Actores "olvidados"

Melissa Sue Anderson
( 1962 - )
Melissa Sue Anderson (n. Berkeley, de California, 26 de septiembre de 1962) es una actriz estadounidense ganadora del Premio Emmy y especialmente conocida por haber interpretado el papel de Mary Ingalls en la serie de televisión Little House on the Prairie desde 1974 hasta 1983.
Su carrera artística comenzó cuando su profesor de danza animó a sus padres a buscar un agente para ella. Comenzó entonces a hacer los anuncios publicitarios para TV, y pronto empezaron a llegar ofertas para aquella niña rubia de ojos azules, entre ellos algún episodio de la serie La tribu de los Brady.

A la edad de once años consigue, entre cientos de competidoras, el papel de Mary en La casa de la pradera. Sería el personaje que la lanzó a la fama en todo el planeta y el que interpretó durante nueve años.

Ganó un Premio Emmy por su papel en Which Mother Is Mine? (1979) de la cadena ABC. En 1979 viajó a Madrid para ser entrevistada por Mayra Gómez Kemp en el programa de Televisión Española "625 líneas". Fue nominada en 1976 como mejor actriz principal en una serie dramática por su trabajo en La pequeña casa de la pradera, que también le valió el Premio Tp de Oro de 1980.

En 1981 protagonizó a Virginia en el filme de terror Happy Birthday to Me.

Tras la cancelación de la serie, ha intervenido en diversas películas especialmente rodadas para televisión.

Con su marido Michael Sloan tienen dos hijos, Piper (nacida en febrero de 1991) y Griffin (nacido en junio de 1996). Vive en Montreal (Quebec, Canadá) desde el año 2002. Ella y su esposo se naturalizaron canadienses en 2007.

Nota : 625 lineas era un programa sobre la programación de la RTVE . Era un avance de la programación . Lo presentaba Mayra Gómez Kemp y un periodista " deportivo " Santiago Pélaez .
Ver el archivo adjunto 441344

También presentó 625 líneas Mary Francis, más tarde llamada Paca Gabaldón.
 
¿y Linda Fiorentino? ¿qué habrá sido de ella? empezó fortísimo a mediados de los noventa pero no se volvió a saber de esa actriz, y eso que era una mujer con una gran presencia

¿Qué fue de Linda Fiorentino?
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Era uno de los nombres a recordar y uno de los rostros a seguir en el Hollywood de los 80 y 90. No solo por su exótico nombre, también por su indudable atractivo y por su capacidad de embriagarnos con un carisma digno del cine negro clásico o de ponernos los pelos de punta. Lo tenía todo.

Y nos pusimos manos a la obra.

“Mala fama” se puede leer en muchos artículos, pero eso no es suficiente. Muchas estrellas tuvieron mala fama, a Linda Fiorentino la rodea uno de los mayores misterios de desapariciones del cine que podemos recordar. Tuvo sus fracasos, sí, pero también éxitos mayúsculos. ¿Se peleó con directores? Claro, pero tampoco eran tan poderosos; y no se conoce ninguna crisis con los dos grandes maestros que la dirigieron: Martin Scorsese y Mike Nichols.

Hoy camino de los 60 años, Linda Fiorentino lleva retirada de los focos desde 2009, cuando rodó la casi desconocida película Once More with Feeling, film que llegó siete años después de su anterior producción, En el punto de mira, junto al también casi perdido -y encarcelado- en combate Wesley Snipes. O sea, que a lo tonto, Fiorentino lleva 15 años sin hacer una película digna.

¿Qué pasó con Fiorentino?

Al margen de su fama de “difícil” (en esos tiempos faltos de redes sociales la mala fama dañaba mucho más a una estrella porque el acceso a ella era mucho más difícil), quizá Fiorentino no tuvo nunca esa necesidad de seguir en la cresta de ola. Y se aburrió. Como reza el lema de la industria de Hollywood, "Nadie sabe nada", y esa máxima puede aplicarse al extraño caso de esta atractiva actriz.

Antes de intérprete era fotógrafa y se licenció en Ciencias Políticas, y no fue hasta sus 30 años que decidió probar suerte como actriz. Y lo logró a lo grande y mucho más rápido que la mayoría. Su talento era incuestionable, enamoraba a los directores de casting. Pero, quizá, no había nacido para esto. Y quizá ello la llevó al retiro.

La descubrimos en su gran debut, directamente a protagonista, junto a Matthew Modine en Loco por ti (1985) y, atención, con Madonna, que también debutaba como actriz en esa película.
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En 1985, el año de su estreno, rodó 3 películas. Loco por ti, ¡Te pillé! y una mítica, Jo, qué noche, en la que Martin Scorsese le dio el papel de la escultora majara.

Hay que hacer un alto en el camino para recordar una de las mejores comedias del cine moderno, una película loca que rodó un director nada “cómico”.


¿Y después?
Su carrera en los años venideros no siguió esa incomparable racha. Empezó a ganarse fama de conflictiva y rechazó firmar por una de las películas más influyentes y famosas de su generación, Top Gun (1986), error que volvería a cometer seis años después al descartar Instinto Básico (1992). Sí, dos de esas pésimas decisiones que toda estrella, o aspirante a estrella, siempre acaba tomando.

A cambio de rodar con Michael Douglas y Tom Cruise, Fiorentino empezó un periplo de películas olvidables y olvidadas, entre ellas Grita, un musical con John Travolta y Recuerdos que matan, con Charlie Sheen. No, el cambio no le salió bien.

Sin embargo, Fiorentino supo coger otro tren y rodó La última seducción (1994), de John Dall. Una película indie que supuso su vuelta al ruedo y, sin duda, su mejor papel; un rol que le venía como anillo al dedo, el de mujer fatal. Por ese papel (no logró una merecida nominación al Oscar por temas burocráticos y de regulación de la Academia porque el film se estrenó primero en TV) se hizo con el Independent Spirit Award y obtuvo una nominación al BAFTA.


Después de La última seducción salí con algunos hombres. Pero veía su decepción cuando ellos se daban cuenta de que salían conmigo y no con mi personaje. El matrimonio es un contrato, y yo ya tengo suficientes contratos”, dijo Fiorentino.

Aquí puedes ver La última seducción (1994).

Cuando parecía que todo iba a arreglarse, y quizá intentando quitarse la espinita de Instinto básico, Fiorentino aceptó Jade (1995), de otro gran director, William Friedkin, pero el palo fue tremendo a nivel de críticas y taquilla.

En los 90 un fracaso podía condenarte como ahora es impensable (todos recordamos lo que injustamente le ocurrió a Geena Davies con La Isla de las Cabezas Cortadas, 1995), pero Fiorentino supo aguantar el chaparrón, un chaparrón que pasó del vapuleo a los aplausos en 1997, cuando acompañó a Will Smith y a Tommy Lee Jones en una película mítica:

Aquí puedes ver Men in Black (1997).

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El atronador éxito del film, que cambió el género y aportó luz con su originalidad y virtuosismo técnico, relanzó su carrera y poco después -ya alargando el tiempo entre rodajes- pasó a rodar con Kevin Smith Dogma (1999), junto a Matt Damon y Ben Affleck.

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Smith no le hizo un gran favor y dijo públicamente que se arrepintió de haberle ofrecido el papel en su película porque era “inaguantable”, cosa que podía dar a suponer que esos largos meses entre película y película no eran tanto decisión suya como de los estudios. ¿Era tan poderoso Smith? No lo creemos.
Pese a todo, 2000 fue su mejor año a nivel artístico. Estrenó Donde esté el dinero, junto al mismísimo Paul Newman y ¿De qué planeta vienes? donde la dirigió un maestro, Mike Nichols, junto a un elenco de estrellas muy brillantes: Annette Bening, John Goodman, Greg Kinnear, Ben Kingsley, Judy Greer, Richard Jenkins, Octavia Spencer... Pocos dudaban de en que en su madurez iba a lograr el estatus definitivo, pero... nada por aquí, nada por allá y... Linda Fiorentino desapareció.

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En su pleno apogeo. En el mejor momento de su carrera, cuando rodaba con leyendas, cuando ya había demostrado que podía ser musa de un film de estudio o musa de un film indie... Simplemente, desapareció.

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En 2002 estrenó En el punto de mira, en 2009 Once more with Feeling... y nunca más se supo de su talento frente a la cámara. Ni siquiera volvió en las secuelas de Men In Black, en una decisión que chocó a los fans y que daría fuerza a las teorías del "no se podía trabajar con ella". Pero lo único que sabemos es que dejó de aparecer en la gran pantalla.

Desde entonces, ha estado vinculada al Partido Demócrata e intentó desarrollar documentales y sus propios guiones. Uno de ellos, muy sonado, puesto que tuvo un novio, Mark Rossini, agente federal al que acusaron de apropiarse de información privilegiada del FBI, información que pasaba a su Fiorentino para que escribiera un guión. Casi nada. Pero nada más. Linda Fiorentino ya no forma parte de la industria, pero siempre será parte de algunas buenas películas.

Repasando su carrera no logramos saber qué pasó con ella, si la olvidaron o bien ella misma se retiró voluntariamente.

Pero ya nos sabemos la frase: todo vuelve. Quizá solo esté esperando a un director experto en resurgimientos como Tarantino.
Todo son suposiciones. Lo único cierto es que hoy, pocas horas después de su cumpleaños, nos han entrado ganas de recordarla y de verla de nuevo en algunas de esas películas que están en VOD.

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¡Que sexy y viril era! Guapísimo. Maravilloso, aunque el tema del alcohol afectó a su belleza fisica al envejecer. Pero tenia una versatilidad como actor maravillosa.

Tuvo un matrimonio de 30 años con la actriz Brenda Marshall, que aportó una hija, Virginia, al matrimonio y tuvo dos hijos con él, Peter y Scott. Sin embargo, fué un matrimonio infeliz por las infidelidades de él, que hubiese abandonado a Brenda por Audrey Hepburn, pero ella le rechazó porque para entonces él se habia hecho la vasectomia y no podia darle hijos. Tras largas separaciones y rencuentros Bill y Brenda se divorciaron en 1971 y él murió junto a Stephanie Powers.
 
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Rebecca de Mornay
( 1959 - )

Nació en Santa Rosa, en el estado de California, como Rebecca George. A la edad de cinco años murió su padrastro, Richard De Mornay, de quien proviene su apellido. Su madre se trasladó entonces con ella y su hermanastro a Europa, donde creció principalmente en Inglaterra y en Austria. Obtuvo su graduación escolar en Austria.

De Mornay comenzó a estudiar interpretación en el Instituto Lee Strasberg, en Los Ángeles, y realizó un aprendizaje en los estudios de Francis Ford Coppola. Allí tuvo ocasión de debutar en cine, en una película del mismo Coppola: un papel pequeño en Corazonada (One from the Heart).

