- Registrado
- 13 Dic 2007
- Mensajes
- 12.283
- Calificaciones
- 72.843
Yo en el tema de los niños y en su papel de madre procuro no entrar nunca porque creo que los únicos que podrán juzgarla serán sus hijos el día de mañana y, hoy mismo, sus propios padres.
Dicho esto, mi opinión al respecto es que hay mujeres que no están hechas para las renuncias que conlleva la maternidad al igual que las hay que no están hechas para las que conlleva el matrimonio o la vida en pareja. También pienso que hay demasiado tabú al respecto y que, precisamente por eso, hay gente que sufre de forma innecesaria (normalmente los hijos de tales personas a los que nadie les preguntó si querían venir a este mundo a formar parte de la familia que les ha tocado).
Yo no sé qué tipo de mujer es Isabel pero, por la idea que me hago de ella a través de las redes sociales (que ya sabemos que transmiten imágenes muy engañosas) me da la sensación de ser una mujer que, al divorciarse, se ha deshecho de una especie de yugo y ha descubierto que lo que de verdad le gusta es la vida de soltera cosmopolita. Lo que no me cuadra es la desesperación que ha demostrado desde el día uno por tener pareja. Parece que, para ella, la felicidad pasa por tener pareja.
He conocido a mujeres arrepentidas de haberse casado e incluso de haber tenido hijos. No me cuadra con lo que me transmite Isa.
Muchas de ellas no se atreven a verbalizarlo, pero es lo que sienten. Para ellas, un día perfecto consiste en tener a los hijos todo el día en el colegio y que, cuando salgan tengan actividades extraescolares hasta pasadas las ocho y que el marido tenga reunión hasta tarde para así ellas poder hacer lo que les dé la gana sin obligaciones ni molestias de ningún tipo. Conocí a una mujer así. En cuanto el marido y los hijos ponían un pie en casa se ve que empezaban los problema: gritos, discusiones que se escuchaban en toda la zona común de vecinos, peleas constantes con el marido, gritos a los niños por cualquier cosa... Y ella siempre histérica perdida: cuando alguien le hacía la típica pregunta de cortesía "¿Qué tal estás?" ponía cara de asco y empezaba a quejarse amargamente de su existencia.
Todo el mundo le decía lo mismo: "El problema que tú tienes es que tu marido y tus hijos te estorban, a ti la vida que te gusta es la vida de soltera, ¿por qué no te divorcias?". El caso es que nunca se quiso divorciar y todos sabemos que el motivo es que es una mujer a la que le encanta vivir bien pero que tiene miedo a las obligaciones (y trabajar implica muchas obligaciones y renuncias). Ella siempre dice algo que es muy significativo: "si yo trabajara, mi marido y yo ya no estaríamos juntos". Creo que con eso se retrata a sí misma.
Repito que Isa no me cuadra con este perfil de mujer. Creo que le gusta la independencia pero odia la soledad. Como mucha gente.
Dicho esto, mi opinión al respecto es que hay mujeres que no están hechas para las renuncias que conlleva la maternidad al igual que las hay que no están hechas para las que conlleva el matrimonio o la vida en pareja. También pienso que hay demasiado tabú al respecto y que, precisamente por eso, hay gente que sufre de forma innecesaria (normalmente los hijos de tales personas a los que nadie les preguntó si querían venir a este mundo a formar parte de la familia que les ha tocado).
Yo no sé qué tipo de mujer es Isabel pero, por la idea que me hago de ella a través de las redes sociales (que ya sabemos que transmiten imágenes muy engañosas) me da la sensación de ser una mujer que, al divorciarse, se ha deshecho de una especie de yugo y ha descubierto que lo que de verdad le gusta es la vida de soltera cosmopolita. Lo que no me cuadra es la desesperación que ha demostrado desde el día uno por tener pareja. Parece que, para ella, la felicidad pasa por tener pareja.
He conocido a mujeres arrepentidas de haberse casado e incluso de haber tenido hijos. No me cuadra con lo que me transmite Isa.
Muchas de ellas no se atreven a verbalizarlo, pero es lo que sienten. Para ellas, un día perfecto consiste en tener a los hijos todo el día en el colegio y que, cuando salgan tengan actividades extraescolares hasta pasadas las ocho y que el marido tenga reunión hasta tarde para así ellas poder hacer lo que les dé la gana sin obligaciones ni molestias de ningún tipo. Conocí a una mujer así. En cuanto el marido y los hijos ponían un pie en casa se ve que empezaban los problema: gritos, discusiones que se escuchaban en toda la zona común de vecinos, peleas constantes con el marido, gritos a los niños por cualquier cosa... Y ella siempre histérica perdida: cuando alguien le hacía la típica pregunta de cortesía "¿Qué tal estás?" ponía cara de asco y empezaba a quejarse amargamente de su existencia.
Todo el mundo le decía lo mismo: "El problema que tú tienes es que tu marido y tus hijos te estorban, a ti la vida que te gusta es la vida de soltera, ¿por qué no te divorcias?". El caso es que nunca se quiso divorciar y todos sabemos que el motivo es que es una mujer a la que le encanta vivir bien pero que tiene miedo a las obligaciones (y trabajar implica muchas obligaciones y renuncias). Ella siempre dice algo que es muy significativo: "si yo trabajara, mi marido y yo ya no estaríamos juntos". Creo que con eso se retrata a sí misma.
Repito que Isa no me cuadra con este perfil de mujer. Creo que le gusta la independencia pero odia la soledad. Como mucha gente.