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Pues más que la de un minero de Manchester.
S.A.R el Duque de Edimburgo anuncia que se retira de la vida pública.
- AutorJo March
- Fecha de inicio
En la foto de arriba, de El País de hoy, Felipe tiene unas ojeras de a metro.
No las tiene tan acusadas en otras fotos anteriores
Pienso que o le han diagnosticado alguna enfermedad mas o menos grave o se le iba la pinza en público mas de lo conveniente para la imagen de la monarquía
La Reina inglesa parece incombustible
P
pilou12
Guest
Ya!! Pero es el "Churri" de The Granny y ella ha querido "Jubilarle" a lo grande, q se entere el mundo entero. Y lo consiguió
Ella sigue muy enamorada, la adoro
-De acuerdo contigo,70 años al pie del cañon,ya bien se merecia el Duque hacerle un anuncio official à lo grande.Eso si,menudo revuelo se ha armado...
Saludos @ibiza
Felipe, el más cáustico consorte de la Historia
JAIME PEÑAFIEL 04/05/2017
El anuncio de que el príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de Su Majestad la reina Isabel, la reina más reina del mundo, desaparecerá, a partir de otoño, de la vida pública en el Reino Unido, ha sorprendido no solo a los británicos, que le admiran y estiman a pesar de todo, sino al mundo entero. Su imagen, a tres pasos detrás de la soberana, siempre con las manos en la espalda, ha sido, a lo largo de 70 años, la representación más elocuente de la figura del consorte real.
Este periodista tiene a gala y la satisfacción profesional y personal de haber sido uno de los pocos que le han entrevistado (la fotografía con él es mi testimonio), lo cual no deja de tener su mérito, conociendo su aversión hacia la prensa. Para muestra, basta un botón: durante una visita a Gibraltar, preguntó: “¿Quiénes son los monos y quiénes los periodistas?”.
Cuando afirmamos que el hombre que se acuesta con la Reina titular y soberana es el Príncipe consorte, estamos afirmando una realidad tan incuestionable como decir que la mujer que yace con el Rey titular y soberano es la Reina. Aunque hay una gran diferencia entre los dos consortes. El marido de la Reina acepta, desde el día en que se casa, ser menos que su mujer, estar por debajo de la mujer, representar menos que la mujer y permanecer siempre, hasta la muerte, a la sombra de la mujer. Viviendo a cuerpo de Rey sin serlo; cumpliendo la función esencial del papel que le corresponde. Sin llevar el apellido de la Reina. Todo lo contrario que hacen las letizias de las monarquías europeas que, a veces, parecen mandar más que el propio Rey.
Como reconoció Felipe de Edimburgo, en realidad solo servimos para depositar, en la vagina de la soberana, el s*men como un ser intermediario entre la Institución y su carácter dinástico. Debía estar muy cabreado cuando dijo esto, con su habitual sarcasmo.
Felipe de Edimburgo ha sido el ejemplo del perfecto consorte. Por encima del príncipe Henri, marido de la reina Margarita de Dinamarca, quien no aceptó de buen grado no ser el Rey consorte, al igual que las mujeres que se casan con Rey, repito, como en el caso de Letizia, se conviertan automáticamente en Reinas. Esto le amargó su vida hasta el extremo de renunciar, recientemente, al título de Príncipe consorte. “Soy menos que el gato. Hasta en el protocolo, mi hijo y heredero figura por encima de mi”.
Otro ejemplo de lo duro que resulta ser consorte real, lo tuvimos con el pobre príncipe Claus, consorte de la reina Beatriz de los Países Bajos, que acabó siendo víctima de una cruel depresión, amargándole la vida y conduciéndole a una muerte temprana.
El príncipe Felipe, por el contrario, utilizó, desde el primer día, su cáustico sentido del humor para protegerse y sobrevivir a la sombra de su esposa, sin perder su personalidad y, sobre todo, su dignidad.
Hay que reconocer no solo que Felipe era, cuando se casó con Isabel, un hombre ideal, apuesto y bello como un vikingo, sino que ella estaba locamente enamorada de él. Siempre ha sabido sacarle una sonrisa espontánea con sus comentarios desconcertantes y cáusticos. En cierta ocasión, al observar el rostro de la Reina, excesivamente serio y cansado, harta de estrechar manos sudorosas, le dijo: “Sonríe, guapa, tampoco es tan horrible, Isabel”.
