Varios muertos al descarrillar un tren cerca de Santiago de Compostela


Sí, Cenicienta. Es que eso es lo que yo había oido que se oía el ruido de unos papeles y que lo achacaban a que consultaba planos. Sin embargo está mañana han comentado lo del Ipad, y un Ipad no hace ruido.

Nos están malinformando continuamente.

¿Por qué a estas horas no se han difundido las fotos del interventor y del técnico que sabía que el tren iba averiado? ¿Cuándo se averió? Porque los de Renfe Madrid lo primero que dijeron el jueves es que le habían hecho una inspección justamente el día antes.
 
sí, empiezan a encajar si realmente es cierto lo último que dicen

lo de llamar para decir la ruta a tomar al llegar a ferrol era tan tan inverosimil que ni siquiera ha hecho falta saber si al llegar a ferrol se podían tomar dos rutas.
que parece que ni siquiera eso.

se supone que nos tenemos que quedar con esto o si cuela hay algo mas preparado¿

y eso dando por bueno la explicación, xq realmente no lo entiendo.

el interventor llama por teléfono al maquinista para que entre por otra vía para facilitar que bajen unos familiares.

pues así sin mas datos parece como..extraño

¿xq no podían bajar los familiares por la vía prevista?

¿es opcional para el maquinista entrar por una vía u otra?

¿es lógico cambiar de vía para que uns familiar de alguien baje mejor?

el interventor de un tren conociendo las normas ¿llama para eso al maquinista?

¿para entrar por una de las dos vías miró planos?

xq hablaban hablaban en plural?

se desorientó pero sabía que estaba llegano

el interventor le llamó cuando estaba a punto de llegar. osea, se le ocurrió en un minuto la felíz idea de que unos familiares se bajaran en la otra vía, y ni corto ni perezoso le llamó?

no entiendo nada
 



¿Por qué a estas horas no se han difundido las fotos del interventor y del técnico que sabía que el tren iba averiado? ¿Cuándo se averió? Porque los de Renfe Madrid lo primero que dijeron el jueves es que le habían hecho una inspección justamente el día antes.



pero el tren iba averiado? me pierdo
 
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Aquí aparece el interventor ayudando en el rescate de víctimas.
 
Según he entendido el interventor llamó para decirle que se iba a bajar una familia con niños muy pequeños y entiendo que era para que entrara en una vía que facilitaría el desembarque de los niños pequeños.

En ningún momento he leído o escuchado que fueran familiares del interventor.
 

“Sí, llamé al maquinista para que se apeara una familia en Pontedeume”


El interventor del convoy acaba admitiendo que había ocultado que telefoneó al conductor

