Me suena que ya lo comenté. Mi madre trabajó durante muchos años en una residencia de universitarios del Opus en Valencia (en Primado Reig, por si alguna es de por aquí). Hizo una muy buena amistad con la numeraria que gestionaba el lugar. Éramos una familia humilde y la verdad es que la ayudaron muchísimo. Le daban ropa para mi (soy la menor), le apañaban horarios para que cuidase de la familia, se ofrecieron a prestarnos un traje de comunión e incluso celebrarla en un centro cultural de su propiedad...
Todo era desinteresado hasta que empezaron a fijarse especialmente en mi (que era muy buenecilla y sacaba muy buenas notas).
Nos regalaron un viaje al Monasterio de Piedra y a Torreciudad y cuando nos dimos cuenta estábamos prácticamente dentro... lo habían movido todo para que entrase en un centro la obra, pero claro, tocaba empezar a arrimar el hombro y aportar (sobretodo económicamente).
Mi padre es ateo convencido (y a día de hoy yo soy apostata, pero por entonces era una chiquilla), y aún así nos fueron arrastrando poco a poco, porque de verdad que hay gente genuinamente buena en la obra y te dejas llevar. Menos mal que salimos de ahí, porque “sin mierda en las tripas” habríamos acabado siendo unos infelices. Porque otra cosa no, pero el elitismo es brutal pese a que una de las bases es la austeridad.
Por tanto yo SI lo considero una secta.
Todo era desinteresado hasta que empezaron a fijarse especialmente en mi (que era muy buenecilla y sacaba muy buenas notas).
Nos regalaron un viaje al Monasterio de Piedra y a Torreciudad y cuando nos dimos cuenta estábamos prácticamente dentro... lo habían movido todo para que entrase en un centro la obra, pero claro, tocaba empezar a arrimar el hombro y aportar (sobretodo económicamente).
Mi padre es ateo convencido (y a día de hoy yo soy apostata, pero por entonces era una chiquilla), y aún así nos fueron arrastrando poco a poco, porque de verdad que hay gente genuinamente buena en la obra y te dejas llevar. Menos mal que salimos de ahí, porque “sin mierda en las tripas” habríamos acabado siendo unos infelices. Porque otra cosa no, pero el elitismo es brutal pese a que una de las bases es la austeridad.
Por tanto yo SI lo considero una secta.