Victoria Federica y su "exótica elegancia". Entrevistas y reportajes. Trabajos en el mundo de la publicidad

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LO QUE PASA, COTIS QUERIDAS, ES QUE LA NENA VIO LA ILUMINACIÓN A BASE DE BOMBILLAS COLGANTES, Y DECIDIÓ PONERSE UN TOCADO ACORDE...
 
Ya que lo tienen todo a mi no me parece mal que quieran trabajar. Y está cursando una carrera que espero que acabará, como recientemente ha hecho su hermano. Porque la carrera en la moda no dura mucho, a menos que seas diseñadora.<
Lo que hacen en el CIS en España no es una carrera universitaria. No se convalida. Pero es una forma de comprar un título para enchufarlos en algo. Como un grado de FP pero en fácil.
 
Las infantitas ya pueden ir haciendo bolos y trabajando para que cosas como esta portada tiren por tierra todo el trabajo.
Dicho esto, si a la Vic no le pagaramos nada, me gustaría.
 
Yo tengo que reconocer que, si algo me gusta de esta chica (más allá de lo antimonárquica que soy) es que no ha caído en retocarse entera. Ella es como es y punto, en los tiempos que corren cuesta demasiado encontrar a una chavala que, estando tan expuesta, no acabe pareciéndose a una Kardashian. A las mujeres nos han convencido que somos un producto de consumo para hombres, y me encanta que esta chica se acepte como es y, a quien no le guste, pues que mire pa otro lado.

Pero claro, luego viene Hola y le hacen esto.... yo les hubiera denunciado. Por sinvergüenzas.
Yo no creo que se acepte en absoluto, sólo que donde no hay mata no hay patata. La gente que se parece a Kardashian tienen una fisonomía mínima similar de partida. En este caso sería imposible.
 

Victoria toma las riendas de su vida: posa y habla para ¡HOLA! en un espectacular reportaje​

‘Mi proyecto de vida es formar una familia, mientras profesionalmente pueda dedicarme a lo que me apasiona: ¡la moda!’​


Por Roseta L. del Valle
20/07/2022 7:04 CEST

Realeza frente a realidad. Su vida ha sido siempre una dualidad. Entre dos mundos. Es nieta y sobrina de Reyes, pero no es princesa; es miembro de la familia del Rey, pero no es Familia Real; su madre es infanta, pero ella no tiene título; siempre en primera línea, pero siempre un paso atrás. Victoria busca su sitio entre dos mundos y ahora escribe su propio destino rompiendo esquemas. Quiere ganarse su propio título más allá de su familia… y busca su reino en el mundo de la moda. Victoria ha decidido seguir los pasos de su padre, que escribió la primera revolución en la Familia Real convirtiéndose en influencer antes de que esta palabra existiera. Jaime de Marichalar —que fue el primero en ir en patinete por las calles de Madrid, en utilizar auriculares inalámbricos para el teléfono o en seguir las tendencias masculinas cuando aún nadie se atrevía— es amante de la moda y consejero de Bernard Arnault, el dueño de LVMH, el grupo de lujo más grande del mundo, con firmas como Loewe, Dior o Louis Vuitton. De su mano, y aprendiendo de los grandes, siguiendo los desfiles desde primera línea, descubriendo un mundo que le apasiona, Victoria ahora encuentra su lugar. Tradición frente a modernidad. Pasado y futuro unidos en ella.

Tan conocida y al mismo tiempo tan desconocida, ahora tenemos la oportunidad de descubrirla: cómo es y cómo piensa, en este reportaje único que protagoniza como modelo de excepción. Moda y caballos, sus dos grandes pasiones unidas para contar su historia.

“Protección o timidez”​

Primera impresión: alta, altísima, nada menos que 1,82. Delgada y tímida, aunque solo al principio, porque a lo largo del día descubrimos a una Victoria totalmente diferente. No es que hubiera prejuicios, es que no había referencias. Es lo que se ve: una chica de veintiún años, divertida —bromista sin parar—, alegre, dormilona, dispuesta, llena de energía, reservada y discreta en según qué temas (con sentido y sensatez), llena de vida, con una permanente sonrisa y con ganas, muchas, de vivir su pasión: la moda. O sea, una chica muy normal. En su caso, eso es mucho y lo más inesperado.

