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En cuanto a las imágenes, más de lo mismo: ella delante en el asiento del copiloto, mirando hacia otro lado cuando la Princesa de Asturias sale de la parte trasera y la niña, quizás por instinto o por miedo, ayudo a su abuela a salir del coche. Por mucho que nos quiera demostrar que, con este gesto , quiere a su abuela, es una falsedad y lo hecho por esta consentida hecho está. La Reina Consorte, cansada de ir a la par que su suegra ayer, se les adelanta pero sin dejar ni un solo momento de controlar al activo que le queda en esa casa: la Princesa de Asturias. Ir como nietas amantísimas de la mano de la abuela, sí, pero sin perder el control de estas por miedo a que la abuela pueda hacer o decir algo. El Rey Felipe, ni fú ni fá, en su línea: ignorando a la Consorte y sintiéndose feliz de ver a sus hijas con su abuela. Sofía, realizando el papelón que lleva haciendo durante tres décadas y lo sabe realizar con gran maestría. Para terminar, la asesora de imagen de la Casa Real debería de ser despedida fulminantemente y así nos ahorramos los paganinis unos cuantos millones de euros. Las gabardinas de la Infantas son horribles y poco adecuadas para unas niñas de su edad. Les son grandes y para rematar, nunca lo había visto antes, les ponen unas bailarinas en vez de llevar un calzado cerrado. Señores, apaguemos y vayámonos porque esta escena demuestra cómo España se está convirtiendo en un país bananero. Me imagino que los republicanos, después de varias décadas sin rascar bola, ahora se encontrarán felices como unas castañuelas al ver que esta familia Real no tiene desperdicio: un Rey pusilánime incapaz de poner orden en su esfera privada como para poder resolver los asuntos de Estado; una Reina Consorte que se cree la Jefe de Estado dejando a su marido a la altura de la merdé y provocando conflictos diplomáticos( episodio tristísimo en la recepción del embajador español en la Santa Sede cuando le espetó: marchémonos ya dejando estupefactos a la Curia de Roma y demás invitados); una Príncesa de Asturias muy maleducada y zafia que está robotizada por las órdenes de la Jefe de Estado; un Infanta Sofía que va a su bola y UNA REINA DOÑA SOFÍA que aguanta el chiringuito para que su hijo mantenga una Corona por la que ella luchó con uñas y dientes.