Todo sobre el ministro de Consumo, impuesto a refrescos, gestión del juego, ataques al Rey y demás polémicas

Que lo disfruten Uds,​

Los cerdos del Románico. ¿Torrezno o huevo?

La instalación de naves de cría para miles de gorrinos en un paisaje histórico-artístico es como poner una pocilga en el presbiterio de una catedral


JOSÉ MARÍA PÉREZ, 'PERIDIS'
08 ENE 2022 - 04:15 GMT
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Portada de la iglesia de San Juan en Moarves de Ojeda (Palencia).
Portada de la iglesia de San Juan en Moarves de Ojeda (Palencia).ARCHIVO FUNDACIÓN SANTA MARÍA LA REAL
Me sé de memoria lo que tuve que leer en voz alta en 1948 en la escuela pública de Aguilar de Campoo: “¿Qué quieres comer, Juanito, torrezno o huevo?” —preguntaba una madre a su hijo. “¡Torrezno, madre, y encima el huevo!”. Reímos los niños y el maestro nos explicó que en la vida no se podía tener todo a la vez y había que resignarse a comer de lo que hubiera, y que Juanito había tenido la suerte de poder elegir.
En el corazón del Románico palentino, rodeado de un enjambre de iglesias románicas, está el monasterio de San Andrés de Arroyo, Monumento Nacional, habitado desde el siglo XII por monjas cistercienses. No hacían hojaldres ni había turistas en 1873, cuando la techumbre se hundía, las monjas pasaban hambre y la abadesa escribía: “No me queda otro recurso que implorar la caridad, a fin de que no falte a las religiosas un bocado de pan”. Pero el monasterio guardaba una joya: el Comentario del Apocalipsis de Beato de Liébana, de tiempos de Fernando III el Santo, el más tardío que se conoce. Riquísimo en su ornamentación y bellísimo por sus miniaturas. Terminaron por venderlo y es uno de los orgullos de la Biblioteca Nacional de París.
MÁS INFORMACIÓN
Viaje a las entrañas del románico palentino
Ahora se pretende instalar naves de cría y engorde para decenas de miles de cerdos en ese paisaje bucólico, histórico-artístico y yo diría sagrado, porque hacerlo allí es como poner una pocilga en el presbiterio de una catedral y pretender que los fieles acudan a la oración. Jesucristo dijo: “No echéis vuestras perlas a los cerdos, no vaya a ser que vueltos contra vosotros os despedacen”. También alumbró la parábola del hijo pródigo, que vendió la parte de la herencia que le correspondía, se fue de casa, malbarató la hacienda y terminó cuidando cerdos. Desengañado de la vida que llevaba, volvió como un mendigo a la casa de su padre. Me imagino a un niño en la ladera del monasterio de Santo Toribio de Liébana a mediados del siglo VIII. “¿Cuidando ovejas, Beato?”, le dicen. “¡No es eso solo, estoy contando los pergaminos que necesita un manuscrito para pintar el Apocalipsis de San Juan!”.
He pasado casi medio siglo recorriendo esos paisajes y sus iglesias. Conozco bien ese monasterio y he conseguido ayudas para reparar sus tejados y para mantener y restaurar las iglesias de la zona, y con ello y la serie televisiva de TVE Las claves del Románico, concienciando a sus habitantes del tesoro que tienen entre manos. Lo he hecho con ellos, creando y fomentando a través de la Fundación Santa María la Real muchos puestos de trabajo en el turismo, la artesanía, la cultura y los servicios, y tratando de implementar otro modelo de desarrollo, siguiendo el ejemplo de Beato, con nuestra Enciclopedia del Románico de la Península Ibérica. ¿Se trata de contar cerdos o de pintar de colores la fantasía?
Detalle del apostolado de la portada de la iglesia de San Juan en Moarves de Ojeda (Palencia).


Detalle del apostolado de la portada de la iglesia de San Juan en Moarves de Ojeda (Palencia).ARCHIVO FUNDACIÓN SANTA MARÍA LA REAL


En 1883 el dilema de las monjas era pan o Beato. En 1948 era torrezno o huevo, y en 2022 el dilema que se nos propone es cerdos o Románico porque no hay modo de cantar maitines en un ambiente de olores nauseabundos. No vendamos de nuevo el Beato, la joya más preciada de muchas bibliotecas, museos y coleccionistas. Allí no caben los cerdos amontonados. Se trata de repoblar con niños y no con cerdos. Y para ello, tal como venimos haciendo, hemos de retener y no expulsar de esos pueblos a sus habitantes, atraer talento, promover y fomentar la innovación y el empleo joven, sobre todo de las chicas, y seguir creándolo en el mantenimiento, conservación y divulgación del patrimonio cultural, en la conservación del paisaje y también en el turismo, en el cuidado de los mayores y en muchas cosas más.

