Pablo Casado, Presidente del PP

Ceregumil para Casado
  • Me preocupa que tenga tantas lagunas siendo tan joven, la verdad. No le deseo que le empeoren esos síntomas, que se le manifiestan también cuando grita que España es ya Polonia y que no nos van a dar los fondos europeos por ello
Elisa Beni
@elisabeni

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en una imagen de archivo.
14 de octubre de 2020 22:46h
42

"Ningún hombre tiene la memoria suficiente para ser un mentiroso exitoso"

Abraham Lincoln

El Supremo le ha regalado a Casado unas frases en su confirmación de la sentencia de la Gürtel y tanta ilusión le ha hecho el presente al líder de la oposición que se las vistió a las nueve de la mañana, en la sesión de control, aunque la sentencia no se hizo pública hasta cuatro horas más tarde. En el teatro del absurdo en el que se ha convertido el Hemiciclo, esos párrafos en los que se decía una evidencia -que al Partido Popular "ningún reproche penal se le podía hacer en su condición de partícipe a título lucrativo" pero que afirmar esto "carece de efectos prácticos" y es "intrascendente para el fallo" - le han servido al jefe de un partido enlodado para reafirmarse en el grito de ¡no hemos sido condenados y este partido es inocente! Olvida él, como tantos, que su partido sólo fue considerado en el procedimiento de esta forma porque hasta diciembre de 2012 los partidos políticos no tenían responsabilidad penal como personas jurídicas, así que era imposible considerarlo de otra manera. El Supremo hoy ha condenado a un extesorero y exsenador del PP a 29 años y 11 meses, pero oiga, no hay corrupción en ese partido que aún se arrastra por los juzgados de Instrucción.
El regalito, minúsculo, de los jueces conservadores de la Sala II le ha servido también para alzarse sobre una nueva falacia: "la moción de censura se basó en una mentira", lanzó al plató de debate en el que se ha convertido el Hemiciclo. La moción de censura se basó en el hartazgo mayoritario de las fuerzas políticas de la Cámara suficientes como para hacer caer a un gobierno de un partido enfangado de corrupción. Se le fue de la cabeza, como sin querer, que después de eso ha habido un par de elecciones generales con el mismo resultado. También olvidó Casado, cuando se envalentonó pidiendo al vicepresidente del Gobierno su dimisión o su cese, que él mismo estuvo en la mismísima situación que Iglesias, con una exposición razonada ante la Sala II y no se le pasó por la cabeza ni dejar su cargo ni dejar su acta de diputado. Hizo bien, porque luego todo quedó en nada y nunca llegó a ser imputado, que es lo que con mucha probabilidad ocurrirá también con Pablo Iglesias. Y es que Casado tiene un Alzheimer inverso por el que maneja una pléyade memorística increíble de frases y cuestiones recientes y descontextualizadas, pero olvida siempre convenientemente lo que de la memoria a largo plazo no le conviene recordar.

Eso debe pasarle también con el tema del CGPJ y la renovación de los órganos constitucionales, que no se acuerda que fue él el que rompió en dos ocasiones el acuerdo -una tras el obsceno mensaje del famoso control trasero de la Sala y otra este agosto- y el que mantiene por su conveniencia bloqueado una renovación que la Constitución obliga a hacer. Ahora que los partidos que gobiernan -y es que gobiernan ellos, mal que le pese a los populares- han dado un puñetazo en la mesa y llevado una proposición de ley a las Cortes para cortocircuitarle su felonía, en un trámite que tan poco le gusta por su rapidez y falta de informes, tampoco recuerda que fue Rajoy quien exactamente con el mismo procedimiento y los votos exclusivos del PP realizó la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que convirtió a Lesmes en un caudillo y al órgano, en su feudo.

