Ha muerto Su Santidad Benedicto XVI. Funerales en la basílica de San Pedro el 5 de enero de 2023

Es totalmente absurdo lo que has escrito.Esto no es el tema de las feliciticaciones reales ….. y te informo que estamos 2023….. no en 2005. Que tiene que ver esto??

Al tema….

Perdona, pero es su trabajo, el de los políticos , hacer acto de presencia. ni pobres ni leches. No todos los años muere un Papa. Estas muy equivocada si crees que llegan a ir estos dos merluzos y la prensa se hace eco. De hecho interesa por que va Doña Sofía en representación de la CR/jefatura de estado a título personal, son católicos.

Los otros dos ni idea, pero es su trabajo y deben de estar ahí.
Ríndete, hay más ateos e ignorantes.... Vamos de culo, cuesta abajo y sin frenos. Defendiendo el aborto.

Pregunto: ¿La chacha se negó, está de reposo post operatorio estético, o es atea confesa?
 

5 de enero de 2023​

El mezquino corazón del Papa Francisco​



Los mediocres se rodean de personas más mediocres que ellos a fin de poder manejarlos a su antojo y disimular su propia mediocridad. Es lo que hizo Bergoglio apenas encaramado al solio pontificio. Y ha quedado por enésima vez demostrado ante la muerte del papa Benedicto XVI.

Resumo aquí algunos hechos ocurridos en los últimos días, anecdóticos en su mayor parte, pero que revelan el alma ruin y mezquina del papa Francisco. Algunos son públicos; otros, en cambio, me fueron confiados por algunas fuentes discretas que recorren los pasillos del Sacro Palacio.

— Aun antes de que se conociera la noticia de la muerte de Benedicto XVI, ya habían salido las órdenes de Santa Marta: en el Vaticano se continuaría trabajando como siempre. Es decir, “aquí no pasó nada”. Quienes trabajan en la Santa Sede —eclesiásticos y laicos—, hicieron saber que si no suspendían las actividades para poder asistir al menos a la misa exequial, ellos se tomarían igualmente el día
Santa Marta tuvo entonces que transigir: tendrían permiso para asistir a la misa pero sólo hasta las 13 horas. Luego, debían retornar al trabajo.

— Ni en la Ciudad del Vaticano, ni en sus dependencias extraterritoriales ni en sus nunciaturas se declaró luto oficial. Las campanas no tocaron a muerto ni las banderas se izaron a media asta. Este último detalle sorprendió sobremanera. Cualquier país dispone este medida de luto cuando muere algún personaje relativamente importante. Para el Vaticano y para la corte del papa Francisco, el papa Benedicto XVI no lo era. Curiosamente, el estado italiano y Gran Bretaña ordenaron que el día 31 de diciembre sus banderas fueran izadas a media asta.

— Se repetía una y otra vez en los sacros palacios, que la orden era que las cosas siguieran como si nada hubiese pasado. Por eso mismo, el miércoles, el papa
Francisco tuvo su audiencia general como de ordinario, mientras a pocos metros estaba el cuerpo insepulto de su antecesor. Y apenas hizo una referencia a él para llamarlo “un gran maestro de la catequesis”.

Muchas cardenales y obispos quedaron decepcionados por no poder integrar el cortejo que trasladó los restos del papa difunto desde el monasterio Mater Ecclesiae hasta la basílica de San Pedro. En cualquier país, en cualquier monarquía, este cortejo tiene una particular y austera solemnidad, aún cuando no se trate de la muerte del monarca reinante (recordemos el caso de don Juan de Borbón, o de la reina madre de Inglaterra o del príncipe Felipe de Edimburgo). Los restos mortales de Benedicto XVI fueron trasladados en una furgoneta gris. El cortejo no fue presidido ni por Francisco ni por el cardenal vicario. Simplemente, detrás del vehículo utilitario iban Mons. Georg Gänswein y las memores, las mujeres que los asistieron en los últimos años. En la curia, esto cayó muy mal: “Esto no se le hace ni siquiera a un vecino del pueblo más pequeño de Italia”, decían.