Cierto es que Felipe, al igual que Juan Carlos, ha convertido algunos años la vida sentimental con su esposa en annus horribilis por su infidelidad y sus “amistades apasionadas”. Pero con una diferencia a favor de la reina Isabel con la reina Sofía. Mientras la consorte española se ha convertido en una sufridora y solitaria esposa triste y abandonada públicamente, la reina Isabel ha sabido salir del paso a los comentarios de las andanzas del consorte con estas sabias palabras que la Reina emérita española debía tener presente: “Yo, a mi esposo, no le pido fidelidad sino lealtad”, lealtad que no le ha faltado nunca a lo largo de los setenta años de matrimonio
JAIME PEÑAFIEL 04/05/2017
El anuncio de que el príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de Su Majestad la reina Isabel, la reina más reina del mundo, desaparecerá, a partir de otoño, de la vida pública en el Reino Unido, ha sorprendido no solo a los británicos, que le admiran y estiman a pesar de todo, sino al mundo entero. Su imagen, a tres pasos detrás de la soberana, siempre con las manos en la espalda, ha sido, a lo largo de 70 años, la representación más elocuente de la figura del consorte real.
Este periodista tiene a gala y la satisfacción profesional y personal de haber sido uno de los pocos que le han entrevistado (la fotografía con él es mi testimonio), lo cual no deja de tener su mérito, conociendo su aversión hacia la prensa. Para muestra, basta un botón: durante una visita a Gibraltar, preguntó: “¿Quiénes son los monos y quiénes los periodistas?”.
Cuando afirmamos que el hombre que se acuesta con la Reina titular y soberana es el Príncipe consorte, estamos afirmando una realidad tan incuestionable como decir que la mujer que yace con el Rey titular y soberano es la Reina. Aunque hay una gran diferencia entre los dos consortes. El marido de la Reina acepta, desde el día en que se casa, ser menos que su mujer, estar por debajo de la mujer, representar menos que la mujer y permanecer siempre, hasta la muerte, a la sombra de la mujer. Viviendo a cuerpo de Rey sin serlo; cumpliendo la función esencial del papel que le corresponde. Sin llevar el apellido de la Reina. Todo lo contrario que hacen las letizias de las monarquías europeas que, a veces, parecen mandar más que el propio Rey.
Como reconoció Felipe de Edimburgo, en realidad solo servimos para depositar, en la vagina de la soberana, el s*men como un ser intermediario entre la Institución y su carácter dinástico. Debía estar muy cabreado cuando dijo esto, con su habitual sarcasmo.
Felipe de Edimburgo ha sido el ejemplo del perfecto consorte. Por encima del príncipe Henri, marido de la reina Margarita de Dinamarca, quien no aceptó de buen grado no ser el Rey consorte, al igual que las mujeres que se casan con Rey, repito, como en el caso de Letizia, se conviertan automáticamente en Reinas. Esto le amargó su vida hasta el extremo de renunciar, recientemente, al título de Príncipe consorte. “Soy menos que el gato. Hasta en el protocolo, mi hijo y heredero figura por encima de mi”.
Otro ejemplo de lo duro que resulta ser consorte real, lo tuvimos con el pobre príncipe Claus, consorte de la reina Beatriz de los Países Bajos, que acabó siendo víctima de una cruel depresión, amargándole la vida y conduciéndole a una muerte temprana.
El príncipe Felipe, por el contrario, utilizó, desde el primer día, su cáustico sentido del humor para protegerse y sobrevivir a la sombra de su esposa, sin perder su personalidad y, sobre todo, su dignidad.
Hay que reconocer no solo que Felipe era, cuando se casó con Isabel, un hombre ideal, apuesto y bello como un vikingo, sino que ella estaba locamente enamorada de él. Siempre ha sabido sacarle una sonrisa espontánea con sus comentarios desconcertantes y cáusticos. En cierta ocasión, al observar el rostro de la Reina, excesivamente serio y cansado, harta de estrechar manos sudorosas, le dijo: “Sonríe, guapa, tampoco es tan horrible, Isabel”.