Poco después dio el salto en el cine en un papel de relieve, en la película de 1983 Risky Business, protagonizada por un joven y casi desconocido Tom Cruise, y que tuvo un gran éxito de taquilla. Su interpretación de una joven prost*t*ta que acaba montando un negocio en la casa de Cruise, mientras los padres de este se encuentran de viaje, le valió críticas muy positivas.

En los años siguientes, De Mornay intervino en algunas películas con actores importantes: con Jon Voight en Runaway Train, y con Kurt Russell en Backdraft. Con el veterano director Roger Vadim rodó un remake de Y Dios creó a la mujer, filme que había lanzado a la fama a Brigitte Bardot. Pero no tuvo el éxito esperado.

Sin embargo, su siguiente éxito destacado fue el thriller La mano que mece la cuna, en la que interpreta magistralmente a una vengativa niñera de un bebé que se gana la confianza de la madre, para después actuar de forma imprevista. Con estas películas de Mornay demostró sus dotes de interpretación en muy variados papeles, si bien el éxito de la última condicionó sus siguientes trabajos, encasillándola en papeles de «mala» o ambigua. Así, interpretó el turbio personaje de Milady en Los tres mosqueteros (1993) y un thriller erótico: Nunca hables con extraños, con Antonio Banderas. En 2012 participó en American Reunion, interpretando a Rachel, la madre de Finch.

Al mismo tiempo que intervenía en películas de cine, De Mornay actuaba en películas y mini-series para la televisión, a razón de una o dos producciones por año. Ha mantenido su interés por este medio en años recientes, y sigue actuando regularmente en televisión. También ha actuado en algunas ocasiones en el teatro, sobre todo en producciones montadas en teatros de Los Ángeles, como en el prestigioso Pasadena Playhouse.

De Mornay se casó en dos ocasiones. Su primer matrimonio duró solo dos años y acabó en divorcio. Se casó por segunda vez con Patrick O'Neal, hijo del actor Ryan O'Neal, con el que tiene dos hijas: Sophia, nacida el 16 de noviembre de 1997 y Verónica, nacida el 31 de marzo de 2001. Se divorció en 2002.

También vivió una relación sentimental con el conocido cantante Leonard Cohen.

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Última edición:
Rebecca de Mornay protagonizo una pelicula que se titulo en castellano Clan de Ambiciosos ( Dealers en inglés ) . Es una pelicula que siempre me ha gustado . Es entretenida , no es una obra maestra , pero se ve a una Rebecca de Mornay más madura . es de 1989 .
 
Harold LLoyd
(1893 - 1971 )
El hombre mosca .

Creo que este es el mensaje más largo dedicado a un actor .

Harold Clayton Lloyd (Burchard, Nebraska; 20 de abril de 1893 - Beverly Hills, California; 8 de marzo de 1971) fue un actor cinematográfico estadounidense, considerado uno de los más grandes cómicos de la historia del séptimo arte.

Lloyd actuó en 208 películas entre 1913 y 1947. Durante la década de los veinte fue el actor más popular y mejor pagado del universo cinematográfico. Es conocido sobre todo por las secuencias de persecución que incluían proezas físicas como trepar por los muros de altos edificios. Junto a Buster Keaton y Charlie Chaplin forma el «triunvirato» de grandes cómicos del cine mudo y, como ellos, su carrera continuó en el período sonoro.

Con ascendencia galesa por parte de padre, Harold Clayton nació en la localidad de Burchard, condado de Pawnee en Nebraska en una humilde casita que actualmente está restaurada y convertida en museo. Sus padres fueron James Darsie Clayton y Elizabeth Lloyd, de los cuales era el segundo hijo tras su hermano Gaylord nacido en 1888. Su padre, apodado Foxy («Astuto»), era un hombre inquieto, aventurero, de fácil verborrea y algo bohemio incapaz de permanecer mucho tiempo en un mismo empleo. La madre era dominante, de principios inalterables y con cierta afición por la interpretación; el matrimonio se divorció en 1910. Durante un tiempo Harold y Gaylord vivieron alternando períodos con uno u otro progenitor hasta quedar definitivamente al cuidado del padre. La infancia de Harold transcurrió de ciudad en ciudad (Humbolt, Beatrice, Omaha, Denver,...) debido, en buena parte, a ese espíritu «nómada» del padre. Si la infancia de Charles Chaplin fue «dickensiana», la de Lloyd puede calificarse al estilo de Tom Sawyer. Desde pequeño, Lloyd se mostró como una persona despierta, rápida de ingenio, inquieta y heredera de la pasión maternal por el teatro. Su padre lo apodó Speedy («Rápido»).

A los doce años trabajaba como acomodador en el teatro Orpheum de Omaha donde conoce y entabla amistad con John Lane Connor, un famoso actor de la época que le ofrece debutar en el escenario realizando un pequeño papel (Abe, un niño cojo) en la obra Tess of the D´Urbervilles. Por aquel entonces su padre trabajaba para la compañía de máquinas de coser Singer, en la cual sufrió un accidente laboral por lo que fue indemnizado con la suma de 3.000 dólares, cantidad más que suficiente para que los Lloyd pudieran vivir holgadamente durante una larga temporada. A la hora de elegir donde establecerse, la decisión fue tomada lanzando una moneda al aire la cual determinó que irían a San Diego. La Escuela de Teatro de esa ciudad estaba dirigida precisamente por Lane Connor, por lo que Harold pasa algún tiempo allí a la vez como estudiante y monitor, sin embargo con ese carácter aventurero heredado de su padre, Lloyd no pasaría mucho tiempo en las aulas. En ese entonces la Compañía Edison pasa por San Diego rodando un western; Connor recomendó a Lloyd para un pequeño papel como extra, se trataba de estar disfrazado de indígena piel roja y medio desnudo. Después de su brevísima formación académica emprende varias giras teatrales por pueblos de la América profunda haciendo pequeños papeles en obras como Trilby y Oliver Twist; estos meses se convertirían en una magnífica escuela. Entre los actores de la compañía teatral en la cual participaba, estaba Charlie Ruggles (posterior secundario en el cine) que constata el don innato de Lloyd para la comedia.



Marinero de agua dulce, primer largometraje de Harold Lloyd (1921).

La gira teatral los llevó a Balboa, donde la Edison Film Company tenía unos de sus estudios. Harold aprovecha y trabaja como extra en varias cintas. Después de esto abandona para siempre el teatro para dedicarse de lleno a la actuación cinematográfica.

En 1913 consigue entrar en los enormes estudios Universal Pictures disfrazado de figurante. Su actitud positiva, carisma y gran sentido del humor, le permiten entablar amistad con J. Farrel McDonald. McDonald era el director de His Heart, His Hand, His Sword (Su corazón, su mano, su espada), típico serial de la época que tenían mucho éxito entre el público. Lloyd participó en éste y otros trabajos de McDonald. En uno de aquellos rodajes se producirá uno de los encuentros más exitosos de la historia del cine: En 1914 Harold Lloyd conoce y entabla amistad con Hal Roach, y ambos, aunque no siempre en perfecta sintonía, trabajarían juntos durante una década.

Hal Roach, al igual que Harold, llegó a Hollywood cargado de ilusiones y ligero de bolsillos. Durante un tiempo los dos amigos trabajaron de extras hasta que en 1914 Roach recibió una pequeña herencia que le permitiría pasar a ser productor de sus propias películas con Lloyd como protagonista. No tuvieron mucho éxito comercial aunque sí el suficiente para ir tirando y continuar en el negocio. Esas primeras obras mostraron la capacidad interpretativa de Harold a Mack Sennett, el rey de la comedia en aquellos años diez. Sennett le ofreció un contrato a Lloyd para que realizara imitaciones de Chaplin, que era el modelo cómico a emular. Lloyd no estuvo a gusto con Sennett y volvió a los pocos meses con Roach. Después de varios intentos, crearon el personaje Willie Work, que tenía marcadas similitudes con Charlot. Tuvieron un rápido éxito comercial. A continuación llegaría Lonesome Luke también en la misma línea «chaplinesca». En el curso de tres años habían conseguido crearse una buena reputación en Hollywood. Snub Pollard y Bebe Daniels son los acompañantes habituales de Lloyd en la pantalla en aquella época.

Aunque con este esquema al tándem Lloyd-Roach les iba bien, Harold quería innovar con nuevos personajes, mientras que su socio no quería perder la fórmula que le generaba muy buenos ingresos. En el verano de 1917 Harold crea un nuevo personaje: «El hombre de las gafas» que rompe el estilo cómico imperante. Lloyd aparecía en pantalla con un aspecto completamente normal, similar al hombre medio norteamericano; llevaba gafas de carey (muy de moda en aquel tiempo), sombrero de Paj* y aspecto juvenil. La clave del éxito no radicaba en el aspecto sino en las virtudes del personaje y su capacidad para superar, desde la sencillez, todos los obstáculos que se interponen en su camino. Este personaje es optimista, valiente, perseverante, atlético y dinámico; sus historias se desarrollaban en la ciudad ya que el ritmo frenético de la urbe moderna es el que mejor se ajusta a su personalidad. Su éxito radicaba en ser el espejo del estilo de vida opulente de los Estados Unidos de los años veinte. Si Charlot era un personaje marginal inadaptado al mundo burgués, El chico de las gafas se encuentra perfectamente encajado en el sistema capitalista, luchando por el ascenso social usando siempre todas las armas que encuentra a su alrededor aunque siempre «jugando limpio». Si con Chaplin la crítica es frontal y abierta, Lloyd será más condescendiente aunque en su obra sí se encuentran formas más sutiles de crítica.

El hombre de las gafas se dio a conocer en el corto Over the Fence (Sobre la valla) el 9 de septiembre de 1917. Bebe Daniels era la acompañante de Lloyd tanto dentro como fuera de la pantalla. Ambos eran la pareja más popular en las fiestas de Hollywood. Eran apodados «El Chico y La Chica», participaban y ganaban frecuentemente concursos de baile. La pareja rompió su relación tanto profesional como personalmente en 1919 aunque continuaron siendo buenos amigos toda la vida. Como nueva pareja en la pantalla, el Chico de las Gafitas quería a una chica de estilo y apariencia muy diferentes a la Daniels. La encontró en Mildred Davis, una rubia de la cual el propio Harold decía que «parecía una gran muñequita francesa». Lloyd y Davis acabaron por ser pareja en la vida real cuando contraen nupcias en 1923. A partir de entonces ella se retira de la actuación.