— Una de las cosas que más llamó la atención a los miembros de la Casa Pontificia y otras dependencias de la
Curia que se paseaban por la capilla ardiente, fue la cantidad de sacerdotes jóvenes —varios centenares— que se acercaron a despedir al papa Benedicto vestidos con hábito talar. Uno de ellos, en voz baja, comentó lo siguiente: “Encontré al papa Benedicto cuando era seminarista, junto al resto de mis compañeros. Las palabras que nos dijo una y otra vez fueron: “Estudien mucho y recen mucho”. Era impensable que nos dijera: “Los sacerdotes son hombres, y por eso muchos de ellos miran por**grafía” (estas últimas palabras fueron los comentarios que hizo recientemente el papa Francisco a los seminaristas de la arquidiócesis de Barcelona).

— En el mismo sentido, llamó mucho la atención la cantidad de jóvenes y de familias con niños que se acercaron a despedir al papa Benedicto.

— Una de las cosas que más molestó a obispos y cardenales presentes, fue la actitud indolente del cardenal Gambetti, arcipreste de la basílica de San Pedro. Su actitud fría y mecánica en la celebración
del primer responso (y la voz de recién levantado que se le escuchaba) y su imprevisión de muchos detalles no pasaron desapercibidas. También causó repulsa la presencia de quien el mismo purpurado nombró gerente de la basílica, Ettore Valzania, de profesión mecánico dental, que se paseó durante los tres días por el interior de la basílica vistiendo pantalones de jean mientras recibía a cardenales y jefes de estado. Este personaje oscuro y vulgar ha sido responsable, entre otras cosas, de disponer que los fieles pudieran detenerse no más de dos o tres segundos ante el cuerpo expuesto del papa difunto, sin poder rezar ante él una oración. ¿No habría sido posible, por ejemplo, extender el horario de apertura de la basílica de San Pedro?

— El papa Francisco estaba empecinado en retirarse a sus aposentos de Santa Marta apenas terminada la misa exequial. Dos de sus colaboradores más cercanos debieron insistir mucho a fin de hacerle ver la inconveniencia del gesto. Finalmente
accedió a despedir el féretro del papa Benedicto en el atrio de la basílica de San Pedro, despojado de sus ornamentos pontificales. Y se negó rotundamente a acompañar el cortejo hasta la cripta y celebrar allí los últimos ritos, los que fueron asumidos por el cardenal Re, decano del Sacro Colegio.

— Buena parte de los obispos y cardenales del todo el mundo que llegaron para despedir al papa emérito, quedaron estupefactos —y así lo hicieron saber a sus allegadas— por la indolencia de los gestos y las palabras del papa Francisco con respecto a su antecesor. Uno de ellos comentó textualmente: “Alimentar almas y no bocas, esa es la misión de la Iglesia”.

— Apenas conocida la muerte de Benedicto XVI, Santa Marta se apresuró a decir que por una dudosa voluntad del difunto, sólo asistirían delegaciones oficiales de Italia y Alemania. El problema llegó el miércoles cuando la Secretaría de Estado descubrió con estupor que muchísimas delegaciones de los gobiernos de diversos países
asistirían a título personal. A tal punto fue lo inesperado de la noticia, que recién a última hora de ese día el Governatorato bajó la orden a los encargados respectivos de prever los lugares para el estacionamientos de los vehículos oficiales que trasladarían a mandatarios y ministros.

— La Secretaría de Estado comunicó oficialmente a los países que enviaran delegaciones, que sus representantes debían abstenerse de usar el traje de gala. Esto causó sorpresa, puesto que aun en el caso de las exequias de los cardenales se usa este tipo de vestimenta. Hasta esos honores se le negaron al papa Ratzinger.

— Conocemos la lana con la que están tejidos los periodistas, pero algunos pocos todavía conservan cierta honestidad. La vulgata que recorría las redacciones de todo el mundo, y la misma sala de prensa de la Santa Sede, era que el papa Benedicto fue siempre un pontífice distante, odiado o indiferente por el pueblo cristiano. Muchos
de ellos reconocían en voz baja el equivocado juicio que sostenían al ver la enorme y sorpresiva cantidad de gente que se acercó a la basílica de San Pedro durante los últimos días. De hecho, las cantidad se sillas que ocuparon la plaza de San Pedro para la misa exequial sólo había sido igualada en la misa de inauguración del pontificado de Francisco, “cuando nadie los conocía”, agregaba algún malicioso obispo.



El rostro del papa Francisco durante en la misa exequial, y que ilustra este artículo, es suficientemente elocuente de la oscuridad de su alma: parece asistir a su propio funeral.



