Qué dulce sonrisa tiene Leo-lita, fija en la boca, tierna y inocente ... igual que la que había impresa cuando en la Catedral le dio dos, no uno, dos manotazos a su abuela, porque estaba 'nerviosa', (mientras que su hermana Sofía se quedaba tranquila al lado)...creo que con la misma sonrisa podría estrangular a su madre, el día que KK exceda el límite de la hija, que es lábil.