Lloyd comenzaba a ser visto como una alternativa seria al «reinado» de Chaplin. Uno tras otro, sus cortos se convertían en éxito. Llegó entonces un momento trágico. El día 24 de agosto de 1919 Lloyd posaba para los carteles promocionales de la película Haunted Spooks; en ellos debía aparecer encendiendo un puro con la mecha de una bomba que, evidentemente, se suponía era de broma. El fotógrafo detuvo unos momentos la sesión para ajustar la cámara, cosa que aprovechó Lloyd para acomodar sus ya famosas gafas de carey; alejó la bomba de su rostro justo antes de que hiciera explosión y la detonación estremeciera el edificio. Como resultado de este accidente Lloyd quedó ciego y perdió los dedos índice y pulgar de la mano derecha; los médicos no le daban esperanzas de recobrar la vista, sin embargo, dando una lección de coraje, unos cuantos meses después estaba totalmente recuperado y haciendo sus piruetas aún sin sus dedos completos, un guante protésico disimulaba su condición de manera tan efectiva, que muchos años después el público no sabía que le faltaban dos dedos, él no quería que la gente fuera a ver a un hombre disminuido actuar y hacer acrobacias como una persona normal. Harold Lloyd declaró que «el momento más dramático de mi vida fue aquel en el que estuve a punto de perderla». Nunca hubo denuncias ni aclaración sobre aquel misterioso y dramático asunto.

Desde Over the Fence Lloyd nunca abandonó a su personaje. Su popularidad iba en aumento y en 1921, impulsado por el éxito de The Kid (El chico) de Chaplin, Lloyd dio el salto a los largometrajes. Sus cortos de uno, dos o tres rollos ya no eran suficientes para el inquieto muchachito de Nebraska, aunque entonces se creía que era difícil mantener a la audiencia interesada en una comedia por más de media hora. Roach consideraba que no era conveniente arriesgarse, pero finalmente Lloyd se salió con la suya y en 1921 con A Sailor-Made Man (Marinero de agua dulce) hizo un mediometraje de 46 minutos de duración. El éxito fue tremendo. Durante un tiempo Chaplin regresó a los cortos, pero Lloyd ya nunca volvió a hacer una película de menos de 5 rollos.



Harold Lloyd y Mildred Davis en I Do (1921).

Roach y Lloyd habían creado un equipo de colaboradores llamado The Gag Men, que se complementaban a la perfección (Fred Neymeyer, Tim Whelan, Clyde Bruckman, Ted Wilde y Sam Taylor -considerado por Lloyd como el más capacitado de todos-). Aunque ellos figurasen como directores de las películas, era Lloyd el responsable final de las mismas. Al igual que Buster Keaton o Chaplin, Lloyd y sus gagmen preparaban minuciosamente las escenas calculando cada segundo de acción. Tenía un estilo rápido, aparentemente loco e improvisado y casi siempre increscendo, sin embargo nada era dejado al azar; de hecho, tras A Sailor-Made Man, sólo rodó nueve películas en siete años debido a la minuciosidad con que se realizaban los cada vez más complejos gags y escenas.

Sus películas solían empezar con un ritmo moderadamente lento, donde 'El hombre de gafas' se ve enredado en algún asunto amoroso o un reto condenado al fracaso, luego iba de chiste en chiste, cada vez más rápido, para llegar a un final donde la velocidad y las piruetas hacen que el protagonista salga victorioso contra la adversidad. En unos pocos años el estilo propio de Lloyd se impone y populariza entre el público, un elemento tan importante para éstas películas, que Lloyd realizaba funciones especiales de sus filmes antes del estreno, y modificaba, añadía u omitía partes de la misma dependiendo de la actitud, aplausos, duración y frecuencia de las risas y carcajadas, aplausos y otros comportamientos de los espectadores.

Entre otros mediometrajes y largometrajes realizados por él, se destacan Captain Kidd's Kids (Las hijas del Capitán Kidd), From Hand to Mouth (De la mano a la boca) o Now or Never (Ahora o nunca). Su último corto fue Never Weaken (Viaje al paraíso), de 1921. En sus películas luego usará muchos elementos de sus cortos.

La década de los veinte corona a Harold como el cómico favorito del público junto a Chaplin (Buster Keaton, -redescubierto años más tarde-, estaba en un escalón inferior en cuanto a aceptación e ingresos en taquilla se refiere). Charlot y el Hombre de las gafas de carey no eran, sin embargo, rivales encarnizados. De hecho los dos cómicos, pese a no ser íntimos amigos, siempre mantuvieron una relación muy cordial y de mutua admiración.

Grandes obras maestras


Cartel de El mimado de la abuelita (1922).

Tras el éxito de Marinero de agua dulce llegan en 1922 Grandma's Boy (El mimado de la abuelita) y Dr. Jack (El doctor Jack). La primera es una parodia del drama rural muy popular e imitado Tol´able David (dirigido en 1921 por Henry King), donde un apático y asustadizo jovencito sobreprotegido por su abuela saca fuerzas de flaqueza para enfrentarse contra su rival por el amor de la chica armado simplemente con el supuesto talismán que ayudó a su abuelo en la Guerra de Secesión. La idea original era hacer un drama serio sobre la superación de la cobardía. De hecho así se rodó originalmente para, a continuación, por presión de Roach, añadir las escenas cómicas. El resultado es una comedia plagada de excelentes gags con una trama muy bien elaborada. Tras ver la película, Chaplin envió un telegrama a Lloyd asegurándole que a partir de entonces tendría que mejorar muchísimo para estar a su altura dada la enorme calidad cómica del filme. El prestigioso crítico Robert E. Sherwood apuntó que Lloyd «construía cada escena con tanta meticulosidad como si se tratara de los mecanismos principales de un reloj. No hay nada que pueda dejar al azar en sus métodos; se preocupa acerca de cada episodio y situación en particular, trabajándola primero en su cabeza para llevarla después a la práctica. Tenía una visión extremadamente clara y un agudo sentido de lo risible; sabía por instinto lo que resultaría naturalmente gracioso y lo que podría parecer como algo simplemente forzado».

En 1923 se estrena la que sería la tarjeta de presentación de Harold Lloyd para futuras generaciones de espectadores y su símbolo de aportación al Séptimo Arte: Safety Last! (El hombre mosca). El título parodia la advertencia safety first («la seguridad primero»). Fue estrenada el 1º de abril de 1923. Su éxito fue clamoroso tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. La película narra los esfuerzos de un joven empleado de unos grandes almacenes para hacer creer a su ingenua prometida que es un gran hombre de negocios. La larga escena final, con el protagonista escalando un edificio en pleno centro de Los Ángeles, es un prodigio cinematográfico donde se aunan los elementos cómicos y de suspense cuando se cree que el personaje está a punto de caer al vacío en varias ocasiones. Durante mucho tiempo se pensó que era el propio Lloyd quien realizó toda la escalada sin ningún tipo de trucaje. Hoy sabemos que fuera de cuadro se mantenía una plataforma de seguridad que iba ascendiendo a la vez que lo hacía el propio actor.



Escena cumbre de El hombre mosca (1923).

En los planos largos es Bill Strothers, actor que hace el papel de compañero de piso de Harold, quien realiza las escaladas. El hombre era conocido en Los Ángeles como «la araña humana» ya que se dedicaba a trepar por los edificios. A Lloyd se le ocurrió la idea de la película tras ver a Strothers trepar por un edificio de oficinas en Los Ángeles y observar como el público lo observaba con gran interés. Cuando Strothers llegó al tejado Harold lo estaba esperando para proponerle participar en una película.

Por encima de los elementos humorísticos que convierten a la película en una excelente comedia, Safety Last es toda una metáfora del ascenso social y vital en esos Estados Unidos alegres de los años 20 donde todo parecía posible. Todo el filme gira alrededor del tiempo, de la agitada vida urbana y lucha sin cuartel por conseguir el éxito. Desde la escena inicial se ve aparecer la importancia que el tiempo va a jugar en todo el largometraje. En todos los momentos claves un reloj aparece y conforme la película avanza el reloj se va haciendo más y más grande hasta la eclosión final, la gran escena de Harold colgando del reloj, imagen que ya forma parte de la historia del cine. Tras esta película Lloyd había conquistado por méritos propios el título de «Rey de la Comedia de Suspense» y desde entonces fue el actor más taquillero y mejor pagado durante toda la década de los veinte. Su máxima era: «La comedia sale de dentro, sale de tu cara, de tu cuerpo».

Tras Safety Last! Mildred Davis deja de ser la acompañante femenina de Lloyd en pantalla. Su sustituta será Jobyna Ralston que debuta con Lloyd en Why Worry? (¡Venga alegría!), la historia de un rico hipocondríaco que marcha a una república sudamericana en busca de tranquilidad y reposo para verse involucrado, sin querer, en una revolución. Y aunque no es de las consideradas como mejores obras de Lloyd, sirvió de inspiración muchos años después a Woody Allen para su película Bananas. Esta fue la última comedia de Lloyd producida por Hal Roach. La relación profesional del dúo Roach-Lloyd finalizó de manera amistosa. Muchos años después Roach recordaría a su antiguo socio con estas palabras: «Harold Lloyd no era un cómico, pero fue el mejor actor en interpretar a un cómico que jamás he visto». Tras este gran éxito Harold creó su porpia productora: la Harold Lloyd Film Corporation, lo que le permitirá una completa libertad creativa.

En 1924, ya como productor independiente, rueda Girl Shy (El tenorio tímido), una comedia con algunas escenas románticas y con una persecución final donde Lloyd utiliza todos los medios a su alcance para llegar a tiempo de evitar la boda de su amada. Lloyd siempre consideró ésta película como una de sus favoritas. De ese mismo año es Hot Water (Casado y con suegra), simpática parodia de la vida conyugal y los problemas con la familia política. Es una obra episódica con tres fragmentos que casi podrían verse de manera independiente. En 1925 rodó The Freshman (El estudiante novato), que quizá junto a Safety Last! son sus películas más populares, y esta última la más taquillera. Aquí Harold Lloyd es un joven que desea alcanzar la popularidad en la universidad donde sus compañeros lo han elegido como el blanco de todas las bromas pesadas. La escena final en un campo de fútbol americano es célebre, con Harold luchando para conseguir el tanto final que dé la victoria a su equipo. Veinte años después el personaje central volvería a ser utilizado en su despedida del cine. Al final del período del cine mudo, Lloyd dejó un par de grandes obras. La primera es The Kid Brother (El hermanito) en 1927, comedia de ambiente rural donde retoma algunos de los patrones de Grandma's Boy aunque de una manera más madura y elaborada. Esta cinta fue la última donde Jobyna Ralston actuó como compañera de Harold. La actriz no superó más adelante el tránsito al sonoro debido a un pronunciado ceceo. Su última producción en el período mudo fue Speedy (Relámpago) en 1928 donde su personaje es llamado como su apodo en la vida real, y vive en la agitada Nueva York. La película retrata a Nueva York desde Conney Island a las calles de Manhattan, pasando por el estadio de los Yankees (el mítico jugador de béisbol Babe Ruth tuvo un pequeño papel). Todo el filme constituye un homenaje a Nueva York y un completo documento gráfico que muestra el espíritu de la gente en Estados Unidos un año antes de la Gran Depresión.

La década de los veinte acaba con Harold Lloyd en la cima de su popularidad siendo uno de los 36 miembros fundadores de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Con solo 35 años ya había publicado su autobiografía: Una comedia americana. Fuera de la pantalla, participaba muy activamente en The Ancient Arabic Order of the Nobles of the Mystic Shrine, organización caritativa de corte masónico actuando de manera generosa en el sostenimiento de diferentes hospitales infantiles.

