrozado el cante!”. Todos tiraban de mí para que fuera a conocerle, porque Marchena era un superfigura. Mi abuela me gritaba: “¡Pero niño, sal de una vez!”. Y yo: “¡Qué no, qué no!”. Hasta ese punto se pegan las tonterías, porque en ese momento todo el mundo te enseñaba que debías ser “mairenista”. Las máximas son muy peligrosas. Por suerte, pronto empecé a pensar por mí mismo», asegura, y pone otro ejemplo: «Tú puedes decir que el flamenco es español. Y otro añade: “Sí, pero de Despeñaperros para abajo”. Entonces aparece un tercero: “Sí, es andaluz, pero del triángulo bajo-andaluz”. Y así llegas a Cádiz, donde otro defiende: “¡Bah! Lo bueno es lo de Jerez”. Y salta alguien más: “¡Sí, pero del barrio de Santiago, porque los de San Miguel no saben cantar!”. Y ahí no acaba la cosa, porque siempre hay alguien más que puntualiza: “No te creas, que en el de Santiago hay mucho cuento”. Hasta que otro sentencia: “¡Donde se canta flamenco de verdad es en mi casa! Mi padre, mi abuelo...”».

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Silverio Franconetti
Según Ortiz Nuevo, ha habido cuatro intentos de la ortodoxia por salvar el flamenco, «aunque en el fondo no hubiera que salvar nada». El primero fue protagonizado por Demófilo, padre de los poetas Manuel y Antonio Machado, que arremetió en su «Colección de cantes flamencos» (1881) contra Silverio Franconetti por sacar el cante gitano de las casas, ponerlo de moda y profesionalizarlo con los cafés-cantante, razón por la cual dejó de ser minoritario. En su libro, considerado por muchos el inicio de la flamencología, escribió que aquello «acabaría por completo» con el flamenco puro. «Para mí, sin embargo, fue un visionario. Creó las primeras compañías y los primeros repertorios para que pudiera haber actuaciones solo de flamenco. Antes eso no existía. Eso lo enriqueció, que no le quepa a nadie la menor duda, al hacer que convivieran artistas de diferentes escuelas en los cafés-cantante, además de darles a estos una dignidad profesional. A pesar de ello, para los críticos y para algunos artistas, el flamenco siempre se ha estado muriendo. Y es curioso, porque nunca ha dejado de crecer. De hecho, cuando Demófilo publicó este ensayo en 1881, el flamenco vive su mayor apogeo», explica Luis Javier Vázquez Morilla, que acaba de publicar su estudio «Silverio Franconetti y Los Fillos. Un viaje por la historia del Flamenco». Una buena prueba de ello es que, tres años después, durante un pleno del Ayuntamiento de Barcelona, un concejal se quejó de que la música flamenca estaba conquistando todos los locales de ocio de la ciudad en detrimento de su propio folclore. Y en Lisboa, donde se llegó a prohibir el flamenco en los cafés-cantantes por la misma razón.

La segunda operación de salvamento fue el famoso Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, organizado por Federico García Lorca y un Manuel de Falla que advertía que «el cante puro andaluz, ese tesoro de belleza, no solo amenaza ruina, sino que está a punto de desaparecer». El famoso compositor gaditano y el poeta seguían los postulados de Demófilo de negar la entrada a los profesionales, algo que para el creador de la Bienal de Sevilla fue «un insulto al flamenco, que encima ahora quieren celebrar». «Decir que los profesionales estaban acabando con él, en un momento en el que La Niña de los Peines, Pepe Marchena, el Niño Gloria, Manuel Torre, Antonio Chacón, Manuel Vallejo o el Niño Ricardo ya lo eran, no es algo para celebrar, sino para reflexionar sobre un error». El histórico cantaor Manuel Torre despotricó contra la organización, pero su voz se oyó menos que la de los defensores, entre los cuales había figuras como Edgar Neville, Andrés Segovia o Ramón Gómez de la Serna.

Climent, el inventor de la «flamencología»
Este certamen, además, sirvió de modelo en 1956 para el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Tercer intento, en el que incluso prohibieron interpretar algunos cantes, como los fandangos, por no considerarlos lo suficientemente puros. Se celebró un año después de que se publicara el libro de Anselmo González Climent, «Flamencología», con el que nacía el nombre de la disciplina y se abría un nuevo camino para el rescate y la reconstrucción del pasado glorioso. Como explica Gamboa en «Una historia del flamenco» (Espasa, 2005), es el momento en el que se dictaminan «verdades» y se intenta apartar de la corriente a los artistas que muestran una personalidad clara, que no se ajustan a una ortodoxia, tales como Chacón, Vallejo o el mismo Marchena. «Todas las críticas que le hacían a este eran penosas, ¡todas! Se olvidaban de que las voces flamencas originales no eran las de broncano, como ellos siempre defendieron, sino las de Marchena o la de Juanito Valderrama», asegura.

