Vende más una abuela locutora que un abuelo taxista,que por cierto era muy majote.Cayéndome mal Paloma, siempre me ha dado rabia la doble, e injusta, vara de medir con las dos familias de Letizia.
Nunca entendí por qué a la.rama paterna no paraban de atribuirle méritos ficticios (la abuela periodista, el padre además director de máster, la tita Henar también como si fuera algo...) mientras a la materna la despreciaban (la insufrible Paloma pasaba a ser auxiliar de enfermería, luego el tema de las bromitas con el abuelo taxista...).
¿Por qué ese afán de subir a los altares solo a esa parte de la familia? ¿Por ser
supuestamente la rama asturiana (que total la única asturiana de verdad era la abuela Enriqueta...)?
Creo que era a la propia Letizia quien más se molestaba.
Llegando a enfadarse en la cena previa a la boda cuando el hombre se arrancó a bailar con alguna invitada o cuando atendía con amabilidad a los periodistas cuando iba a por el pan.
El mismo entierro de este señor fue todo un misterio