José María Pérez, Peridis, arquitecto y escritor, es el director de la 'Enciclopedia del Románico de la Península Ibérica' y hasta junio de 2017 fue presidente de la Fundación Santa María la Real.
 
Voy a hacer una comparativa para todos los que están a favor de las macrogranjas, que son las que critica Garzón. Son los centros comerciales de la ganadería, y la ganadería extensiva es el pequeño comercio.

Y todos estamos a favor de proteger al pequeño comercio...verdad?
 
Última edición:

La UE y los nuevos Gobiernos en Alemania y Países Bajos secundan la postura de Garzón sobre las macrogranjas y la ganadería extensiva#

Las grandes explotaciones cárnicas actuales "contaminan" la hoja de ruta nacional y europea contra el cambio climático.​


Públic
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Imagen de un pollo de engorde en el suelo de una granja de Francia, proveedora del Grupo LDC.
https://www.publico.es/uploads/2021/11/18/61961411b7b82.jpeg
Pues parece que el Sr. ministro tenia raz'on
 

«Me parece una absoluta locura la cacería desatada contra Garzón». El análisis de Carles Francino.​




Bravo Francino. De las poquitas personas que merecen la pena. No eres periodista de titulación, , eres comunicador, pero olé por comunicadores como tu.
 

La UPA pide la dimisión de Garzón por su crítica hacia las macrogranjas y le sacan los colores: la patronal pidió en Bruselas que se prohibieran​

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Por Tremending 06.01.2022
En los últimos dos días no han parado de salir críticas hacia Alberto Garzón por unas declaraciones totalmente tergiversadas y descontextualizadas sobre la industria cárnica. Todo empezó en un portal de comunicación cercano a la industria cárnica, pero el bulo realmente ha sido alimentado por dirigentes del PP, del PSOE y organizaciones de agricultores y ganadores.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganadores (UPA), —integrada en la estructura de trabajadores autónomos de la Unión General de Trabajadores (UGT) y que forma parte del Consejo Económico y Social (CES)— ha sido una de las organizaciones que ha pedido la dimisión de Garzón por sus declaraciones, pese a que realmente en la entrevista en The Guardian el ministro solo mostró su preocupación por la contaminación que conlleva el excesivo consumo de carne, especialmente "la carne de vacuno de animales criados en macrogranjas", marcando una clara diferencia entre los alimentos cárnicos baratos y producidos en masa con los producidos tradicionalmente.


Lo más sorprendente de las críticas de UPA es que esta organización ha defendido en los últimos años exactamente lo mismo que dice Garzón, e incluso pidió en 2018 en Bruselas la prohibición de las marcrogranjas.
Además, en el último año UPA ha mantenido este discurso y en abril de 2021 UPA manifestó que confiaba en las intenciones del Gobierno de prohibir las macrogranjas de vacuno, aunque las declaraciones que aplaudieron entonces venían del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y no de Garzón.
Varios usuario de Twitter se han dado cuento de las contradicciones de UPA en este asunto.
Creo que otro tipo de industria es posible, con un mejor trato animal, una crianza más adecuada y el respeto debido a la biodiversidad.

Todo mi apoyo a Garzón.

Un interesante documental muy a cuento.
 
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Anita Botwin​

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Felices fiestas





# Investiguen en EM

@PradaCarmela

·
11h

No a las macro granjas y sí a la ganadería extensiva. "... apostar por una ganadería extensiva que conjugue la salud alimentaria, medioambiental y una ética mínima de no sufrimiento animal"
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Público

@publico_es
· 23h
"A ese PSOE empequeñecido ante el furor mentiroso de la (ultra)derecha, sus redes y sus medios de comunicación, le dejo su Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, página 124, por ejemplo" Por @pardodevera https://blogs.publico.es/dominiopublico/42319/ese-psoe-pequenito/…



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PSOE, PP, Vox y Cs frenan en el Congreso el intento de Unidas Podemos de prohibir macrogranjas en zonas vulnerables.​



Y luego ésta noticia.


Y encima remato.


Resumo: El malo es Garzón, pero resulta que la UE lleva a España ante la justicia por la contaminación de la agricultura y ganadería intensiva, es decir, industrial, y aún así el PE, PP y Vox votan contra la moratoria de ese tipo de industrias en España, pero encima piden a la UE que vigile las macro granjas en España a pesar de que han votado en contra de frenar ese tipo de granjas.

