Cumpleaños 83 del rey Juan Carlos I. Enero 5, 2021

1609890727285.png Con la infanta Elena.

1609890862091.pngJuan Carlos junto a sus hermanas, la infanta Margarita y la infanta Pilar en Estoril. Foto. Campúa
 
1609891318295.pngAutorización recibida por Campúa por la Casa de S.M. el Rey para fotografiar el bautizo de Juan Carlos I
 
Viril como virtud asociada al poder...
Huele a s. XIX.
No, a verse más varonil, masculino. A Felipe se le puede ver gestos algo aniñados.

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JC No me parece guapo pero sí muy masculino. Su hijo se pone uniforme y parece un monolito. QUÉ PENA, con lo GUAPO que Felipe ERA.

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Última edición:
1609899538790.png Había mejores retratistas/pintores hace 40 años.
 

Así fue el primer cumpleaños de Juan Carlos como rey: un viaje en tren y en familia para trabajar en su despacho su discurso más importante


El rey Juan Carlos llevaba 44 días como rey cuando cumplió 38 años. Una celebración familiar en Zarzuela a la vuelta de su recién descubierto refugio en Baqueira Beret fue el único respiro mientras preparaba su primera Pascua Militar.

Por Javi Sánchez

5 de enero de 2021 · 00:05



rey Juan Carlos


El rey Juan Carlos, trabajando en su despacho en 1976. cordonpress

El rey emérito Juan Carlos de Borbón cumple hoy 83 años. Lo hará como nació y celebró sus primeros cumpleaños, en el exilio: nacer en Roma y festejar en Abu Dabi, donde hoy se refugia y donde hemos podido ver la primera imagen sobre su deteriorada salud. Una ocasión difícil, otra más, en la vida de un hombre que celebró su primer cumpleaños como rey en un momento crítico. El dictador Franco murió un 20 de noviembre de 1975, y don Juan Carlos fue proclamado rey dos días después, el 22 de noviembre. El día 5 de enero de 1976, el rey Juan Carlos I de España cumplía 44 días como monarca, y 38 años sobre la Tierra. Tantos como los que celebraría como rey.

Pese a que entonces el futuro de nuestro país no estaba nada claro, el rey no había alterado sus planes. La familia al completo –los reyes Juan Carlos y Sofía, el príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina– habían vuellto a Madrid para celebrar el cumpleaños, tras una escapada navideña a Baqueira Beret. Juan Carlos y Sofía habían descubierto el encanto de la estación del Valle de Arán poco antes, en 1974, y decidieron convertirlo en su refugio navideño. Tras el primer discurso de Nochebuena como rey (que Juan Carlos dio acompañado de toda la familia) y pasar la Navidad en Zarzuela, la Familia Real se marchó a Baqueira.







Su vuelta tuvo más ecos de la monarquía británica que del amor por los regalos que marcaría la de Juan Carlos: llegaron en tren a Madrid el día 4 de enero para festejar el cumpleaños y atender debidamente otra tradición que Juan Carlos recuperó para España: la celebración de la Pascua Militar.

Ese día, trabajó en su despacho de Zarzuela, donde habían llegado felicitaciones y telegramas de todas partes del mundo deseándole lo mejor al nuevo monarca. La fiesta también se celebró en Zarzuela, en la más estricta intimidad familiar, una constante de buena parte de los cumpleaños de Juan Carlos como rey.

Los dos primeros años de su reinado, la imagen de la Familia Real volviendo de Baqueira –donde ya con las aguas más calmadas celebrarían algún cumpleaños– se convirtió en uno de los primeros gestos de normalidad. Para 1979, ya con la democracia dando sus primeros pasos, el rey eligió celebrar su cumpleaños volando en avión militar hasta Mallorca para inspeccionar las obras de mejora de unos de sus regalos favoritos: el yate Fortuna. Tras otro vuelo militar de vuelta a Madrid, condujo hasta Baqueira al encuentro del resto de la Familia Real.

