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Asunta pudo ser drogada cuando le hicieron las fotografías escabrosas
Más allá de la ropa o la postura, los investigadores creen importantes las imágenes por la mirada de la pequeña.
XURXO MELCHOR
Santiago / La Voz 06 de junio de 2014 05:00
Si por algo les parecen importantes a los investigadores del caso Asunta las escabrosas fotografías recuperadas de los teléfonos móviles y ordenadores de sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, es por la mirada que tiene la pequeña en muchas de ellas. Su rostro aparece hierático, los ojos están abiertos pero perdidos y da la impresión de estar zombi. La Guardia Civil cree que estaba drogada y, por lo tanto, a merced de quien le obligó a posar en posturas que no parecen propias en una niña de tan corta edad.
Si Asunta estaba o no drogada no es una cuestión sin importancia. Hay que recordar que los exámenes toxicológicos han probado que a la niña le fue suministrado Orfidal al menos desde el mes de julio del 2013. Este es el mismo tranquilizante que tomaba su madre y que compró en grandes cantidades su padre. Y es esa misma sustancia la que ingirió en grandes cantidades el día de su asesinato. Su muerte se produjo por asfixia mecánica con un objeto blando, probablemente unos pañuelos de papel, pero previamente, a la hora de la comida con sus padres según el juez Vázquez Taín, le fue suministrado el sedante en una dosis tóxica.
Es cierto que Asunta tenía el traje de cabaretera que viste en las fotos porque lo utilizó en una actividad de sus clases de ballet, como ha confirmado su profesora. Pero, más allá de lo llamativo de la ropa y del maquillaje que llevaba la niña ese día, hay otros elementos que hacen que los investigadores piensen que las imágenes son «difíciles de explicar para unos padres». Uno de ellos es la hora en la que fueron tomadas. Los archivos recuperados tienen fecha del 1 de julio del 2010. La pequeña tenía, por tanto, tan solo diez años de edad. La serie de fotografías comienza a las 00.27 horas y finaliza un minuto más tarde, aunque hay dos de ellas de las que no se ha podido determinar la hora. ¿Qué hacía la niña tan tarde así vestida y posando de manera tan impropia?
En julio del 2010 Rosario Porto y Alfonso Basterra aún no se habían separado, por lo que los dos vivían juntos con su hija en el piso del número 31 de la calle Doutor Teixeiro de Santiago. Es en este inmueble en el que se tomaron las fotografías en las que Asunta sale vestida con un corpiño y medias de rejilla. El sillón en el que está recostada la pequeña, adoptando incluso posturas que a los investigadores les parece que tienen «contenido sexual», es el mismo que puede verse en las imágenes que la Guardia Civil tomó cuando registró el piso de Rosario Porto. También se puede reconocer el mismo sofá, la misma mesilla, la misma lamparita y el mismo radiador.
Junto al sillón en el que está recostada Asunta hay otro idéntico. La pequeña mira a cámara con la mirada perdida, en unas imágenes cruza las piernas y apoya los pies en un cojín y en otras las abre en una postura ciertamente inadecuada para una menor fotografiada por su progenitor.
En otra de las imágenes, en un primer plano de la niña sentada, la niña fuerza una sonrisa que deja ver sus dientes y en la más macabra de todas Asunta, con toda probabilidad siguiendo las indicaciones de quien la fotografía, impulsa hacia arriba sus mofletes con sus dedos índices esbozando una sonrisa forzada que es del todo siniestra.
En modo alguno la pequeña aparece en actitud divertida ni participativa. Da la impresión de que realmente está pasándolo mal.
Como amortajada
Si inquietantes e inapropiadas resultan las fotografías de la niña vestida con corpiño y medias de rejilla, más extrañas son las imágenes en las que aparece dormida. En unas está tendida en la cama con su peluche al lado. En otras tirada en el suelo, sobre una alfombra, y enrollada en unas sábanas. En ambas Asunta aparece con la ropa de cama alrededor de su cuerpo, como si estuviese amortajada.
Su mirada vuelve a estar como perdida en muchas de estas extrañas imágenes. En algunas tiene los ojos cerrados, pero en la mayoría mira a la cámara con expresión hierática y sin mover un solo músculo del rostro. Nuevamente, parece estar ausente por haber sido drogada.
Las fotografías en las que está sobre una cama, pero encima del colchón y con las sábanas alrededor del cuerpo, son del 3 de marzo y están tomadas por la mañana. Según la hora del archivo, en el entorno de las 9.30 horas. La pequeña tenía 11 años. Las que aparece sobre una alfombra son del 17 de abril del 2010 y la hora que figura son las 10.40 horas. En ninguno de los dos casos se puede reconocer el piso en el que estaba la niña, aunque en esos momentos Alfonso Basterra y Rosario Porto no se habían separado ni divorciado.
