DESARROLLO-PRODUCTIVIDAD-SOSTENIBILIDAD

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Un puñado de cerdos ibéricos pastando por la dehesa. Turismo Extremadura

ECOLOGÍA
La seca, el ‘cáncer de la dehesa’ que amenaza al jamón ibérico
Miles de alcornoques y encinas mueren cada año afectados por una enfermedad que sólo en Extremadura tiene más de 5.000 focos detectados. A día de hoy no existe remedio para este mal que amenaza con acabar con el principal sustento del cerdo ibérico, la bellota.
20 noviembre, 2017 03:00

José Andrés Gómez


La dehesa es una piara de cerdos atiborrándose de bellotas debajo de una encina o un alcornoque. Al menos, esa es la imagen icónica que pervive en el imaginario colectivo y que define este singular ecosistema. El cerdo ibérico, una raza única que se cría en libertad en este hábitat propio de la Península Ibérica, es un auténtico tesoro del que extraemos uno de nuestros manjares más preciados: el jamón ibérico de bellota. Pero la dehesa se muere lentamente. Este museo natural lleva casi tres décadas sufriendo un mal, la seca de la encina, que acaba aniquilando estos árboles centenarios y que amenaza con llevarse por delante uno de los productos estrella de la gastronomía mundial.

La seca es un enfermedad que, según cifras del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), afecta ya a más de 75.000 hectáreas de dehesa en Extremadura (un 5% del total). En Andalucía, la situación es más grave si cabe. Huelva, una provincia que cuenta con alrededor de 4.500 explotaciones ganaderas, ha perdido sólo en 10 años más de 10.000 hectáreas de encinas de sus dehesas a causa de esta enfermedad y, según cifras de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), en este periodo de tiempo se han cortado más de 457.000 pies de encinas y alcornoques. Lo peor es que su avance ha sido lento pero imparable. A día de hoy no existe antídoto que frene la seca y los científicos hablan con desesperación del "cáncer de la dehesa".

"La seca es una enfermedad causada por distintos factores. Uno de ellos es la acción de un patógeno, la fitóftora (Phytophthora cinnamomi), que entra por las raíces que se encuentran en el subsuelo, las pudre e impide que sean capaces de absorber el agua y los nutrientes. Los árboles acaban secándose de forma irremediable", explica Alejandro Solla, uno de los investigadores de la Universidad de Extremadura que estudia desde hace años el problema. Pero el drama no acaba con la pérdida del árbol. La tierra en la que ha habido un foco de seca queda baldía e inutilizable para siempre. La replantación resulta inútil.

José Joaquín Suárez ha dedicado toda su vida al cuidado de este ecosistema cincelado por la mano del hombre. Junto con su hermano gestiona la Dehesa Las Lanchas, un espacio ecológico de 1.000 hectáreas de extensión en plena Sierra de Aracena (Huelva) que heredaron de su familia. Allí crían alrededor de 750 cerdos ibéricos que dan un jamón 100% de bellota de primera calidad. Cada año, se ven obligados a invertir por su cuenta y riesgo entre 50.000 y 60.000 euros para intentar combatir una enfermedad que podría acabar con todo lo que tienen. "Hay gente mayor, ganaderos de otras fincas, que hablas con ellos y directamente se echan a llorar. Han vivido aquello como un vergel y ahora tienen un desierto. '¿Y ahora qué hago?', te preguntan. Y se te echan a llorar de la pena que sienten", relata este onubense. "¡Y es que no hay solución! No hay solución".

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La dehesa es un ecosistema con más de tres millones de hectáreas en nuestro país. Ajedrez


El principal sustento del cerdo ibérico
El cerdo ibérico 100% de bellota, el que da el jamón de mayor calidad, es el rey de la dehesa. Se trata de una raza porcina autóctona, con un número muy bajo de ejemplares que, durante la montanera (la última fase de cría), pasta de forma libre por los campos, alimentándose de hierba y grandes cantidades de bellotas que brotan principalmente de encinas y alcornoques.

Durante este periodo de tiempo, que suele durar de octubre a marzo, el cerdo llega con unos 90 kilos al campo y engorda por norma un mínimo de 46 kilos, alcanzado en algunos casos el doble de su peso (esto es, unos 700 - 1.000 gramos diarios). Teniendo en cuenta que una encina es capaz de producir de media unos 20 kilos de bellota al año y que un solo cochino puede llegar a engullir unos 8 kilos diarios, las cuentas empiezan a no salir.

"Esto es como si tuviésemos un comedor: ¿Cuánta comida tengo? ¿Puedo dar de comer a 50 comensales o me tengo que conformar con 20? Si la seca va acabando cada vez con más árboles, tendremos menos alimento para los cochinos. Y si tienes menos alimento, tendremos menos cerdos de bellota y más de cebo (alimentados con piensos naturales)", explica Suárez.

El ganadero reconoce que éste es uno de los problemas "fundamentales" que tienen las dehesas en la actualidad. Pese a que su finca no es de las más afectadas, no puede evitar pensar en un horizonte más que preocupante. Apenas 100 kilómetros al oeste de Las Lanchas, en la comarca del Andévalo, hay zonas en las que ya no existen encinas ni alcornoques. "Allí no puedes criar cochinos de bellota. Y el problema ya no es que afecte sólo al cochino de bellota, sino que afecta a la industria del jamón, a la del corcho, al turismo… ¿Cómo vas a conseguir que venga gente a una dehesa cuyos árboles están muertos?", se pregunta.

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Una encina afectada por la seca en la comarca del Andévalo (Huelva). Alejandro Solla


Un mal sin solución
Elena Diéguez, secretaria técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber) reconoce que dentro del sector ganadero existe una gran preocupación y, aunque el problema no es "acuciante", cada vez resulta más palpable. En el año 2000, en Extremadura había 450 focos con síntomas de decaimiento o seca. Hoy, 17 años después, esta cifra se ha multiplicado y supera los 5.000.

"Cuando empezó, se veía como algo lejano. Que avanzaba poco a poco. Pero es que, tras 30 años, sigue sin haber una solución. Sabemos que tiene un origen múltiple, pero no se sabe si el verdadero causante es la fitóftora, si por el contrario es otro tipo de hongo, si es un problema de sequedad, de carga ganadera o de qué. Con lo cual, el problema esencial es que en el momento en que empieza la seca, resulta imparable", relata Diéguez.

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Focos de seca detectados en Extremadura. Observatorio Dehesa Montado


El paisaje resultante es pura desolación. La seca es capaz de acabar con una encina de 200 o 300 años de historia de forma fulminante en cosa de un mes. Este árbol no es como otras especies, que tienen un crecimiento y desarrollo mucho más rápido. Desde que una encina se planta hasta que alcanza un metro de altura pueden pasar 10 años. Las bellotas no volverán a aparecer en sus ramas hasta pasadas tres o cuatro décadas.

España sufre la peor sequía de los últimos 20 años. Extremadura y Andalucía se encuentran especialmente afectadas y los Gobiernos de ambas comunidades se han visto obligados a aprobar medidas con carácter de urgencia para paliar la falta de lluvia. "Es de esperar que la sequía de este año incremente la mortalidad de la encina y el alcornoque", afirma Solla. La seca, que se encuentra condicionada por el frío y no crece con temperaturas por debajo de los cinco grados centígrados, se está viendo favorecida por las condiciones climatológicas actuales. Según los investigadores, el calentamiento global podría estar facilitando su expansión hacia zonas de mayor altitud y latitud, en las que las condiciones no eran propicias hasta la fecha.

