BOXEO: Campeonatos, Mundiales y Exhibiciones

Febrero 23 de 1938

Pelea: Joe Louis vs Nathan Mann

Joe Louis se proclama de nuevo campeón mundial de los pesos pesados en Nueva York, al derrotar por K.O. en el tercer asalto a Nathan Mann.

 

De vender paletas en la calle y aferrarse al boxeo para superar el bullying a amasar una fortuna de USD 300 millones: 5 claves del fenómeno Canelo Álvarez​

El mexicano expone este sábado sus cinturones de campeón supermediano frente al turco Avni Yildirim. Los periodistas Renato Bermúdez y Salvador Rodríguez, narradores de las pelea y profundos conocedores de su atrapante historia, ofrecen detalles reveladores de cómo se erigió como el mejor boxeador libra por libra del momento​

Por
Pablo Cavallero
26 de Febrero de 2021





Canelo protagoniza una de las grandes peleas de 2021 (Ed Mulholland/Handout Photo via USA TODAY Sports)
Canelo protagoniza una de las grandes peleas de 2021 (Ed Mulholland/Handout Photo via USA TODAY Sports)

“Es el N° 1 libra por libra y, con un Many Pacquiao todavía sin mucha acción, es el más reconocido, el que atrae las masas... Y el que gana más dinero”. Renato Bermúdez es, junto a Salvador Rodríguez, uno de los rostros de ESPN Knockout. Estará este sábado, una vez más, al frente de la transmisión de la pelea de Saúl Álvarez frente al turco Avni Yildirim, en la que expondrá sus cinturones de peso supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial (AMB) y, si los retiene, quedará listo para retos más ambiciosos, ganar los títulos de la Organización Mundial y la Federación Internacional. Su descripción no es azarosa: lo conoce en profundidad, por haber estado, junto a su coequiper, cerca de la evolución del boxeador que, a fuerza de prestaciones sólidas y de alto impacto, consiguió que su apodo, Canelo, se devorara a su nombre y apellido.

“He tenido la fortuna de cubrir su carrera desde hace más de 10 años, desde cuando no era campeón del mundo. Le ha tocado crecer a golpes”, asegura Bermúdez sobre el pugilista de 30 años, que ya ha reinado en cuatro divisiones y ostenta un récord de 54 victorias, dos empates y apenas una derrota. Que surgió de un hogar humilde y apasionado por el boxeo hasta transformarse en uno de las 10 celebridades mejores pagadas del mundo; con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como únicos deportistas por encima suyo en la nómina. Que irrumpió en publicaciones del corazón o de interés general por sus relaciones sentimentales o nivel de ostentación en redes sociales, pero nunca fue noticia por excesos, adicciones o defección en su entrenamiento. Y que, en silencio, sin promocionarlo, siempre le tiende la mano a sus orígenes. Aquí, con ayuda de los narradores de su próximo combate, cinco claves para entender el fenómeno Canelo Álvarez.

1-ORIGEN HUMILDE COMO MOTOR DEL ÉXITO

Canelo se crió en una familia de bajos recursos, tiene seis hermanos y una hermana, todos amantes del boxeo y con la cultura del trabajo internalizada. Ayudaba en el negocio de los Álvarez y, desde los 5 años comenzó a vender aguas y paletas (helados) en las calles y los colectivos. Rigoberto, uno de sus hermanos, contó que el primer día volvió con todos los productos derretidos por la vergüenza que le daba el contacto con la gente para vender lo que llevaba. Ya reconocido mundialmente, abrió su negocio de paletas “Santos Sabores”.

Saúl Alvarez y su Ferrari, de la que hay sólo 400 ejemplares en el mundo (Foto: Instagram @canelo)
Saúl Alvarez y su Ferrari, de la que hay sólo 400 ejemplares en el mundo (Foto: Instagram @canelo)

2-EL BOXEO COMO PASIÓN PARA SUPERAR EL BULLYING

El hecho de ser pelirrojo no sólo le ofrendó su apodo: Canelo. Por ese motivo, Saúl Álvarez quedó en el blanco de las burlas en la escuela. “Me tiraban carreta por el color de pelo, por las pecas”, supo contar. En el boxeo, actividad en la que se respaldó su familia, encontró su pasión, la manera de dejar atrás los malos momentos.
Quiso ser boxeador cuando vio debutar a su hermano Rigoberto, quien luego lo ayudaría a entrenarse. “Toda la vida se han peleado, como buenos hermanos. Rigoberto fue campeón del mundo. Ramón Álvarez, Ricardo Álvarez, todos fueron boxeadores y hoy son empresarios reconocidos. El boxeo se convirtió en algo más para la familia; hoy, incluso, la madre tiene un sobrino que está intentando boxear, Johan Álvarez”, describe la dinastía el Chava Rodríguez.

3-SIN TIEMPO PARA LAS DISTRACCIONES: EL FOCO PUESTO EN TRIUNFAR

Hoy padre de cuatro hijos, Álvarez tuvo a su primera heredera a los 17 años: Emily Cinnamon. “Siendo padre tan joven cambian las prioridades; es mucho más el enfoque. Pero él fue enfocado desde niño, sobre todo al venir de una familia de boxeo en Guadalajara que lo ha ayudado muchísimo en su carrera”, plantea Renato Álvarez. Tras llegar a la cúspide, Canelo supo ser noticia por sus formidables ingresos, o sus parejas, muchas de ellas mediáticas, pero no por deslices en sus preparaciones o su vida personal.
“Tiene el paquete completo, trajo el talento y lo combina con disciplina. Tiene un equipo que le permite triunfar, porque todos tienen ganas de trascendencia, de quedar en la historia. Tienen hambre”, apunta Salvador Rodríguez. “El desarrollo desde niño, con los hermanos, que estaban en el gimnasio; siempre se enfocó en ser campeón del mundo. Su fuerza mental lo ha hecho el peleador que es hoy, por eso escapó a las tentaciones”, completa la foto Bermúdez.

4-LUJOS, FORTUNA Y UN PERFIL SOLIDARIO SUBTERRÁNEO

Su fortuna se calcula en 300 millones de dólares, más allá de que en 2020 sus ingresos menguaron por la pandemia de coronavirus. En las redes sociales ostenta su closet, con indumentaria de las mejores marcas, su colección de relojes y su afición por los automóviles de lujo, con el “Pitufo” como pieza destacada. Se trata de un Bugatti Chiron que puede alcanzar hasta 420 kilómetros por hora y por el que pagó 50 millones de dólares. Otra de sus gemas es una Ferrari de la cual sólo hay 500 ejemplares en el mundo y que le costó USD 4 millones. También es fanático de los caballos.

Pero la ostentación lo lo lleva a olvidarse de su origen humilde. Y les tiende la mano a los necesitados en actos altruistas que muchas veces ni siquiera publicita, y son los asistidos los que lo hacen, a modo de agradecimiento. “Ayuda a muchísimas personas, niños en México, en San Diego, en Guadalajara... Lo que vemos en el cuadrilátero no es lo que vemos fuera de él. Vive enfocado en familia y eso lo ayuda como boxeador”, asegura Bermúdez.
En noviembre de 2020, por caso, una niña, Lupita, le escribió pidiéndole si le podía firmar unos guantes para sortearlos y a partir de ello reunir dinero para una operación y la posterior rehabilitación. Canelo directamente pagó la intervención y la terapia de la fanática.

Chava Rodríguez, con el cinturón, junto a Renato Bermúdez; dos de los periodistas que más conocen a Canelo. Juntos transmitirán la pelea de este sábado por ESPN, con la compañía de Jorge Masvidal, estrella de la UFC y el especialista Bernardo Osuna
Chava Rodríguez, con el cinturón, junto a Renato Bermúdez; dos de los periodistas que más conocen a Canelo. Juntos transmitirán la pelea de este sábado por ESPN, con la compañía de Jorge Masvidal, estrella de la UFC y el especialista Bernardo Osuna

5-TRANSFORMÓ “HATERS” EN FANS

Tal vez por su perfil, o a partir de las acusaciones de que no siempre eligió a los rivales de mayor envergadura para subirse al ring, Canelo no siempre fue profeta en su tierra, a pesar de que, por ejemplo, es el boxeador que más impacto genera en la venta de “pay per view”. “Medio México no quiere que siga triunfando, y eso no está tan visto. Con el tiempo ha convertido Canelo haters en Canelo fans”, subraya Bermúdez.
¿Cuál es su techo? “Ya está en el techo -concluye Chava Rodríguez- el reto es mantenerse ahí. En 2021 empieza a fortalecerse el legado, cómo va a ser recordado. Está tratando de ser el primer campeón supermediano indiscutido en la historia”.