En general, sus cumpleaños siempre han sido íntimos, y alejados de su figura institucional. Ha celebrado grandes fiestas en Nochevieja y en los días posteriores a su aniversario, pero Juan Carlos siempre ha preferido los cumpleaños en familia o dedicado a su vida privada. Una norma casi sagrada, que ha quebrado en pocas ocasiones, y menos aún públicamente. La mayor fue ese día 5 de enero de 1998, cuando cumplía 60 años y los españoles asistieron sorprendidos a la visita del rey a las tropas de nuestro país estacionadas en Bosnia. Un gesto en el que reforzaba su compromiso con el Ejército, y en el que dejaba claro cuál ha sido siempre la parte institucional de su cumpleaños: aquella con la que facilitó las reformas democráticas.





Cumpleaños familiar, Pascua Militar.​


Porque en aquel enero de 1976, un día después de su cumpleaños, el rey unía a su aniversario una vieja celebración monárquica, instaurada por Carlos III: la Pascua Militar. Una celebración inmediatamente posterior a su cumpleaños, y que en esos primeros días de la Transición se celebró en el Palacio de Oriente, con una recepción a figuras castrenses y altos cargos de nuestro país. Concretamente, por el presidente y el vicepresidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro y Fernando de Santiago (a su vez teniente general), y por los ministros de los tres Ejércitos. El rey lo que hizo realmente fue abrir las ventanas e implicar al poder político: incluso en tiempos del dictador, los oficiales y altos mandos llevaban reuniéndose el día 6 de enero siguiendo la tradición monárquica, en la que se celebraba la victoria sobre los ingleses que devolvió Menorca a España en 1782. Era un día de condecoraciones, nombramientos y camaradería militar.

Fue quizás una de las mejores maniobras reformistas del rey entre las turbulencias y el ruido de sables que marcaron el paso de la dictadura a la democracia: instaurar la Pascua Militar como evento público e institucional de su reinado. Si el día 5 de enero la familia celebraba el cumpleaños del padre y marido, el día 6 las autoridades felicitaban efusivamente a su capitán general y jefe de Estado. Que además se concedía a sí mismo la posibilidad de emitir otro discurso con el que apuntalar su postura. En tiempos en los que nadie supervisaba los discursos del rey –que, al contrario de los de la reina de Inglaterra, no están legislados ni serían recogidos en la Constitución: fue iniciativa de Juan Carlos instaurar la Pascua Militar y el discurso real que la acompaña, igual que lo fue el mensaje de Nochebuena y, más tarde, el de la apertura del Año Judicial–.





Esa búsqueda constante del cariño y la aceptación fue una de las principales señas de identidad de su reinado. Algo que le habría levantado una ceja a Maquiavelo, pues siempre es más fácil para el príncipe buscar el temor que el amor, pero que a Juan Carlos le sirvió para capear esos días tensos: Europa nos miraba con recelo; Adolfo Suárez todavía tardaría unos meses en saber si sería definitvamente el hombre que guiase el proceso... Y el mejor regalo de cumpleaños que recibiría el rey, la Ley de Reforma Política que abría las puertas a la democracia y la Constitución, no se publicaría hasta el 4 de enero del año siguiente, tras haber sido refrendada por el pueblo en referéndum en diciembre de 1976.

En esa recepción, el joven monarca retomó el único hueco que había dejado a la democracia en su discurso de Nochebuena: el de prometer una España mejor el día de mañana. Habló de unidad de España, de fidelidad del Ejército a su figura y “de un futuro prometedor”, uno por el que merecía la pena dejar de mirar a las “gloriosas tradiciones”. Fue un discurso brevísimo, en el que también tendió una mano a los suspicaces: la promesa de que, bajo su reinado, el Ejército se potenciaría y se convertiría en una “estructura (...) profesional, muy selecta y eficiente” (algo que cumpliría con la renovación de las Reales Ordenanzas, por cierto). Fue la forma que tuvo Juan Carlos de poner a parte del Ejército de su lado: convirtiéndoles en el centro de lo más parecido que ha tenido Juan Carlos a una celebración pública de su cumpleaños.

