Hubo una vez un director famosísimo , el maestro del suspense, que se encapricho de una actriz , pero como ella no le correspondió le regaló una muñeca, igualita a ella, pero en miniatura dentro de un pequeño ataúd y le dijo que lo que él no se iba a comer, se lo comerían los pájaros. Este director trabajó mucho con otra actriz que luego sería reina, obsesionado con las rubias y yo me he preguntado muchas veces, si también ella pudo ser víctima de este orondo director ¿ qué opináis ?