 

Saúl Canelo Álvarez defenderá sus títulos mundiales ante Avni Yildirim: hora, TV y todo lo que hay que saber sobre la pelea

El mexicano, amplio favorito en las casas de apuestas, enfrentará al turco que tendrá la tercera oportunidad de convertirse en campeón​

27 de Febrero de 2021





Canelo se sube una vez más al ring para defender sus títulos
Canelo se sube una vez más al ring para defender sus títulos

El Hard Rock Stadium de Miami será el escenario este sábado 27 de febrero para el combate entre el mexicano Saúl Álvarez y el turco Avni Yildirim donde estarán en disputa los cinturones del Consejo Mundial de Boxeo y Asociación Mundial de Boxeo de la categoría supermediano que están en poder del mexicano. Con un récord de 54-1-2 (36 por KO) en su carrera, Canelo volverá a subirse al ring ante 15.000 espectadores en el primero de los cuatro combates que quiere disputar en este 2021.

El objetivo de Saúl es conquistar todos los cinturones de las 168 libras, algo que ningún otro boxeador ha conquistado en este peso. El primero paso será para enfrentarse a Yildirim (21-2, 12 por KO), el retador impuesto por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y que, para los expertos de este deporte, no parece tener el nivel suficiente para poner en apuros al campeón.

El mexicano, que en su historial sólo tiene la derrota de 2013 ante el gran Floyd Mayweather y que para muchos es actualmente el mejor libra por libra, peleó por última vez el pasado mes de diciembre ante el inglés Callum Smith al que apabulló y derrotó por decisión unánime de los jueces. Ahora, enfrente tendrá al asiático conocido como el ‘Lobo turco’ cuyo nivel sería inferior al de Smith. Además, lleva dos años sin pelear desde su derrota ante Anthony Dirrell por el título mundial.

La última vez, en Texas, el mexicano derrotó a Smith por decisión unánime de los jueces (Foto: Usa Today)
La última vez, en Texas, el mexicano derrotó a Smith por decisión unánime de los jueces (Foto: Usa Today)

Yildirim, de 29 años y 1,82 de estatura (7 centímetros más alto que Álvarez), busca en su tercer intento convertirse en el primer campeón mundial de su país. Sin embargo, lo tendrá complicado no sólo por el actual nivel del campeón y la potencia de sus golpes, sino por la actitud de un Canelo que no se confía de un boxeador que aunque no es excesivamente conocido, sí lo es precisamente para él ya que fue su sparring hace tres años cuando se preparaba para pelear contra Gennady Golovkin.

“Veo un peleador que va hacia adelante, obviamente. Tiene mucha valentía. Puede ser peligroso en cualquier momento porque es un peleador fuerte. No hay duda que tengo más cualidades, pero en el boxeo siempre debes estar atento. Va a venir a quererme arrancar la cabeza. Va a querer ganarme porque es un peleador peligroso que siempre presiona en las peleas”, expresó el mexicano en una entrevista Boxing Scene.

Saúl Álvarez iniciará este sábado su hoja de ruta del año en la que tiene previsto pelear en mayo contra Billy Joe Saunders, monarca de la OMB, y meses después, contra Caleb Plant, monarca de la FIB. De este modo parece que de momento será complicado un tercer capítulo frente al kazajo Gennady Golovkin, el combate que es desde hace mucho tiempo el deseo que todos parecen querer ver convertido en realidad.

CANELO ÁLVAREZ VS. AVNI YILDIRIM

ESTADIO:
Hard Rock Stadium, Miami (Florida)

HORARIO DE INICIO DE LA VELADA Y TV

España:
01:00 am (domingo 28 de febrero) / DAZN
Estados Unidos: 7:00 pm / DAZN
México: 6:00 pm / TV Azteca, TUDN, Canal Space, ESPN y ESPN 2
Colombia: 7:00 pm / ESPN y ESPN 2
Chile: 9:00 pm / ESPN y ESPN 2
Argentina: 9:00 pm / ESPN y ESPN 2
Perú: 7:00 pm / ESPN y ESPN 2

 

“Canelo” Álvarez derrotó por nocaut técnico a Avni Yildirim: Así se vivió el round por round​

El jalisciense mantuvo su título unificado de peso supermediano frente al turco que no había peleado en dos años​

28 de Febrero de 2021





En el tercer round, Canelo soltó un derechazo que envió a la lona a Yildirim (Foto: Twitter@DAZNBoxing)
En el tercer round, Canelo soltó un derechazo que envió a la lona a Yildirim (Foto: Twitter@DAZNBoxing)

Esta noche Saúl el “Canelo” Álvarez reafirmó su racha ganadora y mantuvo los dos cinturones de peso supermediano otorgados por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Su rival, Avni Yildirim, fue designado por el CMB. Sin embargo, por decisión de su esquina no salió a disputar el cuarto capítulo luego de haber tocado la lona.

Alrededor de las 18:30 Álvarez salió del hotel con dirección al Hard Rock Stadium de Miami, a donde llegó 40 minutos después acompañado de su esquina encabezada por Eddy Reynoso. Por otro lado, Yildirim arribó con su equipo, todos ellos portando una vestimenta roja, alrededor de las 19:20 para realizar los últimos calentamientos previos a la pelea.



21:28 - J Balvin abrió el show y recibió al Canelo Álvarez con dos canciones.
21:38 - Comienza la presentación de la pelea estelar con los dos boxeadores en el ring. El público en ambiente aclama por la participación de los pugilistas.

21:40 - El presentador presentó al retador, procedente de Turquía, Avni Yildirim.
21:44 - “Damas y caballeros, desde Guadalajara, Jalisco. El gran campeón Saúl Canelo Álvarez”

J Balvin protagonizó el show previo a la entrada del boxeador mexicano (Foto: Instagram/DAZNBoxing)
J Balvin protagonizó el show previo a la entrada del boxeador mexicano (Foto: Instagram/DAZNBoxing)

Round 1

Saúl sacó el primer golpe con la izquierda. Con mesura y calma ambos boxeadores miden sus capacidades y los intercambios de golpes son espaciados. Hacia el minuto con 15 segundos, el jalisciense recibió un llamado de atención del referee por un golpe debajo de la cintura.
Canelo saca golpes desde su puño izquierdo que impactan la zona baja de Yildirim. Hasta el momento se ha guardado la derecha.
El mexicano lució mejor en el primer capítulo.

El primer round se caracterizó por la mesura de ambos boxeadores (Foto: Captura de pantalla - Box Azteca)
El primer round se caracterizó por la mesura de ambos boxeadores (Foto: Captura de pantalla - Box Azteca)

Round 2

El Canelo sigue dominando con golpes certeros mientras Mr. Robot recibe todos los impactos sin responder. Después de unos segundos, el turco intenta golpes de dos tiempos y logró impactar un gancho en el costado del Canelo.
En el segundo capítulo destacaron un par de certeros golpes de derecha que impactaron en la cara del retador. El canelo lució superior por segunda ocasión consecutiva.

El derechazo con el que Canelo aseguró la victoria (Foto: Ed Mulholland / EFE)
El derechazo con el que Canelo aseguró la victoria (Foto: Ed Mulholland / EFE)

Round 3

La derecha del mexicano comenzó a tener mayor protagonismo en la pelea. Hacia la mitad del tercer round, con gran fuerza, el canelo mandó a la lona a su rival y se consolidó como el dominador del encuentro. El turco no encuentra el rumbo para conectar golpes en contra del actual campeón unificado.

El referee no permitió el cuarto round del encuentro y decretó un nocaut técnico que le otorgó la victoria al “Canelo” Álvarez. La esquina del retador tiró la toalla.

Al término de la pelea el semblante de ambos pugilistas guardaba enormes diferencias. Por un lado, el rostro intacto y repuesto del tapatío contrastó con los pómulos hinchados del retador. Muchos comentaristas, analistas y expertos pronosticaban una pelea de trámite para el mejor libra por libra del mundo. Uno de ellos fue el también boxeador Chris Eubank Jr. quien enfrentó en 2018 y lo venció en tres rounds.

¿Por qué Canelo está peleando con un sujeto al que noqueé en 3 rounds hace tres años? Creo que, si es el mejor libra por libra, como dicen muchos, deberá noquearlo en el primer round, así que ya veremos”, comentó el boxeador en su cuenta verificada de Twitter, @ChrisEubankJr.

Saúl Álvarez mantuvo el título unificado de peso supermediano (Foto: Twitter@DAZNBoxing)
Saúl Álvarez mantuvo el título unificado de peso supermediano (Foto: Twitter@DAZNBoxing)

Con el duelo finiquitado en nueve minutos, Saúl “Canelo” Álvarez superó al retador impuesto por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Ahora, su siguiente objetivo apunta a Billy Joe Saunders, el británico que tendrá que superar en mayo si quiere continuar con el camino hacia la obtención de todos los títulos mundiales en su división.

En entrevista para ESPN, después de su pelea, el jalisciense reconoció que el estilo de su próximo rival es enfadoso. Además, dijo “me van a costar trabajo los primeros asaltos por el movimiento de Saunders. Aparte es un peleador zurdo. Sin embargo, en el nivel en el que estoy me tengo que acoplar a cualquier estilo”.

En caso de superarlo, tendrá la oportunidad de retar a Caleb Plant, propietario del título de campeón supermediano de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en un duelo donde se podrá consagrar como el mejor boxeador de su categoría.

