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Una vez más observamos el tour comunitario de los Reyes en tierra hostil. Desde un pto de vista de la indumentaria, volvemos a ver que dada uno se viste como le viene en gana. Ella, como siempre y para no variar, dando la nota vistiendo un vestido elegante y en vez de combinarlo con un calzado clásico se pone unas alpargatas desentonando con el estilo clásico de su regio marido. Encima entra en edificios religiosos con la manga arremangada dando la sensación de poco respeto y dejadez. Todavía la princesa de Tolosa no se enteró que cuando se entra en un templo se debe ir con las mangas bajadas y mostrando cierto recato y respeto a las efigies religiosas. Pero ella como la visita al monasterio le importa una higa pues para mostrar su disconformidad se muestra así. Desde el plano institucional, lo de siempre, Recibidos por personajes de segundo plano( Illa y delegada del gobierno) y minusvalorados por las instituciones catalanas que los ven como advenedizos en Cataluña. Si el regio marido se acuerda de algo de la Historia de España, está sufriendo en sus propias carnes las embestidas de los partidos nacionalistas y de grupos de ultraizquierda unido al desastre económico y el poco peso internacional de España, creo que debería pensar que el exilio es el camino a una Monarquía en horas bajas donde la ejemplaridad, los escándalos de faldas, las comisiones y sus posibles mecenazgos se van a diluir como un azucarillo.