“La vida demuestra, tarde o temprano, que da igual quién seas… Para conseguir lo que quieres, siempre se necesita esfuerzo y hacer sacrificios”

—Pareces tímida... ¿pero solo los quince primeros minutos?

—La verdad es que soy un poco tímida al principio y de primeras me cuesta abrirme con la gente. Creo que lo hago por un sentido más de protección que de timidez, pero, una vez que las relaciones crecen, la confianza hace que me quite miedos y pueda dar una versión sin filtros de mí misma.

“Vic, a secas”​

Nos hemos levantado a las cinco y media de la madrugada —ni media queja, por cierto— y hemos cogido un tren a las siete en punto. Victoria se presenta con una sudadera XL, un pantalón vaquero, unas deportivas y con mucho sueño. Acaba de llegar de París, de ver los desfiles de la alta moda con su padre, y antes ha pasado unos día en Marruecos con un gran grupo de amigos. Le faltan horas para descansar.

—Lo de estudiar Marketing me imagino que no fue la primera opción, algo vocacional... ¿Qué querías ser de pequeña?

—Una de mis pasiones, no sé de qué modo, era aterrizar en el mundo de la moda. Ese era mi sueño desde pequeña. Aunque también reconozco que soñaba con ser militar algún día, creo que era debido a ir a muchos actos militares, que siempre me atraían desde que era pequeña (ríe).

—Y ahora no paras, Victoria.

—Vic, mejor… Pero, sí, es verdad, no paro.

“No he cambiado de opinión. Sigo sin considerarme una influencer como tal. Gente de mi círculo cercano lo es, conozco bien su trabajo y creo que no es comparable”

Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, con tratamiento de Ilustrísima Señora y con la sangre más azul que el océano, va acortando nombre y distancias. No detesta para nada su segundo nombre, Federica, pero le gusta más ser Vic, a secas. Pues Vic es quinta en la línea de sucesión al Trono de España, por detrás de su hermano, Felipe Juan Froilán, y por delante de su tía la infanta doña Cristina; es sobrina de Reyes (don Felipe y doña Letizia); nieta de Reyes (don Juan Carlos y doña Sofía), y en su sangre confluyen todas las dinastías reales de Europa. Eso es lo que le toca por parte de su madre, la infanta doña Elena. Por parte de padre, Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, su ascendencia es muy aristocrática. Su abuelo Amalio de Marichalar y Bruguera (al que no conoció) era el conde de Ripalda, y su abuela Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, era dama divisera Hijadalgo del Ilustre Solar de Tejada. Pero ella es Vic a secas y, después de ofrecernos unos ‘macarons’ (comprados en la ciudad del Sena) y de comprarse en el bar del tren unas galletas de chocolate, se echa discretamente unas cuantas cabezaditas. Con toda naturalidad.

Nos vamos en AVE directos a Barcelona, donde nos espera un coche para llevarnos hasta Llagostera. En concreto, a la casa de Santi Serra, el amigo de los animales, como le gusta que le definan. Pero Santi es mucho más que eso. Es un mago, un prestidigitador de los caballos, que consigue hechizarlos para que hagan cosas aparentemente imposibles. Una gran amazona como Victoria con ganas de darlo todo, el genio de Santi Serra (ya famoso por sus shows en el mundo entero), los mejores ejemplares de caballos y el equipo más destacado de estilismo, fotografía, maquillaje y peluquería... y el resultado es tan sorprendente como espectacular. La protagonista: Victoria, la valiente, la que bailó con lobos, halcones, montó sin silla, se subió descalza a la grupa de un caballo frisón, lo puso a dos patas e hizo acrobacias imposibles. Y que conste que no hay trampa ni Photoshop en las imágenes. Todo lo hizo ella (y en el divertido vídeo que publicaremos este jueves en nuestra web se demuestra).