 

El cumpleaños más amargo


Efeméride​


El rey Juan Carlos alcanza hoy los 83 años, lejos de España y del personaje que fue​


El cumpleaños más amargo

Juan Carlos, el día de su 80.º cumpleaños, con los Reyes, la reina Sofía, la infanta Elena, Leonor y Sofía de Borbón, y Felipe y Victoria Marichalar
EFE



Mariángel Alcázar
Barcelona

05/01/2021 06:00Actualizado a 05/01/2021 09:07




De todos los cumpleaños que ha celebrado el rey Juan Carlos, el más institucional y significativo tuvo lugar el 9 de enero del 2008, cuatro días después de alcanzar los 70 años. Hoy cumple 83, lejos de España y más lejos aún de aquel personaje, querido y aplaudido, que hace trece años reunió en torno suyo a toda su familia y a los protagonistas de la vida política española.
En aquella ocasión, más de cuatrocientas personas se reunieron en el palacio de El Pardo en una cena convocada para asociar la efeméride personal a la historia de un país del que el protagonista llevaba siendo jefe de Estado algo más de tres décadas. Hoy, en Abu Dabi, con la única compañía de su soledad, si pidiera un regalo de cumpleaños o un deseo al apagar las velas sería el mismo que anhela desde hace cinco meses: regresar a España.



Con motivo de su 70.º cumpleaños, el rey Juan Carlos sentó a su alrededor, además de a toda su familia, al gobierno en pleno, encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero; a los representantes de las altas instituciones del Estado; a políticos en ejercicio; a los protagonistas de la transición y a otras personalidades en un abanico que incluyó desde Santiago Carrillo hasta Juan José Ibarretxe, pasando por Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González y José María Aznar.

El presidente Zapatero y la reina Sofía aplauden al rey Juan Carlos en la celebración de su 70.º aniversario

El presidente Zapatero y la reina Sofía aplauden al rey Juan Carlos en la celebración de su 70.º aniversario
Efe

Fue el propio rey Juan Carlos quien quiso convertir la efeméride en un homenaje a todos los protagonistas de la vida política e institucional de los treinta años anteriores. Quien ahora pena por la dificultad de regresar a España, tras cinco meses de autoexilio, es el mismo que en el 2008, en sus palabras a los asistentes a la cena, aseguró que “los largos años de reinado hacen que hoy se agolpen en mi corazón tres sentimientos: orgullo por lo mucho que juntos hemos conseguido; confianza en el porvenir, y renovada determinación de seguir trabajando como Rey con la misma pasión y entrega al servicio de España y de todos los españoles”.

El único deseo​

El rey Juan Carlos solo pediría como regalo de cumpleaños poder volver a España​

En La Moncloa reside hoy Pedro Sánchez, el tercer presidente socialista de la democracia, quien batalla por contener las proclamas republicanas de sus socios de Unidas Podemos en el Gobierno y, al mismo tiempo, se presenta como impulsor de una renovación de la Corona que su actual titular ya dibujó en su proclamación. En enero del 2008, otro presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó, ante el entonces jefe de Estado, la gratitud de los españoles por su “abnegación en el desempeño de sus funciones y por su aportación decisiva al logro común que ha supuesto la España constitucional”, y cerró sus palabras asegurando que el reinado de Juan Carlos I coincidía con el periodo más fecundo de España.

