Anna Gabriel

Sofía Castañón La 'camiseta con t*tas' que defiende los derechos LGTBI y destapa "la intolerancia" de algunos diputados
La diputada de Podemos Sofía Castañón defendió la Ley Integral LGTBI que propone su partido con una camiseta con el eslogan 'Sólo tú sabes quién eres'. La prenda es obra del fotógrafo Francisco Prato y levantó las críticas de Ana Pastor y la bancada conservadora.

http://www.publico.es/politica/sofi...hos-lgtbi-destapa-intolerancia-diputados.html
 
Sofía Castañón La 'camiseta con t*tas' que defiende los derechos LGTBI y destapa "la intolerancia" de algunos diputados
La diputada de Podemos Sofía Castañón defendió la Ley Integral LGTBI que propone su partido con una camiseta con el eslogan 'Sólo tú sabes quién eres'. La prenda es obra del fotógrafo Francisco Prato y levantó las críticas de Ana Pastor y la bancada conservadora.

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Me acuerdo mucho de Ekai...

El su***dio de Ekai conmociona Ondarroa, que hoy le ha recordado con una concentración
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Ekai Lersundi, con su padre, apareció a finales de noviembre en un informativo de La Sexta para dar su testimonio. / LA SEXTA
La asociación Chrysallis Euskal Herria denuncia que el menor «llegó a su límite» al no haber conseguido un tratamiento hormonal que frenase su pubertad
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MARÍA JOSÉ TOMÉSábado, 17 febrero 2018, 19:03
Chrysallis Euskal Herria, que luchan por una ley que proteja y reconozca los derechos a los menores y jóvenes cuyo «s*x* registral» no coincide con su género. «Estaba al límite y cuando llegó la adolescencia no pudo soportarlo», explica Bea Sever, la portavoz de la asociación. Se ha marchado «sin hacer ruido» y temen que no sea el único caso. «En la asociación tenemos cuatro o cinco chavales que también están en una situación insostenible, algunos incluso tomando antidepresivos porque no pueden más».

Ekai se sentía descontento con su cuerpo, hasta tal punto que ni se miraba al espejo. Estaba siendo sometido a seguimiento en la Unidad de Género del Hospital de Cruces pero, a pesar de la pelea de sus padres Ana y Elaxar por conseguir un tratamiento hormonal que frenase su pubertad, no lo habían conseguido. «El protocolo es muy estricto y está condicionado por el dictamen de médicos y psiquiatras. Normalmente, se autoriza a partir de los 16 años pero para Ekai ya llega tarde», denuncian desde la asociación, que demandan que el inicio del tránsito de estos chavales a su verdadera identidad no esté condicionada por criterios médicos. Como tampoco llegó a tiempo la formación que los responsables del Gobierno vasco habían prometido dar docentes y alumnos del instituto donde estudiaba Ekai para evitar situaciones de acoso, malentendidos y humillaciones. «Se comprometieron en febrero del año pasado y aún no habían hecho nada».



Tímido y retraído


Gracias a su lucha sin denuedo y a la de sus padres, Ekai había conseguido que sus compañeros y profesores le llamasen por el nombre con el que se identificaba, aunque en su DNI apareciese el que le pusieron al nacer. Precisamente, a finales de noviembre Ekai se prestó a aparecer con su padre Elaxar en un informativo de La Sexta para dar su testimonio, a raíz de que el pleno del Congreso aprobase los trámites para que los menores transexuales pudiesen cambiar su nombre y s*x* en el Registro Civil sin necesidad de presentar informes médicos. «Explicar a todo el mundo que eso no es así, que esos documentos están mal, te hace pasar muy malos ratos», explicaba ante las cámaras Ekai. Tampoco pudo cumplir este deseo.



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Demasiadas batallas para un adolescente. De carácter tímido y retraído, Ekai veía como su cuerpo cambiaba, sentía la incomprensión de la sociedad, y no pudo soportarlo más; estaba cansado de tanto pelear en su todavía corta vida. Su familia había presentado una queja ante los responsables médicos de Osakidetza pero, según Bea Sever, no sirvió para adelantar un tratamiento que quién sabe si hubiese evitado lo ya irremediable.

