Visita de los Reyes a Bilbao y Vitoria. Julio 17, 2020

Y el vestido no va ni con el cinturón ni las sandalias.Quiza separado se pueda conseguir algo.Está claro que el rango y dinero- a veces- no es todo

Es una señora profesional con cargo actual de ministra y me imagino que pasa un poco de modas y dietas y va a lo suyo. No todas las mujeres hemos de ser esbeltas, elegantes y bien maquilladas, si o si. Las hay, tipo Merkel, que se visten cómodas y prácticas.
 
De Letizia: el vestido es otoñal y no pega con las alpargatas que, dicho sea de paso, se ha convertido en su uniforme ultimamente....es que cuando se le da con algo.....!!!! Y la coleta.....ya no se la quita para nada! Tendrá TOC TOC Letizia?

No creo, para mi que lo que le pasa es que ella cree ser listísima y que los ciudadanos somos tontos y nos da la vuelta con su pericia del marketng que aprendió en los pasillos de las televisiones.
 
Yo creo que lo de las alpargatas es porque tiene que andar más de lo normal en estas visitas, y es lo único que le permite llevar super tacón - para no parecer un retaco al lado de su marido - pero tener pies al final de la jornada.

Puede ponerse unos zapatos o sandalias de cuña como a veces saca Kate Middleton que son un poco más adecuados que esas alpargatas playeras. Lo peor es la ridiculez de ir cada dia con alpargatas de colores diferentes. Tampoco te creas que anda kilómetros, que los llevan los bajan., cuatro fotos, a la reunion sentaditos y ya está.
 
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Esta pose del Guey "apretando los oegsssssssss y abriendo las piernas para que
no le apriete tanto el pantalón" le deja como ridiculo. Ahhhhh...... y los zapatos de
hebillas como que no,......están pasados de moda.





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Saluditos.

Forrest Gump
 
Ojalá se resuelvan porque bien conocido es por todos los motivos del éxodo masivo de empresarios, industriales y capitales del País Vasco al resto de España. Quizás estos encuentros en el marco del convivio y la armonía que debe existir entre los distintos actores políticos y económicos del mismo país, permitan que se incentive la inversión en un momento en que todas las regiones españolas necesitan dinamizar sus estructuras económicas.

Me parece que esos movimientos empresariales a los que te refieres tuvieron lugar hace ya mucho tiempo. La visita de la inefable pareja real no va a resolver la economía del país, tenlo por seguro y la convivencia se está llevando desde hace tiempo. No queramos evocar lamentables épocas pasadas que ya no tienen lugar.
 
La gente puede sentirse lo que quiera, faltaría más. Pero la nacionalidad es un concepto jurídico, no un sentimiento. Por eso se regula en el código civil.
Lo de que el rey de España vaya a dos ciudades españoles no puede ser una provocación. A ver si ahora los españoles no podemos movernos por toda la Unión Europea.

No se trata de impedir los movimientos , se trata de aceptar que el "otro" puede tener otra ideología y otros sentimientos. Así de fácil.
 
Me parece que esos movimientos empresariales a los que te refieres tuvieron lugar hace ya mucho tiempo. La visita de la inefable pareja real no va a resolver la economía del país, tenlo por seguro y la convivencia se está llevando desde hace tiempo. No queramos evocar lamentables épocas pasadas que ya no tienen lugar.

Lamentablemente en algunos (as) queda aún un rancio tufillo de épocas pasadas en que los problemas del País Vasco se resolvían a través de la exclusión y la discriminación. Por origen, por lengua, por credo político y por su relación hacia el resto de España. Más allá de si se es monárquico o no, el simple hecho de no querer que una autoridad española se presente en esas tierras, desnuda las intenciones y sentimientos de quienes así lo expresan. Y da igual que ayer haya sido con los Reyes o mañana con el Presidente del gobierno. Lo que les incomoda es sentir presencia oficial española en su imaginario país del nunca jamás. Y esto en todos los ámbitos porque infelizmente lo llevan hasta el deporte, no pudiendo por ejemplo la Selección Española de Fútbol jugar un partido, como sucedería en cualquier país civilizado, en una de sus ciudades como Bilbao o Barcelona. Y no nos hagamos los de la vista gorda con ciertos movimientos políticos que todos sabemos quienes se encuentran detrás. Agazapados en su escondrijo disfrazando en las urnas y en las tribunas parlamentarias lo que antes querían conseguir a través de las armas y la muerte. Me alegra la presencia de los Reyes ayer en esa región española. No porque sea monárquica, que no lo soy. Sino porque más allá de nuestras preferencias políticas, marca una acción que es normalizadora y civilizadora contra la barbarie y la intolerancia de aquellos que se toman por dueños de una región y sus habitantes. Y mientras haya al menos uno de esos habitantes que comulgue con el Estado de Derecho, es su total derecho el poder recibir en su tierra a cualquier autoridad española o asistir a cualquier evento deportivo en el que participe una selección de España. En España no sobra nadie (salvo los violentos defensores del terrorismo) pero tampoco se excluye a nadie de ninguna región del territorio español. Hoy se quiere impedir presencia oficial española en algunas comunidades. Quién nos dice que mañana no se tratará de prohibir el ingreso a todos los ciudadanos españoles?