La llamada se produjo dos minutos antes de producirse el accidente
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El interventor Antonio Martín Marugán, a la derecha en las labores de rescate. / X. A. SOLER (AFP)
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El interventor del tren Alvia de Santiago, Antonio Martín Marugán, ha reconocido a EL PAÍS que estaba hablando por teléfono con el maquinista,Francisco José Garzón, cuando se produjo el accidente. “Llamé al conductor para que se apeara una familia”, ha explicado. Martín ha señalado que llamó por el teléfono corporativo a Garzón pocos kilómetros antes de que el tren tomara la peligrosa curva del siniestro para indicarle que, cuando llegara a Pontedeume (A Coruña), entrara por la vía más próxima a la estación, de las dos que hay, para facilitar la salida de una familia de viajeros con hijos.
Martín Marugán, de 60 años, reconoció dos días después del siniestro en su declaración ante la policía de Santiago, que viajaba en el vagón 3 del Alvia, asiento 2B, acompañado del vigilante de seguridad del convoy, Celso Castor González Conde, de Prosegur, pero no dijo nada de su conversación clave con su amigo Garzón.
Esa breve conversación de menos de dos minutos entre Garzón y Martín fue ocultada por ambos a la policía. A pesar de que es uno de los asuntos principales para resolver las incógnitas sobre la causa del accidente, puesto que indica que en los momentos previos al descarrilamiento el maquinista (que ha confesado que se despistó) estaba hablando por teléfono. En su declaración ante el juez, Garzón eludió hablar de esta charla con Martín. Y este, que es la segunda autoridad del convoy tras el maquinista, también la ocultó en su declaración policial.
Garzón y Martín han rectificado ahora. Lo han hecho después de que la caja negra del convoy revelase lo que el maquinista (y también Martín) habían ocultado: que hablaban por sus teléfonos corporativos en el momento del siniestro, algo expresamente prohibido por los manuales oficiales de Renfe, salvo para situaciones de emergencia.
Acompañado de su abogada, el maquinista Garzón se presentó en la mañana de ayer en el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, el que investiga el caso, y admitió ante el juez lo que decía la caja negra; esto es, que en los momentos previos al descarrilamiento mantenía una conversación telefónica con el interventor del convoy, Antonio Martín.
Fuentes de la investigación creen que Martín escamoteó este dato en su declaración policial para proteger al maquinista, que también se habría saltado la prohibición de realizar la llamada en pleno servicio. El olvido de Garzón, que desde el primer momento ha admitido su despiste e imprudencia, puede deberse, según estos medios, al estado de shock en que vive desde el siniestro.
En su declaración del día 26 en la Brigada de la Policía Judicial de Santiago, el interventor (revisor) Martín solo admitió haber mantenido una llamada protocolaria con Garzón en Ourense, en cuya estación el tren Alvia cambió de maquinista y donde Garzón se puso al frente del convoy. Martín no mencionó la segunda llamada que hizo a Garzón instantes antes de descarrilar el convoy. El maquinista, despistado, posiblemente por la llamada, se percató de que entraba en la curva, a unos 184 kilómetros por hora, y accionó el freno eléctrico. Pero solo pudo reducir un poco la velocidad. La caja negra muestra que el tren circulaba a 153 kilómetros por hora cuando descarriló.
A mediodía de ayer, EL PAÍS conversó por teléfono con el interventor ante las sospechas que ya apuntaban a él como la persona que llamó a Garzón antes de la catástrofe. “Lo desmiento categóricamente. No, no, yo no hablaba con él”, aseguró, a la vez que explicaba que solo hizo una llamada tras el siniestro: “Y fue a mi esposa, a eso de las nueve de la noche, tras el accidente”.
Tras su desmentido inicial, EL PAÍS volvió a contactar con Martín al ratificar el Tribunal Superior de Justicia de Galicia que Garzón había revelado en el juzgado que habló por teléfono con él: “Quiero hacer una rectificación, sí, hablé con el maquinista, pero fue para decirle que había una familia con hijos en el tren, y para facilitarles la salida en la estación de Pontedeume, antes de llegar a Ferrol. En esa estación hay dos vías, la directa o exterior, y una segunda más pegada a la estación, y de eso hablábamos”.
Renfe precisó más tarde que ni el maquinista ni tampoco el interventor pueden variar a su criterio el recorrido de un tren. Lo tienen prohibido.
Aún faltaban unos 90 minutos para llegar a Pontedeume. Compañeros del maquinista creen que el interventor podía haber esperado a hablar con él a que el convoy estuviera parado en Santiago o en A Coruña, las estaciones anteriores a la de Pontedeume. El tren Alvia se detiene en esa parada, algo antigua y sin pasos elevados ni subterráneos, desde el pasado 3 de junio.
La ‘desmemoria’ del maquinista y el revisor

El interventor Antonio Martín Marugán, de 60 años, declaró ante la policía el pasado día 26 que solo habló telefónicamente con el maquinista Francisco José Garzón cuando este accedió al tren en Ourense para ponerse a los mandos. “El motivo de hablar es, según lo establecido, para darnos novedades”, agregó Martín. Aseguró, además: “Solo hablé con Garzón en esa ocasión”. Sin embargo, el interventor no dijo entonces toda la verdad. Se le olvidó decir que instantes antes del siniestro volvió a hablar por teléfono con el maquinista para preguntarle si podía entrar en Pontedeume por la vía más próxima a la estación para evitar que una familia que se iba a apear allí tuviera que cruzar las vías.
Antonio Martín, interventor de Renfe desde 1982, suele hacer una vez al mes el trayecto Madrid-Ferrol en el Alvia 730. El día de la catástrofe subió a ese convoy a las tres de la tarde en Chamartín.
Conoce a Garzón desde hace años —“incluso antes de que fuera maquinista”, dijo— y la relación entre ambos se estrechó a raíz de que este fuera destinado a Galicia.
Cuando la policía pidió al interventor que relatara el momento del accidente, él lo hizo así: “Iba en el vagón 3, asiento 2B, acompañado del vigilante de seguridad llamado Celso [González Conde]. Me puse de pie porque ya quedaba poco para llegar a la estación de Santiago. Caí a la derecha repentinamente. Cuando se paró el vagón, estaba todo destrozado. Busqué luz para salir y lo hice entre el coche 2 y 3. Luego intenté ayudar al resto de pasajeros, rompiendo las ventanas con un pico que no sé si me lo dio un bombero o un vecino de la zona. Al poco tiempo llegaron ambulancias, los bomberos, la policía y la Guardia Civil”.
Antonio Martín, nacido en O Barco de Valdeorras en 1952, ingresó en la escuela de aprendices de Renfe en octubre de 1967 y ascendió a interventor en mayo de 1982. Está casado y es padre de dos hijos, con uno de los cuales reside en A Coruña, ciudad en la que también vive el maquinista Garzón, que es su amigo.
El conductor del convoy se negó a declarar ante la policía, pero en cambio sí lo hizo ante el juez en la tarde del pasado domingo. Durante el interrogatorio, Garzón se mostró muy abatido y repitió en varias ocasiones que no sabe qué pasó por su cabeza en los momentos previos a la accidente.
Ante la sospecha de que el conductor estuviera distraído por estar hablando por teléfono, el juez Luis Aláez le preguntó “si durante todo el trayecto mantuvo una conversación con la torre de control”. Y el detenido respondió: “No, no lo recuerdo”.
La desmemoria de Garzón no era tal, sino que él pretendía “no involucrar a nadie”, según comentó a varios compañeros tras conocerse ya que la caja negra del tren revelaba que el maquinista iba hablando por teléfono poco antes del accidente. No quería delatar al interventor,


http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/07/31/galicia/1375285378_408899.html
 