«Nos queda la sensación de fracaso, de no haber estado a la altura, de no haber sabido adelantarnos a los acontecimientos. Nos queda la rabia y una tremenda impotencia, pero también la necesidad de seguir luchando. Detrás queda la colección de quejas ante el Hospital de Cruces, las preguntas incomodas y los items que no se cumplen. Detrás queda una familia destrozada. Detrás quedan los anhelos de un gran artista y una vida frustrada», explica en un emotivo comunicado la asociación Chrysallis, que ha convocado este sábado una concentración a las cinco de la tarde en la plaza de Ondarroa para despedir a Ekai y rendir homenaje a su lucha. Tras lamentar su muerte, Save the Children, ha recordado que «como colectivo especialmente vulnerable, los menores transexuales merecen una protección especial por parte de las administraciones públicas».



Normativa «muy desfasada»


La trágica noticia de la muerte de Ekai ha caído como un jarro de agua fría en el seno de Chrysallis, la asociación que desde hace tres años lucha por los derechos de estos menores y por mejorar su calidad de vida. Llega solo unos días después de que representantes de la asociación compareciesen ante la comisión de Derechos Humanos e Igualdad del Parlamento de Vitoria para presentar los cambios que proponen a la ley vasca de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, promulgada en 2012 y que «se ha quedado «muy desfasada». «Requiere con urgencia una adaptación de los diferentes protocolos y normas, principalmente en los sectores educativo y sanitario», denuncian.

Salieron «optimistas» de la comisión, ya que encontraron «receptividad» a sus demandas entre los representantes de todos los partidos. Uno de sus principales caballos de batalla es precisamente, la «despatologización» de la transexualidad. «No es ninguna enfermedad ni ningún trastorno, es simplemente una expresión más de la diversidad humana». Por eso rechazan que se «bloquee y retrase» exclusivamente por criterios médicos la administración de los tratamientos que necesitan para «su desarrollo como personas».

Chrysallis tiene como espejo las leyes aprobadas recientemente por las comunidades andaluza o navarra, que son «más avanzadas y respetuosas con la identidad sexual». Ambas normativas «rechazan de plano» cualquier examen psicológico o prueba médica para acreditar la situación de transexualidad. El protocolo que sigue Osakidetza a la hora de aprobar la administración de tratamientos hormonales a los menores transexuales establece la edad de inicio a los 16 años, atendiendo al consenso actual de la Sociedad Americana de Endocrinología. Sin embargo, en la guía de atención a este colectivo del Departamento de Salud también se reconoce que «esta edad es posterior a la del inicio normal del desarrollo puberal para la mayoría de las personas, por lo que no necesariamente debe establecerse como norma generalizable». «Tenemos comprobado que una persona que inicia el tránsito de identidad en la infancia llega feliz a la edad adulta; si lo hace en la adolescencia o después es mucho más complicado», apunta Bea Sever.

Con respecto a este caso, Equo Berdeak ha señalado que, «una vez más, se pone de manifiesto que la normativa actual queda muy alejada de la realidad y somete a las personas que quieren iniciar un proceso de transición a una serie de obstáculos que, en los casos más trágicos, provocan desenlaces irreversibles». La formación política ha considerado que «la responsabilidad es compartida en estos casos de su***dio, pero las administraciones públicas han de ser más competentes y deben cumplir con sus obligaciones y compromiso para con estas personas». «En pleno siglo XXI las personas trans continúan padeciendo procesos demasiado traumáticos», ha denunciado.

http://www.elcorreo.com/bizkaia/ekai-nino-transexual-20180216125040-nt.html
 
Inquisition Reloaded (primera carta a Suiza)


Para hacer que Anna Gabriel vuelva, habrá primero que derrotar toda excepción. No queremos más presos ni exiliados: ni uno más



David Fernàndez / August Gil Matamala
22/02/2018 - 08:03h
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Anna Gabriel, durante su entrevista a una televisión suiza.

«Hace tiempo que no acepto lo que no se puede cambiar, cambio lo que no se puede aceptar» Angela Davis

El miedo es una tecnología del poder. La excepción es una tecnología de gobierno. Ambas dos convergen hoy para vulnerar y violentar la libre voluntad democrática mayoritaria de la sociedad catalana. Desde ayer, sí, sabemos que nuestra amiga y compañera Anna Gabriel Sabaté se quedará en Ginebra. Refugiada en 2018. Considera, con todas las razones de su parte, que sus derechos fundamentales y procesales ya no están garantizados ante un tribunal especial que pedirá hasta penas de 30 años de cárcel. Por haber convocado un referéndum de autodeterminación, aprobado por mayoría democrática en sede parlamentaria, y por respetar los resultados. Ese es, dicen, el extraño delito de rebelión y sedición que les atribuyen: dar la palabra a la ciudadanía. En un extrañísimo golpe de estado que en vez de secuestrar urnas, las pone. El mundo al revés de la excepción.