 

El escalofriante nocaut de una promesa del boxeo nigeriano que se postula como el mejor del año

Efe Ajagba ganó por la vía rápida con un potente golpe sobre el rostro de Brian Howard. El africano aspira a ser un serio candidato a luchar por el cinturón de los pesados a futuro​

13 de Abril de 2021





El nombre del boxeador nigeriano Efe Ajagba volvió a ocupar las primeras planas de los medios especializados después de la gran performance que llevó a cabo en el Osage Casino de la ciudad de Tulsa, Oklahoma (Estados Unidos) en la categoría de los pesos pesados.

El oriundo de Ughelli, ciudad que se ubica a 500 kilómetros de la capital del país africano, destrozó a su rival Brian Howard en el tercer round con un recto de derecha que sentenció el combate. Una definición que señalan como seria candidata al mejor KO del año.

El combate comenzó muy parejo, con Ajagba estudiando cada movimiento del experimentado luchador estadounidense y trabajando sobre la parte inferior de su cuerpo. Un plan que ideó durante sus entrenamientos previos y que le sirvió para llevar a cabo el espectacular remate.

Ajagba ganó por nocaut en el tercer round
Ajagba ganó por nocaut en el tercer round

Las imágenes están dando la vuelta al mundo ya que el joven de 26 años se está convirtiendo poco a poco en el nuevo terror de los pesos pesados. Actualmente lleva 15 victorias en la misma cantidad de peleas, de las cuales 12 fueron por la vía rápida.

Sus triunfos suelen tener un patrón en común. Es que el nigeriano generalmente define sus combates aplicando su poderosa derecha en forma de recto, cross o upper. Entre sus principales características destaca su altura (1,98 metros) la cual le permite tener un mayor alcance.

En esta ocasión, Ajagba se plantó frente a Howard a falta de un minuto y medio para que sonara la campana, lo midió primero con un jab de izquierda y cuando su oponente bajó la guardia atacó de lleno con su derecha, llevando a cabo un impecable “uno/dos”. Cabe destacar que para noquear con éste tipo de remate el luchador debe tener mucha potencia en su mano, ya que el golpe tiene menos recorrido que si lo hiciera con un cross (gancho).

Howard, de 40 años, cayó desplomado sobre la lona e inmediatamente el árbitro Tony Crebs decretó el final sin hacer falta un conteo previo

Ajagba es una de las promesas del boxeo mundial
Ajagba es una de las promesas del boxeo mundial

“Traté de golpear antes de que él pudiera comenzar a atacar con su jab. Él es un boxeador muy astuto. Desde la esquina me dijeron que me tomara mi tiempo. Empezar golpeando al cuerpo para que dejara la cabeza libre y luego ir allí”, explicó el joven talento de la división.

“Cuando empiezo a trabajar en el cuerpo de mi rival, le hago soltar la guardia. Ese es mi plan. Soy muy alto, así que suelto mi jab con mi brazo izquierdo y tiro con la derecha”, remarcó antes de asegurar que de ahora en adelante, “solo quiero brillar, es mi hora de brillar. Lo sé, voy por los mejores pesos pesados para convertirme en el mejor de la categoría”.

Ajagba forma parte de los nuevos nombres que están llamados a dominar el mundo pugilístico. El nigeriano asistió a los Juegos Olímpicos de Río en 2016, además de obtener la medalla de bronce en los Juegos de la Commonwealth 2014 y la de oro en los Juegos Africanos 2015.

El peleador también ocupó una parte de los principales medios deportivos en agosto del 2018, cuando obtuvo el récord de la victoria más rápida de la historia del boxeo (1 segundo) en su enfrentamiento contra Curtis Harper. En aquel entonces, el estadounidense abandonó el cuadrilátero al inicio del primer asalto.

 

Canelo ganó por KO técnico a Saunders: “Le quebré el pómulo”

Álvarez manejó toda la pelea y se quedó con todos los títulos supermedianos luego de ocho rounds.​

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Billy Joe Saunders vs. Canelo Alvarez.



09/05/2021 1:03

Actualizado al 09/05/2021 1:31

El mexicano Saúl Canelo Álvarez (55-12, 37 KO) ganó por KO técnico al británico Billy Joe Saunders (le cortó el invicto) luego de ocho rounds y se quedó con todos los título mundiales súper mediano: ya tenía el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y ahora le sumó el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Canelo le cerró el ojo y le lastimó mucho el pómulo, razón por la que frenaron la pelea. "Creo que le quebré el pómulo", soltó. Indiscutible.


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Golpe de Canelo.

La pelea tuvo lugar en el AT&T de Arlington, ubicado en Texas (Estados Unidos), y se pudo seguir a través de la App DAZN, disponible en cualquier dispositivo Android o iOS. Hubo 73.126 espectadores en el estadio, una cifra récord en plena pandemia. Álvarez le llenó los ojos a todo el público y la cara de golpes a Saunders, que había arrancado bien, pero no pudo aguantar el poder del mexicano, cada día más leyenda.
"Como dije antes, la pelea se iba a desarrollar después del séptimo round y no fue tan difícil como lo esperaba. Ahí me doy cuenta de mi buena preparación y que sigo mejorando día a día. Me fui acomodando muy rápido, sabía que esto se iba a dar. Creo que le quebré el pómulo y sabía que no iba a salir. Dije 'no va a salir porque le quebré el pómulo', y así fue", soltó Canelo con todos los cinturones en sus manos. Y gritó: "Gracias a todos. ¡Viva México, cabrones!".




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El festejo de Canelo.

¿Cómo fue la pelea?

Canelo manejó los tiempos, los golpes y la excitación del público. Si bien dejó ir el primer round, midiendo al británico (buenos jabs), luego fue conectando los mejores golpes y lastimando al rival. Las derechas del mexicano levantaron a la gente y obligaron a Saunders a dar un paso para atrás. Álvarez tiró al flexo y al rostro. Uno y uno. Variedad y velocidad.
"Ya estás entrando en ritmo, ¿ya te sientes mejor? No te descuides", le dijeron en el rincón a Canelo. Y así fue. Otra derecha con dinamita, más allá de que Saunders decía que no le dolía... En el quinto asalto el europeo se recuperó (fue el segundo round que ganó), pero a partir de ahí fue todo mexicano.
Y en el octavo lo liquidó a pura potencia: gancho al hígado para empezar a abrir la defensa, brazos arriba para contagiar aún más a la gente, el amor propio de Billy Joe y el uppercut de lleno en el pómulo derecho del europeo con el que le cerró el ojo y lo obligó a no salir al noveno. Es más, de ahí se fue directo al hospital.

No había duda de que ganaría. Todos los jueces lo tenían arriba en las tarjetas y la diferencia de boxeo y jerarquía fue muy clara en Texas. "Estoy muy agradecido de saber de dónde vengo, es un honor estar ante tanta gente, brindarle alegrías y triunfos a mi gente, mi país, mi familia, mi equipo... Mucho orgullo", dijo.

Va por más:

Canelo unificó los títulos de AMB, OMB y CMB. "No es suficiente, para mí nada es suficiente. El boxeo es mi vida diaria, es otro día en la oficina, es parte de mi rutina, de mi vida, lo disfruto mucho", soltó. Y apuntó a Caleb Plant, dueño del cinturón de la FIB: "Ojalá que se pueda dar esta meta a corto plazo de unificar los títulos", pidió Canelo.

https://www.ole.com.ar/boxeo/canelo-saunders-victoria-ko-tecnico-ojo_0_qQBhPFlvK.html#
 

La trágica vida de César Romero: venía de boxear en Mónaco y a la semana siguiente murió acribillado cuando realizaba su último atraco​

Ex presidiario, estuvo a punto de pelear por el título del mundo. Al perder en su chance previa en el principado, volvió a Buenos Aires decidido a pagar deudas con un gran robo. Lo mató la policía durante un asalto en el conurbano bonaerense​


Por
Cherquis Bialo
13 de Junio de 2021
Especial para Infobae



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Romero en su última pelea, con el venezolano Fulgencio Obelmejías, donde perdió la oportunidad de pelear por el título del mundo.

En el corazón de cada boxeador innominado se anida la ilusión de un Rocky. Y aquellas fantasías con las cuales los guiones cinematográficos nos transportan a un mundo circular que gira desde la abyección hasta la gloria, algunas realidades pueden ser más dramáticas aún. La siguiente es sólo una de tantas:

César Romero cumplió una condena de 5 años y medio por reiterados robos a mano armada. Tras salir de la cárcel bonaerese de Mercedes en marzo de 1978 se propuso tres cosas: retirarse del delito, encontrar un trabajo decente y regresar a los rings sobre los cuales había abrevado irrelevantemente como amateur. Sin embargo algo extraordinario ocurrió en su vida: ganó 7 peleas sucesivas y dos de ellas de manera sorprendente. En la primera (30-7-83) noqueó al uruguayo Carlos María Flores Burlón – un estilista de línea exquisita- y en la segunda (9-6-84) se impuso ampliamente al paraguayo Juan Carlos Giménez.