 
Es totalmente absurdo lo que has escrito.Esto no es el tema de las feliciticaciones reales ….. y te informo que estamos 2023….. no en 2005. Que tiene que ver esto??

Al tema….

Perdona, pero es su trabajo, el de los políticos , hacer acto de presencia. ni pobres ni leches. No todos los años muere un Papa. Estas muy equivocada si crees que llegan a ir estos dos merluzos y la prensa se hace eco. De hecho interesa por que va Doña Sofía en representación de la CR/jefatura de estado a título personal, son católicos.

Los otros dos ni idea, pero es su trabajo y deben de estar ahí.
No creo que Doña Sofía la Emerita pueda representar al Jefe de Estado en una visita oficial en el extranjero.
Esta es una visita de cortesía y se ha hecho acompañar de políticos para ¿dar más protagonismo a su persona?
No olvidemos que Doña Sofía fue por matrimonio reina consorte de España y actualmente la reina consorte de España es Letizia y no por fallecer el rey Juan CarlosI.
POR ABDICACIÓN.
Dudo mucho que Doña Sofía pueda representar a España en un viaje oficial, de lo contrario no tiene ningún sentido convocar Elecciones para votar si cualquiera te puede representar.
 
Ríndete, hay más ateos e ignorantes.... Vamos de culo, cuesta abajo y sin frenos. Defendiendo el aborto.

Pregunto: ¿La chacha se negó, está de reposo post operatorio estético, o es atea confesa?
¡Que inteligencia la tuya!!! ¿Para que mandar a la chacha?, el que tendría que ir es el señorito. SÍ, vamos de culo, cuesta abajo si exigimos responsabilidades al que menos gana y al que cobra por responsabilidad ni MU.
Verdaderamente hay mucho clasista ignorante.
 

5 de enero de 2023​

El mezquino corazón del Papa Francisco​



Los mediocres se rodean de personas más mediocres que ellos a fin de poder manejarlos a su antojo y disimular su propia mediocridad. Es lo que hizo Bergoglio apenas encaramado al solio pontificio. Y ha quedado por enésima vez demostrado ante la muerte del papa Benedicto XVI.

Resumo aquí algunos hechos ocurridos en los últimos días, anecdóticos en su mayor parte, pero que revelan el alma ruin y mezquina del papa Francisco. Algunos son públicos; otros, en cambio, me fueron confiados por algunas fuentes discretas que recorren los pasillos del Sacro Palacio.

— Aun antes de que se conociera la noticia de la muerte de Benedicto XVI, ya habían salido las órdenes de Santa Marta: en el Vaticano se continuaría trabajando como siempre. Es decir, “aquí no pasó nada”. Quienes trabajan en la Santa Sede —eclesiásticos y laicos—, hicieron saber que si no suspendían las actividades para poder asistir al menos a la misa exequial, ellos se tomarían igualmente el día
Santa Marta tuvo entonces que transigir: tendrían permiso para asistir a la misa pero sólo hasta las 13 horas. Luego, debían retornar al trabajo.

— Ni en la Ciudad del Vaticano, ni en sus dependencias extraterritoriales ni en sus nunciaturas se declaró luto oficial. Las campanas no tocaron a muerto ni las banderas se izaron a media asta. Este último detalle sorprendió sobremanera. Cualquier país dispone este medida de luto cuando muere algún personaje relativamente importante. Para el Vaticano y para la corte del papa Francisco, el papa Benedicto XVI no lo era. Curiosamente, el estado italiano y Gran Bretaña ordenaron que el día 31 de diciembre sus banderas fueran izadas a media asta.

— Se repetía una y otra vez en los sacros palacios, que la orden era que las cosas siguieran como si nada hubiese pasado. Por eso mismo, el miércoles, el papa
Francisco tuvo su audiencia general como de ordinario, mientras a pocos metros estaba el cuerpo insepulto de su antecesor. Y apenas hizo una referencia a él para llamarlo “un gran maestro de la catequesis”.

Muchas cardenales y obispos quedaron decepcionados por no poder integrar el cortejo que trasladó los restos del papa difunto desde el monasterio Mater Ecclesiae hasta la basílica de San Pedro. En cualquier país, en cualquier monarquía, este cortejo tiene una particular y austera solemnidad, aún cuando no se trate de la muerte del monarca reinante (recordemos el caso de don Juan de Borbón, o de la reina madre de Inglaterra o del príncipe Felipe de Edimburgo). Los restos mortales de Benedicto XVI fueron trasladados en una furgoneta gris. El cortejo no fue presidido ni por Francisco ni por el cardenal vicario. Simplemente, detrás del vehículo utilitario iban Mons. Georg Gänswein y las memores, las mujeres que los asistieron en los últimos años. En la curia, esto cayó muy mal: “Esto no se le hace ni siquiera a un vecino del pueblo más pequeño de Italia”, decían.