No entiendo nada, ahora bien, el malo de la peli es Garzón.

Que alguien me lo aclare por favor.
 

El ministro torpe​

Por
Guillermo Fatás
OPINIÓNACTUALIZADA 09/01/2022 A LAS 05:00
El ministro de Consumo, Alberto Garzón.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón.A. Pérez / Europa Press
El ministro de Consumo Alberto Garzón olvida tres cosas básicas cuando habla de carne con ‘The Guardian’, diario progresista de difusión internacional.
Una: la ganadería intensiva ha resuelto el secular problema de la falta de carne para la gente pobre. Dos: en España está sujeta a normas exigentes y a un régimen de fuertes sanciones. Tres: si la norma fuera deficiente por algún motivo (trato animal, medioambiente, calidad de producto) es el ministro quien debe impulsar su cambio y no los granjeros. La carne producida en España es de reconocida bondad.
Y, si le entendieron mal una frase, ¿por qué no ha requerido su aclaración? ¿Será porque no habla bien el español, defecto serio en un alto cargo? Garzón confunde manifestación con manifiesto («se está poniendo de manifestación») y dice «proponido». Con ese nivel de torpeza no hubiera superado la vieja reválida del bachillerato elemental.
Suspenso en marxismo
Su impreparación era ya notoria antes de que Sánchez e Iglesias lo hicieran ministro. Predica la renovación del marxismo y el materialismo histórico, pero lo hace tan mal que se lo afean sus propios camaradas. Porque, lenguaje aparte, su sermón se resuelve en obviedades y asertos discutibles. Sirva de muestra el severo rapapolvo que dos correligionarios suyos, Alberto Arregui (de la Coordinadora Federal de IU), y Alan Woods (editor del portal ‘www. marxist.com’) le dedicaron en Rebelión (‘rebelion.org’) por acumular sandias banalidades.
No hace tanto, en 2018, se dolían ambos de que en España se hubiera frustrado ya la ilusión de cambio frente al capitalismo y hubiera quedado una «izquierda aturdida», en la cual «el compañero Garzón intenta averiguar dónde están los fallos. Pero para obtener una buena respuesta es necesario formular una buena pregunta y para encontrar algo es necesario buscar en el terreno adecuado». Y Garzón no sabía.
Arregui y Woods aseguraban que Garzón, «al sumarse a la cohorte de profesores, parlamentarios e intelectuales en su enésimo intento de ‘superar’ el marxismo se está equivocando de pregunta y de terreno y corre el riesgo de echar balones fuera en lugar de analizar su propia responsabilidad, la de la dirección de IU bajo su égida, y la del conjunto de la izquierda».
Y seguían, implacables: «Uno de los trabajos de los plumíferos al servicio de la burguesía de todos los países, es el anuncio constante de la muerte o, al menos, de la superación del marxismo. Garzón parece que se desliza por una pendiente que más que llevar a ‘corregir’ las ideas expuestas por Marx y Engels, puede conducir a una ruptura total». Notables «economistas burgueses» (Magnus, Roubini) -escribían- admiten hoy la actualidad de algunas aportaciones de Marx e incluso el periódico papal ‘L’Osservatore Romano’ loaba en 2009 el diagnóstico de Marx sobre la desigualdad de ingresos.
En cambio, seguían, aunque Garzón «trata de ocultar su abandono del marxismo por medio de circunloquios peculiares, el meollo de su argumento es claro: el marxismo está desfasado como método de análisis. Pero ¿qué alternativa propone?», preguntaban retóricamente. «¡Para un momento, camarada Garzón!, en tu seguimiento ciego de los pasos de Karl Popper -tu héroe-, que quiere excluir el marxismo como método científico». O sea, que, según estos dos estudiosos marxistas, Garzón tampoco aprobaba en marxismo.
Suspenso en juegos
Volvamos a su actividad ministerial. Garzón tuvo su día glorioso el 30 de agosto de 2021: «Esta noche -proclamó- entra en vigor la prohibición de la publicidad de juegos de azar y apuestas. No ha sido fácil. El fútbol y el resto de competiciones serán más sanos, limpios y acordes a (sic) los valores del deporte»: los operadores de juego no figurarán en las camisetas deportivas, no se anunciarán antes de la 1 de la noche, nunca a menores, no enviarán publicidad sin permiso del receptor, no darán bonos en dinero a ludópatas, no serán anunciados por famosos... Un filántropo, redentor de las víctimas del juego.
Pero, entonces, ¿por qué el ministro no ha intentado aplicar nada parecido a los juegos de azar mayoritarios en España, con muchísimos más adictos (y quizá me deje alguno)?: Bonocupón, Bonoloto, Cupón, Cupón Extra de Navidad, Cuponazo XXL, Dorada Navidad, El Gordo de la Primitiva, El Quinigol, Eurojackpot, Euromillones, Galletas, Gem Empire, La primitiva, La quiniela, Lotería Nacional, Lototurf, Pack Cupón diario x 4, Pack Fin de Semana, Pack Martes, Pack Viernes, Quíntuple Plus, Rasca, Rasca de Navidad, Slingo, Sueldazo, Sueldazo Fin de Semana, Super Once, SuperOnce, Triplex Once. Garzón hace como que no existen y ya está. Pero se le nota, porque es torpecico. ¿Aprenderá del ministro de Agricultura, Luis Planas, que ha estado doce días sin decir ni mu ante el disparate cárnico del colega? Quiá.