Talento innato​

“A Santi —comienza— lo conocí en la Madrid Horse Week. Fue divertido porque lo nombraron para que saliera a pista y no aparecía. Ya captó la atención de todos. Pero, luego, al ver las cosas que hacía, nos quedamos impresionados. Es increíble. Y ya desde entonces nos hicimos amigos”. Santi también habla maravillas de Victoria: “Es una niña buenísima. De verdad, cariñosa y divertida. Y no te imaginas cómo monta a caballo. Tiene un talento innato. Puede hacer cualquier cosa”. Lo que dice Santi es algo que siempre se ha comentado en el círculo de la alta competición hípica y la opinión es unánime. Podría haber sido olímpica si se lo hubiera propuesto.

“De pequeña soñaba con ser militar algún día, creo que era debido a ir a muchos actos militares, que siempre me atraían”, confiesa entre risas

Victoria ha vivido rodeada de caballos... Así ha crecido, se ha educado y ha madurado. La equitación forma parte de su familia. Su madre, la infanta doña Elena, ha sido su gran maestra. No solo eso. El mundo del caballo las unió más allá de madre e hija, convirtiéndolas en cómplices de la misma pasión. Viajando juntas por toda España en diferentes concursos de saltos y disfrutando de un tiempo que formó recuerdos inolvidables. “La afición me viene de familia, ya que tanto mi madre como antes mi abuelo eran aficionados y muy buenos jinetes. De mi madre, que me inculcó esta afición, he aprendido y he heredado la pasión por los animales y el amor por la Naturaleza en general”.

Herencia de su madre​

Y es tal cual. Tan pronto la vemos cogiendo insectos que encuentra en el suelo como juega con los catorce cachorritos de rhodesian ridgeback que tiene Santi en su finca. Por cierto, a esta raza, a la que le caracteriza una especie de cresta a contrapelo en su lomo, se la conoce como ‘los cazadores de leones africanos’, ya que con cuatro de estos ejemplares se tumba a un león.

“El amor ocupa un lugar muy importante en mi vida. No tengo un hombre ideal. Lo más importante para mí es que sea una buena persona”

Y es que Victoria es muy libre en el campo. Anda descalza y bromeando. Jugando y disfrutando de todos los animales, viviendo con toda la intensidad que puede esta experiencia, que no le puede estar divirtiendo más. “Vic, ponte los zapatos que te vas a hacer polvo”, le comenta Virginia (su mano derecha y amiga), mientras Victoria camina descalza por un suelo lleno de piedras, cardos y tierra... Pero a ella le da igual porque es más de campo que las amapolas y demuestra que aquí es donde se siente libre y ella misma, donde está segura. “Sí, se podría decir que aquí es donde me siento más yo misma. Cuando estoy en el campo siento mucha paz y tranquilidad. Siempre que puedo me encanta escaparme o pasar los fines de semana. Estar en el campo me evoca recuerdos superbonitos... Como, por ejemplo, el juntarnos todos los primos y pasar ratos muy especiales y divertidos”.

—¿Alguno en especial?

—Hay muchos recuerdos que me sacan una sonrisa… No podría quedarme con uno, pero en todos los que podría elegir estaría rodeada de mi familia o disfrutando de algún plan con amigos.

La importancia de la familia​

Y ahí llega una palabra clave en su vida: familia. Ahí radica su fuerza y el sentido de su vida; ahí pivotan todas sus decisiones y es donde recurre cada vez que tiene un problema. “La familia tiene mucha importancia para mí. Creo que es el núcleo sobre el que te desarrollas en el resto de facetas de la vida. Es como un punto de partida seguro desde el que iniciar tu propio camino”. Para ella está la familia de sangre y la otra familia, que es la elegida: los amigos. “La amistad es para mí una de las cosas más importantes y por ello le doy mucho peso en mi día a día. Es muy importante cuidar de los tuyos”.

“Es muy difícil caer bien a todo el mundo, pero me gustaría que me conocieran como una buena persona, leal a mis amigos y entregada a mi familia”

De la equitación a la familia y de la familia a su otra pasión: la moda, el verdadero motivo por el que estamos aquí. “He tenido siempre las referencias en mi familia —nos cuenta sobre este tema—, en especial de mi padre, y el privilegio de vivir la evolución de las tendencias desde cerca, asistiendo a varios desfiles. Todo eso ha hecho que sienta un interés permanente por todo lo que rodea a un sector que está en constante cambio”.

—¿Hacia dónde se dirigen tus aspiraciones profesionales?

