Muchas veces no te das cuenta.
En una exposición de arte moderno en mi ciudad me quede delante del que me pareció el cuadro más bonito: unos puntos de colores monísimos. Lo demás no valía nada
Pues un vándalo se acercó por detrás y se puso a tocarlos
No era un vándalo
Eran los botones del ascensor.
En una exposición de arte moderno en mi ciudad me quede delante del que me pareció el cuadro más bonito: unos puntos de colores monísimos. Lo demás no valía nada
Pues un vándalo se acercó por detrás y se puso a tocarlos
No era un vándalo
Eran los botones del ascensor.