Si el Gobierno Central recuperase la competencia en educación, no pasarían estas barbaridades en Cataluña:
Conspiración de silencio en torno a la presunta agresión a una niña de 10 años en un colegio de Terrassa (Barcelona) por dibujar una bandera española. El entorno de la menor insiste en la veracidad de los dos elementos documentales que sostienen su denuncia: el parte médico y la queja formal interpuesta ante los Mossos d'Esquadra. Contrasta su versión con el ahínco para descafeinar el caso que muestran el Gobierno catalán, el Ayuntamiento de Terrassa y los sindicatos de maestros.
Personas del círculo próximo a la estudiante de la escuela Font de l'Albainsistieron ayer en conversación con este medio que "los hechos ocurrieron, lo que está abierto a discusión es el grado de violencia que hubo". Hicieron hincapié en la teoría del "altercado entre niña y maestra porque la primera estampó una enseña nacional en un mural de dibujo libre que hacía las veces de trabajo de final de curso". Agregaron los mismos vecinos, que prefirieron no revelar su nombre, que "el caso tiene sustancia, aunque es evidente que cada uno le dará la interpretación que quiera". A renglón seguido, manifestaron su desazón por el "doble rasero" del Ayuntamiento de Terrassa. ¿A qué se refieren?
"En otras agresiones, la condena es inmediata"
Citan, por ejemplo, una agresión con motivación racista y machista que sufrió una miembro de la Asociación de Vecinos de Torre-sana en 2017. "Es evidente que en casos de agresiones por motivo de odio o vulneración de derechos el consistorio tiene que reaccionar de inmediato. Y lo hace. Se condenan y, si es necesario, se reúne la junta de portavoces. Dicho lo cual, ¿por qué no ha pasado lo mismo con la niña supuestamente agredida en Font de l'Alba? En el resto de agresiones tampoco hay sentencias. Son casos que están denunciados, como el que nos ocupa, o sub iudice", recuerdan.
"La única explicación que encontramos --señalan-- es que el motivo del supuesto zarandeo de la maestra fuera el dibujo de una bandera española. Ello provoca anticuerpos a muchos partidos. Es evidente que hay que aclarar los hechos. Es necesaria una investigación y respetar la presunción de inocencia y el derecho a la imagen de todo el mundo. Pero en agresiones de otro tipo, la condena y el apoyo a la víctima son inmediatos. Aquí, no. Hemos visto incluso amenazas a la madre".
Ustec: "Linchamiento de la profesora"
Una opinión radicalmente distinta aporta Ustec. El sindicato mayoritario en la enseñanza pública catalana recuerda que "se debe respetar la presunción de inocencia de la maestra, a quien se ha linchado mediáticamente y en las redes sociales. Se ha ocasionado un menoscabo tremendo en su imagen". Ramon Font, portavoz nacional de la agrupación, conminó al Departamento catalán de Enseñanza a "actuar, judicialmente si es preciso, para defender a una funcionaria de carrera con años de experiencia que ha sido vilipendiada y señalada".
Conspiración de silencio en torno a la presunta agresión a una niña de 10 años en un colegio de Terrassa (Barcelona) por dibujar una bandera española. El entorno de la menor insiste en la veracidad de los dos elementos documentales que sostienen su denuncia: el parte médico y la queja formal interpuesta ante los Mossos d'Esquadra. Contrasta su versión con el ahínco para descafeinar el caso que muestran el Gobierno catalán, el Ayuntamiento de Terrassa y los sindicatos de maestros.
Personas del círculo próximo a la estudiante de la escuela Font de l'Albainsistieron ayer en conversación con este medio que "los hechos ocurrieron, lo que está abierto a discusión es el grado de violencia que hubo". Hicieron hincapié en la teoría del "altercado entre niña y maestra porque la primera estampó una enseña nacional en un mural de dibujo libre que hacía las veces de trabajo de final de curso". Agregaron los mismos vecinos, que prefirieron no revelar su nombre, que "el caso tiene sustancia, aunque es evidente que cada uno le dará la interpretación que quiera". A renglón seguido, manifestaron su desazón por el "doble rasero" del Ayuntamiento de Terrassa. ¿A qué se refieren?
"En otras agresiones, la condena es inmediata"
Citan, por ejemplo, una agresión con motivación racista y machista que sufrió una miembro de la Asociación de Vecinos de Torre-sana en 2017. "Es evidente que en casos de agresiones por motivo de odio o vulneración de derechos el consistorio tiene que reaccionar de inmediato. Y lo hace. Se condenan y, si es necesario, se reúne la junta de portavoces. Dicho lo cual, ¿por qué no ha pasado lo mismo con la niña supuestamente agredida en Font de l'Alba? En el resto de agresiones tampoco hay sentencias. Son casos que están denunciados, como el que nos ocupa, o sub iudice", recuerdan.
"La única explicación que encontramos --señalan-- es que el motivo del supuesto zarandeo de la maestra fuera el dibujo de una bandera española. Ello provoca anticuerpos a muchos partidos. Es evidente que hay que aclarar los hechos. Es necesaria una investigación y respetar la presunción de inocencia y el derecho a la imagen de todo el mundo. Pero en agresiones de otro tipo, la condena y el apoyo a la víctima son inmediatos. Aquí, no. Hemos visto incluso amenazas a la madre".
Ustec: "Linchamiento de la profesora"
Una opinión radicalmente distinta aporta Ustec. El sindicato mayoritario en la enseñanza pública catalana recuerda que "se debe respetar la presunción de inocencia de la maestra, a quien se ha linchado mediáticamente y en las redes sociales. Se ha ocasionado un menoscabo tremendo en su imagen". Ramon Font, portavoz nacional de la agrupación, conminó al Departamento catalán de Enseñanza a "actuar, judicialmente si es preciso, para defender a una funcionaria de carrera con años de experiencia que ha sido vilipendiada y señalada".