***VIDEO***

ABC ha tenido acceso a la declaración en vídeo de Francisco José Garzón Amo, el maquinista del Alvia, grabada en el juzgado de Instrucción número 3 de Santiago y que mañana ofrecerá un amplio resumen. En la misma, el conductor no es capaz de explicar por qué no redujo la velocidad, detalló cómo suele circular por ese tramo, por el que admitió que pasa «todas las semanas», varias veces y aclaró el sistema de frenado del tren y a qué velocidad se hace, entre otros detalles.

JUEZ: Francisco José, ¿nos quiere contar algo de lo que ocurrió en ese viaje? ¿Quiere especificar algo hasta que ocurre el siniestro?

IMPUTADO: Iba todo muy tranquilo y yo solamente recuerdo ya cuando pensé: «¡Dios mío, Dios mío, Dios mío! La curva, que no la tomo...».

JUEZ: ¿Usted había hecho ese viaje en más ocasiones?

IMPUTADO: Todas las semanas, varias veces.

JUEZ: ¿Con ese conocimiento y su experiencia viajando por esa vía y por el libro de velocidades, sabía a qué velocidad debía circular?

IMPUTADO: Creo recordar, que donde está la señal en el punto 83,400 tenía que tener una velocidad de 80 km. por hora.

JUEZ: ¿Ese punto a qué distancia está del lugar en el que se produjo el siniestro?

IMPUTADO: No, no, ahí fue el siniestro.

JUEZ: Entonces, en el punto en el que ocurrió el siniestro debía circular a 80 kilómetros hora, ¿no?

IMPUTADO: Sí.

JUEZ: ¿Pero empieza ahí dónde hay que hacer la reducción de la velocidad o es antes?

IMPUTADO: La reducción de la velocidad cada uno la toma más o menos donde considera que puede llegar a esa velocidad objetivo. Algunos lo toman en el primer túnel, que hay dos, porque el segundo ya desemboca al punto ese. Pero yo la suelo tomar en la avanzada, que es bastante antes, que está a unos cuatro kilómetros antes.

JUEZ: ¿Antes de entrar en los túneles que dice?

IMPUTADO: Sí. Por norma general suelo hacerlo así porque la frenada es más suave y casi casi no tienes que entrar con neumático y vas freno eléctrico.

JUEZ: ¿Recuerda a qué velocidad circulaba cuando ocurrió el accidente?

IMPUTADO: Cuando fue el accidente, cuando fue el golpe andaría sobre 180-190. No me dio tiempo a nada. La velocidad a la que se circula por ahí es de 200 kilómetros/ hora.

JUEZ: Bien, pero usted acaba de decirnos que suele reducirla para llegar a los 80 km./hora antes de llegar, a 4 kilómetros. Mi pregunta es sencilla, ¿Por qué no redujo?

IMPUTADO: Es que no encuentro explicación. Todavía no lo entiendo como no lo vi... Es que no sé...

JUEZ: Una cosa es que sea en un instante, pero me está hablando de que circuló durante cuatro kilómetros a una velocidad muy superior a la que suele hacerlo.

IMPUTADO: Pero cuatro kilómetros a 200 kilómetros /hora van muy deprisa.
 
Este VIDEO contiene mucha mas informacion que el de mi post #1495​
La declaración judicial de Francisco Javier Garzón Amo, el maquinista del Alvia siniestrado, confirma las informaciones publicadas por ABC todos estos días. Nada más volcar, en su comunicación con el puesto de control, se lamentaba: «Me cago en diez, pobres viajeros... ¡Ay, Dios mío! Fue en la curva que me despiste».


Transcripcion integra de la declaracion http://www.abc.es/espana/20130801/abci-declaracion-completa-maquinista-201307312127.html
 
DOCUMENTOS INTERNOS DE ADIF.
INFOLIBRE

ADIF & ALTA VELOCIDAD

El tramo de alta velocidad llega al lugar del accidente

  • Documentos internos de Adif indican que la vía de alta velocidad llega hasta el kilómetro 85 y el accidente ocurrió en el 84
  • La hoja de ruta que llevaba el maquinista también señala que la alta velocidad llega al kilómetro 85
  • Una señal que hay 400 metros antes del lugar del accidente anuncia que el tren está a punto de pasar a un tramo convencional
  • Otra señal situada 200 metros antes de la curva fatídica es de las denominadas PTO, que sólo se sitúan en los tramos de alta velocidad
  • Los responsables de Adif y Renfe han dado a entender en todo momento que la vía de alta velocidad termina en el kilómetro 80
 
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