Lo digo porque si desde el principio se hubiera sabido a qué horas decían haber visto a Medina, nunca se podría haber planteado que lo habían visto cuando salía del supermercado, después de las nueve de la noche, como hicieron. Es raro eso de tener unos testigos que supuestamente han visto al sospechoso de un crimen y olvidarse de preguntarles por la hora. Pero bueno, son cosas que pasan.