— Una de las cosas que más llamó la atención a los miembros de la Casa Pontificia y otras dependencias de la
Curia que se paseaban por la capilla ardiente, fue la cantidad de sacerdotes jóvenes —varios centenares— que se acercaron a despedir al papa Benedicto vestidos con hábito talar. Uno de ellos, en voz baja, comentó lo siguiente: “Encontré al papa Benedicto cuando era seminarista, junto al resto de mis compañeros. Las palabras que nos dijo una y otra vez fueron: “Estudien mucho y recen mucho”. Era impensable que nos dijera: “Los sacerdotes son hombres, y por eso muchos de ellos miran por**grafía” (estas últimas palabras fueron los comentarios que hizo recientemente el papa Francisco a los seminaristas de la arquidiócesis de Barcelona).

— En el mismo sentido, llamó mucho la atención la cantidad de jóvenes y de familias con niños que se acercaron a despedir al papa Benedicto.

— Una de las cosas que más molestó a obispos y cardenales presentes, fue la actitud indolente del cardenal Gambetti, arcipreste de la basílica de San Pedro. Su actitud fría y mecánica en la celebración
del primer responso (y la voz de recién levantado que se le escuchaba) y su imprevisión de muchos detalles no pasaron desapercibidas. También causó repulsa la presencia de quien el mismo purpurado nombró gerente de la basílica, Ettore Valzania, de profesión mecánico dental, que se paseó durante los tres días por el interior de la basílica vistiendo pantalones de jean mientras recibía a cardenales y jefes de estado. Este personaje oscuro y vulgar ha sido responsable, entre otras cosas, de disponer que los fieles pudieran detenerse no más de dos o tres segundos ante el cuerpo expuesto del papa difunto, sin poder rezar ante él una oración. ¿No habría sido posible, por ejemplo, extender el horario de apertura de la basílica de San Pedro?

— El papa Francisco estaba empecinado en retirarse a sus aposentos de Santa Marta apenas terminada la misa exequial. Dos de sus colaboradores más cercanos debieron insistir mucho a fin de hacerle ver la inconveniencia del gesto. Finalmente
accedió a despedir el féretro del papa Benedicto en el atrio de la basílica de San Pedro, despojado de sus ornamentos pontificales. Y se negó rotundamente a acompañar el cortejo hasta la cripta y celebrar allí los últimos ritos, los que fueron asumidos por el cardenal Re, decano del Sacro Colegio.

— Buena parte de los obispos y cardenales del todo el mundo que llegaron para despedir al papa emérito, quedaron estupefactos —y así lo hicieron saber a sus allegadas— por la indolencia de los gestos y las palabras del papa Francisco con respecto a su antecesor. Uno de ellos comentó textualmente: “Alimentar almas y no bocas, esa es la misión de la Iglesia”.

— Apenas conocida la muerte de Benedicto XVI, Santa Marta se apresuró a decir que por una dudosa voluntad del difunto, sólo asistirían delegaciones oficiales de Italia y Alemania. El problema llegó el miércoles cuando la Secretaría de Estado descubrió con estupor que muchísimas delegaciones de los gobiernos de diversos países
asistirían a título personal. A tal punto fue lo inesperado de la noticia, que recién a última hora de ese día el Governatorato bajó la orden a los encargados respectivos de prever los lugares para el estacionamientos de los vehículos oficiales que trasladarían a mandatarios y ministros.

— La Secretaría de Estado comunicó oficialmente a los países que enviaran delegaciones, que sus representantes debían abstenerse de usar el traje de gala. Esto causó sorpresa, puesto que aun en el caso de las exequias de los cardenales se usa este tipo de vestimenta. Hasta esos honores se le negaron al papa Ratzinger.

