Es un error pensar que las t*tas caídas sean de señora mayor, que hay que tenerlas bonitas y tersas, después de dos hijos aunque tengas 32 años.
Es mejor abrir los ojos y asumir que la vida real no son las influencers ni las películas.
Existen los complejos, pero están ahí precisamente porque nos hacen creer estas cosas.
Es mejor abrir los ojos y asumir que la vida real no son las influencers ni las películas.
Existen los complejos, pero están ahí precisamente porque nos hacen creer estas cosas.