—Poder tener un proyecto de vida donde pueda formar una familia mientras profesionalmente pueda dedicar mi tiempo a lo que me apasiona, ¡la moda!

Victoria no ha querido en ningún momento encasillarse. No es que reniegue, es que no es una ‘influencer’ al uso. No hace las cosas que normalmente hace una ‘influencer’ ni quiere que sus intervenciones o sus contratos dependan de ‘likes’ o ‘engagement’. Simplemente, su caso es diferente.


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Sesi, sesi, sexi, sexi.....🤪
 
Que manía con esta chica.
No cobra de los presupuestos como sí las OrtizRocasolano , a esas si que les pido que sean más empaticas y no tan pedantes que para eso les pago
¿Esta se aprovecha de los tontos que compran Hola?
Hace bien
 

Victoria toma las riendas de su vida: posa y habla para ¡HOLA! en un espectacular reportaje​

‘Mi proyecto de vida es formar una familia, mientras profesionalmente pueda dedicarme a lo que me apasiona: ¡la moda!’​


Por Roseta L. del Valle
20/07/2022 7:04 CEST

Realeza frente a realidad. Su vida ha sido siempre una dualidad. Entre dos mundos. Es nieta y sobrina de Reyes, pero no es princesa; es miembro de la familia del Rey, pero no es Familia Real; su madre es infanta, pero ella no tiene título; siempre en primera línea, pero siempre un paso atrás. Victoria busca su sitio entre dos mundos y ahora escribe su propio destino rompiendo esquemas. Quiere ganarse su propio título más allá de su familia… y busca su reino en el mundo de la moda. Victoria ha decidido seguir los pasos de su padre, que escribió la primera revolución en la Familia Real convirtiéndose en influencer antes de que esta palabra existiera. Jaime de Marichalar —que fue el primero en ir en patinete por las calles de Madrid, en utilizar auriculares inalámbricos para el teléfono o en seguir las tendencias masculinas cuando aún nadie se atrevía— es amante de la moda y consejero de Bernard Arnault, el dueño de LVMH, el grupo de lujo más grande del mundo, con firmas como Loewe, Dior o Louis Vuitton. De su mano, y aprendiendo de los grandes, siguiendo los desfiles desde primera línea, descubriendo un mundo que le apasiona, Victoria ahora encuentra su lugar. Tradición frente a modernidad. Pasado y futuro unidos en ella.

Tan conocida y al mismo tiempo tan desconocida, ahora tenemos la oportunidad de descubrirla: cómo es y cómo piensa, en este reportaje único que protagoniza como modelo de excepción. Moda y caballos, sus dos grandes pasiones unidas para contar su historia.

“Protección o timidez”​

Primera impresión: alta, altísima, nada menos que 1,82. Delgada y tímida, aunque solo al principio, porque a lo largo del día descubrimos a una Victoria totalmente diferente. No es que hubiera prejuicios, es que no había referencias. Es lo que se ve: una chica de veintiún años, divertida —bromista sin parar—, alegre, dormilona, dispuesta, llena de energía, reservada y discreta en según qué temas (con sentido y sensatez), llena de vida, con una permanente sonrisa y con ganas, muchas, de vivir su pasión: la moda. O sea, una chica muy normal. En su caso, eso es mucho y lo más inesperado.

“La vida demuestra, tarde o temprano, que da igual quién seas… Para conseguir lo que quieres, siempre se necesita esfuerzo y hacer sacrificios”

—Pareces tímida... ¿pero solo los quince primeros minutos?

—La verdad es que soy un poco tímida al principio y de primeras me cuesta abrirme con la gente. Creo que lo hago por un sentido más de protección que de timidez, pero, una vez que las relaciones crecen, la confianza hace que me quite miedos y pueda dar una versión sin filtros de mí misma.

“Vic, a secas”​

Nos hemos levantado a las cinco y media de la madrugada —ni media queja, por cierto— y hemos cogido un tren a las siete en punto. Victoria se presenta con una sudadera XL, un pantalón vaquero, unas deportivas y con mucho sueño. Acaba de llegar de París, de ver los desfiles de la alta moda con su padre, y antes ha pasado unos día en Marruecos con un gran grupo de amigos. Le faltan horas para descansar.

