Parece que ha cambiado la estrategia de montar en cólera, llorar y bloquear comentarios negativos por respuestas argumentadas asertivas...(ejem)
Será que ha leído alguna frase de esas en plan " nadie tiene poder para hacerte daño, tú le das ese poder" y esas chorradas del coaching e intenta responder de forma serena. El problema es que no se lo cree ni ella y se ve a leguas que está picada aunque intente no demostrarlo. Parece una niña.
Me recuerda a una amiga que leía libros de estos y contestaba vía mensajes a la gente que la ofendía basándose en una serie de pasos que hay que seguir. No los recuerdo bien, pero decía algo como hay que comenzar dando la razón al oponente, o las gracias o algo así para luego meterle una puñalada pero sin que lo parezca. Yo siempre decía, " pues hija prefiero mandarle a la mierda directamente no vaya a ser que no entienda el mensaje"
Vamos que lo que hacen es una manipulación en toda regla, súper premeditado todo y con el fin de quedar por encima más que de intentar entender al otro.
Por otro lado os quiero contar que yo no conocía a Verdeliss, después de leer sobre ella en este foro la he estado viendo en Ig y YouTube y bueno, sin palabras, opino lo que todas comentamos por aquí sobre la falta de escrúpulos que tienen a la hora de vender a sus hijos.
Tenemos ejemplos de hijos de famosos a los que se les ha ido la olla, niños actores que han acabado fatal... Y en ambos casos su exposición no era tan brutal como la de los hijos de estas usureras, ya que los exponen a diario. No me puedo ni imaginar lo que saldra de aquí pero lo veremos.
Yo creo que es evidente que las dos tienen una ansiedad de caballo, en el caso de Balamoda estoy convencida de que toma medicación porque le noto efectos parecidos en el habla a gente que toma ansiolíticos fuertes, además de aparecer a menudo con cara de mucho sueño.
Y lo que más me sorprende es que, personalmente, y a pesar de que creo que lo de Verdeliss traspasa todos los límites morales, no sé por qué pero me cae peor Balamoda, será porque es una soberbia del 13.