 

Alberto Garzón tiene 17 razones para dimitir


Las declaraciones del ministro de Consumo en el diario británico The Guardian son la gota que colma el vaso de la paciencia con un ministro que trabaja de forma sistemática en contra de los intereses de los españoles.​


1. Porque Garzón es el ministro de Schrödinger, que es Gobierno y no lo es al mismo tiempo
Alberto Garzón
es ministro de Consumo, pero no forma parte del Gobierno, según la extravagante tesis sostenida el pasado viernes por Margarita Robles. Sus opiniones, por tanto, no son las del Gobierno, sino las de un tipo que pasaba por ahí, que se pasea por el mundo con la cartera del ministro de Consumo en las manos y que es Gobierno y no lo es al mismo tiempo, en función de si está callado o abre la boca.

2. Por embaucador
A raíz de las declaraciones de Robles sólo cabe deducir que si el diario británico The Guardian presentó a Garzón como ministro, y el propio Garzón se reiteró en sus declaraciones y confirmó que hablaba en calidad de ministro, es porque Garzón finge ser ministro y sólo el diario The Guardian le cree. El Gobierno no debería tolerar tal usurpación de funciones. Quizá el verdadero ministro de Consumo debería salir a la palestra y denunciar a su suplantador.

3. Por asintomático
Alberto Garzón es, como decía el pasado viernes José Manuel Rodríguez Gómez en Twitter, un ministro "asintomático". Porque Garzón parece ministro y actúa como tal, pero no muestra síntomas. Es un ministro psicosomático. O un loco que se cree ministro.

4. Porque hasta el presidente se burla de él
La desgana con la que el presidente despacha cada una de las polémicas desatadas por la verborrea de Alberto Garzón, en ocasiones con comentarios sarcásticos, no deja espacio a la duda de cuál es su exacta valoración en el Consejo de Ministros. ¿Qué hace Garzón aferrado a un puesto que le ha convertido en el hazmerreír del Gobierno?

5. Por vago
No lo digo yo. Lo dice el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page: "Uno está acostumbrado a que los errores en la vida y en la política van en la misma proporción a la carga de trabajo. Aquí se invierte la cosa". Y una más: "Cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas". No hace falta leer entre líneas.

6. Por liante
La última polémica generada por Garzón ha sido rocambolesca. Tras acusar al sector ganadero español de producir carne de mala calidad procedente de animales torturados en macrogranjas contaminantes, negó que esas fueran sus palabras e hizo pública una traducción propia de sus respuestas en las que se leía cómo acusaba al sector ganadero español de producir carne de mala calidad procedente de animales torturados en macrogranjas contaminantes. ¿A quién pretendía engañar Garzón?

7. Por incendiario
Los ganaderos han acusado a Garzón de no conocer la realidad de la ganadería española, cómo trabajan los ganaderos o cómo funciona el sistema productivo nacional. Sus palabras no sólo describen una realidad inexistente en España, sino que sabotean gravemente las explotaciones ganaderas de las que viven decenas de miles de familias. Garzón riega a los españoles con el napalm de su desconocimiento cada vez que habla de aquello que ignora por completo.

8. Por obsesivo
Los empecinamientos de Garzón parecen estar más relacionados con sus obsesiones ideológicas que con las necesidades de los consumidores y los productores españoles. Pocos son los sectores económicos españoles que se han librado de la furia justiciera de Garzón. El sector de la publicidad, los fabricantes de juguetes, los carniceros, los hosteleros, el sector del juego, el del turismo y, por supuesto, los ganaderos no han tenido tanta suerte.

