A mí que se enamorara no, nos puede pasar a cualquiera. Lo chocante en su día fue que de repente, se hiciera llamar Señor por un servicio uniformado, se construyera un casoplon con 13 cuartos de baños y calefacción para el perro, renegara de su supuesta ideología y abrazara el capitalismo más despiadado desde sus Consejos de Administración y saliera día sí y día también en las revistas del colorín enseñándonos sus salidas y cenas de postín.
Y además de cargarse cualquier atisbo de prestigio político y personal abandonara a sus hijos tan crudamente como ellos nos han hecho llegar, económica y afectivamente. Eso se hace en un enamoramiento loco, pero ese estado no dura 25 años, por eso o Boyer fue un fraude toda la vida, o no tenía herramientas suficientes para haberlo hecho mejor. Pero la cara entre mala hostia y amargado la tenía tatuada, por algo sería.
Para enamorarte , no encoñarte, suele ser de gente afin, similar etc a ti o llámalo como quieras y estos dos estaban, aparentemente (que las mentes y los cuerpos de cada uno son inescrutables )en las antípodas uno de otra. Eso me chocó, me sigue chocando. La consecuencia de eso fue lo que señalas , de cómo se dio la vuelta a la tortilla, a su tortilla y abrazó y comulgó con lo que había sido su motivo de reniego .
Lo que dices , un fraude con todas las letras. Qué mal, muy mal.