Tan lejos y tan cerca, retornan hoy palabras antiguas del ayer, demasiado conocidas por este pueblo durante décadas pasadas –represión, cárcel, exilio. También Ginebra, en épocas distintas y oscuras, acogió a Pau Casals, Mercè Rodoreda o Aurora Bertrana. En una de los últimos autos judiciales que mantiene encarcelado al exconseller de Interior del Gobierno catalán se lee vergonzosamente: «el investigado mantiene lógicamente su ideario soberanista». Otra frase antológica que certifica la persecución ideológica y la condición política de los presos, en una renovada inquisición postmoderna que expide chantajes inaceptables en cada resolución. Acto de fe maccarthista: o renuncias y abjuras o a la hoguera represiva. Lejos, muy lejos, quedan las palabras del juez que hoy juzga a unos pocos para condenarnos a todos. La pronunció Pablo Llarena en 2012: «la cuestión de la identidad catalana y la integridad del Estado español no tienen solución judicial, sino política”.

La inquisición, como tecnología del castigo, es universalmente conocida. Hoy, ahora y aquí, se condensa en el terrible grito del «a por ellos!», de matriz persecutoria y ratificación borbónica, con el que las unidades policiales salían de sus comisarías para reprimir brutalmente el referéndum catalán del primero de octubre. Comunidad contra imposición, no pudieron evitarlo gracias a la determinación colectiva y la dignidad compartida, arraigada en una sólida resistencia civil pacífica y no-violenta, de más de dos millones de personas –de bomberos a estibadores, de las abuelas a los agricultores– que protegieron escuelas, personas y urnas para preservar la democracia frente a la virulencia policial. El tres de octubre, cosa sabida, el país vivía la mayor huelga general desde el final de la dictadura franquista. Así están las cosas.

¿Y entonces? Entonces lo que nos pasa es que estamos bajo la doctrina del shock, explicada al detalle por Naomi Klein: nos imponen por vías judiciales autoritarias lo que ya saben que son incapaces de ganar por vías democráticas. Quieren imponer represivamente lo que ya no pueden conseguir electoralmente. Anulan la política, proscribiéndola: azuzan la excepción para impedir la solución.

Finalmente, la gramática internacional del conflicto político catalán es tan sencilla como una urna democrática prohibida. Hace dos meses, la Ministra de Defensa del Gobierno español –salpicado hasta los tuétanos por una corrupción sistémica– afirmó que pondrían ‘urnas de verdad’ en las elecciones del pasado 21 de diciembre. Decía también que las habían convocado para ganarlas ellos: pero de 135 diputados, el PP sólo obtuvo 4. De forma persistente, cada vez que se ponen urnas –lo único que reclamamos– el independentismo vuelve a ganar. Hace dos meses sumó un apoyo electoral del 47,5%, con 100.000 votos más respecto a 2015 y en unas elecciones marcadas por una participación histórica. En un país donde la idea de referéndum como mecanismo democrático resolutivo –Escocia, Quebec– tiene el apoyo del 80% de la sociedad y toda la negativa absoluta y absolutista del Estado.

Al reclamo de más y mejor democracia, el Estado español ha respondido en los últimos meses, bajo la noción de venganza y castigo, con una aplicación inconstitucional y expansiva del artículo excepcional 155 –nunca utilizado antes. Recurriendo al autoritarismo, se ha disuelto un parlamento, se ha depuesto un gobierno, se ha intervenido toda la administración catalana y ahora pretenden iniciativas ilegales contra el modelo educativo catalán. El rastro de la represión tiene su oscura contabilidad: 1.066 heridos, 900 investigados judicialmente –entre ellos, 700 alcaldes–, seis exiliados y cuatro presos políticos. Y 140 agresiones ultraderechistas.

Esos hechos son los que han motivado que este mismo enero ‘The Economist’ haya definido al Reino de España como democracia ‘flawed’. Defectuosa. Un defecto persistente que ha provocado un cierto milagro. El ‘milagro catalán’ logrado por el Estado español: convertir una sociedad históricamente tranquila, paciente y pactista en una comunidad resistente, disidente y desobediente. Hay que hacer las cosas muy mal para conseguirlo.