Me preocupa que tenga tantas lagunas siendo tan joven, la verdad. No le deseo que le empeoren esos síntomas, que se le manifiestan también cuando grita que España es ya Polonia y que no nos van a dar los fondos europeos por ello. Alguien debería susurrarle que su partido votó en contra de que se les apretaran las tuercas a los países iliberales -Hungría y Polonia- para evitar que cruzaran líneas rojas democráticas. Para darle ese respaldo a Polonia, el PP en Europa se desmarcó hasta de su propio grupo en la Eurocámara. Esto sucedió en enero de este año, que ya sabemos que la pandemia nos ha enloquecido un poco a todos, pero que al líder de la derecha lo ha dejado para el arrastre.

Para lo que sí ha estado despierto ha sido para darse cuenta de que el provocador proyecto de ley para reformar la LOPJ presentado por el PSOE y por Podemos va de obligarle a cumplir con su deber y renovar los órganos constitucionales porque el daño que está haciendo a la democracia es de los que dejan huella. No falla Sánchez ahí cuando le acusa de liderar un partido "antisistema y no un partido de Estado". Se están luciendo los renovados líderes del PP, esos que jamás lo hubieran sido si precisamente no hubiera habido una moción de censura y no hubiera manado apestosa toda la podredumbre de su partido. Tanta cuenta se ha dado que ha exclamado muy alterado: "No voy a pactar nada. A mí no me presiona nadie y menos usted".
Los que beben de las fuentes populares dicen que sí, que al final frenará la reforma sentándose a negociar y eso precisamente es lo que se busca y lo deseable. A mí hay una parte del proyecto -la que deja con funciones limitadas al CGPJ con mandato vencido- que me parece pertinente y necesaria para asimilarlo al resto de poderes del Estado. La otra, la del cambio de mayoría para elegir a la mayoría del órgano de gobierno de los jueces, me parece fea y peligrosa y muy digna de las maquiavélicas mentes de la derecha, pero casa poco con los principios que la izquierda no debe nunca saltarse. El órdago ha sido muy grande y tendrá efectos colaterales. Les ha servido en bandeja más frases y lemas para llamar al gobierno "autoritario" -¡Oh, my God los que gobiernan gracias a Vox!- y hasta para intentar perjudicar al Gobierno con el dinero de Bruselas y con él a todos los españoles. También se les suele olvidar ser patriotas cuando corren tras el caramelo del poder. Les ha dado a los jueces conservadores un argumento victimista para hacer oposición directa a esta reforma y, para qué cortarse, al Gobierno directamente. Les han dado la oportunidad de que la desmemoria generalizada de la derecha y de sus voceros borre el pecado original del inadmisible bloqueo táctico del PP que ha sido el detonante de todo. Muchas frases y muchos gritos de regalo, que seguro se amplificarán la semana que viene en la moción de censura.

La apuesta ha sido alta y ni siquiera Podemos pensaba que Sánchez se la compraría y es que la mala cabeza de Casado, y a ratos su mala fe, acaba con la paciencia de cualquiera. El puro hecho de no utilizar el trámite de lectura única, que es aún más rápido, deja bien a las claras que el interés final del órdago es que Casado recuerde quién es, dónde está y cual es su obligación institucional.
Acabo de demostrarles que no es tarea fácil.
 
Casado lleva a Europa su "preocupación" por el asalto de Sánchez al CGPJ
"En un momento en el que estamos negociando los fondos de reconstrucción, esto es una gran irresponsabilidad", ha asegurado.
Míriam Muro Seguir a MiriamMuroM
2020-10-15
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[IMG alt="En un momento en el que estamos negociando los fondos de reconstrucción, esto es una gran irresponsabilidad, ha asegurado.
"]https://s.libertaddigital.com/2020/10/15/954/0/casado-vonderleyen.jpeg[/IMG]

Ursula von der Leyen y Pablo Casado. | PP
Desde Bruselas, hasta donde se ha desplazado para asistir a la cumbre del Partido Popular Europeo, Pablo Casado ha mostrado su "preocupación" por las intenciones del Gobierno de reformar la elección del Consejo General del Poder Judicial justo en el momento en el que "estamos negociando los fondos de reconstrucción europeos".
"En un momento en el que estamos negociando los fondos de reconstrucción que piden reformas, y garantizar y fortalecer el estado de derecho, esto es una gran irresponsabilidad", ha asegurado.
"La Comisión Europea ya ha dicho que ninguna reforma de ningún país puede ir en contra de la independencia del Poder Judicial, y esto es lo que hace la reforma de Sánchez", ha insistido Casado.