El tránsito al cine sonoro: los difíciles años

Con la llegada de la década de los treinta y los problemas sociales y políticos en todo el mundo, Lloyd y sus personajes optimistas ya no son los preferidos de un público que, con la llegada del cine sonoro, prefiere cómicos magos de la palabra, como W. C. Fields, Los Hermanos Marx, Mae West o Eddie Cantor. Para evitar el mismo destino que otros actores de cine mudo sufrieron con la nueva tecnología, Lloyd tomó clases de dicción y entrenamiento vocal, aunque llegó a afirmar «No creo que el público quiera comedias habladas. Las películas y las artes habladas son dos artes distintos».

Welcome Danger (¡Qué fenómeno!) de 1929 se rodó como película muda. Cuando estaba prácticamente terminada, el gran éxito del cine sonoro hizo que Lloyd se decidiera a rehacer casi por completo la película, lo que disparó el coste de la producción a casi un millón de dólares. En ésta película, la acompañante en escena fue Barbara Kent, una actriz canadiense nacida en 1906. Welcome Danger fue estrenada el 12 de octubre de 1929, unas semanas antes del crack bursátil, y fue un éxito en taquilla, debido a que la gente estaba ansiosa de oír hablar a Lloyd. Sin embargo no fue tan rentable como algunas obras anteriores, en parte por la gran inversión realizada. En 1930 lanzó Feet First (¡Ay, que me caigo!), película ya plenamente sonora con varias escenas de peripecias al mismo nivel de Safety Last!, pero que no tuvo la misma acogida del público.

Con la regular recepción del filme ante el público, Lloyd se toma un par de años sabáticos lejos de la pantalla volviendo en 1932 con Movie Crazy (Cinemanía), película sonora pero con muchas características del cine mudo, donde el protagonista tiene una compleja relación amorosa con la protagonista (Constance Cummings), algo novedoso en sus películas. Aunque es posiblemente su mejor sonora, la taquilla no funcionó del todo.


En 1934 lanza la película The Cat's Paw (La garra del Gato), donde rompe los esquemas de sus producciones anteriores realizando una comedia con altas dosis de crítica social al mejor estilo de Frank Capra. Por primera vez Lloyd tomó como base una obra literaria usando una novela de Clarence Budington Kelland. La película trata sobre el hijo de un misionero criado en China, que al volver a Estados Unidos para elegir esposa se encuentra atrapado en una compleja y oscura red de intereses políticos. Corrupción caciquismo, racismo, fascismo y la oposición oriente-occidente tienen cabida en una película oscura con un tipo de humor completamente distinto al gag lloydiano. En el cartel promocional de la película podía leerse: «Todo es nuevo menos las gafas». En 1936 rodó The Milky way (La Vía Láctea), su último intento serio por asentarse en el cine sonoro. Es la historia de un lechero que termina por convertirse en campeón de boxeo. El tema fue retomado diez años después por Dany Kaye. En 1938 filmó Professor Beware, comedia flojita que fue un rotundo fracaso en taquilla y llevó a Lloyd a su retiro a la temprana edad de 45 años.

Retiro
Con una enorme fortuna, el siempre inquieto y aún no muy mayor Lloyd se dedicó a multitud de aficiones desde criar perros, jugar al balonmano, fotografía en color y en tres dimensiones, pintura y hasta viajar por todo el mundo. En la década de los 40 produjo un par de películas con poco éxito y trabajó un año como locutor radiofónico. Muchos de los que lo trataron en aquella época consideraban que las aficiones de Lloyd eran auténticas excentricidades.

Por ejemplo gastaba enormes sumas de dinero encargando catálogos anuales completos a casas discográficas, o redecorando una y otra vez su mansión Green Acres con 44 habitaciones, 26 baños, 12 fuentes, 12 jardines, campo de golf de 9 hoyos y varias canchas deportivas en las afueras de Los Ángeles. Subía tanto el volumen de su impresionante equipo de alta fidelidad que en más de una ocasión el techo de su gran mansión llegó a resquebrajarse. Como fotógrafo se especializó en desnudos femeninos, retratando a Bettie Page, Dixie Evans y una joven casi desconocida Marilyn Monroe, entre otras. En su vida privada siempre hubo rumores sobre sus infidelidades y supuestos hijos ilegítimos. Incluso su antiguo socio Hal Roach llegó a insinuar que contrajo algún tipo de enfermedad venérea crónica. Todos esos rumores nunca fueron confirmados. Lloyd demostró siempre tolerancia hacia la homosexualidad (su hijo Harold Junior era homosexual), mientras al parecer fue muy intransigente en cuanto a la educación de sus hijas.

A diferencia de otros actores de la época e incluso posteriores, Lloyd era el propietario de casi toda su obra fílmica, lo cual le aseguró una sólida fortuna durante toda su vida. En 1947 fue convencido por el director Preston Sturges para regresar al cine en la película The Sin of Harold Diddlebock (El pecado de Harold Diddlebock), en la cual lloyd retoma su personaje de The Freshman, convertido en un triste contable maduro. El resultado no fue el mejor, pero se puede ver por última vez a Lloyd hacer piruetas en la cornisa de un edificio.

En 1953 recibió el Óscar honorífico por su aportación al mundo del cine y «por ser buen ciudadano». Esta última afirmación era una clara indirecta a Chaplin, investigado en aquellos días por supuestas actividades antiamericanas. En esta década de los 50, apadrinó a varios actores ascendentes, como Debbie Reynolds, Robert Wagner y Jack Lemmon.

Recibió varias ofertas para que sus películas fueran emitidas por televisión, pero él siempre se negó, considerando que el medio ideal para disfrutar de su obra era la pantalla grande. Esta actitud suya es una de las causas del olvido que sufrió Lloyd durante varias décadas.

A finales de los 50 el entorno familiar de los Lloyd se resquebraja: Mildred cayó en una profunda depresión que la llevó al alcoholismo al igual que Harold Junior, el hijo mayor, el cual no pudo aceptar su homosexualidad ni su fracaso como actor a pesar del apoyo paterno.

Mientras, Harold continuaba con una vida muy activa, viajando, siendo conferenciante o presidiendo el jurado de la Berlinale de 1960. Convencido por su hijo preparó un par de recopilaciones televisivas con las mejores escenas de sus películas que tuvieron un éxito inmediato en 1962 y 1963. Su esposa falleció en 1969. Harold Lloyd falleció en 1971 en Beverly Hills por un cáncer de próstata.

En 1970, en una de sus últimas apariciones públicas, Harold Lloyd afirmó: «Mi humor nunca fue cruel o cínico. Simplemente agarraba la vida y le daba un codazo de diversión. Lo hacíamos de manera que todo el mundo lo entendiera, sin las barreras del lenguaje. Parece que también hemos conquistado las barreras del tiempo». «La risa es el sonido más hermoso del mundo» es otra de sus sentencias más conocidas.

El redescubrimiento de Lloyd
A diferencia de Chaplin, la popularidad de Lloyd declinó rápidamente a partir de los sesenta ya que sus películas nunca se proyectaban por la pequeña pantalla. Casi toda la obra fílmica de Lloyd está controlada por el Harold Lloyd Trust, que permitió la emisión de algunas de las obras lloydianas más populares en televisión a finales de la década de los 70. En 1974, Time-Life comenzó la emisión de la serie El mundo de la comedia de Harold Lloyd, una compilación de escenas de sus películas mezcladas arbitrariamente y con una voz en off comentándolas. A pesar de su mediocre calidad, una nueva generación descubrió al genio de las gafitas y comenzó a pedir más de aquel cómico cuyo estilo era muy distinto al de Charlot o Keaton. En 1989 la serie estadounidense American Masters, produjo Harold Lloyd, el tercer genio, espaldarazo para el «renacimiento lloydiano». Tras esto, el Harold Lloyd Trust, celoso guardián de la obra de Lloyd, restauró varias de sus grandes películas de los años veinte con nuevas partituras musicales, algunas muy meritorias como la de Carl Davis para El hombre mosca. En 2005 New Line Cinema sacó al mercado Harold Lloyd Comedy Collection, una colección de 7 DVD con 13 cortos, 15 largometrajes (entre mudos y hablados), completamente restaurados y con contenido extra de todo tipo. El éxito de esa colección en Norteamérica animó a la compañía para editarla en el resto del mundo. Este renacer de Lloyd se produce, en buena medida, gracias a la labor de Annette D´Agostino, «lloydmaníaca» confesa y Suzanne Lloyd, nieta del actor.



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Harold LLoyd
(1893 - 1971 )
El hombre mosca .

Creo que este es el mensaje más largo dedicado a un actor .

Harold Clayton Lloyd (Burchard, Nebraska; 20 de abril de 1893 - Beverly Hills, California; 8 de marzo de 1971) fue un actor cinematográfico estadounidense, considerado uno de los más grandes cómicos de la historia del séptimo arte.

Lloyd actuó en 208 películas entre 1913 y 1947. Durante la década de los veinte fue el actor más popular y mejor pagado del universo cinematográfico. Es conocido sobre todo por las secuencias de persecución que incluían proezas físicas como trepar por los muros de altos edificios. Junto a Buster Keaton y Charlie Chaplin forma el «triunvirato» de grandes cómicos del cine mudo y, como ellos, su carrera continuó en el período sonoro.

Con ascendencia galesa por parte de padre, Harold Clayton nació en la localidad de Burchard, condado de Pawnee en Nebraska en una humilde casita que actualmente está restaurada y convertida en museo. Sus padres fueron James Darsie Clayton y Elizabeth Lloyd, de los cuales era el segundo hijo tras su hermano Gaylord nacido en 1888. Su padre, apodado Foxy («Astuto»), era un hombre inquieto, aventurero, de fácil verborrea y algo bohemio incapaz de permanecer mucho tiempo en un mismo empleo. La madre era dominante, de principios inalterables y con cierta afición por la interpretación; el matrimonio se divorció en 1910. Durante un tiempo Harold y Gaylord vivieron alternando períodos con uno u otro progenitor hasta quedar definitivamente al cuidado del padre. La infancia de Harold transcurrió de ciudad en ciudad (Humbolt, Beatrice, Omaha, Denver,...) debido, en buena parte, a ese espíritu «nómada» del padre. Si la infancia de Charles Chaplin fue «dickensiana», la de Lloyd puede calificarse al estilo de Tom Sawyer. Desde pequeño, Lloyd se mostró como una persona despierta, rápida de ingenio, inquieta y heredera de la pasión maternal por el teatro. Su padre lo apodó Speedy («Rápido»).