Esa anomalía democrática, con todo, viene de lejos y dura demasiado. Desde 2010 nos regimos por una ley que no votamos del todo: con el apoyo del 90% del arco parlamentario, y refrendado en referéndum, el nuevo Estatut de Catalunya fue recortado y cepillado en aspectos clave por la judicatura española. Como señala el constitucionalista sevillano Pérez Royo allí se produjo el primer ‘golpe de Estado’. Desde entonces, esa excepción ha persistido. Se han suspendido más de 40 leyes aprobadas por amplias mayorías en el Parlament. Cuando decimos que no nos podemos gobernar remitimos directamente a eso: de esas 40 leyes, 26 han sido definitivamente fulminadas y anuladas por el Tribunal Constitucional, monitorizado gubernamentalmente, teledirigido políticamente y colonizado partitocráticamente. Alguna de aquellas leyes tumbadas eran tan necesarias como las de pobreza energética, igualdad entre mujeres y hombres o la de lucha contra contra el cambio climático. Cualquiera se iría de un lugar donde le maltratan, le sabotean las leyes que aprueba y donde se encarcela a sus cargos electos.

¿Qué le pasa, entonces, a la sociedad catalana y española? Si tuviéramos que sintetizarlo brevemente, recurriríamos a la paradoja: una nación sin estado se enfrenta a un estado sin nación. En gris perspectiva, la construcción histórica de España ha sido un reiterado fracaso histórico, una construcción fallida de sus élites que ha pretendido siempre homogeneizar lo que es plural, negar lo que es diverso, perseguir lo que es diferente y divergente. Y aún así, enfrentados a un durísimo nacionalismo de Estado, hemos dicho siempre que no somos nacionalistas. Ya lo hemos sufrido demasiado. Somos demócratas. Y somos independentistas, eso sí y eso siempre: reclamamos poder decidir libre y democráticamente nuestro presente y nuestro futuro. Soberanamente. Causa autodeterminación, defendemos la razón democrática de la libertad política catalana frente al principio ultranacionalista, base ideológica de la dictadura franquista, de la «inquebrantable unidad de España». Ni más ni menos y como necesaria obviedad: anhelamos para nosotros lo mismo que deseamos para todos los pueblos del mundo. Gobernarnos democráticamente.

Miedo y excepción van siempre de la mano de una propaganda oficial que es el salvoconducto de la mentira. Razón de Estado, demofobia contra democracia, porras contra urnas, la diplomacia españolista dispara cada día sus fakenews y sus postverdades absurdas pero efectivas: desde la ridícula negación de la violencia policial, hasta equipar perversamente el pacifismo activo con una criminalidad sediciosa, pasando por tratarnos de región rica y insolidaria o incardinarnos falsamente en el peligroso destropopulismo que combatimos –de Trump a Le Pen– y que recorre un mundo a la deriva. Cuando es, precisamente, todo lo contrario: las bases del proyecto republicano catalán son eminentemente democráticas, democratizantes y democratizadoras frente a una sociedad con un 23,5% en riesgo de exclusión social, un millón y medio de pobres y un paro cronificado en medio de crecientes desigualdades sociales.

Si hay algún «hecho nacional catalán» se llama, afortunadamente, migración: venidos de todas partes hemos ido construyendo una casa común, no sin dificultades, durante el siglo XX. En los últimos quince años, mientras Europa decaía por el abismo xenófobo, se ha acogido millón y medio de personas llegadas de 187 orígenes diferentes. El país antiracista que reivindicamos es así: plural y diverso, mestizo y coral.

Desde el retrovisor de la memoria, tal vez valdría la pena recordar que Franco no tubo ningún Nuremberg y no acabó, como Mussolini, en ninguna plaza partisana. La mal llamada ‘transición española de la dictadura a la democracia’ se forjó bajo la plena impunidad de los crímenes y fortunas del franquismo, la continuidad en el poder de sus élites y una espesa ley del silencio. Han pasado ya 40 años, por supuesto, y muchas cosas han cambiado hasta llegar al actual punto de inflexión inquisitorial, retroceso antidemocrático y regresión autoritaria que afecta a la sociedad catalana, pero también a tuiteros, titiriteros, humoristas y músicos en todo el Estado. Lodazales y fangos, cabrá recordar el precio de la amnesia, la factura del olvido, que todavía pagamos: 114.226 persones enterradas aun en fosas comunes y 65.000 sentencias de los tribunales franquistas contra luchadores y luchadoras antifascistas catalanes que no fueron anuladas, en un acto de reparación histórica del Parlament de Catalunya, hasta julio de 2017.