La terrible paradoja de este mal es que la humedad y el agua abundante también favorecen la reproducción de la fitóftora. "Las lluvias de septiembre son muy beneficiosas para este patógeno que se expande por las aguas subterráneas y por distintas líneas de agua. Las vaguadas, por ejemplo, son sitios de elevada mortalidad de este árbol. Hemos tenido encinas majestuosas en estos lugares y con la entrada de este patógeno han sido devoradas", afirma el experto. El ganado, a través de sus pezuñas, o los propios humanos también pueden contribuir al transporte de partículas de tierra contaminada hacia otras zonas, especialmente cuando el suelo está embarrado.

Según relata este investigador, las ayudas destinadas para estudiar la seca son "claramente insuficientes". De hecho, el Ministerio de Agricultura ha convocado a científicos de toda España para abordar el problema a través de distintos grupos que se reúnen varias veces al año. Sin embargo, según apunta el profesor de la Universidad de Extremadura, "la financiación es cero". La enfermedad, mientras tanto sigue acabando con la masa forestal, y en algunas zonas de la Península la tasa de mortalidad anual de encinas y alcornoques alcanza ya el 5%.

El encarecimiento del jamón
La dehesa es desde hace tiempo un negocio poco rentable para el sector agroganadero. Tal y como explica Raúl Cabello, director ejecutivo de la Asociación de Gestores de Dehesas de Extremadura (Agedrex), "la recesión económica ha afectado significativamente al conjunto de este ecosistema, provocando que gestores y propietarios diversifiquen su actividad económica". Así, para intentar incrementar la rentabilidad de estos espacios, en muchas ocasiones se opta por aumentar la carga ganadera en las fincas. "Las consecuencias son dehesas esquilmadas por una carga excesiva, creando una sobreexplotación del terreno y la degradación del suelo".

En la actualidad, un buen jamón ibérico 100% de bellota de unos seis o siete kilos de peso puede llegar a superar en el mercado los 400 euros (unos 65 euros por kilo). Si la seca sigue haciendo de las suyas, no es de extrañar que este exclusivo producto made in Spain se encarezca, convirtiéndose en un artículo prácticamente de lujo. "La reducción y escasez del alimento básico y principal del cerdo ibérico conllevaría un ajuste de la producción del ibérico, fundamentalmente del de bellota. Esto produciría un posible incremento del precio del producto final debido a la escasez de la oferta", reflexiona Cabello.

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Un suculento y más que apetecible plato de jamón ibérico. Pisaba


En la dehesa hay un dicho que, fruto de la desesperación por no encontrar un remedio eficaz contra la seca y otros males, resuena cada vez con mayor frecuencia en la cabeza de José Joaquín Suárez y otros muchos ganaderos: "Toda finca es mejorable hasta la ruina total de su dueño". La realidad es que las inversiones que se realizan en la actualidad para intentar salvar este ecosistema puede que no sirvan para nada. Y lo cierto es que pero puede llegar un momento en el que la dehesa desaparezca, llevándose por delante toda la ganadería extensiva y la fauna que emana de ella. "Ocurre como con el cambio climático. Se lleva hablando de ello desde hace mucho tiempo, pero cada vez es un problema más evidente. ¿Que cuánto tiempo nos queda? No se sabe. Dependerá del sitio donde estés. Pero lo que está claro es que el que tiene ya el problema, a ese le están dando la extremaunción. Ese está muerto".

https://www.elespanol.com/ciencia/ecologia/20171117/262724754_0.html
 
OPINIÓN
La cooperación pública en la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Crear vínculos permanentes, más allá de la duración de los proyectos, genera relaciones de confianza que contribuyen a afrontar de forma conjunta los desafíos globales


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Ilustración 'Ciudadanos del mundo'. LUSMORE DAUDA


TOBIAS JUNG ALTROGGE (FIIAPP)
23 NOV 2017 - 09:07 CET
ESPECIAL Objetivos de Desarrollo Sostenible
La reciente tormenta tropical Nate ha provocado decenas de muertos y miles de evacuados en Centroamérica. Para Costa Rica ha sido uno de los peores desastres naturales de los últimos años. El diputado William Alvarado relata que, tras pasar lo peor, a la hora de evaluar los efectos del temporal y comenzar la reconstrucción, no consiguieron llegar con celeridad y coordinación a todos los municipios afectados. No fue por falta de medios, sino debido a la inexistencia de un mecanismo de coordinación entre el Gobierno central y las regiones.

Los mecanismos de articulación regional permiten establecer procedimientos para compartir medios en la respuesta a desastres naturales y a otros desafíos y necesidades de los ciudadanos. Precisamente, hace unas semanas, una delegación de la Asamblea Legislativa de Costa Rica ha visitado el Senado y el Congreso de España, en el marco del proceso de adopción de una Ley de Desarrollo Regional, que busca acercar el proceso de toma de decisiones de las políticas públicas del país a la ciudadanía.

El diseño de esta ley ha estado acompañado por un programa regional de cooperación entre la Unión Europea y América Latina, denominado EUROsociAL, que ha permitido al poder legislativo costarricense conocer durante años las experiencias de otros países de América Latina y de la Unión Europea en la aplicación de políticas de desarrollo regional, aportando de esta forma ideas que permiten mejorar las futuras políticas de desarrollo del país.

Este lunes, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha inaugurado el encuentro anual del programa EUROsociAL con la presencia de 250 representantes de los gobiernos de América Latina y la Unión Europea en San José. “La institucionalidad democrática es insustituible para la construcción de políticas justas e instituciones eficientes que resuelvan problemas”, ha subrayado.

Pero, ¿qué tiene que ver esta política de desarrollo regional de un país de América Latina, como Costa Rica, con España y con la Unión Europea? Mucho más de lo que parece.

La nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible cuenta con su traducción europea en el Consenso Europeo para el Desarrollo, un compromiso conjunto de los Estados miembro, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, que establece un marco común para la política de desarrollo que aplicarán las instituciones de la Unión Europea y sus países. De este Consenso parte el reto de movilizar todos los recursos para el desarrollo, incluyendo el conocimiento de las administraciones públicas.

Llevamos 15 años con informes del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea y de otras evaluaciones y documentos programáticos, como el Programa para el Cambio, que apuestan por el valor añadido de la cooperación entre administraciones homologas. Los gestores públicos comparten un mismo lenguaje, independientemente de su idioma, comprenden las implicaciones de un proceso de reforma de políticas públicas, son capaces de adaptar los modelos a sus realidades nacionales y aportan las redes de sus administraciones de origen.

Además de una actividad específica de intercambio internacional, traen de vuelta en su mochila una manera diferente de afrontar las políticas públicas bajo su responsabilidad y contribuyen a construir una visión compartida de las agendas de ambos países. Esta modalidad de cooperación implica una nueva forma de relación entre los países, más horizontal, basada en el diálogo y el aprendizaje mutuo.

España es pionera en este tipo de cooperación técnica pública. El Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016 ya apostaba por una cooperación intensiva en conocimiento y España es el único país con una entidad como la Fundación Internacional de Administración y Políticas Públicas (Fiiapp), centrada en gestionar la participación de todas sus administraciones en proyectos de cooperación internacional y que actualmente está trabajando con 108 países.

El Consenso Europeo para el Desarrollo también apuesta por desarrollar mecanismos innovadores de cooperación con los países de desarrollo más avanzados. Países como Costa Rica con los que trabajamos de forma bilateral entre nuestras administraciones, a nivel regional con intercambios sobre políticas de desarrollo en la Red de Políticas Públicas para el Desarrollo Regional, impulsada por EUROsociAL junto a la CEPAL y la OCDE, y a nivel global, construyendo agendas compartidas y valores comunes como forma de afrontar la globalización. Nuevamente, España con su Plan Director y sus prioridades de Política Exterior, lleva años apostando por ir "más allá del PIB" para medir los retos de desarrollo y seguir financiando la cooperación con los países de desarrollo más avanzados, especialmente los iberoamericanos. Y los estados socios de la comunidad iberoamericana demandan el conocimiento de nuestras administraciones.