Por ello, ha avisado: "Queremos dejar muy claro que iremos hasta las últimas consecuencias si el Gobierno no retira la reforma del CGPJ. Iremos hasta las instituciones europeas, tribunales europeos, Consejo de Europa y, por supuesto, la Justicia española. No se puede debilitar una gran nación como España y sus instituciones".
El líder del PP también ha negado que su partido haya bloqueado un acuerdo y ha recordado que se sentaron hasta en dos ocasiones a negociar con el PSOE "pero sin fuerzas radicales" para mantener la despolitización de la Justicia.
Casado ha mostrado esta "preocupación" en una reunión del Partido Popular Europeo justo antes de la reunión del Consejo de Europa en la que estaban presentes la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y la canciller alemana, Angela Merkel, así como los primeros ministros europeos pertenecientes al PPE.


 
Ceregumil para Casado
  • Me preocupa que tenga tantas lagunas siendo tan joven, la verdad. No le deseo que le empeoren esos síntomas, que se le manifiestan también cuando grita que España es ya Polonia y que no nos van a dar los fondos europeos por ello
Elisa Beni
@elisabeni

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en una imagen de archivo.
14 de octubre de 2020 22:46h
42

"Ningún hombre tiene la memoria suficiente para ser un mentiroso exitoso"

Abraham Lincoln

El Supremo le ha regalado a Casado unas frases en su confirmación de la sentencia de la Gürtel y tanta ilusión le ha hecho el presente al líder de la oposición que se las vistió a las nueve de la mañana, en la sesión de control, aunque la sentencia no se hizo pública hasta cuatro horas más tarde. En el teatro del absurdo en el que se ha convertido el Hemiciclo, esos párrafos en los que se decía una evidencia -que al Partido Popular "ningún reproche penal se le podía hacer en su condición de partícipe a título lucrativo" pero que afirmar esto "carece de efectos prácticos" y es "intrascendente para el fallo" - le han servido al jefe de un partido enlodado para reafirmarse en el grito de ¡no hemos sido condenados y este partido es inocente! Olvida él, como tantos, que su partido sólo fue considerado en el procedimiento de esta forma porque hasta diciembre de 2012 los partidos políticos no tenían responsabilidad penal como personas jurídicas, así que era imposible considerarlo de otra manera. El Supremo hoy ha condenado a un extesorero y exsenador del PP a 29 años y 11 meses, pero oiga, no hay corrupción en ese partido que aún se arrastra por los juzgados de Instrucción.
El regalito, minúsculo, de los jueces conservadores de la Sala II le ha servido también para alzarse sobre una nueva falacia: "la moción de censura se basó en una mentira", lanzó al plató de debate en el que se ha convertido el Hemiciclo. La moción de censura se basó en el hartazgo mayoritario de las fuerzas políticas de la Cámara suficientes como para hacer caer a un gobierno de un partido enfangado de corrupción. Se le fue de la cabeza, como sin querer, que después de eso ha habido un par de elecciones generales con el mismo resultado. También olvidó Casado, cuando se envalentonó pidiendo al vicepresidente del Gobierno su dimisión o su cese, que él mismo estuvo en la mismísima situación que Iglesias, con una exposición razonada ante la Sala II y no se le pasó por la cabeza ni dejar su cargo ni dejar su acta de diputado. Hizo bien, porque luego todo quedó en nada y nunca llegó a ser imputado, que es lo que con mucha probabilidad ocurrirá también con Pablo Iglesias. Y es que Casado tiene un Alzheimer inverso por el que maneja una pléyade memorística increíble de frases y cuestiones recientes y descontextualizadas, pero olvida siempre convenientemente lo que de la memoria a largo plazo no le conviene recordar.

