La imagen que han vendido de la Preysler que los hacía caer rendidos a sus pies y etecetc se resquebraja entre lo que contáis de su incondicional Miguel y el mutis por el foro de Vargas Llosa.
Muere Laura Boyer, la hija de Miguel Boyer y Elena Arnedo, a los 57 años
- AutorBuha
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La imagen que han vendido de la Preysler que los hacía caer rendidos a sus pies y etecetc se resquebraja entre lo que contáis de su incondicional Miguel y el mutis por el foro de Vargas Llosa.
Por eso le ha jodido tanto y ha perdido los papeles
Desde luego ha sido una mujer por la que dos hombres han dejado a sus mujeres, dos hombres que no lo hicieron por otras. Pero la pasión siempre se acaba.La misma Isabel dijo en una ocasión que no cree en el amor para siempre, que a ella siempre se le acaba cuando se acaba la pasión- Lo dijo así, sin despeinarse.
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Creo que comentaron que le veían una vez al mes, mucha vida familiar no es desde luego.
Hay que reconocerle a Boyer su posición claramente antifranquista cuando Franco vivía, que había que tener valor, y por eso fue a la cárcel y tuvo problemas en los inicios de su carrera profesional. Luego muchos se han jactado de su lucha antifranquista, que si todo eso hubiera sido verdad Franco no hubiera muerto en la cama.
Pero Boyer si fue reconocidamente "rojo" en su momento y hay que constatar el valor que tuvo para ello.
No digo nada en contra. Pero es lo que tú dices, ser antifranquista era automáticamente "ser rojo".
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DECLARACIONES DE LA HIJA DE MIGUEL BOYER
Isabel Preysler y Ana Boyer en el funeral por Miguel Boyer, en 2014 / EFE
FRANCISCO ANDRÉS GALLARDO02 Marzo, 2023 - 14:53h
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La economista Laura Boyer, hija del ex ministro Miguel Boyer, fallecía a los 57 años la semana pasada víctima de un cáncer y los últimos años de su vida estuvo marcada por la muerte de sus padres. La ginecóloga Elena Arnedo se hizo cargo de sus dos hijos adolescentes tras el divorcio con el 'superministro' y no terminó de superar la traición de su marido al casarse con la que creía una de sus mejores amigas, Isabel Preysler, con la que intimó siendo marquesa de Griñón.
Y Miguel Boyer, pareja de Preysler desde 1986 hasta su fallecimiento en 2014, se vio abrumado por los gastos de su convalecencia por un ictus tras una vida entregada a las finanzas y creyendo que tenía una renta suficiente para imprevistos.
Las confesiones de Laura Boyer, convertidas en una entrevista póstuma como la que ha publicado la revista Semana, vienen a revelar la mala relación que tuvo Isabel Preysler con los hijos de su fallecido marido a los que escamoteó tener un vínculo afectivo con su hija y hermanastra, Ana Boyer (los hijos de Elena Arnedo llegaron a tener una relación más fluida con Tamara Falcó y con los hijos de Julio Iglesias). "Muchísima hipocresía" es el resumen que hace la fallecida hija del financiero sobre su relación con la viuda. Tras la muerte de Miguel Boyer su indiferencia se transformó "en odio".
Isabel Preysler y Miguel Boyer en su boda íntima de 1988
Isabel Preysler y Miguel Boyer en su boda íntima de 1988 / EFE
La asistencia a su padre durante el ictus y sus crueles consecuencias se iba solucionando a través de un costoso equipo de atención personal en el que no se involucró Isabel Preysler, acusa la hija. Boyer se veía reconfortado con la visita de sus familiares ante la ausencia de su esposa. "Puso mucha gente a cuidarle, pero ella no le cuidó", zanja. Ese coste de enfermeras y asistentes fue literalmente una ruina.
Entre los dolorosos momentos de su juventud que relata la economista evoca cuando su padre se iba con Isabel en las noches marbellíes y dejaba a su esposa e hijos en su casa. "Noches de gritos en las familia", como recuerda, algo que no había sucedido nunca y que originó la infidelidad con Isabel. Elena Arnedo comunicó su divorcio a los hijos "en un restaurante chino". "Le dije que estaba loca, pero al final me lo creí", admite Laura, que era apenas una quinceañera cuando sus padres se separaron.