Más allá de la ropa o la postura, los investigadores creen importantes las imágenes por la mirada de la pequeña.
XURXO MELCHOR
Santiago / La Voz 06 de junio de 2014 05:00
Si por algo les parecen importantes a los investigadores del caso Asunta las escabrosas fotografías recuperadas de los teléfonos móviles y ordenadores de sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, es por la mirada que tiene la pequeña en muchas de ellas. Su rostro aparece hierático, los ojos están abiertos pero perdidos y da la impresión de estar zombi. La Guardia Civil cree que estaba drogada y, por lo tanto, a merced de quien le obligó a posar en posturas que no parecen propias en una niña de tan corta edad.
Si Asunta estaba o no drogada no es una cuestión sin importancia. Hay que recordar que los exámenes toxicológicos han probado que a la niña le fue suministrado Orfidal al menos desde el mes de julio del 2013. Este es el mismo tranquilizante que tomaba su madre y que compró en grandes cantidades su padre. Y es esa misma sustancia la que ingirió en grandes cantidades el día de su asesinato. Su muerte se produjo por asfixia mecánica con un objeto blando, probablemente unos pañuelos de papel, pero previamente, a la hora de la comida con sus padres según el juez Vázquez Taín, le fue suministrado el sedante en una dosis tóxica.
Es cierto que Asunta tenía el traje de cabaretera que viste en las fotos porque lo utilizó en una actividad de sus clases de ballet, como ha confirmado su profesora. Pero, más allá de lo llamativo de la ropa y del maquillaje que llevaba la niña ese día, hay otros elementos que hacen que los investigadores piensen que las imágenes son «difíciles de explicar para unos padres». Uno de ellos es la hora en la que fueron tomadas. Los archivos recuperados tienen fecha del 1 de julio del 2010. La pequeña tenía, por tanto, tan solo diez años de edad. La serie de fotografías comienza a las 00.27 horas y finaliza un minuto más tarde, aunque hay dos de ellas de las que no se ha podido determinar la hora. ¿Qué hacía la niña tan tarde así vestida y posando de manera tan impropia?
En julio del 2010 Rosario Porto y Alfonso Basterra aún no se habían separado, por lo que los dos vivían juntos con su hija en el piso del número 31 de la calle Doutor Teixeiro de Santiago. Es en este inmueble en el que se tomaron las fotografías en las que Asunta sale vestida con un corpiño y medias de rejilla. El sillón en el que está recostada la pequeña, adoptando incluso posturas que a los investigadores les parece que tienen «contenido sexual», es el mismo que puede verse en las imágenes que la Guardia Civil tomó cuando registró el piso de Rosario Porto. También se puede reconocer el mismo sofá, la misma mesilla, la misma lamparita y el mismo radiador.
Junto al sillón en el que está recostada Asunta hay otro idéntico. La pequeña mira a cámara con la mirada perdida, en unas imágenes cruza las piernas y apoya los pies en un cojín y en otras las abre en una postura ciertamente inadecuada para una menor fotografiada por su progenitor.
En otra de las imágenes, en un primer plano de la niña sentada, la niña fuerza una sonrisa que deja ver sus dientes y en la más macabra de todas Asunta, con toda probabilidad siguiendo las indicaciones de quien la fotografía, impulsa hacia arriba sus mofletes con sus dedos índices esbozando una sonrisa forzada que es del todo siniestra.
En modo alguno la pequeña aparece en actitud divertida ni participativa. Da la impresión de que realmente está pasándolo mal.
Como amortajada
Si inquietantes e inapropiadas resultan las fotografías de la niña vestida con corpiño y medias de rejilla, más extrañas son las imágenes en las que aparece dormida. En unas está tendida en la cama con su peluche al lado. En otras tirada en el suelo, sobre una alfombra, y enrollada en unas sábanas. En ambas Asunta aparece con la ropa de cama alrededor de su cuerpo, como si estuviese amortajada.
Su mirada vuelve a estar como perdida en muchas de estas extrañas imágenes. En algunas tiene los ojos cerrados, pero en la mayoría mira a la cámara con expresión hierática y sin mover un solo músculo del rostro. Nuevamente, parece estar ausente por haber sido drogada.
Las fotografías en las que está sobre una cama, pero encima del colchón y con las sábanas alrededor del cuerpo, son del 3 de marzo y están tomadas por la mañana. Según la hora del archivo, en el entorno de las 9.30 horas. La pequeña tenía 11 años. Las que aparece sobre una alfombra son del 17 de abril del 2010 y la hora que figura son las 10.40 horas. En ninguno de los dos casos se puede reconocer el piso en el que estaba la niña, aunque en esos momentos Alfonso Basterra y Rosario Porto no se habían separado ni divorciado.