Cierto es que Felipe, al igual que Juan Carlos, ha convertido algunos años la vida sentimental con su esposa en annus horribilis por su infidelidad y sus “amistades apasionadas”. Pero con una diferencia a favor de la reina Isabel con la reina Sofía. Mientras la consorte española se ha convertido en una sufridora y solitaria esposa triste y abandonada públicamente, la reina Isabel ha sabido salir del paso a los comentarios de las andanzas del consorte con estas sabias palabras que la Reina emérita española debía tener presente: “Yo, a mi esposo, no le pido fidelidad sino lealtad”, lealtad que no le ha faltado nunca a lo largo de los setenta años de matrimonio
Última edición por un moderador:
Pues la Reina sabra lo que le ha pedido a su marido, lealtad. A mi en mi matrimonio le pido fidelidad.
Lo que pasa es que tienen tanto tiempo libre y estan tan endiosados y utilizan tan poco los brazos y la cabeza para trabajar como todo mortal, que tan solo quieren ejercer con el pito.
Lo que pasa es que tienen tanto tiempo libre y estan tan endiosados y utilizan tan poco los brazos y la cabeza para trabajar como todo mortal, que tan solo quieren ejercer con el pito.
Ahora lo creerán con más razón. Después del anuncio de retiro de su dios, una tormenta se encamina hacia la isla.
Is this a sign? As Prince Philip announced his retirement, a tropical cyclone heads for the Pacific island where he's revered as a GOD
LA VIDA DEL PRÍNCIPE FELIPE CIERTAMENTE HA SIDO INTERESANTE, Y ES UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN A PESAR DE MUCHAS DIFICULTADES EN SU JUVENTUD. ALGÚN DÍA HABRÁ QUE HABLAR DE ESO.
EN CUANTO A ESTE ANUNCIO, DADO EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS, TAL COMO RECOGE ESTE HILO, SE ME OCURREN DOS POSIBILIDADES.
O HUBO UNA SITUACIÓN QUE MOTIVÓ LA CONVOCATORIA DE EMERGENCIA, Y LUEGO PARA TAPAR SE HIZO ESTE ANUNCIO QUE A LO MEJOR SE TENÍA PARA DÍA POSTERIOR... O ES UN GLOBO SONDA PARA UNA POSIBLE ABDICACIÓN.
SALUDINES A TODO EL FORO.
EN CUANTO A ESTE ANUNCIO, DADO EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS, TAL COMO RECOGE ESTE HILO, SE ME OCURREN DOS POSIBILIDADES.
O HUBO UNA SITUACIÓN QUE MOTIVÓ LA CONVOCATORIA DE EMERGENCIA, Y LUEGO PARA TAPAR SE HIZO ESTE ANUNCIO QUE A LO MEJOR SE TENÍA PARA DÍA POSTERIOR... O ES UN GLOBO SONDA PARA UNA POSIBLE ABDICACIÓN.
SALUDINES A TODO EL FORO.
Sobre el Duque: alguna vez leí que si bien la reina dejó claro desde el principio que la reina es ella, en el seno familiar le dejó el mando a Philip. De él se ha escrito que fue muy duro con Charles y que solo a estas alturas han comenzado a entenderse, a pesar que la comunicación de Philip hacia su hijo siempre ha sido a través de cartas.
Lo que me llama la atención es que los nietos parecen apreciarlo mucho, muchísimo. Tal parece que su papel dentro de la familia es muy importante, sobresaliente.
La reina le reconoce muchísimo su labor de apoyo a ella desde el punto de vista institucional y desde el punto de vista personal.
La verdad es que retirarse a los 95, edad a la que muchos no llegan, es casi que un chiste. Bien tiene merecido el descanso, aunque muchos argumenten que su labor no haya sido tan agotadora.
Lo que me llama la atención es que los nietos parecen apreciarlo mucho, muchísimo. Tal parece que su papel dentro de la familia es muy importante, sobresaliente.
La reina le reconoce muchísimo su labor de apoyo a ella desde el punto de vista institucional y desde el punto de vista personal.
La verdad es que retirarse a los 95, edad a la que muchos no llegan, es casi que un chiste. Bien tiene merecido el descanso, aunque muchos argumenten que su labor no haya sido tan agotadora.
Viendo que el mismo día del anuncio Philip participó en un evento, me digo que no tuvo ningún susto de salud y que la convocatoria de madrugada fue un error administrativo de alguien.
Los periodistas más cercanos deberían estar pendientes a ver a quién botan del staff administrativo o del equipo de comunicaciones de Palacio.
Los periodistas más cercanos deberían estar pendientes a ver a quién botan del staff administrativo o del equipo de comunicaciones de Palacio.
Ya pido a palacio una foto del Duque y la pongo al lado de la Virgen, por si las dudas,vio?