A los doce años trabajaba como acomodador en el teatro Orpheum de Omaha donde conoce y entabla amistad con John Lane Connor, un famoso actor de la época que le ofrece debutar en el escenario realizando un pequeño papel (Abe, un niño cojo) en la obra Tess of the D´Urbervilles. Por aquel entonces su padre trabajaba para la compañía de máquinas de coser Singer, en la cual sufrió un accidente laboral por lo que fue indemnizado con la suma de 3.000 dólares, cantidad más que suficiente para que los Lloyd pudieran vivir holgadamente durante una larga temporada. A la hora de elegir donde establecerse, la decisión fue tomada lanzando una moneda al aire la cual determinó que irían a San Diego. La Escuela de Teatro de esa ciudad estaba dirigida precisamente por Lane Connor, por lo que Harold pasa algún tiempo allí a la vez como estudiante y monitor, sin embargo con ese carácter aventurero heredado de su padre, Lloyd no pasaría mucho tiempo en las aulas. En ese entonces la Compañía Edison pasa por San Diego rodando un western; Connor recomendó a Lloyd para un pequeño papel como extra, se trataba de estar disfrazado de indígena piel roja y medio desnudo. Después de su brevísima formación académica emprende varias giras teatrales por pueblos de la América profunda haciendo pequeños papeles en obras como Trilby y Oliver Twist; estos meses se convertirían en una magnífica escuela. Entre los actores de la compañía teatral en la cual participaba, estaba Charlie Ruggles (posterior secundario en el cine) que constata el don innato de Lloyd para la comedia.



Marinero de agua dulce, primer largometraje de Harold Lloyd (1921).

La gira teatral los llevó a Balboa, donde la Edison Film Company tenía unos de sus estudios. Harold aprovecha y trabaja como extra en varias cintas. Después de esto abandona para siempre el teatro para dedicarse de lleno a la actuación cinematográfica.

En 1913 consigue entrar en los enormes estudios Universal Pictures disfrazado de figurante. Su actitud positiva, carisma y gran sentido del humor, le permiten entablar amistad con J. Farrel McDonald. McDonald era el director de His Heart, His Hand, His Sword (Su corazón, su mano, su espada), típico serial de la época que tenían mucho éxito entre el público. Lloyd participó en éste y otros trabajos de McDonald. En uno de aquellos rodajes se producirá uno de los encuentros más exitosos de la historia del cine: En 1914 Harold Lloyd conoce y entabla amistad con Hal Roach, y ambos, aunque no siempre en perfecta sintonía, trabajarían juntos durante una década.

Hal Roach, al igual que Harold, llegó a Hollywood cargado de ilusiones y ligero de bolsillos. Durante un tiempo los dos amigos trabajaron de extras hasta que en 1914 Roach recibió una pequeña herencia que le permitiría pasar a ser productor de sus propias películas con Lloyd como protagonista. No tuvieron mucho éxito comercial aunque sí el suficiente para ir tirando y continuar en el negocio. Esas primeras obras mostraron la capacidad interpretativa de Harold a Mack Sennett, el rey de la comedia en aquellos años diez. Sennett le ofreció un contrato a Lloyd para que realizara imitaciones de Chaplin, que era el modelo cómico a emular. Lloyd no estuvo a gusto con Sennett y volvió a los pocos meses con Roach. Después de varios intentos, crearon el personaje Willie Work, que tenía marcadas similitudes con Charlot. Tuvieron un rápido éxito comercial. A continuación llegaría Lonesome Luke también en la misma línea «chaplinesca». En el curso de tres años habían conseguido crearse una buena reputación en Hollywood. Snub Pollard y Bebe Daniels son los acompañantes habituales de Lloyd en la pantalla en aquella época.

Aunque con este esquema al tándem Lloyd-Roach les iba bien, Harold quería innovar con nuevos personajes, mientras que su socio no quería perder la fórmula que le generaba muy buenos ingresos. En el verano de 1917 Harold crea un nuevo personaje: «El hombre de las gafas» que rompe el estilo cómico imperante. Lloyd aparecía en pantalla con un aspecto completamente normal, similar al hombre medio norteamericano; llevaba gafas de carey (muy de moda en aquel tiempo), sombrero de Paj* y aspecto juvenil. La clave del éxito no radicaba en el aspecto sino en las virtudes del personaje y su capacidad para superar, desde la sencillez, todos los obstáculos que se interponen en su camino. Este personaje es optimista, valiente, perseverante, atlético y dinámico; sus historias se desarrollaban en la ciudad ya que el ritmo frenético de la urbe moderna es el que mejor se ajusta a su personalidad. Su éxito radicaba en ser el espejo del estilo de vida opulente de los Estados Unidos de los años veinte. Si Charlot era un personaje marginal inadaptado al mundo burgués, El chico de las gafas se encuentra perfectamente encajado en el sistema capitalista, luchando por el ascenso social usando siempre todas las armas que encuentra a su alrededor aunque siempre «jugando limpio». Si con Chaplin la crítica es frontal y abierta, Lloyd será más condescendiente aunque en su obra sí se encuentran formas más sutiles de crítica.

El hombre de las gafas se dio a conocer en el corto Over the Fence (Sobre la valla) el 9 de septiembre de 1917. Bebe Daniels era la acompañante de Lloyd tanto dentro como fuera de la pantalla. Ambos eran la pareja más popular en las fiestas de Hollywood. Eran apodados «El Chico y La Chica», participaban y ganaban frecuentemente concursos de baile. La pareja rompió su relación tanto profesional como personalmente en 1919 aunque continuaron siendo buenos amigos toda la vida. Como nueva pareja en la pantalla, el Chico de las Gafitas quería a una chica de estilo y apariencia muy diferentes a la Daniels. La encontró en Mildred Davis, una rubia de la cual el propio Harold decía que «parecía una gran muñequita francesa». Lloyd y Davis acabaron por ser pareja en la vida real cuando contraen nupcias en 1923. A partir de entonces ella se retira de la actuación.

Lloyd comenzaba a ser visto como una alternativa seria al «reinado» de Chaplin. Uno tras otro, sus cortos se convertían en éxito. Llegó entonces un momento trágico. El día 24 de agosto de 1919 Lloyd posaba para los carteles promocionales de la película Haunted Spooks; en ellos debía aparecer encendiendo un puro con la mecha de una bomba que, evidentemente, se suponía era de broma. El fotógrafo detuvo unos momentos la sesión para ajustar la cámara, cosa que aprovechó Lloyd para acomodar sus ya famosas gafas de carey; alejó la bomba de su rostro justo antes de que hiciera explosión y la detonación estremeciera el edificio. Como resultado de este accidente Lloyd quedó ciego y perdió los dedos índice y pulgar de la mano derecha; los médicos no le daban esperanzas de recobrar la vista, sin embargo, dando una lección de coraje, unos cuantos meses después estaba totalmente recuperado y haciendo sus piruetas aún sin sus dedos completos, un guante protésico disimulaba su condición de manera tan efectiva, que muchos años después el público no sabía que le faltaban dos dedos, él no quería que la gente fuera a ver a un hombre disminuido actuar y hacer acrobacias como una persona normal. Harold Lloyd declaró que «el momento más dramático de mi vida fue aquel en el que estuve a punto de perderla». Nunca hubo denuncias ni aclaración sobre aquel misterioso y dramático asunto.

Desde Over the Fence Lloyd nunca abandonó a su personaje. Su popularidad iba en aumento y en 1921, impulsado por el éxito de The Kid (El chico) de Chaplin, Lloyd dio el salto a los largometrajes. Sus cortos de uno, dos o tres rollos ya no eran suficientes para el inquieto muchachito de Nebraska, aunque entonces se creía que era difícil mantener a la audiencia interesada en una comedia por más de media hora. Roach consideraba que no era conveniente arriesgarse, pero finalmente Lloyd se salió con la suya y en 1921 con A Sailor-Made Man (Marinero de agua dulce) hizo un mediometraje de 46 minutos de duración. El éxito fue tremendo. Durante un tiempo Chaplin regresó a los cortos, pero Lloyd ya nunca volvió a hacer una película de menos de 5 rollos.



Harold Lloyd y Mildred Davis en I Do (1921).

Roach y Lloyd habían creado un equipo de colaboradores llamado The Gag Men, que se complementaban a la perfección (Fred Neymeyer, Tim Whelan, Clyde Bruckman, Ted Wilde y Sam Taylor -considerado por Lloyd como el más capacitado de todos-). Aunque ellos figurasen como directores de las películas, era Lloyd el responsable final de las mismas. Al igual que Buster Keaton o Chaplin, Lloyd y sus gagmen preparaban minuciosamente las escenas calculando cada segundo de acción. Tenía un estilo rápido, aparentemente loco e improvisado y casi siempre increscendo, sin embargo nada era dejado al azar; de hecho, tras A Sailor-Made Man, sólo rodó nueve películas en siete años debido a la minuciosidad con que se realizaban los cada vez más complejos gags y escenas.

Sus películas solían empezar con un ritmo moderadamente lento, donde 'El hombre de gafas' se ve enredado en algún asunto amoroso o un reto condenado al fracaso, luego iba de chiste en chiste, cada vez más rápido, para llegar a un final donde la velocidad y las piruetas hacen que el protagonista salga victorioso contra la adversidad. En unos pocos años el estilo propio de Lloyd se impone y populariza entre el público, un elemento tan importante para éstas películas, que Lloyd realizaba funciones especiales de sus filmes antes del estreno, y modificaba, añadía u omitía partes de la misma dependiendo de la actitud, aplausos, duración y frecuencia de las risas y carcajadas, aplausos y otros comportamientos de los espectadores.

Entre otros mediometrajes y largometrajes realizados por él, se destacan Captain Kidd's Kids (Las hijas del Capitán Kidd), From Hand to Mouth (De la mano a la boca) o Now or Never (Ahora o nunca). Su último corto fue Never Weaken (Viaje al paraíso), de 1921. En sus películas luego usará muchos elementos de sus cortos.

La década de los veinte corona a Harold como el cómico favorito del público junto a Chaplin (Buster Keaton, -redescubierto años más tarde-, estaba en un escalón inferior en cuanto a aceptación e ingresos en taquilla se refiere). Charlot y el Hombre de las gafas de carey no eran, sin embargo, rivales encarnizados. De hecho los dos cómicos, pese a no ser íntimos amigos, siempre mantuvieron una relación muy cordial y de mutua admiración.

Grandes obras maestras


Cartel de El mimado de la abuelita (1922).

Tras el éxito de Marinero de agua dulce llegan en 1922 Grandma's Boy (El mimado de la abuelita) y Dr. Jack (El doctor Jack). La primera es una parodia del drama rural muy popular e imitado Tol´able David (dirigido en 1921 por Henry King), donde un apático y asustadizo jovencito sobreprotegido por su abuela saca fuerzas de flaqueza para enfrentarse contra su rival por el amor de la chica armado simplemente con el supuesto talismán que ayudó a su abuelo en la Guerra de Secesión. La idea original era hacer un drama serio sobre la superación de la cobardía. De hecho así se rodó originalmente para, a continuación, por presión de Roach, añadir las escenas cómicas. El resultado es una comedia plagada de excelentes gags con una trama muy bien elaborada. Tras ver la película, Chaplin envió un telegrama a Lloyd asegurándole que a partir de entonces tendría que mejorar muchísimo para estar a su altura dada la enorme calidad cómica del filme. El prestigioso crítico Robert E. Sherwood apuntó que Lloyd «construía cada escena con tanta meticulosidad como si se tratara de los mecanismos principales de un reloj. No hay nada que pueda dejar al azar en sus métodos; se preocupa acerca de cada episodio y situación en particular, trabajándola primero en su cabeza para llevarla después a la práctica. Tenía una visión extremadamente clara y un agudo sentido de lo risible; sabía por instinto lo que resultaría naturalmente gracioso y lo que podría parecer como algo simplemente forzado».

