Y apartada del grupo, en su autismo habitual.
Y ese autismo termina de hundir sus looks, porque su pésima actitud desluce aún más todo lo que se pone. Aunque vistiera perfectísima de pies a cabeza nunca me acabaría de gustar porque esas caras que se gasta y esa falta de empatía y de interés en lo que está haciendo la afean sin piedad. Aún vestida de mercadillo y con plasticuchos en los pies, aún teniendo nulo gusto y sentido de la estética, si su actitud fuera otra, si la viéramos y pudiera decir: "qué maja se ve, qué risueña, qué interés muestra en todo lo que hace, qué ganas dan de salir con ella a tomarse unas copas y hablar porque parece una persona interesante", si pudiera decir eso, a mí al menos me daría igual que vistiera como lo hace, pero es que no tiene gusto: ningún gusto vistiendo, bueno sí, gusto por la ordinariez, pero lo que es peor: altivez, prepotencia, falta de empatía... lo de siempre vaya...