El actual Rey, que hace casi diez meses se vio obligado a retirarle a su padre la asignación oficial, que renunció a su futura herencia por si provenía de orígenes poco claros y que, tras la polémica por la avalancha de informaciones que vinculaban a su antecesor con oscuras actividades financieras, acabó instándole, a primeros de agosto, a salir de España, pronunció en la celebración del 70.° cumpleaños de Juan Carlos I, un emotivo discurso en el que le daba las gracias por su “permanente ejemplo de vida intensa entregada al servicio de la nación”. Un hijo que llamó a su padre, “patrón” y de quien resaltó que hubiera querido compartir la celebración de aquella cena en el patio de los Austrias, con “muchos de lo que te han acompañado o acompañan ahora en la conducción de la vida pública, institucional y política de España”. En el que, sin duda, fue un discurso escrito y dicho desde la admiración de un hijo hacia su padre, Felipe de Borbón afirmó que el entonces Rey vivía “con generosidad, sin pretensiones, con la mano tenida y los brazos abiertos; sin perder esa chispa, la intuición y el coraje que siempre has demostrado”.

La de su 70.º aniversario fue una celebración feliz, quizá una de las últimas que vivió Juan Carlos I. Poco después comenzarían sus problemas físicos y la recta final de un reinado que rodó cuesta abajo hasta acabar en la abdicación el 18 de junio del 2014, cinco meses después de cumplir 76 años.

A Juan Carlos de Borbón y Borbón, nacido en Roma el 5 de enero de 1938, le llegaron los 40 cuando España ya había celebrado las primeras elecciones democráticas y siete de las cabezas mas preclaras del panorama político, Jordi Solé Tura, Miquel Roca Junyent, Gabriel Cisneros, Manuel Fraga Iribarne, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Gregorio Peces-Barba y José Pedro Pérez-Llorca, se aprestaban a redactar una Constitución que marcaría los fundamentos de una monarquía parlamentaria. Al llegar a los 50, en 1988, el rey Juan Carlos era una de las figuras más respetadas del mundo; los 60 le pillaron apunto de ser abuelo y con su heredero, el entonces príncipe Felipe, ya listo para seguir la ruta.

El recuerdo​

En su 70.º aniversario, la clase política y su familia loaron su vida de entrega y servicio​

Nunca hubo celebraciones, ni privadas, ni públicas, al estilo de otras monarquías, ni para los aniversarios de número redondo, ni para el resto, más allá de la asistencia todos los 5 de enero al concierto de Reyes que Plácido Domingo organizaba en el Teatro Real con la interpretación del siempre embarazoso Cumpleaños Feliz, de la que el rey Juan Carlos se libró el año 1992, como él mismo confesaría, a consecuencia del accidente de esquí que sufrió en Baqueira el 31 de diciembre de 1991 y que le mantuvo hospitalizado el día que cumplía 54 años.

Al rey Juan Carlos, los 80 le pillaron abdicado y maltrecho por sus problemas de movilidad y por la pérdida de su popularidad tras la aparición de informaciones sobre su vida personal y sus finanzas. En el 2018 no pudo reunir ni a la totalidad de su familia: como consecuencia del caso Nóos faltaron la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y sus hijos. Hoy, en Abu Dabi, no podrá reunirse ni consigo mismo.

 
Muy Feliz Cumpleaños Su Majestad!!!
Ha desarrollado su rol de representante de España con total eficiencia.
Durante su reinado la ha colocado en el plano internacional que le correspondìa.
Sus errores personales, son eso: personales.
Desde niño ha vivido lejos de su familia y entre tutores y obligaciones, ha cumplido a pesar de su soledad.
Lo ha hecho muy bien.
 

Ver el archivo adjunto 1760988
Por su cumpleaños subiré imágenes de lo tierno que fue con sus hijos cuando estos eran niños.

Discrepo.
Tierno, no.
Sí se ha visto siempre cómplice y divertido con los hijos de Elena cuando eran muy peques.
Pero tierno como padre, no.
Ni hablar que Sofía los cargaba más. Pero ni te discutí porque lo encuentro coherente con la década de los 60s.
 
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