La Cooperación Europea apuesta por este tipo de relaciones con programas regionales entre la Unión Europea y América Latina, como el mencionado EUROsociAL. Este es el soft power de la acción exterior de la Unión Europea, compartir nuestras decisiones, compartir nuestras debilidades y compartir nuestros valores. Son indudables las ventajas comparativas de la Cooperación Española para contribuir a construir un espacio euro-latinoamericano sobre el acervo iberoamericano, una comunidad de valores, como forma de responder a nuestros retos compartidos, y para generar bienes públicos globales.

Para ello, todos los incentivos para la participación de los trabajadores y trabajadoras del sector público en proyectos de cooperación internacional son bienvenidos, además de relevantes para su carrera profesional. En el marco del Practitioners’ Network, una red de agencias europeas de cooperación, se le ha encargado a la Fiiapp liderar un grupo de trabajo que identifique medidas concretas para fomentar la cooperación pública, medidas como la extensión de instrumentos de la Cooperación Europea, tales como el programa de hermanamientos, que financian proyectos de intercambio entre administraciones.

Esta apuesta por lo público en la cooperación internacional no es un reto sectorial de una nueva estrategia de gobernabilidad, es una cuestión estructural, de enfoque, de paradigma y de ventajas comparativas, de entender la cooperación técnica pública como herramienta para contribuir a construir valores globales.

Crear vínculos permanentes, más allá de la duración de un proyecto de cooperación, genera relaciones de confianza y valores compartidos, que contribuyen a afrontar de forma conjunta los desafíos globales. Acompañar a nuestros países socios en el diseño y la implementación de sus políticas públicas, ofreciendo el conocimiento de nuestras administraciones, es una forma de afrontar la globalización. Y nos ofrece una oportunidad para pasar de una cooperación de actividades, hacía una cooperación orientada en los resultados de políticas, que además contribuyen a un diálogo entre sociedades que comparten valores y decisiones en el ámbito multilateral. Se trata de una cooperación no intensiva en recursos, pero rica en aprendizajes.

Los desequilibrios entre países y regiones, entre sociedades y dentro de las sociedades, o entre generaciones, son parte de esos retos compartidos que solo podemos afrontar conjuntamente. En definitiva, volviendo al ejemplo inicial, si contribuimos a que Costa Rica logre acercar la toma de decisiones de sus políticas nacionales a la ciudadanía generamos beneficios también para la ciudadanía española y la europea, y aprendemos a mejorar nuestras propias políticas. La cooperación pública contribuye a construir políticas sostenibles para todos.

Tobias Jung Altrogge es director de Estrategia y Comunicación de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, F.S.P. (Fiiapp)

https://elpais.com/elpais/2017/11/21/planeta_futuro/1511267102_141251.html?por=mosaico
 
Sale a la venta un pan de harina de grillo en Finlandia
El bollo cuesta cuatro euros y solo estará disponible en la capital del país, Helsinki

EL PAÍS
Madrid 23 NOV 2017 - 22:57 CET

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La nueva barra de pan hecha con harina de grillo. FAZER



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Harina de grillo (izquierda) y grillos deshidratados. REUTERS


La compañía finlandesa de pan y repostería Fazer ha puesto a la venta su primer bollo de pan hecho con harina de grillo. Este producto, que cuesta cuatro euros, está de momento solo disponible en 11 panaderías de Helsinki, capital de Finlandia, aunque la empresa ha afirmado que durante el próximo año llegará a las 47 panaderías que tienen en todo el país.

Según un comunicado emitido por Fazer, este producto combina harina de trigo convencional con harina de grillo. Cada bollo contiene unos 70 insectos pulverizados, el 3% de su peso. El resultado es un pan con mayor contenido de proteínas, ácidos grasos, calcio, hierro y vitamina B12, según ha señalado el director de innovación, Juhani Sibakov. La empresa panadera insiste en que su sabor es igual que el del pan tradicional.

El director general de Fazer, Markus Hellström, ha subrayado que con el lanzamiento del pan de grillo pretenden "estar a la vanguardia de la revolución alimentaria". Sibakov, en esta misma línea, ha sostenido que en el futuro los insectos estarán más presentes en el mundo occidental. "La humanidad necesita fuentes de nutrición nuevas y sostenibles", ha asegurado.

La puesta en venta de este producto ha llegado dos meses después de que Finlandia se convirtiera en el sexto país de la UE que permite el comercio y elaboración de productos basados en insectos, junto a Bélgica, Reino Unido, Holanda, Austria y Dinamarca. En España, que permitirá la venta de alimentos elaborados con insectos para consumo humano a partir del 1 de enero de 2018, ya han aparecido las primeras empresas que quieren explorar este nicho de mercado, como el caso de Insectfit.

La incorporación de insectos a la dieta occidental ha sido un tema de discusión en auge en los últimos años, debido a que son alimentos más baratos de producir y menos perjudiciales para el medio ambiente que la ganadería o la pesca intensiva. En 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) emitió un informe en el que instó a los gobiernos de todo el mundo a fomentar el consumo y la producción de insectos, que en el 2030 podrían alimentar a 9.000 millones de personas. Unos 2.000 millones ya consumen insectos actualmente, según este documento.

https://elpais.com/internacional/2017/11/23/mundo_global/1511466386_369804.html


 
¿El mejor chocolate del mundo? Es este, y es orgánico
Amelia Castilla
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24 NOV 2017 - 00:00 CET

Sostenibilidad. La palabra que marca la filosofía y la producción de Pacari, una firma ecuatoriana de cacao, liderada por Santiago Peralta. Sin fertilizantes ni productos químicos, sus tabletas se venden en 35 países. En octubre, revalidó en Londres el premio de mejor chocolate en barra del mundo.



EN LAS NOCHES de luna llena, la madre de Raúl Vera, campesino ecuatoriano de 44 años, recorría a caballo la plantación familiar. Pero esa imagen idílica pertenece al pasado. En las 24 hectáreas que le correspondieron por herencia, ubicadas en la zona costera de Esmeraldas (Ecuador), recoge dos cosechas al año. Armado con su machete y protegido con sus botas de goma, vigila el estado de los árboles donde crecen las mazorcas del cacao, un fruto en todas las gamas de amarillo que cuelga de las ramas y contrasta con el verde de las hojas. En el camino, Vera recoge aguacates, toronjo, chirimoyas, plátanos y manzanas en un cubo de plástico. Un espacio tan paradisiaco como sísmico. Los efectos del terremoto de 2016 todavía son evidentes en las viviendas y las réplicas son constantes. En la finca, cuenta, “no se mata ni a una hormiga”. Entre la hojarasca, una cáscara de ciruela sirve como manjar de los gusanos. Aquí se aprovecha todo, incluidas las hierbas silvestres que usan para curar dolores y enfermedades. Vera no usa fertilizantes, ni productos químicos ni pesticidas. Las mazorcas que recoge las transporta hasta el centro de acopio de la zona de Atacames, donde se almacena el fruto para ser sometido a los delicados procesos de fermentación y secado del grano en patios al sol, antes de enviarlo en sacos hasta la capital. Por su cacao “sin venenito” le pagan 100 dólares (la moneda del país) por quintal. Mucha “platita” si se compara con el campesino que, esa misma tarde de regreso a casa, tras una jornada completa en una finca colindante, cargaba al hombro el manojo de bananas pactado a modo de salario.