Eso debe pasarle también con el tema del CGPJ y la renovación de los órganos constitucionales, que no se acuerda que fue él el que rompió en dos ocasiones el acuerdo -una tras el obsceno mensaje del famoso control trasero de la Sala y otra este agosto- y el que mantiene por su conveniencia bloqueado una renovación que la Constitución obliga a hacer. Ahora que los partidos que gobiernan -y es que gobiernan ellos, mal que le pese a los populares- han dado un puñetazo en la mesa y llevado una proposición de ley a las Cortes para cortocircuitarle su felonía, en un trámite que tan poco le gusta por su rapidez y falta de informes, tampoco recuerda que fue Rajoy quien exactamente con el mismo procedimiento y los votos exclusivos del PP realizó la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que convirtió a Lesmes en un caudillo y al órgano, en su feudo.

Me preocupa que tenga tantas lagunas siendo tan joven, la verdad. No le deseo que le empeoren esos síntomas, que se le manifiestan también cuando grita que España es ya Polonia y que no nos van a dar los fondos europeos por ello. Alguien debería susurrarle que su partido votó en contra de que se les apretaran las tuercas a los países iliberales -Hungría y Polonia- para evitar que cruzaran líneas rojas democráticas. Para darle ese respaldo a Polonia, el PP en Europa se desmarcó hasta de su propio grupo en la Eurocámara. Esto sucedió en enero de este año, que ya sabemos que la pandemia nos ha enloquecido un poco a todos, pero que al líder de la derecha lo ha dejado para el arrastre.

Para lo que sí ha estado despierto ha sido para darse cuenta de que el provocador proyecto de ley para reformar la LOPJ presentado por el PSOE y por Podemos va de obligarle a cumplir con su deber y renovar los órganos constitucionales porque el daño que está haciendo a la democracia es de los que dejan huella. No falla Sánchez ahí cuando le acusa de liderar un partido "antisistema y no un partido de Estado". Se están luciendo los renovados líderes del PP, esos que jamás lo hubieran sido si precisamente no hubiera habido una moción de censura y no hubiera manado apestosa toda la podredumbre de su partido. Tanta cuenta se ha dado que ha exclamado muy alterado: "No voy a pactar nada. A mí no me presiona nadie y menos usted".
Los que beben de las fuentes populares dicen que sí, que al final frenará la reforma sentándose a negociar y eso precisamente es lo que se busca y lo deseable. A mí hay una parte del proyecto -la que deja con funciones limitadas al CGPJ con mandato vencido- que me parece pertinente y necesaria para asimilarlo al resto de poderes del Estado. La otra, la del cambio de mayoría para elegir a la mayoría del órgano de gobierno de los jueces, me parece fea y peligrosa y muy digna de las maquiavélicas mentes de la derecha, pero casa poco con los principios que la izquierda no debe nunca saltarse. El órdago ha sido muy grande y tendrá efectos colaterales. Les ha servido en bandeja más frases y lemas para llamar al gobierno "autoritario" -¡Oh, my God los que gobiernan gracias a Vox!- y hasta para intentar perjudicar al Gobierno con el dinero de Bruselas y con él a todos los españoles. También se les suele olvidar ser patriotas cuando corren tras el caramelo del poder. Les ha dado a los jueces conservadores un argumento victimista para hacer oposición directa a esta reforma y, para qué cortarse, al Gobierno directamente. Les han dado la oportunidad de que la desmemoria generalizada de la derecha y de sus voceros borre el pecado original del inadmisible bloqueo táctico del PP que ha sido el detonante de todo. Muchas frases y muchos gritos de regalo, que seguro se amplificarán la semana que viene en la moción de censura.

