Hija, es lo que hay. A mí, por ejemplo, también me encanta el plato de la ventresca con piparras pero lo pongo de "aperitivo". Quienes no somos jaiclas, no somos jaiclas.Mi naranjo tiene las puertas cerradas del olimpo de la jaiclas, entonces. Cuando despierte se lo digo, veras que disgusto!
No sé cuantos serían, pero con un chusco de pan - con un aceite HELEGANTE, eso sí - y un peacito ventresca con una piparra por cabeza -dos con suerte-, se han tenido que ir con un hambre.....