— Conocemos la lana con la que están tejidos los periodistas, pero algunos pocos todavía conservan cierta honestidad. La vulgata que recorría las redacciones de todo el mundo, y la misma sala de prensa de la Santa Sede, era que el papa Benedicto fue siempre un pontífice distante, odiado o indiferente por el pueblo cristiano. Muchos
de ellos reconocían en voz baja el equivocado juicio que sostenían al ver la enorme y sorpresiva cantidad de gente que se acercó a la basílica de San Pedro durante los últimos días. De hecho, las cantidad se sillas que ocuparon la plaza de San Pedro para la misa exequial sólo había sido igualada en la misa de inauguración del pontificado de Francisco, “cuando nadie los conocía”, agregaba algún malicioso obispo.



El rostro del papa Francisco durante en la misa exequial, y que ilustra este artículo, es suficientemente elocuente de la oscuridad de su alma: parece asistir a su propio funeral.



Es un mal bicho. Siempre lo ha sido y siempre lo será.
 
No creo que Doña Sofía la Emerita pueda representar al Jefe de Estado en una visita oficial en el extranjero.
Esta es una visita de cortesía y se ha hecho acompañar de políticos para ¿dar más protagonismo a su persona?
No olvidemos que Doña Sofía fue por matrimonio reina consorte de España y actualmente la reina consorte de España es Letizia y no por fallecer el rey Juan CarlosI.
POR ABDICACIÓN.
Dudo mucho que Doña Sofía pueda representar a España en un viaje oficial, de lo contrario no tiene ningún sentido convocar Elecciones para votar si cualquiera te puede representar.
La función del Rey es representar a España. Y la puede delegar en cualquier miembro de la Casa Real. De hecho lo hace continuamente. Lo vemos cuando Letizia asuste sola a,actos, en representación de la Casa Real. Doña Sofía es Reina de España y miembro de la Casa,Real por lo que puede, y de hecho lo hace en numerosas ocasiones, actuar por delegación de su hijo, en nombre de ella. Está es una de esas ocasiones.

Ella no necesita a los Ministros para,darse importancia. La tiene por si misma. Los Ministros son los que son absolutamente irrelevantes y nunca pueden representar a la Casa Real.

Deberías informarte mejor.
 
¡Que inteligencia la tuya!!! ¿Para que mandar a la chacha?, el que tendría que ir es el señorito. SÍ, vamos de culo, cuesta abajo si exigimos responsabilidades al que menos gana y al que cobra por responsabilidad ni MU.
Verdaderamente hay mucho clasista ignorante.
Letizia también cobra y mucho por representar a España.

Verdaderamente si que hay mucho clasista ignorante.
 
No creo que Doña Sofía la Emerita pueda representar al Jefe de Estado en una visita oficial en el extranjero.
Esta es una visita de cortesía y se ha hecho acompañar de políticos para ¿dar más protagonismo a su persona?
No olvidemos que Doña Sofía fue por matrimonio reina consorte de España y actualmente la reina consorte de España es Letizia y no por fallecer el rey Juan CarlosI.
POR ABDICACIÓN.
Dudo mucho que Doña Sofía pueda representar a España en un viaje oficial, de lo contrario no tiene ningún sentido convocar Elecciones para votar si cualquiera te puede representar.

esto es una extensión mas de la absurdez anterior....consortes, reinas, fallecimientos, abdicación, convocar elecciones....., pon en orden tus pensamientos e ideas antes de hablar, porque acabas de ponerte en ridículo
 
esto es una extensión mas de la absurdez anterior....consortes, reinas, fallecimientos, abdicación, convocar elecciones....., pon en orden tus pensamientos e ideas antes de hablar porque acabas de hacer un ridículo tremendo.
Todo tiene conexión una cosa va a la otra, puede que seas de pensamiento único 🤷‍♀️

Redacción El HuffPost 05/01/2023 03:33pm CET
El ministro de la Presidencia ha acompañado a la reina emérita al Vaticano para asistir al funeral de Benedicto XVI.


...Y dado que Bolaños ha acompañado a la reina emérita al Vaticano, García ha realizado la siguiente pregunta: “No sé si ha tenido la oportunidad de hablar con ella del rey emérito, de Juan Carlos I”.
Tras escuchar atentamente, el rostro del ministro se ha transformado y ha mostrado una mueca sonriente ante tan incómoda cuestión.
“Bueno, he tenido la oportunidad de hablar de distintas cosas con la reina doña Sofía”, ha comenzado diciendo el ministro.

“Pero comprenderán, y espero que me entiendan, que las conversaciones privadas pues se queden en ese ámbito, en el ámbito de la privacidad”, ha añadido...
 

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