Tampoco estoy muy segura de que las mascarillas protejan al 100 % a la vista de los números. Se le ha ido la pelota a tod@s l@s que han participado en ese eventoCuando comenzó la pandemia mucha gente arremetió con razón contra el 8-M porque parecía que el Gobierno estaba esperando a que pasase para tomar decisiones. Ahora Ayuso permite celebrar 2 conciertos con 5.000 personas en un recinto cerrado a 5 días de Nochebuena. Si ese concierto se convierte en foco de contagio no hay forma de rastrear a 5.000 personas. Cuanto antes se controle la pandemia la economía mejorará como ha pasado en Nueva Zelanda o en Australia. Pero en Europa hasta que se vacune a la mayoría de la población no se va a controlar la pandemia.
Dicen que se cumplieron las medidas de seguridad y es cierto. Pero nadie puede controlar que todos lleven la mascarilla puesta con las luces apagadas y la gente canta en los conciertos. Tampoco se sabe si esas 5.000 personas llevan la mascarilla correctamente puesta o la llevan por debajo de la nariz. Ni si la gente se junta antes del concierto y el contagio se produce ahí.
La media de edad del público de Raphael es elevada y él mismo es de riesgo por su edad y por haber sido trasplantado. No había ninguna necesidad de celebrar este año esos conciertos. A la gente le indigna cuando los hosteleros tienen que abrir con la mitad de aforo, cuando muchos comercios están cerrando o con problemas y cuando nos piden no reunirnos más de 6 personas en Navidad.
La tonta de María Eugenia Yagüe comparó ayer en Telemadrid ir al concierto con ir en metro. Y no se puede comparar. Uno es una actividad de ocio totalmente prescindible y la otra es por obligación y necesidad. La mayoría de gente que va en el metro suele hacer trayectos no muy largos, como de media hora, y se está normalmente en silencio a no ser que vayas con alguien. En un concierto se está más de 2h, cantando y sin guardar la distancia con el de al lado porque hablas o cantas juntos.
La familia de Raphael y él mismo pertenecen a una élite que no vive en la realidad y no se dan cuenta de la indignación que produce este concierto y lo más seguro es que les de igual.
Se justifica el artista con que han trabajado muy duro para llevarlo a cabo, claro el resto nos hemos rascado los h****s, que parece que estén tocados con el dedo divino de algo o alguien por dios! Me parece un insulto a todos los niveles