Raúl Vera vende sus cosechas a Santiago Peralta (Cuenca, 1971), fundador en 2002 de la firma Pacari (naturaleza en quechua), empresa productora de cacao orgánico y biodinámico. Más de 3.000 familias campesinas —en su mayoría ecuatorianas, aunque sus redes abarcan también plantaciones en Perú y Colombia— proporcionan el fruto que la empresa convierte en chocolate, en su fábrica de Quito, a un ritmo de 24.000 barras al día. Cerca de un centenar de empleados, uniformados de blanco de la cabeza a los pies, seleccionan los granos del cacao y los pelan antes de tostarlos y molerlos para transformarlos en polvo. De ahí a la amasadora, que los convierte en ese líquido oscuro que hace las delicias de niños y mayores; luego, a los moldes, donde se funde con una variada gama de sabores. Ingredientes como el jazmín, cardamomo, bayas andinas, rosa Andina o la sal de Maras procedente de las salinas de Cuzco potencian los nuevos sabores. Su producción incluye chocolate kosher.

Dicen que fueron los mayas los primeros en utilizar las semillas de esta planta y que su árbol crecía de forma natural 4.000 años antes del nacimiento de Cristo. Ahora, Ecuador, considerada una de las zonas privilegiadas de la biosfera, exporta cacao por valor de 900 millones de dólares al año y más de 100.000 familias viven de su cultivo. La importancia de esta industria, junto a la del petróleo y las bananas, ha sido crucial a lo largo de la historia de este país. El primer banco ecuatoriano se creó con los fondos que generaba el comercio de cacao. Pero Santiago Peralta quiso construir un mercado donde no lo había, “pagando el doble” que los cacaoteros tradicionales y fabricando chocolate orgánico. “Ser sostenible cuesta mucho dinero, lo que, en parte, justifica que el precio final sea más elevado que el de otros productos procedentes de la agricultura tradicional”, cuenta. Para conseguirlo, necesita estar presente en todas las fases, desde la producción —que incluye el cuidado del terreno donde crece el árbol— hasta la distribución a otros continentes, que realizan en contenedores propios. Su empresa posee el certificado Demeter (equivalente orgánico a la guía Michelin), que expende desde Alemania una empresa especializada, creada en 1927. La agricultura biodinámica implica, entre otras cosas, fertilizar los suelos con unos preparados homeopáticos que se expenden envasados y que han sido elaborados con estiércol de vaca, tomar en cuenta los ritmos lunares y planetarios y someterse a inspecciones periódicas que avalen la pureza de los procesos. La marca, que ha recibido críticas desde el punto de vista científico, ha sido registrada en más de 68 países.




En las noches claras, este empresario de rostro afilado y maneras exquisitas se tumba en el jardín de su elegante vivienda de Quito con sus dos hijos para mirar las estrellas, en busca de inspiración. Abogado frustrado, probó con varios negocios antes de convertirse en un apóstol de la sostenibilidad. En su casa solo se consumen tomates cuya procedencia conoce y en la nevera todo lleva el sello ecológico. Y lo mismo para los menús de los empleados de su fábrica, de la que sale el chocolate que se exporta a medio centenar de países. Sus planes incluyen también la creación de huertas ecológicas para ampliar la dieta de los campesinos. Tanto él como su esposa, Carla Barboto, dan charlas por el mundo glosando las virtudes de la ecología y alertando del peligro de los pesticidas. Su militancia incluye la asistencia, entre otras, a la feria mundial de productos orgánicos que anualmente se celebra en Núremberg, considerada como una de las más grandes e importantes.

Antes de convertirse en un apóstol de la ecología, Peralta convivió en Alemania, mientras estudiaba Derecho, con una familia que solo consumía productos biológicos. Este país no es solo pionero en la ola orgánica que invade el planeta, sino uno donde mayor incidencia tiene esta práctica vital. La familia con la que compartía vivienda ya se desplazaba en bicicleta hace más de dos décadas y seguía las teorías del filósofo austriaco Rudolf Steiner, inspirador de la corriente biodinámica. Aquella forma de vida quedó almacenada en su cabeza hasta que llegó el momento de desarrollarla. Durante un tiempo probó con varios trabajos, sin cuajar en ninguno hasta que, hace unos 15 años, arrancó con un negocio de rosas. Ecuador es uno de los primeros productores del mundo, pero Peralta y su esposa tenían ya el gusanillo de la sostenibilidad metido en el cuerpo. Probaron a cultivarlas fuera de los invernaderos y sin pesticidas, lo que resultó un fracaso. Las flores se pudrían en los contenedores camino de Europa. Pero ya no había marcha atrás. Había dado con algo más que un negocio, una forma de vida, una filosofía que abarca también a la gestión del éxito empresarial. También esa parte de la empresa debe ser sostenible. Pacari forma parte de LAB, un posicionamiento adicional que contiene el emprendimiento social, regulado en todo el mundo y uno de cuyos ejes es la agricultura. Nació en EE UU y ya funciona en casi medio centenar de países. La filosofía de esta marca, que bien podría definirse como “capitalismo guay”, abarca desde las relaciones laborales hasta los acuerdos con los proveedores.

“Aquí no se mata ni a una hormiga. Se aprovecha todo, incluidas las hierbas silvestres”, dice el campesino Raúl Vera

Pacari accedió a esa certificación hace medio año y la entrega del diploma acreditativo se realizó en Archidona, un pueblo de la Amazonía ecuatoriana al que se accede tras horas de carretera por la intrincada cordillera andina. Los 748 indígenas quechuas del poblado viven del cacao; la carretera llegó hace cuatro años y con ella las comunicaciones y su inclusión en la ruta del cacao, lo que garantiza visitas turísticas. “A veces me pregunto si hicimos bien en llegar hasta aquí”, se preguntaba Peralta antes de iniciar un improvisado discurso de agradecimiento por la medalla al buen rollo empresarial. Modificar su ecosistema les ha permitido tener escuela y un trabajo añadido al del campo: bajo un techo de Paj*, que resguarda del sol y de la lluvia amazónica, preparan los platos de la zona para los turistas que lo desean e ilustran el recorrido por los cacaotales.

A los 45 años, Peralta parece uno de esos tipos con swing, gente con el ritmo suficiente como para mover el mundo de las tendencias. En apenas unos años se ha convertido en uno de los referentes del universo gastronómico. Los últimos dos meses ha recorrido Japón e India en busca de nuevos mercados. Gastón Acurio y Virgilio Martínez conocen su chocolate y en España se codea con Aduriz o Quique Dacosta. Ha recibido más de un centenar de premios desde todos los ámbitos y el pasado octubre renovó en Londres, por segundo año en los International Chocolate Awards, su galardón como mejor chocolate en barra del mundo. Tanto en Ecuador como en los viajes por el mundo donde promociona su producto, organiza catas que reúnen todos los ritos similares a los del vino. El chocolate se sirve en onzas sobre un plato y se paladean contrastando los aromas florales o de madera. “Te lo pones en la boca y se desliza como la seda”, cuenta este empresario. La exportación a Europa se realiza por barco en sus propios contenedores, que atracan en el puerto de Róterdam. De ahí viajan a países como España, donde se vende en las tiendas gourmet de El Corte Inglés y en establecimientos especializados en productos ecológicos, un viaje que tarda unos 20 días. Su meta ahora pasa por desplazar, con sus tabletas premium, al chocolate belga y suizo. 

https://elpais.com/elpais/2017/11/17/eps/1510948885_971101.html
 
LA UE DECIDIÓ FINALMENTE A SU FAVOR
Fin de la guerra del glifosato: industria y agricultores ganan, ecologistas pierden
Finalmente, 18 de los 28 estados miembros de la Unión Europea apoyan la extensión de la licencia del herbicida. La batalla en los despachos de Bruselas ha durado muchos años
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Protesta contra el glifosato en Bruselas el pasado 19 de julio (Yves Herman / Reuters)
AUTOR
ANTONIO VILLARREAL
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28.11.2017 – 05:00 H.

La Unión Europea ha estado debatiendo hasta el último minuto si prohibir o no en su territorio el uso del herbicida más usado por agricultores en el mundo. Finalmente, el glifosato ha ganado un lustro más de licencia, hasta 2022.