Los sueños, los malos y los buenos, suelen abolir el tiempo y empequeñecen las agendas. Pero en el dilema global de si el mundo será más o menos democrático, la sociedad catalana ha optado claramente, y años ha, por la primera. Antes de ayer, hace seis meses, las calles se llenaban bajo el “no tenemos miedo” contra los atentados yihadistas en las Rambles, en solidaridad con todas las víctimas en cualquier lugar del mundo. Antes de ayer hace un año, las calles de Barcelona acogían la mayor manifestación europea de solidaridad con los refugiados ante la inhumanidad del momento. Antes de ayer también, hace 15 años, Barcelona registraba la mayor movilización registrada nunca antes: contra la guerra ilegal que devastó Irak.

Sí, de acuerdo, es posible que este sea un proyecto antihistórico: todos los que se rebelan contra la inquisición postmoderna lo son. Antihistórico porque pretende transformar situaciones injustas renunciando explícitamente a los mecanismos históricos habituales –dominación, imposición, violencia– y escogiendo siempre democracia, soberanía popular y justicia social.

Anna está en Ginebra, sí. Nunca se ha perdido ninguna de las iniciativas que nos han implicado en mil luchas sociales compartidas. Es de las que piensa que la pregunta ya no es si otro mundo es posible, sino como es posible que este sea tan imposible para tantos millones de personas. Está en Ginebra, sí, pero la conocimos hace mucho en Gusen. Arraigada a la tradición emancipadora y humanista europea, dimos con ella hace 13 años: ante las puertas del horror del campo de Mauthausen y con motivo del 60 aniversario de la liberación de los campos nazis. Hoy, lejos de casa, dignifica una comunidad política en resistencia, desde una opción sociopolítica feminista, ecologista, antifascista y anticapitalista.

Corrandas de exilio, sillas vacías y vacíos del alma, no sabemos cuando podrá volver. Para hacer que vuelva, habrá primero que derrotar toda excepción. No queremos más presos ni exiliados: ni uno más. Por eso ayer, a pesar de todo, Anna Gabriel no faltó a la cita puntual con la libertad: y por eso no compareció ante el tribunal que la persigue. No nos dejéis solos con la inquisición.

http://www.eldiario.es/tribunaabierta/Inquisition-Reloaded-primera-carta-Suiza_6_742685772.html
 
Anna Gabriel reclama la libertad de los presos en un mensaje desde Suiza
EFE - Barcelona
25/02/2018 - 01:18h
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Anna Gabriel reclama la libertad de los presos en un mensaje desde Suiza

La dirigente y exparlamentaria de la CUP Anna Gabriel ha vuelto hoy a reclamar la libertad de los "presos políticos" y ha asegurado que "ningún tribunal ni ningún partido debe tener la llave de nuestra libertad y dignidad".

Gabriel, que se encuentra desde hace semanas en Suiza, ha publicado este mensaje en un vídeo grabado y que se ha emitido esta noche durante un acto político y un concierto organizado por la CUP en su localidad de origen, Sallent (Barcelona).

"No pararemos hasta que salgan de la cárcel los presos que no tenían que haber entrado nunca", ha afirmado la exdiputada en referencia a los dos activistas independentistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, al líder de ERC y exvicepresidente, Oriol Junqueras, y al exconseller de Interior Joaquim Forn.

Anna Gabriel se encuentra en Suiza, donde ha asegurado que permanecerá porque considera que el proceso judicial por sedición y rebelión abierto en España es ilegal y no confía en recibir un juicio justo.

En el acto de Sallent ha participado también el exdiputado en el Parlament David Fernández y el también exdiputado y abogado de Gabriel, Benet Salellas, que ha denunciado que en Cataluña se está produciendo "una vulneración masiva de derechos fundamentales".

http://www.eldiario.es/politica/Anna-Gabriel-reclama-libertad-Suiza_0_744025593.html
 
Anna Gabriel: "Yo temo a las autoridades españolas, no a las suizas"


En una entrevista a un diario suizo, la exdiputada ha afirmado que "la cuestión independentista catalana "será un largo, muy largo y penoso proceso"

También ha apuntado que la "lucha por la independencia" no es "una cuestión de identidad"

EFE
24/02/2018 - 14:34h
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La exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, en una imagen de archivo.