—Lo de estudiar Marketing me imagino que no fue la primera opción, algo vocacional... ¿Qué querías ser de pequeña?

—Una de mis pasiones, no sé de qué modo, era aterrizar en el mundo de la moda. Ese era mi sueño desde pequeña. Aunque también reconozco que soñaba con ser militar algún día, creo que era debido a ir a muchos actos militares, que siempre me atraían desde que era pequeña (ríe).

—Y ahora no paras, Victoria.

—Vic, mejor… Pero, sí, es verdad, no paro.

“No he cambiado de opinión. Sigo sin considerarme una influencer como tal. Gente de mi círculo cercano lo es, conozco bien su trabajo y creo que no es comparable”

Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, con tratamiento de Ilustrísima Señora y con la sangre más azul que el océano, va acortando nombre y distancias. No detesta para nada su segundo nombre, Federica, pero le gusta más ser Vic, a secas. Pues Vic es quinta en la línea de sucesión al Trono de España, por detrás de su hermano, Felipe Juan Froilán, y por delante de su tía la infanta doña Cristina; es sobrina de Reyes (don Felipe y doña Letizia); nieta de Reyes (don Juan Carlos y doña Sofía), y en su sangre confluyen todas las dinastías reales de Europa. Eso es lo que le toca por parte de su madre, la infanta doña Elena. Por parte de padre, Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, su ascendencia es muy aristocrática. Su abuelo Amalio de Marichalar y Bruguera (al que no conoció) era el conde de Ripalda, y su abuela Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, era dama divisera Hijadalgo del Ilustre Solar de Tejada. Pero ella es Vic a secas y, después de ofrecernos unos ‘macarons’ (comprados en la ciudad del Sena) y de comprarse en el bar del tren unas galletas de chocolate, se echa discretamente unas cuantas cabezaditas. Con toda naturalidad.

Nos vamos en AVE directos a Barcelona, donde nos espera un coche para llevarnos hasta Llagostera. En concreto, a la casa de Santi Serra, el amigo de los animales, como le gusta que le definan. Pero Santi es mucho más que eso. Es un mago, un prestidigitador de los caballos, que consigue hechizarlos para que hagan cosas aparentemente imposibles. Una gran amazona como Victoria con ganas de darlo todo, el genio de Santi Serra (ya famoso por sus shows en el mundo entero), los mejores ejemplares de caballos y el equipo más destacado de estilismo, fotografía, maquillaje y peluquería... y el resultado es tan sorprendente como espectacular. La protagonista: Victoria, la valiente, la que bailó con lobos, halcones, montó sin silla, se subió descalza a la grupa de un caballo frisón, lo puso a dos patas e hizo acrobacias imposibles. Y que conste que no hay trampa ni Photoshop en las imágenes. Todo lo hizo ella (y en el divertido vídeo que publicaremos este jueves en nuestra web se demuestra).

Talento innato​

“A Santi —comienza— lo conocí en la Madrid Horse Week. Fue divertido porque lo nombraron para que saliera a pista y no aparecía. Ya captó la atención de todos. Pero, luego, al ver las cosas que hacía, nos quedamos impresionados. Es increíble. Y ya desde entonces nos hicimos amigos”. Santi también habla maravillas de Victoria: “Es una niña buenísima. De verdad, cariñosa y divertida. Y no te imaginas cómo monta a caballo. Tiene un talento innato. Puede hacer cualquier cosa”. Lo que dice Santi es algo que siempre se ha comentado en el círculo de la alta competición hípica y la opinión es unánime. Podría haber sido olímpica si se lo hubiera propuesto.

“De pequeña soñaba con ser militar algún día, creo que era debido a ir a muchos actos militares, que siempre me atraían”, confiesa entre risas

Victoria ha vivido rodeada de caballos... Así ha crecido, se ha educado y ha madurado. La equitación forma parte de su familia. Su madre, la infanta doña Elena, ha sido su gran maestra. No solo eso. El mundo del caballo las unió más allá de madre e hija, convirtiéndolas en cómplices de la misma pasión. Viajando juntas por toda España en diferentes concursos de saltos y disfrutando de un tiempo que formó recuerdos inolvidables. “La afición me viene de familia, ya que tanto mi madre como antes mi abuelo eran aficionados y muy buenos jinetes. De mi madre, que me inculcó esta afición, he aprendido y he heredado la pasión por los animales y el amor por la Naturaleza en general”.