En realidad, cinco años suponen una tercera parte de los 15 que normalmente se conceden a este tipo de productos. Por tanto se ha aprobado pero con mucho menos plazo, suficiente para que todas las partes se hayan declarado victoriosas. Por ejemplo, quienes promovieron desde el Parlamento Europeo un comunicado que, el pasado 24 de octubre, exigía que el glifosato fuera "eliminado de Europa en un periodo no superior a cinco años".

¿Pero a quién beneficia de verdad esta extensión legal del herbicida apadrinado por Monsanto —que ostentó su patente hasta el año 2000 y aún lo emplea como ingrediente base de Roundup, uno de sus productos más populares— y a quién perjudica?

Historia del glifosato en 200 palabras
Este herbicida es ampliamente utilizado en cultivos tanto tradicionales y transgénicos. Hasta hace unos años casi nadie fuera del ámbito agrícola había escuchado hablar de él, pero los grupos ecologistas empezaron a señalarlo tras la publicación de estudios que asociaban su uso con el desarrollo de tumores en ratones.

El más sonado de estos estudios, publicado por el biólogo molecular francés Gilles-Éric Séralini, fue retirado de la revista 'Food and Chemical Toxicology' en 2013 por manipular los datos. El estudio original mostraba a ratones, expuestos al citado Roundup y a maíz transgénico de Monsanto, que habían desarrollado tumores como pelotas de ping pong.



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Edward Ford, granjero, muestra gránulos de herbicida con glifosato (Mary Turner / Reuters)


El segundo golpe vino en 2015, cuando la agencia de la OMS encargada de investigar el cáncer publicó su monográfico sobre el glifosato. Decidieron ubicarlo en la categoría 2A, "probablemente carcinógeno", lo que provocó una ola de indignación. Hubo cierta polémica porque el informe contradecía la revisión de estudios publicada pocos meses después por la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) y que avalaba la seguridad del glifosato.

Y ese mismo 2016, en junio, los 28 estados miembros se sentaron por primera vez para decidir si revocar la licencia europea del herbicida o extenderlaotros 15 años.

Los perdedores
Quienes más energía han puesto en tratar de erradicar el glifosato de los cultivos han sido, a nivel continental, un grupo de nueve países encabezados por Francia, que sólo estaba dispuesta a apoyar una extensión de tres años para el biocida. Junto a ella están Italia, Bélgica, Austria, Grecia, Chipre, Malta, Luxemburgo y Croacia.





A nivel político, los partidos de izquierdas han sido los principales defensores de la prohibición. En España, Podemos y Equo son los partidos que más se han alineado con esta posición. Poco antes de que comenzara el debate en la Comisión Europea, ayuntamientos como el de Madrid apoyaron a nivel particular la eliminación progresiva del herbicida en parques y jardines. A finales de septiembre, el diputado Juantxo López de Uralde llevó al Congreso de los Diputados el 'affaire glifosato', presentando una pregunta al gobierno sobre su postura.

"Esperamos que esta decisión sea la última prórroga para el glifosato y que con ella comience el final de este herbicida", ha reaccionado hoy López de Uralde, "su eliminación no debe tener ya marcha atrás, porque es urgente que el glifosato desaparezca de nuestras vidas, por el riesgo tóxico que supone".



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Performance celebrada ayer en Bruselas antes de la votación del glifosato (Yves Herman / Reuters)


Junto a ellos, organizaciones ambientales como Greenpeace, Ecologistas en Acción o Amigos de la Tierra han lamentado el resultado de la votación.

Los ganadores
El pasado 9 de noviembre, los estados miembros se encontraban en la misma situación que en el último año. Frente a los 9 insumisos, una mayoría simple de 14 países aprobaba reeditar la licencia del glifosato. Sin embargo, necesitaban dos países más de entre los cinco que se habían declarado neutrales: Alemania, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Portugal.

El cambio de postura de Alemania (y el resto de países, salvo Portugal) acabó de decantar la balanza en el día de ayer, y muchos lo achacan a una maniobra empresarial: la compra de Monsanto por parte de la alemana Bayer, adquisición que la propia Comisión Europea está analizando. "Los intereses del nuevo buque insignia de la industria química europea, Bayer-Monsanto, han primado frente el interés general", ha declarado el eurodiputado Florent Marcellesi, del grupo Los Verdes.



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Agricultores franceses, los má activos contra el glifosato, el pasado 21 de noviembre (Stephane Mahe / Reuters)


Otros que están celebrando el resultado de la votación son los agricultores. "La prohibición de glifosato afectaría de manera global a la agricultura europea", explica a Teknautas Paula Triviño, directora de la Federación Europea para la Agricultura de Conservación. Restringir uno de los productos más usados actualmente habría obligado a los agricultores a "realizar laboreos intensivos del suelo para controlar las malas hierbas o utilizar fitosanitarios con peores perfiles ecotoxicológicos, y probablemente mucho menos económicos", añade Triviño.

Otras organizaciones de agricultores, como ASAJA, también se han posicionado recientemente: "La agricultura europea no puede prescindir del glifosato, un producto esencial para los agricultores", dijo hace dos meses el presidente de la rama sevillana de la asociación, Ricardo Serra.

https://www.elconfidencial.com/tecn...ana-pierde-licencia-glifosato-europa_1484424/
 
JORNADAS DE 12 HORAS POR SALARIOS DE 360 EUROS
Siervos del azúcar: los haitianos sin tierra que cultivan la caña dominicana
Miles de trabajadores inmigrados en situación irregular cortan y cargan el producto estrella de la isla en los asentamientos conocidos como bateyes. Es un trabajo semiesclavo, pero no tienen otra opción


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Cortadores de caña de azúcar en los bateyes de la provincia de San Pedro de Macorís, donde muchos de los desplazados haitianos van a trabajar en la temporada de la caña de azucar. (Foto: Javier Arcenillas)

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ALBERTO G. PALOMO. SAN PEDRO DE MACORÍS (REPÚBLICA DOMINICANA)
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01.12.2017 – 05:00 H.

El calor no perdona en este paralelo tropical. Ni siquiera cuando alguna nube se despista y se contonea sobre estos campos del centro de República Dominicana. Bajo la sombra, el bochorno continúa extrayendo gotas de sudor. La ropa se humedece y ni el sol implacable ni la brisa de algodón que a veces se palpa consiguen secarla. En La Española, isla caribeña dividida en dos países, la caña de azúcar ocupa campos enteros de verde clorofila. Pronto serán cortados y almacenados para convertirse en un producto refinado que endulce los cafés o en ron, bebida alcohólica con denominación de origen.

A las poblaciones rurales repartidas entre hectáreas cañeras se les llama bateyes, plural de ‘batey’ y procedente de ‘batú’, un nombre taíno de un juego que se practicaba en estos asentamientos. Sus moradores suelen ser agricultores autóctonos o inmigrantes haitianos que permanecen de forma ilegal a cambio de un duro régimen de trabajo. Gracias a esta actividad obtienen techo y comida, a menudo ausente en su lugar de nacimiento. Sus jornadas duran cerca de las doce horas, sus viviendas recuerdan a los barracones de invernadero almeriense y sus libertades quedan reducidas a los pocos kilómetros de ida y vuelta que recorren a diario.


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Un trabajador haitiano en un batey (J. Arenillas)

Se les puede ver entre rutas de arena como las que hay en los alrededores de San Pedro de Macorís, a 76 kilómetros al este de Santo Domingo. Aquí se plantan las principales cosechas azucareras del país. Comunidades como Jocumel o Cabeza de Toro concentran a los encargados de la recolecta. Azada en mano y botas de lluvia, grupos de unas diez personas, amplia mayoría haitiana, peinan la zona. Silba el aire a cada brazada, que troncha la caña y forma un mechón trigueño en el paisaje. Uno de ellos es Merisonne Clue, de 44 años y con más de dos décadas de estancia en República Dominicana. “Siempre he trabajado en el campo. He intentado conseguir los papeles de la gobernación, pero ni a los que llevamos mucho tiempo nos es fácil”, explica con un castellano aún oxidado.