Estos dos combates impulsaron a “La Bestia” Romero al conocimiento popular. Por su violencia para atacar, su inmenso tatuaje de un águila con las alas desplegadas cubriendo la superficie total de su torso –un hecho inédito sobre el ring del Luna Park- y su historia carcelaria, se convirtió rápidamente en codiciado personaje de los medios.

Lo insólito de esta mueca del destino fue que Flores Burlón tenía arreglada la disputa del cinturón de los medio pesados del mundo frente al campeón Michael Spinks en Las Vegas, por la cual cobraría 700.000 dólares. No obstante aceptó el match contra Romero como si se tratara de un combate preparatorio, de un “trámite sin riesgos” pues La Bestia era su “sparring”, lo conocía bien por hacer guantes diariamente y dominarlo a su antojo.

La historia ofrece más sorpresas pues el “Kanga” Juan Antonio Bonet, entrenador de Flores Burlón, fue quien recibió a Romero en Pergamino después que éste lograra su libertad condicional y solo tenía 23 años. Más aún, lo ayudó para que no volviera a Villa Insuperable (La Matanza), desde donde operaba su banda delictiva; además le consiguió un trabajo de chapista y le facilitó su gimnasio para mejorar como boxeador. Nadie creía que Romero con dos años de profesional y una treintena de combates pudiera “embocarlo” a Flores Burlón; son situaciones azarosas que el boxeo ofrece muy esporádicamente.

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César Romero y su tatuaje sobre el torso y su pegada llamó la atención de los habitués al Luna Park. Lo apodaron "la Bestia".

Una derecha cruzada, impiadosa, profunda; impulsada con la fuerza del torso dibujando un medio giro en el aire llegó tan plena a la mandíbula del uruguayo que el nocaut cambió el destino de dos personas. Quien tenía ahora el camino hacia Michael Spinks sería Romero, pero le faltaba un último escollo: ganarle al venezolano Fulgencio Obelmejias en Montecarlo la pelea eliminatoria. Si lo lograba se aseguraría la disputa del campeonato mundial y una bolsa de un millón de dólares. Y fue por ello que en la terraza del hotel Miraveu de Montecarlo había seis argentinos ilusionados, integrantes de una delegación deportiva que se aprestaban a almorzar. Transcurría el viernes 12 de Julio de 1984 y acababan de arribar de la ciudad de San Remo, Italia. Allí, los boxeadores Juan Domingo “Martillo” Roldán y César Romero habían completado sus entrenamientos al cabo de dos semanas. Les acompañaban el jefe de la delegación y dueño del Luna Park, Juan Carlos Lectoure, los entrenadores Adolfo Robledo (Roldán), y Carlos “Bocha” Martinetti (Romero) y el comanager de Martillo, Luis Abbá.

—Muchachos, hoy hay que comer pescado- dijo Tito Lectoure en alusión a que la próxima comida sería recién al día siguiente en que cada uno afrontaría diferentes tipos de compromisos y el pescado garantizaba una menor cantidad de calorías ante la exigencia de la balanza.

Para Martillo Roldán -ese entrañable amigo que el COVID-19 nos arrancó en 2020- su combate ante el francés André Mongelema sería un “trámite” de final previsto. Ganaría a la distancia de ocho asaltos a pesar de una lesión en su mano derecha. Martillo venía de hacer una pelea durísima frente a Marvin Hagler en Las Vegas . Y aunque lo derribó en el asalto inicial, Hagler terminó imponiéndose por KOT en el 10°round.

Desde esa terraza, la brisa acaricia y envuelve. Y el azul del Mediterráneo resulta tan puro y quieto que el ruido contra el agua de los lujosos yates fondeados legitiman la perfección del paisaje.

Sobre los manteles gruesos y blancos de un solo patrón telar y con escudos, descansan las tres copas de cristal de baccarat que corresponden a cada comensal. Y en los laterales de cada asiento se advierten los cubiertos de plata que hasta aquí cada cual mira con disimulada desconfianza. El sommelier ofrece un Asti fresco y transpirado de Toscana, pero Lectoure le agradece explicando : “Son boxeadores que mañana pelearán en el Estadio Louis ll y que solo acompañaran la comida con agua Perrier”. Caviar de Irán, ostras de Bouzigues y salmón del Báltico, conformaron el menú de este mediodía. Al término del almuerzo salimos a caminar con César “La Bestia” Romero por los alrededores del hotel para “bajar la comida.

—Nada de lo que me digas lo pienso publicar ahora en El Gráfico, a menos que me lo pidas. Quiero decirte que podés hablar con total confianza sobre tu pasado. En todo caso, le aclaré, el día que llegues a campeón del mundo, lo convertiremos en nota. Ese fue el pacto que tuvo como testigo a quien era corresponsal de Atlántida en Italia, el querido amigo y colega Bruno Passarelli.
César Romero me miró con ojos vacíos de brillo, exhaustos de frustración. Había estado cinco años y seis meses preso en el Penal de Mercedes por nueve hechos delictivos, todos por “robo a mano armada”. Dos de sus hermanos, Miguel Ángel y Jorge Antonio, también delincuentes, murieron al tirotearse con la policía. Y ahora aquí, bajo “libertad condicional”, con permiso de un juez para poder salir del país, nos hallamos sentados a una mesa del Café de París, ochava emblemática de Montecarlo el día de “la toma de la Bastilla”..

—¿En la cárcel se piensa más en salir para no reincidir o en salir para el desquite?
.—Primero pensás en cómo hacer para que no te violen o te manteen o te metan punta (faca). Pensá que cuando yo caí había hecho una sola pelea. En “cafúa” (presidio) fui practicando con otros presos. Una ojota en una mano te sirve como manopla para entrenarte.

—¿Me estás diciendo que te preparabas para ser boxeador profesional al cumplir la condena?
—No lo sé. Saber boxear me daba más seguridad para convivir en la cárcel. Y a mí me gustaba. Pero ojo, eh…en la cárcel se piensa de todo. Un día sos bueno y querés a todos. Otro día te volvés loco y no querés a nadie. Muchas veces tuve ganas de matar “buches” (delatores), “cobanis” (policías) o “candados” (agentes penitenciarios). Y otras en cambio, después que me “engomaban” (cierre nocturno de celdas y pabellones), me quedaba solo y pensaba cómo hacer para que esos pensamientos no me llegaran a la cabeza y limpiarlos de mi alma, de aquí adentro.

—Romero, tenés 25 tatuajes en todas las partes de tu cuerpo sin excepción. Desde este águila que cubre todo el torso hasta algún otro mínimo e no visible. Pero me llama la atención éste que tenés aquí, debajo del hombro izquierdo, mirá dice: “Madre, nunca más”, ¿qué significa?
—Que nunca más volveré a la cárcel. Y que si se me mete el diablo y hago alguna “cagada” prefiero que los “ratis” (policías) me hagan la boleta o me boleteo yo mismo, pero en “cafúa” no volveré nunca más

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César Romero, el autor de la nota y Martillo Roldán sonríen en un paseo durante su previa del combate en Montecarlo hace 36 años.

A Romero lo acompañaron dos grupos de personas bien diferenciados, sin contacto ni conocimiento previo entre ellos. Su hermano Saúl Mario, flaco, pálido, largo pelo negro sobre los hombros vencidos, jean azul naturalmente deshilachado, ojotas, siempre con un cigarrillo Jockey Club entre sus dedos y las uñas largas y sucias. Y el “Pichi” Daniel Rodríguez, musculosa, chancletas y gorra. Romero invitó a ambos con la condición de que no se acercaran ni al hotel, ni a los gimnasios donde estuviera la delegación. Y cumplieron. Aunque en más de una oportunidad y ante la visible tentación de ambos hubo que recordarles a estos muchachos que ante cualquier “fulería” no podrían ser deportados y deberían cumplir “gayola” en Italia o en Francia, según donde los “engancharan”. No habría bogas, ni excarcelación, ni habeas corpus. Es que había tanto Rolex, tanto “cuero” (billeteras y carteras) “regaladas”, tanto “vento” en bolsillos voleados…

El otro grupo de acompañantes era completamente distinto, eran quienes creyeron en la reivindicación social de César “La Bestia” Romero, lo ayudaron y viajaron para apoyarlo. Todo lo inició Omar Buchacra, fanático hincha de Boca y concesionario por entonces de golosinas en varios estadios de fútbol. El convenció a otros dos de sus grandes amigos a que fueran a Montecarlo. Fue así que los jóvenes Raúl Gámez (luego exitoso presidente de Vélez Sarsfield) y Hugo Basilotta, actual vicepresidente de Alfajores Guaymallén -también ilustre “fortinero”- se integraron virtualmente a la delegación. Para Hugo Basilotta se iniciaba además un camino altruista que era el de ayudar a los boxeadores. Cuanto más humildes y desconocidos resultaren, mejor. Y aunque Hugo Basilotta no lo haya dicho en su libro auto biográfico “Este soy yo” por recato o respeto, tal su hidalguía, Romero me confesó en aquella charla que recibía 40.000 pesos argentinos (denominación de la época) y que en caso de ganar, tendría un bonus de 700 dólares. Además de Guaymallén, a Romero también lo respaldó publicitariamente la compañía Seguros Vigencia y Horacio Albini, uno de sus gerentes, formaba parte de la “legión de apoyo”.

