Una pista es forestal porque atraviesa una zona de monte. En las que hay viviendas se asfaltó en su día, en otras no. No hay alumbrado público ni cunetas, por lo que suelen estar desiertas. Solo paseamos por ellas los que tenemos casa.
Y los que vivimos o hemos vivido en ellas nos las conocemos como la palma de nuestra mano. Donde hay agujeros, zanjas... podríamos andarlas de noche y hasta con los ojos cerrados, al igual que Rosario.