En 1923 se estrena la que sería la tarjeta de presentación de Harold Lloyd para futuras generaciones de espectadores y su símbolo de aportación al Séptimo Arte: Safety Last! (El hombre mosca). El título parodia la advertencia safety first («la seguridad primero»). Fue estrenada el 1º de abril de 1923. Su éxito fue clamoroso tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. La película narra los esfuerzos de un joven empleado de unos grandes almacenes para hacer creer a su ingenua prometida que es un gran hombre de negocios. La larga escena final, con el protagonista escalando un edificio en pleno centro de Los Ángeles, es un prodigio cinematográfico donde se aunan los elementos cómicos y de suspense cuando se cree que el personaje está a punto de caer al vacío en varias ocasiones. Durante mucho tiempo se pensó que era el propio Lloyd quien realizó toda la escalada sin ningún tipo de trucaje. Hoy sabemos que fuera de cuadro se mantenía una plataforma de seguridad que iba ascendiendo a la vez que lo hacía el propio actor.



Escena cumbre de El hombre mosca (1923).

En los planos largos es Bill Strothers, actor que hace el papel de compañero de piso de Harold, quien realiza las escaladas. El hombre era conocido en Los Ángeles como «la araña humana» ya que se dedicaba a trepar por los edificios. A Lloyd se le ocurrió la idea de la película tras ver a Strothers trepar por un edificio de oficinas en Los Ángeles y observar como el público lo observaba con gran interés. Cuando Strothers llegó al tejado Harold lo estaba esperando para proponerle participar en una película.

Por encima de los elementos humorísticos que convierten a la película en una excelente comedia, Safety Last es toda una metáfora del ascenso social y vital en esos Estados Unidos alegres de los años 20 donde todo parecía posible. Todo el filme gira alrededor del tiempo, de la agitada vida urbana y lucha sin cuartel por conseguir el éxito. Desde la escena inicial se ve aparecer la importancia que el tiempo va a jugar en todo el largometraje. En todos los momentos claves un reloj aparece y conforme la película avanza el reloj se va haciendo más y más grande hasta la eclosión final, la gran escena de Harold colgando del reloj, imagen que ya forma parte de la historia del cine. Tras esta película Lloyd había conquistado por méritos propios el título de «Rey de la Comedia de Suspense» y desde entonces fue el actor más taquillero y mejor pagado durante toda la década de los veinte. Su máxima era: «La comedia sale de dentro, sale de tu cara, de tu cuerpo».

Tras Safety Last! Mildred Davis deja de ser la acompañante femenina de Lloyd en pantalla. Su sustituta será Jobyna Ralston que debuta con Lloyd en Why Worry? (¡Venga alegría!), la historia de un rico hipocondríaco que marcha a una república sudamericana en busca de tranquilidad y reposo para verse involucrado, sin querer, en una revolución. Y aunque no es de las consideradas como mejores obras de Lloyd, sirvió de inspiración muchos años después a Woody Allen para su película Bananas. Esta fue la última comedia de Lloyd producida por Hal Roach. La relación profesional del dúo Roach-Lloyd finalizó de manera amistosa. Muchos años después Roach recordaría a su antiguo socio con estas palabras: «Harold Lloyd no era un cómico, pero fue el mejor actor en interpretar a un cómico que jamás he visto». Tras este gran éxito Harold creó su porpia productora: la Harold Lloyd Film Corporation, lo que le permitirá una completa libertad creativa.

En 1924, ya como productor independiente, rueda Girl Shy (El tenorio tímido), una comedia con algunas escenas románticas y con una persecución final donde Lloyd utiliza todos los medios a su alcance para llegar a tiempo de evitar la boda de su amada. Lloyd siempre consideró ésta película como una de sus favoritas. De ese mismo año es Hot Water (Casado y con suegra), simpática parodia de la vida conyugal y los problemas con la familia política. Es una obra episódica con tres fragmentos que casi podrían verse de manera independiente. En 1925 rodó The Freshman (El estudiante novato), que quizá junto a Safety Last! son sus películas más populares, y esta última la más taquillera. Aquí Harold Lloyd es un joven que desea alcanzar la popularidad en la universidad donde sus compañeros lo han elegido como el blanco de todas las bromas pesadas. La escena final en un campo de fútbol americano es célebre, con Harold luchando para conseguir el tanto final que dé la victoria a su equipo. Veinte años después el personaje central volvería a ser utilizado en su despedida del cine. Al final del período del cine mudo, Lloyd dejó un par de grandes obras. La primera es The Kid Brother (El hermanito) en 1927, comedia de ambiente rural donde retoma algunos de los patrones de Grandma's Boy aunque de una manera más madura y elaborada. Esta cinta fue la última donde Jobyna Ralston actuó como compañera de Harold. La actriz no superó más adelante el tránsito al sonoro debido a un pronunciado ceceo. Su última producción en el período mudo fue Speedy (Relámpago) en 1928 donde su personaje es llamado como su apodo en la vida real, y vive en la agitada Nueva York. La película retrata a Nueva York desde Conney Island a las calles de Manhattan, pasando por el estadio de los Yankees (el mítico jugador de béisbol Babe Ruth tuvo un pequeño papel). Todo el filme constituye un homenaje a Nueva York y un completo documento gráfico que muestra el espíritu de la gente en Estados Unidos un año antes de la Gran Depresión.

La década de los veinte acaba con Harold Lloyd en la cima de su popularidad siendo uno de los 36 miembros fundadores de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Con solo 35 años ya había publicado su autobiografía: Una comedia americana. Fuera de la pantalla, participaba muy activamente en The Ancient Arabic Order of the Nobles of the Mystic Shrine, organización caritativa de corte masónico actuando de manera generosa en el sostenimiento de diferentes hospitales infantiles.

El tránsito al cine sonoro: los difíciles años

Con la llegada de la década de los treinta y los problemas sociales y políticos en todo el mundo, Lloyd y sus personajes optimistas ya no son los preferidos de un público que, con la llegada del cine sonoro, prefiere cómicos magos de la palabra, como W. C. Fields, Los Hermanos Marx, Mae West o Eddie Cantor. Para evitar el mismo destino que otros actores de cine mudo sufrieron con la nueva tecnología, Lloyd tomó clases de dicción y entrenamiento vocal, aunque llegó a afirmar «No creo que el público quiera comedias habladas. Las películas y las artes habladas son dos artes distintos».

Welcome Danger (¡Qué fenómeno!) de 1929 se rodó como película muda. Cuando estaba prácticamente terminada, el gran éxito del cine sonoro hizo que Lloyd se decidiera a rehacer casi por completo la película, lo que disparó el coste de la producción a casi un millón de dólares. En ésta película, la acompañante en escena fue Barbara Kent, una actriz canadiense nacida en 1906. Welcome Danger fue estrenada el 12 de octubre de 1929, unas semanas antes del crack bursátil, y fue un éxito en taquilla, debido a que la gente estaba ansiosa de oír hablar a Lloyd. Sin embargo no fue tan rentable como algunas obras anteriores, en parte por la gran inversión realizada. En 1930 lanzó Feet First (¡Ay, que me caigo!), película ya plenamente sonora con varias escenas de peripecias al mismo nivel de Safety Last!, pero que no tuvo la misma acogida del público.

Con la regular recepción del filme ante el público, Lloyd se toma un par de años sabáticos lejos de la pantalla volviendo en 1932 con Movie Crazy (Cinemanía), película sonora pero con muchas características del cine mudo, donde el protagonista tiene una compleja relación amorosa con la protagonista (Constance Cummings), algo novedoso en sus películas. Aunque es posiblemente su mejor sonora, la taquilla no funcionó del todo.


En 1934 lanza la película The Cat's Paw (La garra del Gato), donde rompe los esquemas de sus producciones anteriores realizando una comedia con altas dosis de crítica social al mejor estilo de Frank Capra. Por primera vez Lloyd tomó como base una obra literaria usando una novela de Clarence Budington Kelland. La película trata sobre el hijo de un misionero criado en China, que al volver a Estados Unidos para elegir esposa se encuentra atrapado en una compleja y oscura red de intereses políticos. Corrupción caciquismo, racismo, fascismo y la oposición oriente-occidente tienen cabida en una película oscura con un tipo de humor completamente distinto al gag lloydiano. En el cartel promocional de la película podía leerse: «Todo es nuevo menos las gafas». En 1936 rodó The Milky way (La Vía Láctea), su último intento serio por asentarse en el cine sonoro. Es la historia de un lechero que termina por convertirse en campeón de boxeo. El tema fue retomado diez años después por Dany Kaye. En 1938 filmó Professor Beware, comedia flojita que fue un rotundo fracaso en taquilla y llevó a Lloyd a su retiro a la temprana edad de 45 años.

Retiro
Con una enorme fortuna, el siempre inquieto y aún no muy mayor Lloyd se dedicó a multitud de aficiones desde criar perros, jugar al balonmano, fotografía en color y en tres dimensiones, pintura y hasta viajar por todo el mundo. En la década de los 40 produjo un par de películas con poco éxito y trabajó un año como locutor radiofónico. Muchos de los que lo trataron en aquella época consideraban que las aficiones de Lloyd eran auténticas excentricidades.

Por ejemplo gastaba enormes sumas de dinero encargando catálogos anuales completos a casas discográficas, o redecorando una y otra vez su mansión Green Acres con 44 habitaciones, 26 baños, 12 fuentes, 12 jardines, campo de golf de 9 hoyos y varias canchas deportivas en las afueras de Los Ángeles. Subía tanto el volumen de su impresionante equipo de alta fidelidad que en más de una ocasión el techo de su gran mansión llegó a resquebrajarse. Como fotógrafo se especializó en desnudos femeninos, retratando a Bettie Page, Dixie Evans y una joven casi desconocida Marilyn Monroe, entre otras. En su vida privada siempre hubo rumores sobre sus infidelidades y supuestos hijos ilegítimos. Incluso su antiguo socio Hal Roach llegó a insinuar que contrajo algún tipo de enfermedad venérea crónica. Todos esos rumores nunca fueron confirmados. Lloyd demostró siempre tolerancia hacia la homosexualidad (su hijo Harold Junior era homosexual), mientras al parecer fue muy intransigente en cuanto a la educación de sus hijas.