Siempre me llamó la atención que Roldán y Romero no se hablaran mientras corrían. Ya lo había observado la noche del miércoles 11 en el restaurante Monte Calvo, de Poggio di San Remo, un lugar increíble en el punto final de la ladera, desde donde se domina la grandiosidad del mar. Los dueños, muy amigos de Tito, desde la época de Monzón, cada vez que llega algún boxeador o deportista argentino quieren tener el placer de invitar. Esa noche me di cuenta de que Roldán trataba de hablarle lo menos posible a Romero. Cosa extraña entre boxeadores que comparten un viaje. Por lo general son solidarios y compinches. Pero Roldán, finalmente, se soltó un poco más con Romero, quien contaba con ciertos desencuentros con su suegra. Cada uno aportó sus anécdotas. Y un silencio frío y cortante cruzó la mesa cuando Romero dijo: “A mí me hinchaba mucho, hasta que le dí un piñazo y no jodió más”. Nos quedamos helados. Para Roldán, un paisano sensible y crédulo, fue el acábose. Es más: en una sesión de entrenamiento, Roldán le metió un gancho a las costillas que Romero no quiso acusar. Se las aguantó dos rounds más con un dolor terrible y al finalizar el trabajo le confesó a Tito que sentía alguna costilla rota. Tito volvió a pedirle a Roldán que no le pegara, que lo respetara. Y a Roldán se le escapó algo así como que “no siento remordimientos al pegarle”. . .

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Romero entrenándose para cambiar la suerte. Había jurado que no volvería a la cárcel, prefería morir antes.

La pelea en Montecarlo frente a Fulgencio Obelmejias salió al revés. El venezolano de 31 años lo dominó técnica y psicológicamente, lo bailó, jugó con él y hasta en un momento, sobre el final del 5° round, le toco los glúteos como inequívoca señal de desafío para se enoje. No hubo reacción. Y el dolor en las costillas continuaba.

El viaje de regreso fue triste. Romero se había perdido la chance de ir a pelear a Las Vegas por un millón de dólares. No solo eso: tampoco habría de revertir su destino.
Sin disimular los quejidos del dolor en las costillas por los golpes de Roldan en los entrenamientos, Romero acomodó los dos autitos que había comprado para sus hijos mellizos Mario César y Jorge Abel, en el compartimiento posterior de su asiento del avión. Hizo entrar cuidadosamente una botella especial de Chianti con largo pico para su padre Servando y dos vestiditos, único regalo para su mujer Alejandra Lourdes Navarro. En Ezeiza no había ni periodistas, ni el camión de los bomberos que pasea a los vencedores.. Fue una vuelta silenciosa. Un regreso con derrota.

Fue el 23 de Julio de 1984, a los once días posteriores a la pelea y apenas una semana después de la llegada a Buenos Aires cuando ocurrieron los inesperados hechos. César “La Bestia” Romero y su hermano Saúl Mario pasaron a buscar, en un Dodge 1500, a “Pichi” Rodríguez – los dos lo acompañaron a Montecarlo- por su casa de Paraguay al 200 de Merlo a las 9 y 20 de la mañana. Una hora y media después, robaron un Gacel en Ramos Mejia. Su dueño, Carmelo Affatato, fue temblando a la comisaría e hizo la denuncia. Casi simultáneamente, en unas oficinas que la Empresa de Autotransportes La Plata (“La Costera”) tenía en el Camino de Cintura, cuatro hombres, integrantes de una banda de delincuentes, fuertemente armados, se llevaron 2.475.050 pesos argentinos. Entraron a los gritos, el golpe lo hicieron rápidamente y no hizo falta disparar. Se dirigieron con el botín hacia el Oeste evitando transitar el Camino de Cintura pues en el cruce con la Avenida Provincias Unidas había un destacamento policial. Necesitaron solo 17 minutos para llegar hasta la Empresa de Transportes “Almafuerte”, su próximo robo.

“Al piso, al piso hijos de p…, al piso o los matamos a todos. Esta vez el dinero no fue el esperado: apenas había 34.216 pesos argentinos, pues el camión de caudales se había “adelantado” a la hora “dateada”. Ante tanto griterío y locura, un vecino llamó al 605-0474, el número de la Comisaría de Isidro Casanova. Hacia el lugar denunciado partieron el comisario Héctor Alcántara y otros siete policías en dos Ford Falcon.

—Ahí vienen muchachos, agarren los fierros- grito desesperadamente César “La Bestia” Romero, apretando su cara contra el vidrio de una ventana. Y repitió: “Agarren los fierros que nos matan a todos…-

Antes de partir hacia su ilusión de ganarle la pelea a Obelmejias, Romero trató de explicarles a sus compinches que quería retirarse pues así se lo había jurado a su madre Doña Ramona Albornoz el día que la sufrida madre lo esperó en el portón de salida del Penal.

Pero Romero debía dinero a sus cómplices del pasado por el pago de honorarios a diferentes abogados y en Montecarlo les hizo una apuesta: “si gano, les pagaré después de la pelea con Spinks por el título; si pierdo haré un “reviente” con ustedes (un robo de caja de caudales), sólo uno; tomaran mi parte y me retiraré.

No tuvo tiempo; en el tiroteo en pleno robo, la policía lo acribilló a balazos...

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El cuerpo sin vida de César Romero, luego de enfrentarse a la policía tras el último robo que planeaba para su vida.

Archivo: Maximiliano Roldán

 

El boxeador Gabriel Rosado protagonizó un violento nocaut que es candidato al mejor del año​

El púgil de 35 años logró quitarle el invicto al joven boxeador uzbeko Bektemir Melikuziev, que venía con siete triunfos consecutivos y sin derrotas​

20 de Junio de 2021

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Gabriel Rosado protagonizó el mejor nocaut del año

El boxeador estadounidense Gabriel Rosado (26-13-1) se convirtió en el protagonista de la velada pugilística de éste sábado en Texas al vencer al uzbeko Bektemir Melikuziev con un violento nocaut que impactó de lleno en la mandíbula de su rival y que podría convertirse en la mejor definición del año.

Pese a no ser el candidato, el oriundo de Philadelphia se llevó el triunfo ante un oponente que venía con una racha de siete victorias consecutivas, de las cuales seis de ellas había terminado por KO. En esta ocasión Melikuziev bebió de su propia medicina en el Don Haskins Center de El Paso (Estados Unidos).

Si bien el joven de 25 años dominó durante el primer round, en el que hasta llegó a derribar a Rosado, durante el segundo la contienda comenzó a estabilizarse. Finalmente, en el tercero llegó el cross devastador que definió el combate.

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Gabriel Rosado se impuso a su rival con un violento nocaut (Getty)

Quedaba un minuto y 46 segundos para el final del tercer asalto y Melikuziev nunca pudo predecir lo que iba a suceder. El uzbeko, que era claro favorito ante un boxeador que venía cosechando resultados disparejos, acorraló a su oponente en una esquina sin imaginar lo que vendría.
Fue en ese momento en el que él se dispuso a atacarlo, cuando Rosado conectó un fulminante cross de derecha a su mandíbula con un movimiento de piernas excelente para, acto seguido, esquivar el puño de su rival que llegaba sin fuerzas y desarmado por el impacto.
El sonido del golpe se escuchó en todo el recinto, que estalló de algarabía al ver la violenta definición.
Tras caer desplomado sobre la lona el árbitro detuvo la pelea al instante. Mientras el uzbeko intentaba levantarse sin resultados y tambaleándose, el estadounidense de origen puertorriqueño festejaba con el público el hecho de haberle quitado el invicto a su contrincante (7-1). El trinufo le permitió quedarse con el título de peso súper mediano de la WBA Continental Americas y la WBO International.
Rosado se impuso en el tercer round de la velada (Getty)
Rosado se impuso en el tercer round de la velada (Getty)

La victoria le sirvió a The King para relanzar su carrera con 35 años y volver a protagonizar batallas estelares. Sin ir más lejos, tras el brutal nocaut que le dio el triunfo, pidió que su siguiente rival fuera Jaime Munguia, que en esa jornada cerró la velada venciendo a Kamil Szeremeta y agigantando su récord de 37 victorias sin derrotas.
“Yo espero, tal vez a finales de este año, estar disputando algún titulo del mundo y sino me gustaría mucho un Mexico - Puerto Rico. Gabriel Rosado se vio bastante bien el día de hoy y creo que será una muy buena pelea”, le respondió el mexicano de 24 años que defendió con éxito el título Intercontinental de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

 

Así pasa sus días Horacio Accavallo, el campeón más inteligente que tuvo el boxeo argentino

Tiene 86 años y desde hace once sobrelleva el mal de Alzheimer. Logró el cinturón en Tokio, después de 75 peleas, cuando ya tenía 32 años. Ni la fama ni el dinero modificaron su conducta. De cartonero a empresario​


Por
Cherquis Bialo
27 de Junio de 2021
Especial para Infobae




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Una de las últimas fotos de Horacio Accavallo en público, junto a Juan Martín Coggi y su hijo, a principios de siglo.