La apuesta ha sido alta y ni siquiera Podemos pensaba que Sánchez se la compraría y es que la mala cabeza de Casado, y a ratos su mala fe, acaba con la paciencia de cualquiera. El puro hecho de no utilizar el trámite de lectura única, que es aún más rápido, deja bien a las claras que el interés final del órdago es que Casado recuerde quién es, dónde está y cual es su obligación institucional.
Acabo de demostrarles que no es tarea fácil.
Otra de tus fuentes ocultas, jajajaja, escóndela siii

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El pequeño franquista llamado Pablo Casado



Andan las tres extremas derechas españolas enfrascadas en el revisionismo con el único fin de atacar cualquier atisbo de aplicación de la Ley de Memoria Histórica o, en plan «revanchita» (cuando ya ha sido aplicada), intentando «corregir» lo hecho por miedo a que otros ultras les llamen eso que tanto les ofende: «derechita cobarde«.
Indistintamente, dichas propuestas de eliminación las presenta Vox y las apoyan PP y Ciudadanos, o las presentan los mismos populares. Es otra forma de aplicar su relato (el único, el de el bando sublevado «vencedor»…) es votar sistemáticamente en contra cuando se trata de eliminar reconocimientos a auténticos carniceros del franquismo. Ya comentamos como los de Almeida apoyaron a sus colegas ultras para fulminar del callejero de Madrid al Presidente Azaña o a Indalecio Prieto, así que no vamos a repetirnos y, hoy, vamos a centrarnos en personajes a los que el Partido Popular y, donde tienen representación Vox y Ciudadanos, se empeñan en mantener en las placas de sus calles y plazas.


Ejemplos hay muchos pero uno significativo es el asesino general sublevado Queipo de Llano. Dispone aún de calles, plazas y otros reconocimientos en varias localidades de la Región de Murcia (como en su capital o en San Javier), en Ceuta y en Melilla; en Santander, Santoña, Laredo o Ramales de la Victoria (Cantabria); en varias localidades de la Comunidad de Madrid, en su natal provincia de Valladolid (al malnacido le parieron en mala hora en Tordesillas, localidad vallisoletana conocida por sus alardes de maltrato animal), en Burgos, Salamanca, Madrid, Andalucía -como en la provincia de Cádiz, Sevilla o la de Málaga), en Oviedo y, entre muchas más, en varias localidades de Extremadura y de Galicia.
Un verdadero despropósito que, por regla general, blinda cuando no aplaude el Partido Popular. En esta ocasión Pablo Casado puede decir con razón, a diferencia de con la Gürtel, que el ni había nacido y que no andaba por allí. Puede parecer un poco mayor cuando afirma que votó a favor de la monarquía pero, en este caso, es verdad que ni existía.
Lo cual no quita para que ordene a sus cargos públicos, si bien (por miedo a que desde Vox les llamen «la derechita cobarde» y que sigan abduciendo sus votos) no para presentar iniciativas para retirar títulos y calles a auténticos carniceros, al menos dar instrucciones para , como mínimo, abstenerse cuando alguien presente dichas iniciativas.
Lejos de la realidad, a día de hoy podemos afirmar que un malnacido asesino como el militar sublevado Queipo de Llano sigue teniendo títulos y calles en su nombre y honor por la «gracia de Dios» y por la «gracia» del Partido Popular.
Tal cual.
¿Alguien se imagina en algún pueblo o ciudad de Alemania calles, plazas, títulos honoríficos o algo similar en honor a Adolf Hitler, Heinrich Himmler, Joseph Goebbels, Wilhelm Keitel, el Dr. Theodor Morell o Alfred Jodl? ¿Alguien se imagina en pueblos y ciudades italianas calles, plazas, títulos honoríficos a nombre o en honor a Benito Mussolini, Michele Bianchi, Emilio de Bono, Cesare María de Vecchi o Italo Balbo? Evidentemente no.
Dicha anomalía democrática solo ocurre en «Marca España«. Y, entre otras cosas, ocurre porque el Partido Popular lo apoya o lo promueve. Y si en el PP manda Pablo Casado, la conclusión se antoja obvia: Si en España sigue ocurriendo lo que no ocurre en Alemania o en Italia es, sencillamente, porque Pablo Casado lo permite, consiente, autoriza o alienta.
Por eso, «El menor de los Alcántara» no sé lo que llegará a ser en su vida pero dudo mucho que pueda llegar a ser Presidente del Gobierno hespañí. Y este tipo de actitudes tan solo «ayudan» a que jamás lo logre… que no es poco.
 