La exparlamentaria de la CUP Anna Gabriel ha afirmado que ella no teme a las autoridades Suizas, sino a las españolas, al ser preguntada por la posibilidad de que España pueda solicitar orden de extradición.

Gabriel ha afirmado que no se moverá de Suiza, donde estará a disposición de las autoridades. "Yo temo a las autoridades españolas, no a las suizas", afirmó en una entrevista aparecida hoy en el diario suizo Taiges Anzeiger.

El Tribunal Supremo Español dictó el pasado miércoles una orden de detención en su contra de alcance nacional, pero no ha anunciado si formulará un pedido de extradición a Suiza.

Por otra parte, Anna Gabriel ha apuntado que "la lucha por la independencia" que su partido promueve en Catalunya "no es una cuestión de identidad", sino la respuesta a una "ofensiva contra la autonomía de Catalunya". "No tenemos nada contra el pueblo español, pero en los últimos años el Tribunal Constitucional ha revocado cuarenta artículos legislativos que daban a Catalunya alguna independencia",

Desde el Ministerio suizo de Justicia y Policía se ha señalado que se considera que los delitos de los que se acusa a Gabriel tienen connotación política y que la legislación interna y europea indican que por ellos no se puede autorizar una extradición.

Gabriel ha afirmado en la entrevista que no ve "progresos hacia la democracia en el corto plazo", por lo que prevé que la cuestión independentista catalana "será un largo, muy largo y penoso proceso para nosotros". Por otro lado, la líder política ha confesado que antes de abandonar España recibió numerosas amenazas de muerte.

Preguntada por el resultado de elecciones realizadas en 2015 y 2017 en Catalunya y que indicaban que había casi tanta gente que rechaza la independencia como la que la apoya, Gabriel ha respondido que no se trataba de plebiscitos específicos sobre la independencia. "Esta cuestión es tan importante que merece un voto libre propio. Si no hay mayoría a favor de la independencia, por supuesto que lo aceptaremos", ha asegura.

http://www.eldiario.es/catalunya/Anna-Gabriel-autoridades-espanolas-suizas_0_743675869.html
 
Arrimadas al lado de una Anna Gabriel es nada. Menos que la nada.
Arrimadas es hoy una muñequita útil, cómoda de manejar y fácil de vender si el receptor de la mercancía cumple con determinado perfil : poca exigencia, ideología confusa y con clara preferencia por el oportunismo.
Esa es solamente tu opinión, @No way
 
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Arrimadas al lado de una Anna Gabriel es nada. Menos que la nada.
Arrimadas es hoy una muñequita útil, cómoda de manejar y fácil de vender si el receptor de la mercancía cumple con determinado perfil : poca exigencia, ideología confusa y con clara preferencia por el oportunismo.
Miss Sobacos no es más que una oportunista catalana de primera generación que ha salido de naja por una simple citación judicial a declarar, no estaba ni imputada, y que se ha exiliado no en alguno de sus paraísos soñados, sino en un país hipercapitalista con fuerte inclinación a los defraudadores de impuestos. Y para encajar, se ha duchado y puesto en limpio siguiendo al pie de la letra la frase marxista (de Groucho, se entiende) "Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros". Ahora, a vivir de lo que le envíen desde España. Así que ni ella ni nadie está en condiciones de ponerla como ejemplo de absolutamente nada que no sea el efecto del jabón.
 
Arrimadas al lado de una Anna Gabriel es nada. Menos que la nada.
Arrimadas es hoy una muñequita útil, cómoda de manejar y fácil de vender si el receptor de la mercancía cumple con determinado perfil : poca exigencia, ideología confusa y con clara preferencia por el oportunismo.
Que atrevida eres:p:p Como osas criticar a la musa de Tabarra:sneaky: El derecho de decir lo que les de la gana es de las tabernesas contra los "indepen", es una exclusiva reservada para ellas:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
a todo esto, ¿me podéis decir por qué está metida en líos judiciales la perroflauta Anna Gabriel? sé que es separatista y todo eso, pero no sé en concreto por qué tenía que presentarse en el juzgado (n)
 
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