El campeón mundial más antiguo del boxeo argentino reposa su ayer en silencio. Hasta la clínica de recuperación neuronal donde se halla internado no han llegado los ecos de su infinita gloria pasada. Giran a su alrededor samaritanas personas que al asistirlo tal vez ignoren quién fue, qué logró y qué significa.

Horacio Accavallo tiene 86 años y hace más de 12 que padece de Alzheimer. Los primeros 10 años los pasó en su casa de toda la vida, en la calle Esteban De Luca al cuidado amoroso de su esposa Ana María y de Mary, alguien como de la familia que la ayuda hace 30 años. Luego estuvo un mes internado en el Hospital Británico por complicaciones indeseadas y ahora, ante la implacable progresión del mal, su tiempo de taciturnidad transcurre mansa y dignamente. Probablemente ni los probos médicos que lo atienden ni las solícitas enfermeras que lo asisten sepan bien quien es el diminuto anciano de esforzadas canas y célebres arrugas a quien sus familiares jamás dejan de visitar.

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La tapa de la revista El Gráfico cuando Horacio venció a Takayama y se consagró campeón a los 32 años, luego de 75 peleas como profesional.

Hace más de 55 años este hombre paralizó al país al lograr el campeonato mundial de peso Mosca en Tokio el 1 de marzo de 1966 tras vencer a Katsuyoshi Takayama. Era nuestro segundo campeón mundial de boxeo siguiendo los pasos de Pascualito Pérez, consagrado igualmente en Japón el 24 de noviembre de 1954 -también por decisión - frente a Yoshio Shirai.

En aquella época resultaba casi milagroso para un peleador argentino lograr la chance de disputar una corona mundial. No lo pudieron lograr ni Luis Ángel Firpo, ni Justo Suárez, ni el Mono Gatica, los tres primeros grandes ídolos del boxeo argentino. Por entonces había un solo campeón, 10 aspirantes ranqueados del 1 al 10 de todo el mundo y solo 8 categorías: no existían ni las “junior”, ni el “Paj*”, ni el “crucero”.

Aquel triunfo fue apoteótico. Eran tiempos de épicas lejanas, de lágrimas populares, de euforia compartida entre la gente que se hallare en las calles, en los pueblos y en las ciudades del país. Sí, aquella mañana de hace ya más de 55 años marcaba un episodio de imborrable alegría. Era la época en que el deporte hacia simbiosis con la identidad nacional. Accavallo, como Pascualito, como Fangio, como los Gálvez... La gente los amaba. Y sus fotos en grandes y coloreadas láminas de El Gráfico no faltaban junto a la de los grandes cracks del fútbol en las paredes de los hogares, de los talleres o de los comercios cual símbolo de bella admiración. Millones de personas nacieron y murieron amando a ídolos que jamás vieron pero siempre idealizaron.

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El campeón en el local de ropa deportiva que mostró su evolución de botellero a empresario. (Gentileza familia Accavallo)

Eran tiempos de romántico lirismo y en nuestro país los héroes deportivos que llegaban con la victoria, se convertían en modernos Césares al regresar a Roma tras un nuevo territorio conquistado. Desde Ezeiza la caravana tomaba por la Ricchieri, la General Paz, Juan B Justo y por último Corrientes, transformada en una moderna Vía Appia Antica rumbo hacia un Luna Park repleto de hinchas. En el camión de los Bomberos Voluntarios de Lanús y saludando a las decenas de miles de personas que lo aclamaban a su paso, iba el cartonero, el lustrabotas, el botellero, el canillita, el cadete, el faquir, el saltimbanqui, el equilibrista, el trapecista de circo; en definitiva iba el nuevo campeón del mundo. Qué pena tan grande que la decrepitud no nos permita volver a reírnos, Horacio querido.

Huellas inequívocas de aquella y de otras gestas históricas pueden verse hoy en la Av. Caseros 2729. Allí está la casa de Deportes y Museo El Campeón. Y también allí está Horacio Onofrio Accavallo quien muestra con orgullo todo lo que simbolizó la carrera de su padre. Al alcance de la vista de cualquier cliente o visitante quedan para sorprenderse la Copa del Mundo que le dieron sobre el ring de Tokio, los pantaloncitos de campeón que aún conservan por dentro las diferentes medallitas abrochadas, los premios Olimpia, diversos pares de guantes y botitas utilizadas en combates, posters de diferentes escenarios del mundo, las fotos con los grandes de la época: Ringo, Nicolino, Benvenuti, Monzón, remeras, gorritas y tantos otros elementos que serían imposibles de detallar… Pero sobre todo, también podrá hallarse el libro que Horacito escribió –con la imprescindible ayuda de su mamá –para contar la digna vida de su padre: “Horacio Accavallo, el pequeño gigante que venció al destino”. Quien lo lea entenderá mejor ésta emocionante historia.

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La felicidad del campeón con sus cuatro hijos. (Gentileza familia Accavallo)

Horacio Accavallo y sus cuatro hermanos eran hijos de inmigrantes. La mama era gallega de Lalin, Pontevedra. El padre italiano, había nacido en Pietrapertosa, un pueblito de 1314 habitantes en la región de Basilicata, más precisamente en la provincia de Potenza. Pero a él no le gustaba hablar sobre esto pues era como que le avergonzaba repetir la historia de la familia pobre obligada a los trabajos sacrificados. En cambio se sentía orgulloso si tal historia se particularizaba en él porque después del ciruja y del cartonero nocturnal del caballo flaco y el carro quejoso, vendrían los sueños, la lucha, la vida, el boxeo, la consagración, la fama, el dinero, la corona mundial, los negocios, el empresario y una conducta intachable. Luego el matrimonio, cuatro hijos, la voluntaria decisión del retiro siendo campeón mundial como ejemplo para todos los demás porque dijo: “Me pegan sparrings que antes no me podían llegar “. Finalmente la tragedia, el dolor y la ausencia del hombre que fue y que nunca más volvió a ser.

Como no recordarlo: fue en junio del 98′ cuando nos enteramos que Silvana, quien hoy tendría 47 años –una de sus cuatro hijos- había muerto cuando el espejo lateral saliente de una camioneta Ford F 100 golpeó su cabeza al doblar de manera imprudente en la esquina de Caseros y Catamarca. A partir de ese momento Horacio, su esposa Ana María y sus otros chicos Analía, Horacio Onofre y Gustavo, comenzarían a transitar una vida sin sonrisas, una vida pesarosa.

Fue entonces cuando el amigo de las horas nocturnales tan plenas de vivencias y anécdotas; de las cenas llenas de cálida amistad y palabras precisas se fue apagando dejándonos sin su sonrisa y su calidez. Sin dudas Horacio fue el boxeador más inteligente que conocí, pues supo convertir su esfuerzo en futuro prolongando en buenos negocios toda su austeridad.

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Accavallo en acción. Su fortaleza iba más allá del ring, supo prosperar y generar nuevos negocios. Fue el boxeador y el campeón más estratégico que tuvo la Argentina.

El comercio insignia, el mismo donde hoy está su hijo -en Instagram: @elcampeonha- junto a duendes y recuerdos, Horacio lo compró con el dinero de la exigua bolsa que ganó frente a Takayama: 5.000 dólares de 1966 con los cuales anticipó el 50 por ciento. Y la otra mitad –los restantes 5.000- también se la compró al mismo dueño, su amigo Julio Redondo después de la primera defensa de la corona ante Hirtoyuki Ebihara en el Luna Park. De esa inversión de 10.000 dólares nació El Revoltijo, tienda fundacional de la Pompeya comercial. Y mientras seguía peleando (75-2-6) y reteniendo su corona (3 veces entre el 66′ y el 68′), creó la fábrica de calzado Jaguar, otros 27 locales de deportes ayudando a la popularización de las grandes marcas como Adidas y luego la primera confitería restó de la Costanera: Bahamas, desde donde pasó a atender a toda la prensa que le requería notas y a todos los amigos que queríamos compartir su sabiduría y su bondad.