"En el PP están a dos tuits de pedir la Medalla al Mérito en el Trabajo tras la sentencia de la Gürtel"



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Por Christian González
16.10.2020
¡Ya es viernes!




Arréglate, hazte un peinado molón, ¡y a disfrutar!






Hay que agarrarse a cualquier ilusión que podamos en este 2020 tan duro, que lo que nos queda no es poco




Ayer se cayó Twitter un rato. Sufrimos, pero al final se arregló y hemos podido estar aquí hoy...






Ya sabéis, los comentarios tuiteros más ingeniosos sobre la actualidad, siempre en Tremending Topic. Para los chistes malos ya están los otros medios


Termina una semana que comenzó especial, con la Fiesta Nacional


Y con un vídeo de personalidades apoyando al rey




Una semana en la que, tristemente, hemos visto a la ultraderecha muy envalentonada. Primero el 12-O con sus banderitas con pollos...




Después en Madrid, imponiéndose al exmoderado Almeida, quitando la placa a Largo Caballero








Menuda imagen, con el operario dando martillazos


Y los de Ciudadanos ahí, siempre dando vergüenza ajena


Y luego, también hemos visto a neonazis manifestándose brazo el alto contra los menores extranjeros tutelados


Menos mal que tenemos ojos y vemos las pancartas que llevan y los saludos que hacen, si hiciéramos caso de los medios pensaríamos que son señores pidiendo taxis




Pero esta semana ha habido más noticias. Por ejemplo, Apple ha presentado sus nuevos iPhone, ahora con una novedad genial: no traen ni cargador ni cascos. Olrait








Bueno, y la condena por el caso Gürtel. El propio PP ha sido condenado y también varios de sus exministros, exsenadores, exconsejeros, exalcaldes, exconcejales y un largo etcétera. Alegría, claro que sí.






Casado ha tratado de escurrir el bulto como ha podido


Y Rajoy, diciendo casi que tenemos que pedirles perdón












Son unos malditos cracs




Y luego hay peña votando a esta gente. Se esconden, están entre nosotros, pero existen.




















Bueno, algunos van de cara, hay que reconocerlo


En fin, gente despreciable hay en todos lados






Lo cierto es que en la política sigue todo muy enfangado en este país. No hay más que ver las sesiones del Congreso...




Lo del coronavirus no va muy bien en España, vamos a ser sinceros...


Ayuso y la comunidad de Madrid siguen haciendo política con la pandemia e intentando minar al Gobierno con los madrileños como rehenes






Diciendo que las medidas contra el coronavirus son una dictadura y que les tienen manía




Van por una carretera en dirección contraria y pitando a todos los que se les cruzan


Bueno, ahora parece que igual entran en razón. ¿Por que les importa la salud de las personas? Bueno pues...




Ay Ayuso...


Ay Madrid...


Ánimo, las cosas sólo pueden ir a mejor


LO ESTÁS VIENDO LO ESTÁS RIENDO


¡Genial!
 



El perfume y el asco
  • Afrontamos el temor a la enfermedad y la muerte por un virus, asistimos compungidos al descalabro económico mundial; añadir la tortura de la oposición sucia de la derecha española es ya demasiado

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6 de octubre de 2020 22:42h
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En aquella época, el siglo XVIII, las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, las cocinas a col podrida, y aquel hedor de las ciudades iba sumando los vapores del interior de las casas y patios, las sábanas húmedas y el penetrante olor dulzón de los orinales. Así –y más- describía Patrick Süskind aquel París en el que se desarrolla su obra cumbre: El perfume. Y cada vez que España sufre a la derecha en la oposición, revuelta por haber perdido el poder del gobierno de la nación –aunque conserve tantos otros bajo mano-, recurrir a ese libro me consuela. Como una forma de hermanarse con las sociedades que sufrieron todos los focos de asco de la historia y saber que miles de seres han experimentado ese zarpazo y que, mal que bien, cuando se limpia a fondo se puede respirar.