9. Por atentar contra la España vacía
Garzón es la prueba de que la caricatura del urbanita de izquierdas que dice añorar la vida rural mientras disfruta de unas aristocráticas comodidades impensables fuera de las grandes ciudades es 100% real. Si algo no necesita la España vacía es un bourgeois bohème que ha vivido toda su vida de los Presupuestos Generales del Estado dándole lecciones al mundo rural de cómo ejercer correctamente la ruralidad sostenible, animalista y progresista.

10. Por negligente
La descripción que Garzón hizo de las macrogranjas españolas contiene al menos media docena de delitos. Tortura de animales, masificación y explotación, contaminación de aguas y terrenos, delitos sanitarios y delitos contra la seguridad alimentaria son los primeros que vienen a la mente. ¿Qué hace el ministro aireando esos delitos en la prensa extranjera en vez de actuar contra ellos desde el Gobierno?

11. Por estólido y/o por malvado

Es imposible que alguien que ocupa el cargo de ministro desconozca las consecuencias de unas declaraciones como las de Garzón en la prensa extranjera. Sólo caben entonces dos explicaciones. O Garzón no imaginaba las posibles repercusiones de sus palabras y entonces hay que empezar a pensar en la posibilidad de establecer determinados requisitos cognitivos mínimos para el ejercicio del cargo de ministro. O las conocía y actuó por maldad y con la intención de hacer el mayor daño posible a los trabajadores del sector ganadero.

12. Por su alma de tertuliano
Al Gobierno han llegado ministros cuyo mayor mérito profesional es el de haber aprendido a dar el cambio sin equivocarse, pero incluso en ese contexto Alberto Garzón destaca como un ministro llamativamente no cualificado para el cargo que ocupa. Es normal que, dadas las circunstancias, Garzón intente labrarse una futura carrera como tertuliano en la estela de Pablo Iglesias. Pero incluso para eso uno ha de acreditar determinados méritos. El ministro carece de ellos.

13. Por dinamitero
Incluso en el hipotético caso de que las acusaciones de Garzón no fueran un estratosférico bulo, hasta el más fanático de los simpatizantes de Unidas Podemos y del PSOE reconocerá que hacer esas declaraciones a pocas semanas de unas elecciones autonómicas en una de las comunidades españolas donde la ganadería tiene más peso (Castilla y León) es una idea del que asó la manteca.

14. Por hipócrita
No haremos sangre en este punto, pero sí hay que recordar que el ministro Garzón no es precisamente conocido por sus reticencias frente a las mejores carnes del sector ganadero español. Tan mala no será esa carne si agasajó a los 270 invitados de su boda con solomillo, jamón y carpaccio de ternera alavesa. Aunque, como dice Taifas en Twitter, quizá el jamón que se sirvió en la boda de Garzón procedía de cerdos abanicados y masajeados a diario con aceites tailandeses.
[Mención especial para aquellos que, en las redes sociales, defienden que "también la gente de izquierdas puede darse un capricho el día de su boda". Claro, criaturas: eso es el socialismo. Negarle a los demás lo que tú disfrutas a dos carrillos].

15. Porque, ¿qué hace Garzón ejerciendo de ministro de un país al que odia?
No hay una sola declaración de Garzón, una sola, en la que demuestre el más mínimo aprecio, o interés, o esperanza en el país, la cultura y los ciudadanos de los que es ministro. Garzón podría ser ministro francés, o alemán, o nigeriano, y seguiría defendiendo las mismas exactas vetustas neurosis ideológicas paleosocialistas que defiende en España. Garzón es el Starbuck de la ideología.

16. Por su desprecio por el 90% de los ciudadanos
El tipo de producción que defiende Garzón (de cercanía, de pequeños productores, siguiendo procesos "naturales" y de precios desorbitados) sólo puede permitírsela un pequeño porcentaje de la población. Garzón siempre podrá permitirse un solomillo para gourmets en el mundo que él defiende. Los que no podrán permitírselo serán el resto de los ciudadanos a los que él dice representar.

17. Por mentiroso
Garzón habló de macrogranjas de hasta 10.000 cabezas de ganado. En España no existen esas granjas. En nuestro país apenas existen unas pocas granjas con miles de cabezas de vaca o de cerdo. Además, los veterinarios han defendido en un comunicado público que todas las explotaciones ganaderas españolas cumplen con la normativa europea y nacional. Garzón habla de una realidad inexistente, pero el daño en la economía de miles de ciudadanos que provocan sus palabras es muy real.

 
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