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«Flamencología», el libro que Anselmo González Climent publicó en 1955
El cuarto intento se produjo en 1996 y fue impulsado por la Universidad de Sevilla y apoyado por el diario ABC y algunas figuras como José Menese y José de la Tomasa. Presentaron un « Manifiesto en defensa del cante flamenco», donde se hacía un llamamiento «a quienes tienen el poder político, de difusión y de creación de opinión, tales como la Junta de Andalucía, diputaciones, ayuntamientos, medios de comunicación, peñas flamencas y organizaciones de certámenes para que velen siempre por la ortodoxia de nuestro cante jondo». En la presentación, el periodista y crítico José Luis Montoya apuntó: «El cante flamenco, el arte jondo de nuestra tierra, está viviendo tiempos de auténtica confusión y desorientadora ambigüedad».

Curiosamente, es justo el año en que Morente publicó su « Omega» con Lagartija Nick, Carmen Linares su « Antología de la mujer en el cante» y José Luis Ortiz Nuevo su « Alegato contra la pureza». «Aseguraban que las condiciones en las que se desarrollaba el flamenco se habían modificado sustancialmente con respecto a la verdadera tradición y pedían a la autoridad que tomara cartas en el asunto. Era una idea un poco confusa. ¿Qué va a hacer la autoridad?», se pregunta este último, que cuenta como, incluso, el guitarrista jerezano Manuel Morao se quejó en aquel acto de la universidad que ni siquiera debía usarse el nombre de «flamenco», porque en realidad era cante gitano andaluz. Y después se levantó y se fue sin firmar el manifiesto.

De Marchena a Rosalía
«Siempre existirán los agoreros que digan que el flamenco se está perdiendo. Es un ataque continuo, la misma canción desde hace doscientos años cada vez que alguien se sale del camino. Marchena, porque era un ejemplo de libertad absoluta; Vicente Escudero, porque fue un revolucionario que hasta hizo un baile flamenco-gitano sobre el ruido de dos motores en una sala de París; Sabicas, porque exploró todos los terrenos con su guitarra en Nueva York; Manolo Caracol, porque montó unas zambras con orquesta; Paco de Lucía, porque metió un saxofonista, un bajista y el cajón, cambiando el rumbo para siempre, y Camarón, por no tener remilgos a la hora de asomarse a otros estilos, aunque en las tiendas devolvieran las copias de “La leyenda del tiempo”. Todos fueron tratados mal durante un tiempo», señala el investigador Faustino Núñez, guitarrista y compositor de parte de la música que bailó otro de los grandes revolucionarios,Antonio Gades.

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Pastora Pavón, conocida como La Niña de los Peines, nació en Sevilla en 1890- ABC
Para él, estas críticas están más presentes ahora. «De hecho, La Niña de los Peines remataba por bulerías un fandango de Huelva y no pasaba nada. Nos hemos vuelto más papistas que el Papa. Tanta pureza ni pureza… Rosalía emocionó en los Goya con su versión de Los Chunguitos y algunos salieron criticando. ¿Qué más queréis? Si la esencia del flamenco es emocionar», lamenta el musicólogo sobre la joven cantaora, de la que fue profesor durante dos años en el Taller de Músics de Barcelona: «Recuerdo que le pedía una soleá deCurro Frijones para el día siguiente y venía con cinco. Después una caña y traía preparados también un polo y otras tres soleares».

El exdirector de la Bienal cree que desde el «Omega» de Morente –«la obra maestra que abrió las puertas del flamenco al siglo XXI»– hasta Rosalía no había pasado nada. «Por eso no entiendo este último rifirrafe que ha sacudido los cimientos de la ortodoxia –recalca–. Yocreo que es absolutamente flamenca, aunque se lo nieguen. Lo mismo le decían a La Niña de los Peines sobre sus jaleos: “ Cantas muy bien, pero eso no es flamenco, es fiesta”. Ese cante no tenía la categoría de una soleá o una seguiriya. Así que ella, con dos coj*nes, lo grabó en 1909 como “ bulería, cante gitano”, que en el lenguaje calé significaba “mentira”. Lo bautizó y consiguió que fuera considerado un cante grande. Por eso digo que ambas tienen semejanzas: desparpajo, capacidad para asaltar el canon, diversificación, conocimiento y han triunfado siendo muy jóvenes. Rosalía ha puesto el flamenco dentro del lenguaje contemporáneo, ¡pero es más tradicional que la Paquera de Jerez! Si hasta está grabando ahora con Dieguito de Morón...».

«Non podemos olvidar que hay tantos flamencos como épocas –concluye Faustino Núñez–. Un flamenco de los años 10, de los 20, de los 30, de los 40. Si el Planeta levantara la cabeza y le pusiéramos un disco de ahora, preguntaría: “¿Eso es flamenco? Pero si no tiene nada que ver con lo mío”. Pues claro, porque las tradiciones nunca permanecen intactas».

Gerardo Núñez, que en los años 80 no dudó en colaborar con grandes figuras del jazz como Paquito D´Rivera: «No conozco a ningún artista flamenco capaz de utilizar esa expresión. El flamenco no tiene propietarios, es una música viva que está sometida a tirones y tensiones».

«Si es que el flamenco es de por sí una fusión de culturas, estéticas y músicas –insiste Faustino Núñez–. Es pura apropiación. Por eso, cuando escucho hablar de flamenco fusión, siempre contesto: “Flamenco fusión, valga la redundancia”. Mi maestro, Antonio Gades, con el que estuve muchos años, estaba todo el día buscando de dónde podía beber para enriquecer su arte».

https://www.abc.es/cultura/cultural...-ortodoxia-flamenca-201903100144_noticia.html
 
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