Gana unos 3.500 pesos por semana (64 euros). Justo para cubrir las necesidades más básicas. “Me gustaría volver a Haití, pero de paseo”, dice a su lado Francisco Luis García, descendiente de haitianos nacido en República Dominicana que, sin “problemas de expulsión”, prefiere no arriesgarse a tantear otros sectores laborales ni otros lugares de residencia con mayor presencia policial. “Aquí estoy bien, aunque a algunos no les gusta que estemos. La vida es mucho mejor que allí y nunca me he sentido rechazado”, defiende.



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Uno de los trabajadores haitianos de San Pedro de Macorí. (J. Arcenillas)


Lleva razón: las diferencias entre países son abismales, a pesar de compartir un espacio insular de menos de 77.000 kilómetros cuadrados (una séptima parte de España). Haití es el país más pobre del continente mientras República Dominicana ha encadenado años de desarrollo económico (según el Banco Mundial, entre 2012 y 2014 su Producto Interior Bruto creció hasta un 7,6%). Uno convive con más del 80% de sus habitantes bajo el umbral de pobreza y sometido al protectorado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)desde hace 25 años. El otro se ha convertido incluso en receptor de inmigrantes de otras nacionalidades (como la venezolana) y la vida, hasta con un elevado índice de desigualdad, se percibe tranquila y plagada –en comparación- de bienes de consumo. Sus 376 kilómetros de fronteraconforman, sin embargo, una cicatriz entre dos mundos: es pasar, por poner más ejemplos, de una esperanza de vida de 63 años en el caso haitiano a una de 78 en el dominicano. O de gozar de un 40% de masa forestal en este último a pelear por el 5% que no ha quedado devastado.

Factores que tocaron suelo con el trágico terremoto de 2010 (que, con epicentro a 15 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, y una magnitud de 7,3 grados en la escala Ritcher, acabó con la vida de 316.000 personas, hirió a 350.000 y provocó 1,5 millones de desplazados) y se han vuelto a agravar con el huracán Matthew el pasado año (que causó más de 800 muertes, 30.000 hogares destruidos y una epidemia de cólera). De ahí que el trasiego de un lado a otro sea inevitable. Sin importar las condiciones que les esperan. Ni los riesgos. De los 524.000 extranjeros en el país, el 87,3% viene de Haití.



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Detalle de las manos de un cortador de caña. (J. Arcenillas)


“Hubo 13.479 deportaciones en 2016. Y un decreto de 2007 desnacionalizó a los dominicanos de segunda y tercera generación descendientes de haitianos, cometiendo un genocidio civil que afecto, según la ONU, a 210.000 personas”, apunta Pedro Cano, coordinador en República Dominicana del Servicio Jesuita de Migración, desde su casa fronteriza. “Haití tiene un problema de pobreza histórico-cultural que provoca una desafección con sus vecinos y hace que los marcadores del Índice de Desarrollo Humano no generen resultados reconfortantes desde hace décadas”, sentencia. “Se mira distinto al que viene para desempeñar un trabajo formal y al que no. Claro que somos clasistas y racistas. Además de los papeles, miramos el color de la piel”, agrega Rosana Murillo, encargada de comunicación de la oenegé Alianza.

Por eso, estos haitianos que no aparecen en ningún registro oficial muestran con cierta honra y resignación las marcas de este empleo con eco de otras épocas. Mientras unos se apoyan en un fardo de cañas, otros se calzan unos guantes para cargar los vagones que esperan en un raíl utilizado sólo para el transporte de este producto: no hay más líneas de tren en toda la isla. Resisten hasta cinco toneladas y funcionan una vez al día. Eusebio Mota, supervisor desde hace dos años de una de las plantaciones, asegura frente a un apeadero que las jornadas no superan las ocho horas, de siete de la mañana a tres de la tarde. También calcula su plantilla, de unos 300 trabajadores, y omite responder a si hay o no contrato firmado. En realidad, nadie se atreve a dar datos de este tipo.



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Un trabajador descansa sobre cañas ya cortadas. (J. Arcenillas)


Ni siquiera Lico Edmond, de 50 años, que cuenta cómo el citado temblor de 2010 destrozó su casa y le obligó a marcharse. “Me tuve que buscar una vida nueva, pero en algún momento podré volver. Allí está toda mi familia”, expresa. Cuando haya trabajo, añade. Cuando se den las circunstancias adecuadas, como llegar a los 20.000 pesos mensuales (unos 364 euros) que acumula aquí “si trabaja duro” o tener una sociedad algo más estable. A pesar de que, como analiza el economista Miguel Ceara Hatton, de 62 años, República Dominicana tampoco es la panacea. “El crecimiento macroeconómico dominicano no genera trabajo. Hay un 15,5% de tasa de desempleo y los que vienen no computan, porque suelen desempeñar labores informales”, sintetiza este especialista en desarrollo. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística en 2012, el 91,8% de inmigrantes haitianos no contaba con seguro de salud.

Y puede que sea el motivo por el que ninguno de los haitianos que deambulan entre bateyes este mediodía quiera dar señales de cansancio. A pesar del calor tropical que entorpece los pasos. O de las picaduras que sufren entre juncos. O de los cortes en brazos y piernas que se imprimen en su piel debido al filo de las hojas. Contra esto último hay una solución: la quema de la planta. Lo que provoca que algunas noches se vean nubes de humo en el horizonte. Son las señales de estos trabajadores indocumentados, que pretenden facilitar la cosecha, estirando su actividad hasta la madrugada y ensuciando de tizne sus camisas.

https://www.elconfidencial.com/mundo/2017-12-01/cortadores-cana-azucar-bateyes-dominicana_1484639/
 
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Bruselas ya prepara una política agraria sin Reino Unido
La Comisión propone una redistribución en favor de los pequeños productores y los países del este

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Cultivos de regadío y secano en la provincia de Ciudad Real. LUIS SEVILLANO


VIDAL MATÉ
Madrid 3 DIC 2017 - 17:54 CET

Éste año que termina la Política Agraria Común ha cumplido los 55 años. Y, desde siempre, ha sido una de las mayores partidas comunitarias, aunque ha rebajado su importancia en el presupuesto europeo desde el 75% que fue antaño hasta el algo más del 40% que representa hoy. En el periodo de 2014 a 2020, los pagos directos de la PAC en toda la UE se sitúan en 298.000 millones de euros de los que 35.700 corresponden a España.

Aún así, es mucho dinero, dinero del que Bruselas quiere disponer para sus políticas de seguridad, inmigración o empleo. Es por eso que la Comisión Europea ya se ha puesto manos a la obra para una reforma con vistas al futuro, máxime ahora que las contribuciones de Reino Unido al fondo (que ascienden a 3.400 millones de euros anuales) están destinadas a secarse. El mantenimiento de los pagos directos para el sector agrario y una mayor distribución de los fondos entre explotaciones y los países constituyen dos de los puntos fundamentales sobre los que la Comisión pretende elaborar las políticas que vigorarán a partir de 2020.

A un año de que se presenten las propuestas normativas para la nueva reforma, Bruselas pone especial interés en la necesidad de introducir cambios en la distribución de los fondos para que haya un mayor equilibrio en su reparto en beneficio de las explotaciones pequeñas y medianas; hoy en día, un 20% de las siete millones de explotaciones cobra el 80% de los fondos.