Me complace que esta visita real haya podido llevarse a cabo y que los Reyes hayan tenido la oportunidad de caminar y ser vitoreados con banderas españolas, que es el estandarte que cubre al País Vasco por encima de su bandera regional, de manera espontánea y todo lo que lleve a la normalidad en la vida de miles de ciudadanos vascos que aman a España y se sienten españoles es y será siempre bienvenido.
 
Familia desestructurada

JOSERRA CIRARDA 17.07.2020 | 00:25
Familia desestructurada
Familia desestructurada
VISITA hoy Euskadi el último, ojalá, miembro de una familia desestructurada. Hijo de un hombre con un oscuro pasado desde su más tierna infancia, cuando mató a su hermano en lo que fue calificado como un accidente. Vivió el progenitor en el exilio, gracias a las aportaciones de amigos de la familia, sin otras ocupaciones que el ocio y la diversión, lo que le permitió alcanzar fama de campechano. Emparentó con una celebridad, con la que en los últimos tiempos no compartía lecho conyugal, y tuvo la suerte de ser designado para un puesto en el que ejerció su abuelo y que le permitió forrarse gracias a su impunidad. Con su esposa oficial tuvo tres hijos. La primera dejó a su marido después de que este sufriera una isquemia cerebral que le provocó una hemiplejia. La segunda vio cómo su esposo era encarcelado por participar en negocios turbios. El benjamín, de quien se especuló sobre sus gustos sexuales –"de los nervios todas y él no quiere boda, tan rubio, tan fino, tan tieso, tan alto, tan cachas..."–, saltándose todos los protocolos de igualdad recibió en herencia el puesto que ostentó su padre. Cuando se descubrió el pastel que acusaba al progenitor de oscuro pasado de haber amasado una fortuna milmillonaria, el hijo que hoy visita Euskadi renunció a su herencia. ¿A toda? No. Solo a la monetaria. Se quedó con lo mejor. Ese puesto que le permite vivir en un palacio y con todos los gastos pagados a costa de todos nosotros.
 
Familia desestructurada

JOSERRA CIRARDA 17.07.2020 | 00:25
Familia desestructurada
VISITA hoy Euskadi el último, ojalá, miembro de una familia desestructurada. Hijo de un hombre con un oscuro pasado desde su más tierna infancia, cuando mató a su hermano en lo que fue calificado como un accidente. Vivió el progenitor en el exilio, gracias a las aportaciones de amigos de la familia, sin otras ocupaciones que el ocio y la diversión, lo que le permitió alcanzar fama de campechano. Emparentó con una celebridad, con la que en los últimos tiempos no compartía lecho conyugal, y tuvo la suerte de ser designado para un puesto en el que ejerció su abuelo y que le permitió forrarse gracias a su impunidad. Con su esposa oficial tuvo tres hijos. La primera dejó a su marido después de que este sufriera una isquemia cerebral que le provocó una hemiplejia. La segunda vio cómo su esposo era encarcelado por participar en negocios turbios. El benjamín, de quien se especuló sobre sus gustos sexuales –"de los nervios todas y él no quiere boda, tan rubio, tan fino, tan tieso, tan alto, tan cachas..."–, saltándose todos los protocolos de igualdad recibió en herencia el puesto que ostentó su padre. Cuando se descubrió el pastel que acusaba al progenitor de oscuro pasado de haber amasado una fortuna milmillonaria, el hijo que hoy visita Euskadi renunció a su herencia. ¿A toda? No. Solo a la monetaria. Se quedó con lo mejor. Ese puesto que le permite vivir en un palacio y con todos los gastos pagados a costa de todos nosotros.
 
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