S
Sra Perez
Guest
El título del hilo es ridículo: ¿como se puede "robar" un depósito que entrega el propio Gobierno responsable del mismo?
Para quien desee conocer el meollo del asunto, muy buen compendio del tema visto desde el punto de vista de diferentes historiadores.
https://es.wikipedia.org/wiki/Oro_de_Moscú
Un fragmento interesante:
Con el oro español depositado en Moscú, los soviéticos mudaron el carácter de su ayuda y reclamaron inmediatamente al Gobierno republicano el pago de los primeros envíos, que aparentemente habían llegado como un regalo para combatir al fascismo internacional.76 Stashevski reclamó a Negrín 51 millones de dólares de deuda acumulada y los gastos de transporte del oro de Cartagena a Moscú. En la zona sublevada, las ayudas alemana e italiana tampoco fueron desinteresadas y tuvieron que ser pagadas, si bien alemanes e italianos permitieron que Franco fuese satisfaciendo la deuda una vez acabada la guerra
(Claro, porque el oro del Banco de España estaba en manos del gobierno legítimo, que en principio trasladó el tesoro para impedir que cayese en manos de los sublevados si caía Madrid, asi que Hitler tuvo que ayudar a Franco a crédito, a la espera de que tomase el poder)
. Autores como Guillermo Cabanellas,77 Francisco Olaya Morales78 o Ángel Viñas79 critican la actuación y comportamiento de los soviéticos:
La Unión Soviética ofrece su ayuda a los republicanos, pero exige que el pago sea efectivo. Se desploma así todo idealismo. Rusia ha puesto su mirada de buitre en las reservas acumuladas en los sótanos del Banco de España (...) Rusia realiza un contrato mercantil en que una de las partes fijaba a otra condiciones leoninas. La Unión Soviética enviaba, abonándosele a un alto precio, material que, en definitiva, serviría a los rusos para probar su eficacia.
Los historiadores que han accedido al Archivo y al «dossier Negrín» creen que se puede afirmar que los soviéticos no abusaron de su posición ni estafaron a los españoles en las transacciones financieras, pero que tampoco hicieron concesión alguna; en palabras de María Ángeles Pons: «nada obtuvo gratis la República de sus amigos rusos» pues se encuentran registrados todo tipo de gastos y servicios facturados al gobierno.80 Sin embargo, autores como Gerald Howson sostienen la existencia de una estafa soviética en la gestión del depósito en Moscú, en la idea de que Stalin habría hinchado el precio del material de guerra vendido manipulando los cambios de rublos a dólares y de dólares a pesetas, cargando los tipos de cambio internacionales hasta un treinta y un cuarenta por ciento.81 En todo caso, Negrín ni estudió ni custodió los comprobantes de las compra de material militar para asegurarse de que fuese el necesario, y no el que los consejeros soviéticos consideraban oportuno, para asegurar su correcta distribución en el frente y para asegurar su calidad y precio.
También se habla del poder omnímodo que ejercieron entonces los comunistas, aprovechando la presión que podía ejercer la Unión Soviética con el control del oro. Según José Giral, a pesar de tener pagadas todas las compras de armamento, la Unión Soviética no enviaba ningún material si el gobierno de la República «no accedía antes a que fueran entregados a los comunistas importantes puestos militares y policíacos».82
Ángel Viñas llegó a la conclusión de que el depósito de oro se agotó menos de un año antes del final de la Guerra Civil, gastándose íntegramente en pagos de armamento (incluyendo los costes de la operación). Autores como Martín-Aceña u Olaya Morales critican los modelos hipotéticos de Viñas, que en su opinión carecen de pruebas que los validen al cien por cien, resultando por el momento imposible afirmar si fue así.83 Si, efectivamente, el depósito de oro fue íntegramente vendido a los soviéticos, queda no obstante sin responder la cuestión del gasto de todas las divisas generadas por la venta del oro y transferidas a la Banque Commerciale de l'Europe du Nord de París, ya que no se ha encontrado ningún documento, soviético o español, referente a tales operaciones. Martín-Aceña concluye que «la investigación del oro no se ha cerrado del todo».84 En cualquier caso, agotado el oro, el escaso crédito de la Hacienda republicana se esfumó.
Los fondos NO era responsabilidad del gobierno, sino del Banco de España, que se negó al traslado.
Por eso se hizo la incautación a punta de pistola. A partir de ahí, ya lo que digas....