Vale, Macron es un blandito, pero en esta foto yo me hacía un menage a trois de esos...Macrón haciendo el práctico de conducir. Suspendió, por supuesto.
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Vale, Macron es un blandito, pero en esta foto yo me hacía un menage a trois de esos...Macrón haciendo el práctico de conducir. Suspendió, por supuesto.
Con Volodia llega y sobra, no blasfemes...Vale, Macron es un blandito, pero en esta foto yo me hacía un menage a trois de esos...
Pobre hombre, si es que no gana pa tanta pensión como nos pasa a todas por tanto hijo. Cómo no va a tener que quedarse con un porcentaje de Gazprom, pobrecito.Ver el archivo adjunto 1442293
Aquí, nuestro hombre un domingo cualquiera tratando de escaquearse de darles la paga a algunos de sus hijos. Como podéis observar, se intuyen unos glúteos firmes como pino siberiano.
Por Dios, me he preñao y he roto aguas todo a una. La última es muy "te da cuen", pero me han salido quintilllizos.No sé si estáis preperadas para lo que viene... las siguientes imágenes producen efectos secundarios inmediatos en quien la visualiza, ya sea hombre o mujer, hetero, homo o mediopensionista. Los síntomas son calores, sofocos, suspiros y el ya mítico preñazo por mirada. Están avisadas, pasen y vean bajo su propia responsabilidad:
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Ver el archivo adjunto 1442401Ver el archivo adjunto 1442403
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Puedes estar orgullosa de semejante prole. Tus niños son todos un primor. La genética de Volodia hay que expandirla. Aquí te muestro al pequeño Dima, que parí ayer mientras leía este hilo. Ahora está dormidito, pero ahí donde lo ves, no lloró al nacer, sino que cantó Bateleros del Volga con una voz tan rotunda que haría empalidecer a Leonid Kharitonov.Os presento a algunos de mis churumbeles:
Aquí con nuestra pequeña Anastasia el día que se doctoró en Aeronaútica. Ahora trabaja como diseñadora de misiles con carga nuclear, y ha desarrollado un diseño que sufre cero efecto vibratorio en el lanzamiento. Su padre está orgullosísimo, y vamos a ir a celebrarlo todos juntos, bombardeando Kiev la semana que viene.
Aquí con mi Gregori. Le está confesando a su padre que mandó apalear, con sticks de hockey, a un compañero del cole que negó a prestarle su compás en la clase de dibujo técnico (mi pobre Gregori lo había perdido porque lo usó para clavárselo en un ojo a su profesor de alemán). Su padre le escucha comprensivo y le corrige que ha de ser él quien apalee siempre, que está muy feo lo de delegar los asuntos de uno en los demás.
Aquí con el pequeño Anatoli, este niño es clavadito a mi tío Lucas, pidiéndole, en un congreso del FSB, donde Anatoli ya es comandante, que le cuente a todo el mundo como se coló en la casa de los Clinton y le cambió todas las claves del wifi y de todos los ordenadores y el sistema de seguridad por unas encriptadas y como le sustituyó a la Hilaria la crema anticelulítica por cola de carpintero.
Con Ludmila, el día que presentaba la tesis doctoral, que lleva en las manos, sobre la la Teoría de nudos en Elementos de la n-esfera. Hoy dirige el centro de hackeo informatico adscrito al Ejército del Aire. Volodia diempre dice que se parece mucho a mi tía Mari la que vive en Valencia. Estamos orgullosísimos de ella. La semana pasada dejó al Papa (y a toda la curia) sin posibilidad de conexión a Porn TV.
Y este es nuestro Vladimir, su padre le explica con paciencia que, cuando quiera dar patadas en la espalda a sus amigos porque le llevan la contraria, es mejor que se ponga las botas de punta de acero que mamá usa en la obra. Mi pequeño atiende a su padre con gran aprovechamiento y esa misma tarde ya le desplazó tres vértebras lumbares a su amiguito Dimitri.
Y la niña de sus ojos, nuestra Naranjioshka. Está dando una conferencia en la OMS sobre pandemias y medios de represión social en épocas de crisis sanitarias. Es una niña difícil, y un tanto hiperhormonadilla, está entrando en la adolescencia y no paramos de inculcar en ella las virtudes del uso del preservativo, no por un embarazo, nada nos haría más felices que un nieto; es porque, pese a estar doctorada en virología, esta niña es tan salida como la madre y fijo que nos pilla algo raro. Trae a su padre de cabeza, pero lo quiere con todo su corazón.
Estás peor que yo!!!! Te adoro!!Puedes estar orgullosa de semejante prole. Tus niños son todos un primor. La genética de Volodia hay que expandirla. Aquí te muestro al pequeño Dima, que parí ayer mientras leía este hilo. Ahora está dormidito, pero ahí donde lo ves, no lloró al nacer, sino que cantó Bateleros del Volga con una voz tan rotunda que haría empalidecer a Leonid Kharitonov.
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