Al poco se produjo la boda y el nacimiento de Ana, acontecimientos de los que los hijos del ex ministro vivieron en la distancia, como la compra de la mansión familiar en Puerta de Hierro, 'Villa Meona'. Una propiedad que pasó a escriturarse en favor de Isabel Preysler y de ahí que no formara parte de la herencia. Laura Boyer recuerda esperar a ver a su padre en aquel inmenso chalet esperando en un vestíbulo con un "incómodo" retrato de la dueña de la casa a su espaldas. Los terrenos de la mansión fueron adquiridos por Miguel Boyer a Fernando Fernández-Tapias (Fefé).
Laura Boyer, a la izquierda, en el entierro de Miguel Boyer junto a Tamara Falcó
Laura Boyer, a la izquierda, en el entierro de Miguel Boyer junto a Tamara Falcó / EP
Laura renunció en favor de sus hijos a la parte que le correspondía en herencia ante la precariedad de recursos con que su padre había pasado sus últimos días. Miguel Boyer dejó en legado una biblioteca de unos 6.000 volúmenes (los mejores se los quedó en usufructo su viuda) y bienes como distintas obras de arte y un busto de un antepasado labrado por Mariano Benlliure "que pesa más de lo que vale", lamenta la hija de Miguel Boyer.
Su retrato de Isabel Preysler justifica que no tuviera un exceso de relación con ella, entre el recelo y el odio: "No me parece una mujer interesante. Es muy fría y muy calculadora". A lo que añade: "no soy una persona rencorosa, no soy yo la que tiene que perdonarla".
Laura Boyer no deja en buen lugar a Isabel Preysler. El extraño culebrón de Tamara Falcó con Íñigo Onieva y la aparatosa ruptura con Mario Vargas Llosa, con crudos reproches desde el entorno del premio Nobel, vienen a emborronar esa imagen perfecta que creía tener controlada la hispano-filipina en los últimos años.
La imagen de Isabel Preysler empieza a resquebrajarse para siempre (y no por Mario Vargas Llosa)
- Las confesiones póstumas de Laura Boyer sobre los problemas económicos de su padre caen sobre una losa sobre la dueña de 'Villa Meona'
- Laura Boyer se despidió lamentando cómo Isabel Preysler la separó de su padre
- Video: Miguel Boyer, el ministro que temía España hace 40 años antes de conocer a Isabel Preysler (
Isabel Preysler y Ana Boyer en el funeral por Miguel Boyer, en 2014 / EFE
FRANCISCO ANDRÉS GALLARDO02 Marzo, 2023 - 14:53h
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La economista Laura Boyer, hija del ex ministro Miguel Boyer, fallecía a los 57 años la semana pasada víctima de un cáncer y los últimos años de su vida estuvo marcada por la muerte de sus padres. La ginecóloga Elena Arnedo se hizo cargo de sus dos hijos adolescentes tras el divorcio con el 'superministro' y no terminó de superar la traición de su marido al casarse con la que creía una de sus mejores amigas, Isabel Preysler, con la que intimó siendo marquesa de Griñón.
Y Miguel Boyer, pareja de Preysler desde 1986 hasta su fallecimiento en 2014, se vio abrumado por los gastos de su convalecencia por un ictus tras una vida entregada a las finanzas y creyendo que tenía una renta suficiente para imprevistos.
Las confesiones de Laura Boyer, convertidas en una entrevista póstuma como la que ha publicado la revista Semana, vienen a revelar la mala relación que tuvo Isabel Preysler con los hijos de su fallecido marido a los que escamoteó tener un vínculo afectivo con su hija y hermanastra, Ana Boyer (los hijos de Elena Arnedo llegaron a tener una relación más fluida con Tamara Falcó y con los hijos de Julio Iglesias). "Muchísima hipocresía" es el resumen que hace la fallecida hija del financiero sobre su relación con la viuda. Tras la muerte de Miguel Boyer su indiferencia se transformó "en odio".
Isabel Preysler y Miguel Boyer en su boda íntima de 1988
Isabel Preysler y Miguel Boyer en su boda íntima de 1988 / EFE
La asistencia a su padre durante el ictus y sus crueles consecuencias se iba solucionando a través de un costoso equipo de atención personal en el que no se involucró Isabel Preysler, acusa la hija. Boyer se veía reconfortado con la visita de sus familiares ante la ausencia de su esposa. "Puso mucha gente a cuidarle, pero ella no le cuidó", zanja. Ese coste de enfermeras y asistentes fue literalmente una ruina.