Actualmente, cada país ya tiene la posibilidad de limitar las ayudas que puede recibir cada explotación en 150.000 euros; en el caso de España, el gobierno decidió aplicar a partir de esa cifra una reducción del 5%. En un documento previo, Bruselas planteaba la posibilidad de fijar un techo de entre los 60.000 y los 100.000 euros.Finalmente Bruselas ha optado por no hablar de techos y se limita a señalar un cambio en el reparto en beneficio de los pequeños.

Entre otras cuestiones, Bruselas apuesta por condicionar la recepción de fondos al respeto al medio ambiente; mayor inversión para nuevas tecnologías; impulsar el cambio de infraestructuras como vía para mejorar las rentas agrícolas; nuevos instrumentos financieros, nuevos mecanismos para la gestión de riesgos y, sobre todo, más apoyos para incorporar a los jóvenes al sector: solo un 6% de los agricultores europeos tiene menos de 35 años. Igualmente se quieren corregir progresivamente las diferencias de pagos entre explotaciones de los países del este (que ganan peso político con la salida de Reino Unido de la Unión) y de los viejos países miembros.

Bruselas señala como prioritarios para cobrar los fondos quienes tienen en la actividad agraria a su forma de vida, quienes viven de la agricultura. La Comisión no entra a definir la figura de agricultor activo como destinatario prioritario de las ayudas. Actualmente en España se considera activo a quien obtiene al menos un 20% de sus ingresos por la venta de sus productos. La Comunicación no aborda la cuestión de la cofinanciación de las ayudas por cada país, algo a lo que se oponía la propia Comisión en un borrador anterior; España rechaza la idea.

El mantenimiento de las ayudas directas era una de las prioridades de las asociaciones agrarias españolas (Asaja, UPA y COAG) y de las cooperativas agroalimentarias. Sin embargo, la falta de mecanismos para la regulación de los mercados como instrumentos de rentas y la ambigüedad acerca de la cofinanciación hacen que esta satisfacción del sector no sea más que discreta.


 
En Brasil, doña Dulce pidió 1.000 euros, los invirtió en su negocio de escobas artesanas y logró quintuplicar sus ingresos mensuales.
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Dusileide Bezerra teje sus escobas de palma de carnauba.


Son las 5.30 y Dusileide Bezerra está sentada en el suelo encerado de un cuartucho construido con barro y madera en la zona rural de Assu, un pequeño municipio del noreste de Brasil. Apoyada en la pared, extiende sobre sus piernas varias hojas desenmarañadas de palma de carnauba —árbol típico de la zona—. Sujeta la punta del manojo con los dedos de los pies, lo aprieta con unos hilos de la propia hoja y listo. Las hojas de palma empiezan a tomar la forma de una más de las escobas artesanales de su pequeña producción. Serán más de 60 cuando acabe el día. O, mejor dicho, a las 12.00. El sol vertical a esa hora marca 38 grados en esta ciudad a 200 kilómetros de Natal, la capital del Estado de Río Grande del Norte.

Dulce, como le gusta que la llamen, maneja con destreza la materia prima que le proporciona este árbol, un tipo de palmera que abunda en la zona rural de Assu. Fue allí donde nació hace 49 años. Aprendió a trenzar las hojas, que se convertían en sombreros, bolsos, cestas y escobas, mucho antes de saber leer y escribir. Era una niña cuando su madre le enseñó a sacarles partido. Era la forma de contribuir al presupuesto de una familia que, pobre, sumaba nueve hermanos. El colegio no era prioridad en aquella época. “Cuando aprendí a leer, ya había sido abuela”, recuerda Dulce, madre de cuatro hijos y abuela de cinco nietos. Tuvo su primogénito, Francisco, a los 15, que le dio su primera nieta, Dulce Maria, cuando ella tenía 35.

La abuela dejó la vergüenza a un lado para acudir todos los días, junto con los demás niños de la zona rural, al único colegio que había. Durante un año se sentó en su pupitre hasta salir de la oscuridad de quien no sabe leer. “Antes firmaba los papeles y documentos con el dedo. Eso me hizo perder muchas oportunidades en la vida”, lamenta. Todavía no escribe muy bien, pero ya firma con su nombre completo, Dusileide Guilherme Bezerra Silva, con un trazo elegante.

La historia de Dulce cambió cuando un joven vendedor de créditos le propuso que invirtiera en su propio negocio con un préstamo del banco. “Tengo miedo de endeudarme, hijo mío”, le contestó. Pero ¿cómo una persona que trabaja tanto y que cuenta con el respeto de todos los vecinos podría dejar de cumplir un compromiso? Dulce recapacitó y vio que podría funcionar. Pidió 1.000 euros en un microcrédito y se arriesgó.

Hasta entonces, Dulce recibía las escobas del fabricante Ronaldo Maia Junior ya casi terminadas, y ella solo “ataba el manojo”, explica. Ganaba poco más de 50 euros mensuales. Ahora, con la pequeña inversión, ha asumido todo el proceso y Ronaldo le paga cada mes 280 euros por cada 1.000 escobas.

Ya es mediodía y Dulce se levanta del suelo para barrer la pequeña estancia donde trabaja. Organiza tan cuidadosamente las escobas, ya casi finalizadas, que parece hacerlo para impresionar a las visitas. Lo que le faltó de estudios, le sobra en organización. Esa percepción se corrobora al visitar su casa de dos estancias que su marido construyó. El tiempo está seco y la calle es de tierra, pero en la casa de Dulce no hay ni una mota de polvo

A las cinco llega Josenildo, su esposo, que trabaja en una fábrica de cerámica. Antes de las ocho de la tarde, Dulce ya está en la cama, puesto que su rutina empieza pronto: se levanta a las tres de la madrugada. Antes de irse a la faena, deja la comida hecha. Después, continúa con su jornada madrugadora.

El trabajo ahora es más intenso. Pero ella no se queja. “Soy más feliz ahora”, dice. Guarda religiosamente una parte de lo que gana para pagar el préstamo del banco. Y ya sueña en, después, pedir otro crédito para aumentar la producción.

Una enorme luna llena se asoma en el cielo e invita a Dulce y a los vecinos de la zona rural a contemplar el espectáculo. Se ve tan grande que parece que uno la puede tocar. Parece que está allí para recordar que la vida sencilla se cobra un precio, como la falta de escuelas y el trabajo duro por poco dinero. Pero también ofrece maravillas para compensar.

Seis proyectos, seis crónicas y muchas vidas cambiadas
  • El Nobel de Economía Amartya Sen le dio a finales del siglo XX un giro al concepto de pobreza: no se trata de alguien que tiene o produce poco, sino de aquel que, por falta de recursos, no ha logrado desarrollar sus capacidades. Sus teorías inspiraron las microfinanzas, ese pequeño empujón económico capaz de revertir la espiral de miseria y generar desarrollo. Las historias que se narran a continuación comparten ese instante: el día en que todo cambió, un antes y un después que les permitió ampliar su quiosquito, comenzar a exportar plátanos al otro lado del Atlántico o establecer un próspero negocio ganadero. El pequeño gran cambio. El País Semanal ha viajado a América Latina para contar seis historias de éxito. Entre ellas, hay una abrumadora mayoría de mujeres. Pero el objetivo es siempre el mismo: abandonar la exclusión financiera para salir de la pobreza.
El arma de Naciones Unidas para erradicar la pobreza
  • Durante la 70ª Asamblea General de la ONU, en 2015, los líderes mundiales se comprometieron a luchar por un mundo más justo e igualitario. En su agenda figuraban 17 objetivos y, al menos 5 de ellos, destacan la necesidad de un acceso ampliado o universal a los servicios financieros. Un ambicioso plan de acción que define prioridades de desarrollo para el año 2030, con el fin de erradicar la pobreza, terminar con la brecha de género y promover una vida digna con oportunidades para todos.
  • Según cálculos del Banco Mundial, 2.000 millones de adultos “no están bancarizados”, lo que supone cerca del 40% de la población del planeta. En América Latina, la región del globo en la que posan su mirada los seis reportajes que recorren estas páginas, la cifra asciende a 210 millones de personas.
  • Un pequeño préstamo tiene un poder de transformación enorme y la figura del asesor dentro de las llamadas instituciones microfinancieras (IMF), que es quien llega hasta el emprendedor allá donde esté, por remoto que sea el lugar, es clave. Sin él, personas como Quintín Quispe o Adelaida Morán jamás se habrían atrevido a entrar en un banco y solicitar un préstamo. La tecnología también juega un papel fundamental: acercan la oficina hasta los hogares de los emprendedores evitando que pierdan tiempo y dinero en desplazamientos.
https://elpais.com/elpais/2017/12/20/eps/1513774769_550663.html
 