El boxeo argentino no tuvo boxeadores más inteligentes que Accavallo tanto arriba como debajo del cuadrilátero
. Sobre el ring sabía todo; calculaba, administraba sus energías y sabía leer la de los rivales; difícilmente tomaba riesgos absurdos pues conocía los límites de sus fuerzas y evaluaba con certeza la mejor estrategia. Era tan así que los jurados y el público, siempre quedaban observando a un púgil dinámico, contestatario, resuelto quien en los primeros treinta segundos y en los últimos veinte de cada asalto se les mostraba entero, guapo, rítmico y veloz. Era zurdo y sostenía en todas las charlas que los zurdos del deporte que fuere y mucho más los del boxeo y los del tenis, resultarían imbatibles si actuaban con inteligencia. Y tenía principios firmes e inmodificables como por ejemplo: “No hables de política, ni le pidas favores a los políticos que después de un triunfo siempre se ponen a tu disposición”. O “no critiques nunca a un boxeador porque solo el conoce su cruz al recibir golpes”. O, “en vez de cambiar el coche, comprate un departamento”. Y hay muchas más; por caso: “Saludá siempre a quien te quiera saludar en la calle y dedicale 20 segundos en preguntarle cómo está…”.

El anciano transcurre el crepúsculo morado de sus días sin horas, fijando la vista en un punto distante. Las arrugas de su rostro le han borrado las expresiones. Su cuerpito módico y frágil descansa en un sillón inmóvil al cual no parecieran llegar ni voces ni sonidos.
Sin embargo, miles de estrellas suburbanas lo siguen iluminando para que no olvidemos su grandioso pasado.

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El libro que escribió Horacio Onofre, su hijo, para homenajear a su padre que se retiró siendo campeón mundial.

 

Cabezazos, codazos, mandíbula fracturada y 12 puntos de sutura: el brutal KO de Warrington a Kiko Martínez por el título mundial de boxeo​

El inglés venció por la vía rápida en el séptimo round y se adjudicó el título FIB peso pluma. El polémico rol del árbitro británico ante una pelea sucia​

27 de Marzo de 2022


El combate contó con cabezazos, codazos y dejó 12 puntos de sutura y una mandíbula fracturada en los peleadores.



El inglés Josh Warrington, 31 años, se adjudicó el titulo mundial por la Federación Internacional de Boxeo (IBF) al vencer al español Kiko Martínez, de 36 años, en una pelea celebrada en el First Direct Arena de Leeds de Reino Unido. Fue un combate realmente sucio que contó con cabezazos, codazos y dejó como saldo 12 puntos de sutura y una mandíbula fracturada en los oponentes.
El rol del juez británico Marcus McDonnell fue realmente polémico, ya que recién detuvo la pelea a 48 segundos del final del séptimo asaltos, en una pelea que estaba pautada a 12 rounds. Antes hubo agresiones que se extralimitaron y que llamativamente el árbitro dejó pasar.

Pese a la sangre que emanaba en su rostro, producto de sendos cabezazos que le generaron profundos cortes en la ceja izquierda y en la frente, Martínez luchó con hidalguía hasta el séptimo asalto donde el inglés, con una ráfaga de golpes, terminó consagrándose con un brutal nocaut técnico El español, que de esta manera cedió título mundial logrado a finales de 2021 ante el británico Kid Galahad en Sheffield (Reino Unido), suma 43 victorias (30 por KO), 11 derrotas y 2 empates.
La mandíbula fracturada de Warrington (@EddieHern)
La mandíbula fracturada de Warrington (@EddieHern)

El parte médico de esta guerra arriba del ring arrojó 12 puntos de sutura de Kiko Martínez, quien sufrió tres cortes en su rostro, dos muy profundos. En tanto que el nuevo campeón terminó con la mandíbula fracturada.
Esta polémica labor del árbitro inglés generó la ira de Maravilla Martínez
, quien en Twitter le apuntó al juez y lo culó de haber perjudicado al español. “Orgulloso en extremo de vos @MartnezKiko. La angustia y bronca por este robo es infinita. Para ganarte tuvo que ser gracias a 100 cabezazos y un referí tan inglés como tu rival. Grande Kiko querido, sos muy grande y JW estando solo no podía ganarte”, publicó el boxeador argentino.

Maravilla Martínez cargó contra el árbitro inglés y lo acusó de perjudicar a Kiko Martínez
Maravilla Martínez cargó contra el árbitro inglés y lo acusó de perjudicar a Kiko Martínez

LAS MEJORES IMÁGENES DEL COMBATE ENTRE JOSH WARRINGTON Y KIKO MARTÍNEZ

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Josh Warrington celebra con el cinturón después de ganar la pelea contra Kiko Martinez por el título mundial de peso pluma de la FIB, en el First Direct Arena, Leeds, Gran Bretaña (Reuters/Lee Smith)

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Josh Warrington en acción contra Kiko Martinez (Reuters/Lee Smith)

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Josh Warrington celebra el triunfo ante Kiko Martínez en el First Direct Arena, Leeds, Gran Bretaña (Reuters/Lee Smith)

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Tras una pelea sucia, Kiko terminó con profundos cortes en su rostro (Reuters/Lee Smith)

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Kiko Martínez recibe atención médica en un corte después de un cabezazo de Josh Warrington (Reuters/Lee Smith)

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Una de las manos que aplicó el inglés Josh Warrington para derribar a Kiko Martínez (Reuters/Lee Smith)

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Kiko Martínez es derribado por Josh Warrington, quien se encamina a un triunfo que le brindará el título mundial (Reuters/Lee Smith)

 

La noche en que vi al mejor Muhammad Alí de toda la historia

El autor, el único argentino vivo de los tres que disfrutaron esa velada al pie de ring, cuenta como el carisma del gran peso pesado había volcado la preferencia del público. Y como lo predijo Alí, triunfó la inteligencia sobre la fuerza​


Por
Cherquis Bialo
3 de Abril de 2022

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George Foreman y Muhammad Alí protagonizaron "la pelea del siglo" y el autor estuvo allí para contarlo a la Argentina

Cuando se abrió la puerta delantera del avión, una lengua de fuego pareció atacarnos. Temimos que el sol derritiera, también, cualquier objeto metálico, estacionado en la pista de un cemento igualmente ardiente.

“En nombre de la Air France le damos la bienvenida a Kinshasa, donde la temperatura exterior es de 44 grados y la hora local 2.30 p.m”.

Estaba en el Zaire, el ex Congo Belga, la actual República Democrática del Congo. Un lugar en el corazón del África dónde, insólitamente, habría de disputarse el campeonato del Mundo de peso pesado entre el campeón George Foreman y Muhammad Alí. Único boxeador del universo capaz de lograr que un gobierno, el de Mobutu, gaste más de quince millones de dólares entre bolsas – cinco millones de dólares a cada uno- y otros cinco de todos los demás requerimientos: equipos de transmisión, hoteles, traslados, logística…

Rumbo al hotel Havre de Paix junto al enviado especial del diario La Nación, Emilio Ferés a quien recuerdo con entrañable cariño, podían verse árboles desnutridos y dispersos. La tierra se abría en grietas de sequedad. Y bajo el sol quemante el aire pesaba.

Los villorrios cercanos a la carretera lucían tristes, humildes y promiscuos. Caminando o en bicicleta, iban de un lado a otro a cumplir sus obligaciones. Hombres delgados y huesudos. Mujeres con la cabeza cubierta de tela en espiral y polleras coloridas y largas que no impedían advertir sus anchas y lordósicas caderas.

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George Foreman derribado por Muhammad Alí

Al llegar al hotel, en el centro, algunos bocinazos, muchos gritos y más bicis que los Peugeot o Citroen, señales inequívocas de la colonización belga. Una de las más cruentas que padeció la Africa violada.

– Que placer verlos, ustedes serán imborrables para nosotros, los argentinos. Créanme que son amados allí, en Buenos Aires…-, les dije a Sandy Saddler y Archie Moore. Dos monstruos que fueron campeones del Mundo, los directores técnicos de George Foreman.

– Ohh sí, Buenos Aires, Luna Park, Perón-, exclamó Archie quien arrasó con todo lo que le pusieron y logró tanto él como Sandy que el General Perón fuera a todas sus peleas en el Luna Park. Más aún, que los recibiera allá por 1951 con admiración en Olivos.

Estábamos en el hotel Intercontinental, donde vivían Foreman junto a su equipo. El viejo Archie, ahora gordo y canoso, era un hombre cálido y amable. Sandy, autor del famoso, “bolo-punch” con el que te hundía el hígado o te mandaba al hospital, resultaba más recatado. Después de evocar las inolvidables noches del Luna, los bifes de chorizo de La Cabaña, los cafés de la calle Corrientes y algunos otros lugares de la nocturnidad porteña como el Tabarís o el Marabú, intenté el diálogo.
– Maestros, Foreman es favorito, su potencia es superior a la de Alí, es más joven, tiene menos deterioro y viene de aplastar a Joe Frazier y Ken Norton, literalmente, los pasó por encima. Ustedes creen que con Alí será lo mismo?

– “Vea joven periodista, si todo es normal, si no hay un choque de cabezas, una herida, una lesión, si todo es normal, debemos ganar por nocaut, no tengo dudas”, sentenció Archie Moore, el ex longevo campeón mundial de los medio pesados quien a pesar de perder, ya a los 42 años con Rocky Marciano le transformó la cabeza en una masa ovalada, cual balón de rugby , tras 15 tremendos rounds.