Es un escenario que permite ver más allá de las chalets de Marbella y los pazos gallegos, de las urbanizaciones de Pozuelo de Alarcón, de las esposas rubias con rubios niños, de las universidades donde pasar a recoger un título de lo que no se ha estudiado, de los vestidos caros –uno diferente para cada aparición en la prensa-, de las portadas y tertulias de traje gris y lengua voraz. Y trasladarnos a los nuevos templos de los mercaderes –que comercian con vidas y haciendas, bienestar de hoy y futuro- levantados sobre cementerios ancestrales con la esencia de sus diversas víctimas.

En un calor perpetuo que derrite las caretas, el hedor que se filtra del suelo se mezcla con las tripas del pescado a la venta, limpio en el mostrador. Allí son paridos, en realidad, todos quienes -en el rencor de su ser y su derrota- se dedicarán a amargarnos la vida para poder medrar sin mirar la limpieza o suciedad de los cauces empleados. Nacidos como Jean-Baptiste Grenouille bajo el tablero del puesto entre restos de peces y moscas, para ser implacables, insaciables, sucios, sin alma.

Suele funcionar cambiar o quitar los ropajes, lo ficticio, para mirar adentro. Y así el hombre gris, despistado, sereno, asombrosamente parecido en su nombre al M. Rajoy de los papeles de Bárcenas, se transforma en un ser que se congratula de la sentencia judicial de la Gürtel y dice verla como una "reparación moral". Cuando el partido que él presidía ha sido condenado por lucrarse de la corrupción de la trama, y varios cargos y colaboradores de la formación van derechos a cumplir una suma de 300 años de cárcel. Sin contar el resto de las causas abiertas por una sospecha de corrupción que se extiende desde la caja B al uso del Estado en provecho de sus negocios.

Les cambia la imagen si se mira bien. Como al presidente actual del PP, que anda perdiendo los papeles por frustrar la entrega de los 140.000 millones de euros que la UE ha previsto para ayudar a los españoles a pasar el bache. La presidenta de la Comisión, Von der Leyen se ha reunido con él y le regala la imagen para exportar. Tampoco quiere su partido perder el control anticonstitucional del poder legislativo y lo justifica, ahora, por estar Unidas Podemos en el Gobierno (a él no le gustan). Algo que ocurre desde solo el mes de enero. Asco de tantas mentiras y traiciones. Una especial deferencia de quien preside el gobierno de la UE.



Visto el precedente, la delegada de la empresa PP en Madrid se ha saltado al Gobierno español para pedir a Von der Leyen –como si fuera la jefa de Sánchez- más controles en Barajas al que, sin datos ciertos, se ha empeñado en atribuir la expansión del virus en Madrid. Es sonrojante. A Ayuso no hace falta situarla en el escenario del maloliente mercado parisino, porque igual encontraría un balde con tripas y espinas donde esconder el coronavirus, los contagiados y muertos por el coronavirus, los test prometidos y no realizados, las trampas, para que el producto a la venta cuele como apto. Ella ha desarrollado la capacidad de decir lo más inverosímil para distraer a la sociedad del drama que organizan entre todos ellos.

En cuanto al Poder Judicial –que ha aguantado y aprovechado el bloqueo del PP- ahora quieren dar "una respuesta contundente" al cambio en la ley de renovación que quiere hacer el Gobierno. Demostrando lo necesario de acabar con esta situación en los márgenes que queden.

No es la primera vez que vuelvo a la lectura de El perfume en circunstancias que se parecen en parte. Con la misma voracidad destructora aunque sin una pandemia que añade su trabajo devastador y sin que los mercaderes muestren ni un ápice de piedad por usarla en su provecho. Por añadir más dolor al dolor y más incertidumbre a la angustia. Más asco. Ausente la más leve empatía por las víctimas. Como a la nodriza del pequeño Jean-Baptiste, les chupan hasta los huesos.