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JANIFEST iStock

LA JUNGLA
El chocolate va camino de desaparecer en 40 años
En la Jungla. El chocolate es la ambrosía del mundo real. Quizá el riesgo de que se extinga el cacao sirva para concienciar a todos del peligro del cambio climático.
1 enero, 2018 20:53



Cuando todo va mal, comerse una barra entera de chocolate siempre consuela. Cuando todo va bien, comerse una barra entera de chocolate siempre es una buena manera de celebrarlo. El chocolate es una de las cosas favoritas de millones de humanos, por lo que esta noticia puede ser recibida con mayor pánico que la fusión de todos los casquetes polares: el cacao podría extinguirse para 2050.

La causa, como de tantos otros problemas, es el cambio climático. El cacao es una planta que crece únicamente en unas condiciones muy determinadas de temperatura y humedad. Lo hace en una franja tropical a unos 20 grados al norte del ecuador, donde el clima permanece relativamente constante a lo largo del año.

Sin embargo, tal y como informa Business Insider, el cambio en el clima global empujará esta zona en la que el cacao puede crecer a una zona montañosa a unos 300 metros de altura, actualmente reservada para la vida salvaje, lo cual amenaza seriamente la posibilidad de plantar cacao.

CRISPR al rescate
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Sin embargo, no toda esperanza está perdida. Y es que el chocolate es un negocio multimillonario, con grandes multinacionales ganando cantidades absurdas de dinero gracias a tan delicioso manjar, y no se iban a quedar de brazos cruzados mientras se les extingue la gallina de los huevos de oro.

CRISPR es una prometedora técnica de edición genética, una de las grandes esperanzas de la medicina para poder curar una gran cantidad de enfermedades. Básicamente consiste en realizar pequeños cambios en el código genético. Esta es, también, la gran esperanza del chocolate.

Mars, por ejemplo, está colaborando con la Universidad de Berkeley para utilizar esta técnica para hacer de esta planta una criatura más resistente, capaz de crecer en climas más secos y más cálidos.

Todo sea por salvar una de las chuches favoritas del primer mundo.

https://www.elespanol.com/social/20180101/chocolate-va-camino-desaparecer-anos/273972805_0.html
 
Así funciona la primera granja autónoma del mundo

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16.01.2018 – 05:00 H.
Se habla mucho del coche autónomo pero hay otro campo, nunca mejor dicho, donde también se está empujando y mucho esta tecnología. Hablamos de la agricultura. Y es que el proyecto inglés 'Han Free Hectare' ha demostrado cómo es posible utilizar robots y maquinaria para los cultivos. Este experimento, aún lejos de una versión comercial, ha automatizado todo el proceso permitiendo ejecutar 'tecnológicamente' absolutamente todas sus partes.

En el pasado otoño, concretamente en noviembre, recolectaron el primer cultivo de cebada, iniciado semanas atrás. Ahora sus responsables se preparan para ejecutar una nueva siembra: en este caso de trigo.

No sólo han automatizado los tractores y las cosechadoras. También han utilizado otras máquinas que no han estado tradicionalmente presentes en las granjas como 'drones' y pequeños 'rovers' de exploración. Las aeronaves no tripuladas tenían el objeto de controlar el desarrollo del cultivo desde el aire mientras que los 'rovers' recogían muestras de tierra una vez la máquina de turno realizaba su tarea para comprobar el buen desempeño.

Los humanos no han intervenido en ningún momento sobre el campo. La mayor parte del tiempo la han dedicado a calibrar y monitorizar el trabajo y, tal y como aseguran sus rectores, no han sido muchas las veces que han tenido que tomar el control -siempre a distancia- de las máquinas.

Sin embargo, todo no ha sido coser y cantar. Reconocen que tienen que mejorar el sistema de cara a futuras ocasiones, porque en un primer intento, el tracto encargado de la siembra se salía constamente de la trayectoria que se le había marcado. Otra de las dificultades que encontraron fue la complicación de monitorizar estos trabajos sólo con las imágenes de los drones.

Este proyecto pionero seguramente esté acompañado dentro de poco por otros similares. No hay que olvidar que países como Japón o Rusia han aprobado ambiciosos planes gubernamentales para impulsar la automatización y la implantación de tecnología autónoma en agricultura.

GALERIA:
https://www.elconfidencial.com/mult...8-01-16/granaj-autonoma-reino-unido_1506589#0
 
España, entre los países de la UE que importan más aceite de palma, pero no sostenible
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Aceite de palma La palma africana (Elaeis guineensis) de la cual se extraen los frutos de un color ligeramente rojo de los que se obtiene este conocido aceite de origen vegetal. (20Minutos)


El 60% del aceite de palma importado para la alimentación en Europa cuenta con la certificación oficial, mientras que en España ese porcentaje es del 26%. En Francia, Dinamarca, Bélgica y Holanda es del 90%.


EFE. 16.01.2018 - 16:44h España es uno de los mayores importadores de aceite de palma en la Unión Europea pero también figura, junto con Italia, entre los países que menos aceite sostenible introducen para su industria alimentaria, según un informe elaborado por la organización European Sustainable Palm Oil (ESPO). La publicación Making sustainable palm oil the norm in Europe revela que el 60% del aceite de palma importado para la alimentación en Europa cuenta con certificación oficial de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible, si bien este porcentaje en España sólo representa el 26%. Según este documento, la Unión Europa adquirió, durante 2016, un total de 7,07 millones de toneladas de aceite de palma —volumen que equivale al 11% de la producción mundial—, lo que la convierte en uno de los tres mayores importadores de este producto a nivel mundial junto con China e India. España, Italia, Alemania y Holanda son los países europeos que más aceite de palma importan y además desempeñan "un papel importante" en la distribución de este producto en el mercado europeo.

Del total importado en 2016, 3,7 millones de toneladas fueron a parar a la industria alimentaria, mientras que los 3,4 millones restantes se destinaron al sector energético. Sin embargo, esta última parte no se evalúa en el informe porque responde a un sistema de certificado de sostenibilidad diferente, regido en este caso por la Directiva de Energía Renovable (RED). Pese a los "desafíos específicos" que implican estas cifras para algunos países, el documento concluye que la tendencia es "positiva" pues la cantidad de aceite de palma sostenible utilizada para la industria alimentaria creció en 2016 un 24,6% con respecto al año anterior. Mientras en países como Francia, Dinamarca, Bélgica y Holanda la parte sostenible del total de aceite de palma importado es superior al 90%, el porcentaje deberá incrementarse aún más en los mercados de España, Italia, Suecia y Noruega para poder cumplir con los objetivos establecidos en la Declaración de Amsterdam para el 2020. Con todo, la ESPO reconoce el "buen ejemplo" que deja la Fundación Española de Aceite de Palma Sostenible en su propuesta para asegurarse de que "todas las empresas españolas que utilizan aceite de palma empleen aceite 100% sostenible antes de que termine" el actual decenio.

https://www.20minutos.es/noticia/3236131/0/espana-paises-ue-aceite-palma/
 
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