“Nosotros respetamos la técnica de Alí, pero no hay cómo detener a George cuando se lanza al ataque”, agregó Sandy, quien con un gancho al hígado colgó a Alfredo Prada de las cuerdas mirando al General…-

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Previo a la pelea, Foreman era favorito (Télam)

(Sandy Saddler -2001 y Archie Moore -1998-, quedarán para siempre en la galería de los cinco mejores de sus categorías ).

Los dos jóvenes se ponían en cuclillas y sorpresivamente saltaban con las manos entreabiertas. Estábamos en la puerta del hotel.

– “Qué hacen ustedes?”, preguntó mi amigo Emilio Ferés, compañero de una pieza que recuerdo así: ventilador en el techo, piso de crujiente madera, un extraño olor proveniente de un baño sin azulejos y débil ducha, donde a veces se veía algún insecto veloz e indescifrable bajo alguna de las dos camitas.

– “Sont des proteines, patron”, (Son proteínas, patrón), dijeron mientras buscaban a una próxima langosta.

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Alí en la cabaña que recibió alejada del centro de la ciudad para entrenar (AP)

Don King era el promotor. Vi su alegato ante la Asociación Mundial de Boxeo en Caracas, el día anterior a la pelea que Foreman le ganó a Norton por K.O en el 2 round.

No le querían dar la Licencia de Promotor a pesar de haber cumplido una condena de cinco años en la cárcel , acusado de “Homicidio”. Su propio discurso de apelación fue tan genial que le dieron el permiso. Y logró que el dictador Mobutu le subsidiara la pelea a razón de cinco millones de dólares para cada boxeador. Más aún, Mike Malitz y su joven abogado Bob Arum fueron quienes, en nombre de la CBS se ocuparon de la transmisión a los Estados Unidos y el resto del Mundo. La pelea, que iba a ser el 25 de Septiembre y se corrió para el 30 de Octubre por una lesión de Foreman –un día como hoy de hace 42 años– comenzó a las 4 de la mañana. Fue muy duro llegar bien…

La Top Rank – que sigue presidida por Bob Arum- trajo todo en un avión Hercules desde Nueva York. Camión de exteriores , personal, generador eléctrico, cámaras, micrófonos, parrillas de luz para el pesaje y el ring. Todo, absolutamente todo.

Pero hubo un problema sindical: el gremio de Zaire quería que el personal local trabajara en el “Combate del Siglo”, según su respetable ley laboral.
– “Ni locos”, se negó Bob Arum.

Solución: la empresa le pagaría el salario a igual cantidad de operarios zaireños que a los norteamericanos que viajaron a tal efecto. O sea, doscientos norteamericanos, doscientos zaireños. “La cuestión, dijo el director de la transmisión de manera despectiva, es que no toquen nada”.

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Alí en su rincón con su equipo técnico (Maxi Roldán)

Sin embargo, en el pesaje, que sería a las dos de la mañana del día anterior, le asignaron a uno de los muchachos una sola tarea: “Si ves que se corta la luz, sólo si ello ocurre, bajas esta palanca que es el automático del generador”, le dijeron

Cuando Alí subió al escenario éste amigo entendió mal algunas señas o instrucciones y bajó la palanca. Todo a oscuras durante el vivo de la transmisión en el marco de un late show de la principal audiencia de costa a costa de los Estados Unidos.

Los periodistas fueron más de 700 de todo el Mundo. De nuestro país, éramos tres: Emilio Ferés, Manuel Sojit (“Corner”), hermano del gran Luis Elias Sojit, “inventor del relato deportivo”. Concurrieron 60.000 espectadores, la mayoría con entradas gratis. El estadio 20 de Mayo, sólo apoyó a Alí, quien durante las siete semanas que vivió en Kinshasa les enseñó a cantar: “Alí bumayé”. Que significaba, algo así como “Ali mátalo”.

Los discursos fueron asimétricos. Foreman habló de cómo habría de ganarle: “Tal como lo hiciera con Frazier y Norton, que son más que Alí…”. Y Cassius, metió todo en discurso: “La reivindicación de la raza, de la religión, de redimir a los antepasados africanos, esclavos del capitalismo norteamericano, vengo a libertarlos, yo soy Alá”.

En la cabaña que le asignó el gobierno, en las afueras de la ciudad, pude verlo y hablamos durante un buen tiempo. Por cierto, Angelo Dundee, el Dr. Ferdie Pacheco y Luis Sarría – su cuerpo técnico- siempre me facilitaron el trabajo, en cualquier lugar del mundo que fuera. Pero, ese día y en esa cabaña, estaba el escritor Norman Mailer, quien tomaba apuntes para su libro La Pelea. Y, obviamente, fue más difícil el diálogo con él que con Cassius, pero compartir un café, hablar del tiempo, de las lluvias presuntas y de la pelea como simples observadores, resultará imborrable.

– “Aquí lo más complicado es entrenar. Ya estoy listo, pero estoy haciendo guantes con Wiliams – su sparring – a las cuatro de la mañana. O sea que no puedo ir a correr, como quisiera, bien temprano, a las cinco. Entonces, hay que hacerlo a eso de las ocho de la noche, comer menos de lo habitual, descansar hasta las tres y hacer gimnasio a las cuatro. Estoy corriendo mi reloj biológico para matar a ese bastardo de Foreman. Y lo haré, le juró que no tendré compasión”.

– “Perdón Muhammad, ¿le hizo algo personal?”, me animé a preguntarle.
– “No a mí, pero sí a millones de descendientes de africanos que viven en mi país”.
– “¿Por?”.
– “Dicen a todo que sí, no tienen rebeldía, ni fe, ni solidaridad”.

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Alí haciendo guantes con Wiliams, su sparring

Ya en el ring, Alí dio la más brillante cátedra que pueda ofrecerse sobre el boxeo técnico, estético, eficiente y cerebral.

Tuvo tres etapas de dominio:
la táctica para dejarle espacio en el ring desde donde Foreman se lanzara hacia la descarga de golpes que habrían de hallar a Alí siempre sustentado en las cuerdas. La estratégica que fue administrar al máximo el gasto de traslado con las piernas y utilizarlas solo para ponerse de frente al salir del encordado. Y la psicológica, que fue dominarlo hablándole todo el tiempo, hacer participar al público para potenciar todo lo suyo y acallar cualquier acierto de George, ejerciendo mucha presión sobre unos jurados que al igual que los más adultos sentía el involuntario insomnio.

La noche del combate, hubo un solo grito. Y fue por Alí… Probablemente, a las cuatro de la mañana, ya la temperatura habría descendido. En lugar de los 40 grados, tendríamos 37. Quien más transitaba – Foreman- más gastaba sus energías.

El triunfo fue apoteótico. Se advirtió la felicidad de la multitud. Camino a los vestuarios, todos querían tocar al nuevo campeón del Mundo. Por segunda vez, Cassius se consagraba. Algo que sólo había logrado Floyd Patterson, “contra ese sueco gordo Ingemar Johansson”, según Cassius.
La prensa norteamericana,-que vivió quejándose de todo y comparando a Kinshasa con Boston o Los Ángeles– con el reloj en contra para el cierre de sus ediciones, intentó el interrogatorio antes de que Alí ingresara al vestuario: “Dijeron que me ganaría, ¿y ahora?, ¿qué dicen ahora?”, les recriminaba. “Foreman es la fuerza, el mundo necesita que triunfe la inteligencia, muchachos. Dije que ganaría y gané. Dije que se caería sólo y aunque la derecha (la del 8 round) fue muy buena, no fue potente, porque él llevaba la derrota por nocaut en el alma y yo el triunfo en la sangre. Ahora debo pensar en cómo mantener ésta corona. Si Alá me ayuda, seguiré siendo campeón por mucho tiempo. Soy el mejor, soy invencible”.

Iba a ingresar a su vestuario y la gente no lo dejaba. El padre, tal vez por la emoción, acaso por el calor, se desmayó. Alguien, en el caos, le robo la bata.

– “Señores – dijo Alí- muchas gracias. Les pido que me dejen vestir. Y si alguien tiene mi bata escondida o la tomó sin darse cuenta por favor devuélvamela o dónela a algún hospital para que conviertan ese dinero en medicamentos”.

El sol en el horizonte se planteaba el diario desafío de mostrarse y ascender. La gente se iba lentamente. El sonido de los tambores, que nos habían acompañado toda la noche, apagaban su euforia por el cansancio de sus cueros y se alejaban con la percusión en agonía. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos también fueron, aunque sea una vez, actores de una noche inolvidable de sus vidas desapercibidas. El aire pesado lentificaba los pasos. El corazón, trepidante me anticipaba que había sido privilegiado testigo de un hecho que el tiempo transformó en “La pelea del siglo”.

Pensar que ensayando títulos posibles en las horas en que el periodista imagina aún aquello que no quiere, se me había ocurrido una frase: “Esta noche el boxeo se quedó sin Clay, pobre boxeo”.
Hoy puedo decir lo que realmente deseaba: “Esta noche el boxeo vio al mejor Clay de su vida”.

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El excéntrico dictador Mobutu al lado de Alí y Don King

 
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