Entre los dolorosos momentos de su juventud que relata la economista evoca cuando su padre se iba con Isabel en las noches marbellíes y dejaba a su esposa e hijos en su casa. "Noches de gritos en las familia", como recuerda, algo que no había sucedido nunca y que originó la infidelidad con Isabel. Elena Arnedo comunicó su divorcio a los hijos "en un restaurante chino". "Le dije que estaba loca, pero al final me lo creí", admite Laura, que era apenas una quinceañera cuando sus padres se separaron.
Al poco se produjo la boda y el nacimiento de Ana, acontecimientos de los que los hijos del ex ministro vivieron en la distancia, como la compra de la mansión familiar en Puerta de Hierro, 'Villa Meona'. Una propiedad que pasó a escriturarse en favor de Isabel Preysler y de ahí que no formara parte de la herencia. Laura Boyer recuerda esperar a ver a su padre en aquel inmenso chalet esperando en un vestíbulo con un "incómodo" retrato de la dueña de la casa a su espaldas. Los terrenos de la mansión fueron adquiridos por Miguel Boyer a Fernando Fernández-Tapias (Fefé).
Laura Boyer, a la izquierda, en el entierro de Miguel Boyer junto a Tamara Falcó
Laura Boyer, a la izquierda, en el entierro de Miguel Boyer junto a Tamara Falcó / EP
Laura renunció en favor de sus hijos a la parte que le correspondía en herencia ante la precariedad de recursos con que su padre había pasado sus últimos días. Miguel Boyer dejó en legado una biblioteca de unos 6.000 volúmenes (los mejores se los quedó en usufructo su viuda) y bienes como distintas obras de arte y un busto de un antepasado labrado por Mariano Benlliure "que pesa más de lo que vale", lamenta la hija de Miguel Boyer.
Su retrato de Isabel Preysler justifica que no tuviera un exceso de relación con ella, entre el recelo y el odio: "No me parece una mujer interesante. Es muy fría y muy calculadora". A lo que añade: "no soy una persona rencorosa, no soy yo la que tiene que perdonarla".
Laura Boyer no deja en buen lugar a Isabel Preysler. El extraño culebrón de Tamara Falcó con Íñigo Onieva y la aparatosa ruptura con Mario Vargas Llosa, con crudos reproches desde el entorno del premio Nobel, vienen a emborronar esa imagen perfecta que creía tener controlada la hispano-filipina en los últimos años.
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Pero de postularse como antifranquista (rojo) a una bonita amistad con todo lo mejorcito del régimen que eran las amigas de su santa- desde Carmen Martínez Bordíu en adelante y muy adelante- va un trecho. Un trecho largo.
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Para la posteridad aquellas declaraciones de chabeli, diciendo q lo veían para las exclusivas del hola, donde todos sonreían y hacían ver q bebían zumo d naranja d grandes jarras vacías. La verdad es q menuda infancia más disfuncional que han tenido todos, salvo quizá Ana, q ha sido la única en criarse en el mismo hogar con sus padres....
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Cierto, Ana ha sido la que ha vivido una infancia más "normal" dentro de lo que cabe.
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La momia no es santo de mi devoción en general, pero no me parece justo que "acarree" ella toda la responsabilidad respecto a la nula relación entre Boyer y sus hijos mayores. Por mucho que se diga, era él quien debía hacer por mantener la relación. Incluso si Isabel no quería verlos (que me extrañaría mucho que se lo dijera) él podía quedar con ellos. Laura tenía 15 años entonces, el hijo 13. No eran unos niños que solo pudieran verse en casa.
Una separación siempre machaca a los hijos, más todavía si es algo público. De Elena Arnedo siempre se dijo que tenía muchísimo carácter y puedo imaginarme lo que soltaría por su boca respecto de "la otra y su ex", más teniendo en cuenta que eran arquetípicamente opuestas. Vamos, que los chavales predispuestos a llevarse bien con ella no estarían. Esto se puede reconducir con los años, pero solo si el adulto pone de su parte.
Y luego, que no será la primera vez que un señor hace su nueva familia y se olvida de la otra, incluidos sus hijos.
Una separación siempre machaca a los hijos, más todavía si es algo público. De Elena Arnedo siempre se dijo que tenía muchísimo carácter y puedo imaginarme lo que soltaría por su boca respecto de "la otra y su ex", más teniendo en cuenta que eran arquetípicamente opuestas. Vamos, que los chavales predispuestos a llevarse bien con ella no estarían. Esto se puede reconducir con los años, pero solo si el adulto pone de su parte.
Y luego, que no será la primera vez que un señor hace su nueva familia y se olvida de la otra, incluidos sus hijos.
La pasión por el money querría decir.... No veía yo a Falco ni a Boyer pinta de empotradores precisamente.