A diferencia de otros actores de la época e incluso posteriores, Lloyd era el propietario de casi toda su obra fílmica, lo cual le aseguró una sólida fortuna durante toda su vida. En 1947 fue convencido por el director Preston Sturges para regresar al cine en la película The Sin of Harold Diddlebock (El pecado de Harold Diddlebock), en la cual lloyd retoma su personaje de The Freshman, convertido en un triste contable maduro. El resultado no fue el mejor, pero se puede ver por última vez a Lloyd hacer piruetas en la cornisa de un edificio.

En 1953 recibió el Óscar honorífico por su aportación al mundo del cine y «por ser buen ciudadano». Esta última afirmación era una clara indirecta a Chaplin, investigado en aquellos días por supuestas actividades antiamericanas. En esta década de los 50, apadrinó a varios actores ascendentes, como Debbie Reynolds, Robert Wagner y Jack Lemmon.

Recibió varias ofertas para que sus películas fueran emitidas por televisión, pero él siempre se negó, considerando que el medio ideal para disfrutar de su obra era la pantalla grande. Esta actitud suya es una de las causas del olvido que sufrió Lloyd durante varias décadas.

A finales de los 50 el entorno familiar de los Lloyd se resquebraja: Mildred cayó en una profunda depresión que la llevó al alcoholismo al igual que Harold Junior, el hijo mayor, el cual no pudo aceptar su homosexualidad ni su fracaso como actor a pesar del apoyo paterno.

Mientras, Harold continuaba con una vida muy activa, viajando, siendo conferenciante o presidiendo el jurado de la Berlinale de 1960. Convencido por su hijo preparó un par de recopilaciones televisivas con las mejores escenas de sus películas que tuvieron un éxito inmediato en 1962 y 1963. Su esposa falleció en 1969. Harold Lloyd falleció en 1971 en Beverly Hills por un cáncer de próstata.

En 1970, en una de sus últimas apariciones públicas, Harold Lloyd afirmó: «Mi humor nunca fue cruel o cínico. Simplemente agarraba la vida y le daba un codazo de diversión. Lo hacíamos de manera que todo el mundo lo entendiera, sin las barreras del lenguaje. Parece que también hemos conquistado las barreras del tiempo». «La risa es el sonido más hermoso del mundo» es otra de sus sentencias más conocidas.

El redescubrimiento de Lloyd
A diferencia de Chaplin, la popularidad de Lloyd declinó rápidamente a partir de los sesenta ya que sus películas nunca se proyectaban por la pequeña pantalla. Casi toda la obra fílmica de Lloyd está controlada por el Harold Lloyd Trust, que permitió la emisión de algunas de las obras lloydianas más populares en televisión a finales de la década de los 70. En 1974, Time-Life comenzó la emisión de la serie El mundo de la comedia de Harold Lloyd, una compilación de escenas de sus películas mezcladas arbitrariamente y con una voz en off comentándolas. A pesar de su mediocre calidad, una nueva generación descubrió al genio de las gafitas y comenzó a pedir más de aquel cómico cuyo estilo era muy distinto al de Charlot o Keaton. En 1989 la serie estadounidense American Masters, produjo Harold Lloyd, el tercer genio, espaldarazo para el «renacimiento lloydiano». Tras esto, el Harold Lloyd Trust, celoso guardián de la obra de Lloyd, restauró varias de sus grandes películas de los años veinte con nuevas partituras musicales, algunas muy meritorias como la de Carl Davis para El hombre mosca. En 2005 New Line Cinema sacó al mercado Harold Lloyd Comedy Collection, una colección de 7 DVD con 13 cortos, 15 largometrajes (entre mudos y hablados), completamente restaurados y con contenido extra de todo tipo. El éxito de esa colección en Norteamérica animó a la compañía para editarla en el resto del mundo. Este renacer de Lloyd se produce, en buena medida, gracias a la labor de Annette D´Agostino, «lloydmaníaca» confesa y Suzanne Lloyd, nieta del actor.



Ver el archivo adjunto 445606

Era maravilloso, con unos gags acrobáticos geniales. Aparte de "El hombre mosca", me gusta mucho otra película llamada "El hermanito", donde hay una escena que te provoca espasmos de risa cuando para librarse de un bruto asesino en un barco abandonado, pone unas botas a un mono vestido de marinero al que el malo empieza a perseguir al oir sus pisadas mientras él esta escondido en un armario, y asi consigue desde arriba atraparle en un barril y se lo lleva rodando al pueblo para que lo juzguen. Minuto 1:20:22



En "Casado y con suegra" esta genial como el sufrido yerno y las cosas que le hace a la suegra para echarla de su casa.

En los años 20 competia con Charlot en popularidad en Estados Unidos, a la par que con Buster Keaton.
 
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Angie Dickinson
( 1931 - )
La mujer policia
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Angie Dickinson (nacida como Angeline Brown, el 30 de septiembre de 1931, en Kulm, Dakota del Norte) es una actriz de cine y televisión estadounidense, ganadora de un Globo de Oro. Ha trabajado con múltiples figuras del cine como Howard Hawks, Frank Sinatra, Dean Martin, Marlon Brando y Gus Van Sant, pero es recordada principalmente por su personificación de la Sargento Leann "Pepper" Anderson en la influyente serie de televisión La mujer policía, la primera de su género protagonizada por una mujer y que fue precedente de Los Ángeles de Charlie.

El verdadero nombre de Angie Dickinson, la segunda de tres hijas, es Angeline Brown. Nació en Kulm, Dakota del Norte, y sus padres eran Frederica y Leo H. Brown, quien era editor y director de un periódico local de la ciudad.1

En 1942, su familia se mudó a Burbank, California. Se graduó de la Escuela Secundaria Bellamarine Jefferson en 1947, a los 15 años de edad. Tenía habilidad para la escritura, y ya el año anterior había ganado el Sexto Concurso Anual de Ensayos de la Carta de Derechos.

Estudió en la Universidad Glendale Community College y en 1954 se graduó en la carrera de administración de empresas. Con la ayuda de su padre, originalmente quería ser escritora. Cuando era estudiante, de 1950 a 1952, trabajaba como secretaria en la Terminal Aérea Lockheed en Burbank (actualmente conocido como Bob Hope Airport) y en una fábrica de papel.

En 1953, fue segunda en un concurso de belleza. Poco tiempo después de su matrimonio con Gene Dickinson, decidió ponerse como seudónimo Angie Dickinson. Fue contratada por la NBC para aparecer en varios programas televisivos, incluyendo The Colgate Comedy Hour. Pronto conoció a Frank Sinatra quien se convirtió en su amigo por el resto de su vida. Años después, ella haría el papel de la esposa de Sinatra en la película Ocean's Eleven.

En el día de Año Nuevo de 1954, Dickinson debutó como actriz en un episodio de la serie Death Valley Days. Esto la llevó a interpretar otros papeles en producciones como Buffalo Bill Jr, ocho episodios de Matinee Theatre, General Electric Theater, The Life and Legend of Wyatt Earp, Broken Arrow, Gunsmoke, Cheyenne, Meet McGraw, The Restless Gun, Perry Mason, Mike Hammer, Wagon Train, Men Into Space, y un giro memorable como una cómplice de asesinato en un episodio de 1964 de la clásica serie The Fugitive, junto con David Janssen y la estrella invitada Robert Duvall. En 1965, interpretó a Carol Tredman en Dr. Kildare.

Aunque Dickinson tuvo una carrera en el cine moderadamente exitosa por casi dos décadas, y trabajó con los principales directores y actores de los 1950 y los 60, en esos años no fue reconocida como una actriz talentosa; su estrellato vino después.

Su carrera en el cine comenzó con papeles menores en Lucky Me (un cameo en 1954) junto a Doris Day, The Return of Jack Slade (1955), Man with the Gun (1955), y Hidden Guns (1956). Tuvo su primer papel protagónico en Gun the Man Down (1956) con James Arness, y en la película de Sam Fuller China Gate (1957) la cual describió tempranamente los conflictos internos en Vietnam.

Rechazando el estilo rubio platinado de Marilyn Monroe y Jayne Mansfield porque sentía que nublaría sus posibilidades de trabajo, Dickinson solo permitió que le cambiaran el color castaño de su cabello a rubio oscuro.

A principios de su carrera, apareció principalmente en películas western, incluyendo Shoot-Out at Medicine Bend (1957) co-protagonizada con James Garner. Uno de sus trabajos menos conocidos, y más sorprendentes, fue el doblaje de la voz de Sara Montiel en la película Yuma (Run of the Arrow), seguramente debido a las limitaciones de Sara con el inglés.



Dickinson en Río Bravo.
Río Bravo

La mujer policía
Dickinson regresó a la pantalla chica en marzo de 1974 para interpretar a un personaje en un episodio de la antológica serie Police Story. Esa aparición como estrella invitada fue tan popular que la NBC decidió crear una serie de detectives semanal llamada La mujer policía, en donde personificaría a la primera policía mujer exitosa en la televisión. (Beverly Garland y Anne Francis ya habían hecho papeles similares, pero sus programas habían durado poco tiempo). Dickinson interpretó a la sargento Leann "Pepper" Anderson, una policía rubia con clase, miembro de la Unidad de Conspiración Criminal del Departamento de Policía de Los Angeles. Como mujer dura pero encantadora, Pepper adopta un número de disfraces para atraer a los criminales a las garras de la justicia.

El papel consolidó la fama de Dickinson como sex symbol de más de 40 años. Se convirtió en un ícono popular de los 70. Mujer Policía fue emitido en más de setenta países, convirtiéndose en el programa más exitoso en muchos de ellos. Fue esencialmente la respuesta femenina de la NBC a otra serie de detectives de los 70 protagonizada por hombres, como Hawaii Five-O, Kojak, The Streets of San Francisco, McMillan and Wife, The Rockford Files y Baretta, las cuales se emitían en tres canales diferentes.

El co-protagonista del programa era el actor Earl Holliman (quien reemplazó a Bert Convy, quien había personificado a Crowley en el episodio piloto), como el jefe ítalo-americano de Anderson y su amigo de toda la vida, el Sargento Bill Crowley. Además, en el elenco se encontraban Ed Bernard y Charles Dierkop como los Investigadores Joe Styles y Pete Royster, respectivamente. El primer día de rodaje, tanto Dickinson como Holliman se dieron cuenta de que tenían muy buena química en pantalla, por lo que los escritores comenzaron a basar sus guiones en esto.

En una ocasión, Dickinson le dio una oportunidad a la hija de su jefe de actuar en el papel de su hermana menor autista, Cheryl, durante la temporada de 1974; el papel sólo duró unos pocos episodios.



