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En realidad la mayoría cobran porque generan ese dinero y más prima. Hasta llegar ahí hay detrás años de esfuerzo, desde los cinco o seis años, como en cualquier deporte de alto nivel. No solo hay que tener calidad innata, también hay horas y horas de entrenamientos diarios, partidos, viajes, dietas, presión, lesiones... yo he visto niños de siete u ocho años llorando de frío jugando en pleno enero un sábado a las nueve de la mañana, jugando con un esguince, con fiebre, con puntos en la cabeza, perdiéndose todas las fiestas de cumpleaños de sus amigos, comenzando a entrenar en pleno agosto en lugar de estar en la playa o haciendo los deberes a las once de la noche, al llegar de entrenar, o teniendo que ir a vivir a Madrid con doce años dejando atrás a su familia. Y es duro porque al final al llegar a juvenil la mayoría quedan en nada y de pronto descubren que no van a ser el próximo Messi y no saben qué hacer con su vida. De los cuatro chavales que yo conocí que llegaron a fichar por clubes de Primera, uno renunció al año porque no soportaba la presión, otro está en la cárcel y otro juega en Regional Preferente. Solo uno, el que tenía la cabeza mejor puesta y no era ni de lejos el mejor, se ha mantenido. Por eso es una lástima que los que pudieron llegar como Jesé lo tiren todo por la borda. Pero bueno, es rico y mayorcito, tampoco es que me dé pena él, me da pena que en lugar de él pudo haber llegado otro que lo hubiera sabido aprovechar. Como tú dices, al menos esforzarse por quienes le pagan.Este no es el hilo apropiado, seguro, pero poniéndonos profundos: ¿nos damos cuenta del sinsentido de pagar esas cantidades de dinero a tipos como este espécimen, que lo más complicado que ha hecho en su vida es atarse unas botas? ¿Que ni siquiera se ha molestado en disimular que trabajaba por lo que le pagaban?
Y si eso, el próximo minuto de reflexión profunda, para las cabezas huecas y t*tas rellenas de las que se aparean con estos.
Perdón.