Ahora la investidura del nuevo presidente de la Generalitat queda en el aire. El artículo 103 del reglamento del Parlament fija que la prórroga propuesta por el presidente de la cámara debería ser de máximo 10 días hábiles, excepto en “casos excepcionales”. Mientras tanto, ya este martes el Tribunal Constitucional ha rechazado las alegaciones de JxCat y ha decidido mantener las medidas cautelares para la investidura de Puigdemont: el candidato debe estar presente de forma física en el hemiciclo y tiene que recibir antes el visto bueno del juez del Tribunal Supremo que lleva la causa del procès, Pablo Llarena. Todo ello sin que haya empezado a correr el reloj de la XII legislatura y el plazo de dos meses para investir nuevo president con el horizonte de nuevas elecciones en caso negativo.
... no quieren gobernar, todo quisqui escaqueado
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