Dickinson luego de la entrega de los Premios Oscar en 1989.
Durante su cuarta temporada (generalmente reconocida como su mejor año) La mujer policía obtuvo un éxito rápido y considerable. Sin embargo, a finales de la cuarta temporada, de 1978, la serie tuvo su año más difícil, ya que la audiencia decayó debido a los cambios de horarios en la NBC y el nivel de los guiones era muy parecido a cuando el programa recién comenzaba. Como consecuencia, la NBC decidió cancelar la serie luego de cuatro temporadas y 91 episodios. Pese a esto, Dickinson disfrutó interpretando a la atractiva policía en uno de los programas policiales más influyentes de la historia de la televisión, y sería siempre recordada por este papel. El mismo año que el programa terminó, volvió a interpretar su papel de Pepper Anderson en el especial de televisión, Ringo, co-protagonizado por Ringo Starr y John Ritter; también formó parte de los Especiales de Navidad de Bob Hope para la NBC, y, en 1987, estuvo presente como estrella invitada en un episodio navideño de Saturday Night Live.

El impacto de Mujer Policía fue tal que no sólo influenció a otras películas y series protagonizadas por heroínas mujeres bellas pero fuertes, como Los Ángeles de Charlie, La Mujer Biónica y La Mujer Maravilla a finales de los años 70, sino que también inspiró una oleada de solicitudes de mujeres para trabajar en departamentos de policía en Estados Unidos. Los periodistas dijeron que estaban sorprendidos sobre la cantidad de mujeres policías que, al preguntárseles cómo habían elegido ese oficio, habían respondido que su influencia había sido la serie.

En 1987, el Departamento de Policía de Los Angeles premió a Dickinson con un Doctorado honorario, lo cual la llevó a decir en broma: "Ahora pueden llamarme 'Doctora Pepper.'"

No lo pongo todo . Esta mujer como podeis ver es muy atractiva .
 
Angie Dickinson
( 1931 - )
La mujer policia
Ver el archivo adjunto 446805


Angie Dickinson (nacida como Angeline Brown, el 30 de septiembre de 1931, en Kulm, Dakota del Norte) es una actriz de cine y televisión estadounidense, ganadora de un Globo de Oro. Ha trabajado con múltiples figuras del cine como Howard Hawks, Frank Sinatra, Dean Martin, Marlon Brando y Gus Van Sant, pero es recordada principalmente por su personificación de la Sargento Leann "Pepper" Anderson en la influyente serie de televisión La mujer policía, la primera de su género protagonizada por una mujer y que fue precedente de Los Ángeles de Charlie.

El verdadero nombre de Angie Dickinson, la segunda de tres hijas, es Angeline Brown. Nació en Kulm, Dakota del Norte, y sus padres eran Frederica y Leo H. Brown, quien era editor y director de un periódico local de la ciudad.1

En 1942, su familia se mudó a Burbank, California. Se graduó de la Escuela Secundaria Bellamarine Jefferson en 1947, a los 15 años de edad. Tenía habilidad para la escritura, y ya el año anterior había ganado el Sexto Concurso Anual de Ensayos de la Carta de Derechos.

Estudió en la Universidad Glendale Community College y en 1954 se graduó en la carrera de administración de empresas. Con la ayuda de su padre, originalmente quería ser escritora. Cuando era estudiante, de 1950 a 1952, trabajaba como secretaria en la Terminal Aérea Lockheed en Burbank (actualmente conocido como Bob Hope Airport) y en una fábrica de papel.

En 1953, fue segunda en un concurso de belleza. Poco tiempo después de su matrimonio con Gene Dickinson, decidió ponerse como seudónimo Angie Dickinson. Fue contratada por la NBC para aparecer en varios programas televisivos, incluyendo The Colgate Comedy Hour. Pronto conoció a Frank Sinatra quien se convirtió en su amigo por el resto de su vida. Años después, ella haría el papel de la esposa de Sinatra en la película Ocean's Eleven.

En el día de Año Nuevo de 1954, Dickinson debutó como actriz en un episodio de la serie Death Valley Days. Esto la llevó a interpretar otros papeles en producciones como Buffalo Bill Jr, ocho episodios de Matinee Theatre, General Electric Theater, The Life and Legend of Wyatt Earp, Broken Arrow, Gunsmoke, Cheyenne, Meet McGraw, The Restless Gun, Perry Mason, Mike Hammer, Wagon Train, Men Into Space, y un giro memorable como una cómplice de asesinato en un episodio de 1964 de la clásica serie The Fugitive, junto con David Janssen y la estrella invitada Robert Duvall. En 1965, interpretó a Carol Tredman en Dr. Kildare.

Aunque Dickinson tuvo una carrera en el cine moderadamente exitosa por casi dos décadas, y trabajó con los principales directores y actores de los 1950 y los 60, en esos años no fue reconocida como una actriz talentosa; su estrellato vino después.

Su carrera en el cine comenzó con papeles menores en Lucky Me (un cameo en 1954) junto a Doris Day, The Return of Jack Slade (1955), Man with the Gun (1955), y Hidden Guns (1956). Tuvo su primer papel protagónico en Gun the Man Down (1956) con James Arness, y en la película de Sam Fuller China Gate (1957) la cual describió tempranamente los conflictos internos en Vietnam.

Rechazando el estilo rubio platinado de Marilyn Monroe y Jayne Mansfield porque sentía que nublaría sus posibilidades de trabajo, Dickinson solo permitió que le cambiaran el color castaño de su cabello a rubio oscuro.

A principios de su carrera, apareció principalmente en películas western, incluyendo Shoot-Out at Medicine Bend (1957) co-protagonizada con James Garner. Uno de sus trabajos menos conocidos, y más sorprendentes, fue el doblaje de la voz de Sara Montiel en la película Yuma (Run of the Arrow), seguramente debido a las limitaciones de Sara con el inglés.



Dickinson en Río Bravo.
Río Bravo

La mujer policía
Dickinson regresó a la pantalla chica en marzo de 1974 para interpretar a un personaje en un episodio de la antológica serie Police Story. Esa aparición como estrella invitada fue tan popular que la NBC decidió crear una serie de detectives semanal llamada La mujer policía, en donde personificaría a la primera policía mujer exitosa en la televisión. (Beverly Garland y Anne Francis ya habían hecho papeles similares, pero sus programas habían durado poco tiempo). Dickinson interpretó a la sargento Leann "Pepper" Anderson, una policía rubia con clase, miembro de la Unidad de Conspiración Criminal del Departamento de Policía de Los Angeles. Como mujer dura pero encantadora, Pepper adopta un número de disfraces para atraer a los criminales a las garras de la justicia.

El papel consolidó la fama de Dickinson como sex symbol de más de 40 años. Se convirtió en un ícono popular de los 70. Mujer Policía fue emitido en más de setenta países, convirtiéndose en el programa más exitoso en muchos de ellos. Fue esencialmente la respuesta femenina de la NBC a otra serie de detectives de los 70 protagonizada por hombres, como Hawaii Five-O, Kojak, The Streets of San Francisco, McMillan and Wife, The Rockford Files y Baretta, las cuales se emitían en tres canales diferentes.

El co-protagonista del programa era el actor Earl Holliman (quien reemplazó a Bert Convy, quien había personificado a Crowley en el episodio piloto), como el jefe ítalo-americano de Anderson y su amigo de toda la vida, el Sargento Bill Crowley. Además, en el elenco se encontraban Ed Bernard y Charles Dierkop como los Investigadores Joe Styles y Pete Royster, respectivamente. El primer día de rodaje, tanto Dickinson como Holliman se dieron cuenta de que tenían muy buena química en pantalla, por lo que los escritores comenzaron a basar sus guiones en esto.

En una ocasión, Dickinson le dio una oportunidad a la hija de su jefe de actuar en el papel de su hermana menor autista, Cheryl, durante la temporada de 1974; el papel sólo duró unos pocos episodios.



Dickinson luego de la entrega de los Premios Oscar en 1989.
Durante su cuarta temporada (generalmente reconocida como su mejor año) La mujer policía obtuvo un éxito rápido y considerable. Sin embargo, a finales de la cuarta temporada, de 1978, la serie tuvo su año más difícil, ya que la audiencia decayó debido a los cambios de horarios en la NBC y el nivel de los guiones era muy parecido a cuando el programa recién comenzaba. Como consecuencia, la NBC decidió cancelar la serie luego de cuatro temporadas y 91 episodios. Pese a esto, Dickinson disfrutó interpretando a la atractiva policía en uno de los programas policiales más influyentes de la historia de la televisión, y sería siempre recordada por este papel. El mismo año que el programa terminó, volvió a interpretar su papel de Pepper Anderson en el especial de televisión, Ringo, co-protagonizado por Ringo Starr y John Ritter; también formó parte de los Especiales de Navidad de Bob Hope para la NBC, y, en 1987, estuvo presente como estrella invitada en un episodio navideño de Saturday Night Live.

El impacto de Mujer Policía fue tal que no sólo influenció a otras películas y series protagonizadas por heroínas mujeres bellas pero fuertes, como Los Ángeles de Charlie, La Mujer Biónica y La Mujer Maravilla a finales de los años 70, sino que también inspiró una oleada de solicitudes de mujeres para trabajar en departamentos de policía en Estados Unidos. Los periodistas dijeron que estaban sorprendidos sobre la cantidad de mujeres policías que, al preguntárseles cómo habían elegido ese oficio, habían respondido que su influencia había sido la serie.

En 1987, el Departamento de Policía de Los Angeles premió a Dickinson con un Doctorado honorario, lo cual la llevó a decir en broma: "Ahora pueden llamarme 'Doctora Pepper.'"

No lo pongo todo . Esta mujer como podeis ver es muy atractiva .

Repe, pero me encanta... Ay, no, está colgado en un hilo sobre mujeres policias de series... perdona...
 
Lara Flynn Boyle
( 1970 - )
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Inicios
Natural de Davenport (Iowa), es hija de Sally Boyle, una administrativa que hoy en día es su asistente y mánager. Además de ascendencia irlandesa, tiene un abuelo ítaloamericano.1

Creció en Chicago (Illinois) y Wisconsin. Boyle estudió y se graduó en The Chicago Academy for the Arts.

Carrera
Después de actuar en varias películas como Dead Poets Society y Wayne's World, además de ser aclamada por la crítica por la serie Twin Peaks, en el año 1997, Boyle actúa en la serie The Practice, por la cual es nominada para el Premio Emmy. Además también esta presente en la 3º temporada de la serie Las Vegas de la NBC, interpretando el papel de Mónica Mancuso. En el año 2002, participó como un malvado extraterrestre femenino llamado Serleena en la película Hombres de Negro 2.

Vida personal
Boyle ha salido con varios actores, entre ellos Jack Nicholson, Richard Dean Anderson, Kyle MacLachlan (con quien compartió elenco en Twin Peaks), David Spade y Eric Dane.

Ha estado casada dos veces. Su primer marido fue John Patrick Dee III, con el que se casó el 11 de agosto de 1996 y se divorció dos años después. Su actual marido es Donald Ray Thomas II, un inversor inmobiliario, con el que se casó el 18 de diciembre de 2006 en San Antonio (Texas).

Las escenas de Dead Poets Society fueron eliminadas .

 
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