Herencia de su madre​

Y es tal cual. Tan pronto la vemos cogiendo insectos que encuentra en el suelo como juega con los catorce cachorritos de rhodesian ridgeback que tiene Santi en su finca. Por cierto, a esta raza, a la que le caracteriza una especie de cresta a contrapelo en su lomo, se la conoce como ‘los cazadores de leones africanos’, ya que con cuatro de estos ejemplares se tumba a un león.

“El amor ocupa un lugar muy importante en mi vida. No tengo un hombre ideal. Lo más importante para mí es que sea una buena persona”

Y es que Victoria es muy libre en el campo. Anda descalza y bromeando. Jugando y disfrutando de todos los animales, viviendo con toda la intensidad que puede esta experiencia, que no le puede estar divirtiendo más. “Vic, ponte los zapatos que te vas a hacer polvo”, le comenta Virginia (su mano derecha y amiga), mientras Victoria camina descalza por un suelo lleno de piedras, cardos y tierra... Pero a ella le da igual porque es más de campo que las amapolas y demuestra que aquí es donde se siente libre y ella misma, donde está segura. “Sí, se podría decir que aquí es donde me siento más yo misma. Cuando estoy en el campo siento mucha paz y tranquilidad. Siempre que puedo me encanta escaparme o pasar los fines de semana. Estar en el campo me evoca recuerdos superbonitos... Como, por ejemplo, el juntarnos todos los primos y pasar ratos muy especiales y divertidos”.

—¿Alguno en especial?

—Hay muchos recuerdos que me sacan una sonrisa… No podría quedarme con uno, pero en todos los que podría elegir estaría rodeada de mi familia o disfrutando de algún plan con amigos.

La importancia de la familia​

Y ahí llega una palabra clave en su vida: familia. Ahí radica su fuerza y el sentido de su vida; ahí pivotan todas sus decisiones y es donde recurre cada vez que tiene un problema. “La familia tiene mucha importancia para mí. Creo que es el núcleo sobre el que te desarrollas en el resto de facetas de la vida. Es como un punto de partida seguro desde el que iniciar tu propio camino”. Para ella está la familia de sangre y la otra familia, que es la elegida: los amigos. “La amistad es para mí una de las cosas más importantes y por ello le doy mucho peso en mi día a día. Es muy importante cuidar de los tuyos”.

“Es muy difícil caer bien a todo el mundo, pero me gustaría que me conocieran como una buena persona, leal a mis amigos y entregada a mi familia”

De la equitación a la familia y de la familia a su otra pasión: la moda, el verdadero motivo por el que estamos aquí. “He tenido siempre las referencias en mi familia —nos cuenta sobre este tema—, en especial de mi padre, y el privilegio de vivir la evolución de las tendencias desde cerca, asistiendo a varios desfiles. Todo eso ha hecho que sienta un interés permanente por todo lo que rodea a un sector que está en constante cambio”.

—¿Hacia dónde se dirigen tus aspiraciones profesionales?

—Poder tener un proyecto de vida donde pueda formar una familia mientras profesionalmente pueda dedicar mi tiempo a lo que me apasiona, ¡la moda!

Victoria no ha querido en ningún momento encasillarse. No es que reniegue, es que no es una ‘influencer’ al uso. No hace las cosas que normalmente hace una ‘influencer’ ni quiere que sus intervenciones o sus contratos dependan de ‘likes’ o ‘engagement’. Simplemente, su caso es diferente.


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Madremía, he tenido que venir a ver el post original donde vienen las fotos de verdad porque os juro que creía algún cachondo jugueteando con el fotochó (la de encima del caballo de pie no podía creer que fuera de verdad) y mis dieses a los del Hola porque entre col y col han metido lechugas buenísmas: la primera montando en la grupa sin estribos ni nada (qué dominio)..., ni el conde-duque de Olivares, jatetú, la inenarrable que he comentado antes que ella es más alta que el caballo, cualquiera donde le ponen unas piernas kilométricas que ni Adriana Karembeu...
Y a esto se supone que le da el visto bueno la interesada...🤦‍♀️
 
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