Asco por su desinterés en lo humano. Por reforzar los insultos en vez de reforzar los rastreadores y los medios sanitarios para atajar el coronavirus. Por deformar la realidad al límite, con mentiras a toda página, a toda voz, para engañar a los votantes. Por tantos abandonos. Por su desprecio a la democracia que no se para ni en derribar a martillazos los homenajes a las víctimas de sus parientes ideológicos. Cuesta soltar esa náusea que atora la boca del estómago. Como bálsamo, relaja algo despojarles del remedo de glamour y ver esa realidad que tiene más que ver con un pozal de sardinas pasadas.

Huele el cerumen pegado al pinganillo que conecta, a quien da cara y palabra en las pantallas, con el más allá donde se mueven los hilos. El hedor de la complicidad, del conchabeo, se sigue olfateando desde lejos. A togas y sotanas que no conocen la tintorería. A chulos de playa y de retiro espiritual. Monjas nazis y machos inflados. Resabiadas señoritas Rottenmeyer. Huele, y hiede y apesta. A madera revenida de las que se forjan las escaleras de trepar. A colonia vieja que rancia el ambiente y descompone el cuerpo. Todo cuanto termina engullendo el intenso tufo a vacuidad, a sociedad narcotizada. Pereza y asco se juntan en cóctel demoledor.

Cuánto odio en los gritos, en los gestos, en los actos. Cuánto odio para sentarse medio muerto en un plató con el fin de zumbar al gobierno del partido que un día le nombró ministro, aunque fuera para aventar derechos con patadas en la puerta. Y persistir en continuar el discurso del odio con el desfibrilador para el corazón gripado.

Afrontamos el temor a la enfermedad y la muerte por un virus, asistimos compungidos al descalabro económico mundial, pero añadir la tortura de la oposición sucia de la derecha española es ya demasiado. Cuando el asco flota en el ambiente con el olor de los excrementos de rata de Süskind hay que alarmarse para evitar el contagio. Que la repugnancia no nos invada al nivel del odio purulento que vemos en otros. Hay tiempos en que reina el hedor en las ciudades y los pueblos, agrio de nata rancia en el Parlamento donde estamos representados. Pero allí también se encuentra disponible la razón y con ella fregonas y gel desinfectante por toneles de dignidad. Si se quiere, se limpia. Si se debe, se hace. El hedor que sufrimos vuelve el ambiente irrespirable.

 

Tribuna abierta

Verde chillón

KOLDO MEDIAVILLA 17.10.2020 | 01:05

Verde chillón
Verde chillón
Se observa en el enfangado escenario de la política española un interés creciente del PP y de Vox por vincular su estrategia de acoso al ejecutivo estatal con la apropiación de la imagen del rey y su supuesta defensa pública. Y salvo que Felipe IV coincida con ese sentir expresado por los partidos de derechas, la Casa Real debería evitarlo e impedir que le utilicen contra otros
CREO recordar que fue Luis María Anson quien, en una entrevista publicada hace una partida de años, se reivindicó como militante monárquico. El hoy octogenario escritor conservador español justificó su activismo llevándolo a los años del régimen franquista en los que la adhesión a la causa borbónica la expresaba sutilmente a través de su indumentaria. Anson reveló en aquella entrevista que su incondicional apoyo a "don Juan" (padre del "emérito") se expresaba sibilinamente en la vestimenta que habitualmente portaba. ¿Qué tenían de especial aquellos ropajes? Simplemente, el color. Eran trajes verdes. Horribles, sí; pero verdes. ¿Por qué verdes? Anson lo explicó: porque dicho color guardaba un mensaje oculto; verde eran las iniciales de la afirmación "Viva El Rey De España". Así que para él, ataviarse como un guardia civil era el gesto subversivo de quien reclamaba la reinstauración borbónica. La verdad es que no veo yo a Anson actuando como un activista clandestino frente a la Brigada Político-social o a los aparatos del régimen. Aquello que él contaba debía ser tan subliminal que ni los franquistas, con los que Anson convivía y hacía buenas migas, lo supieron interpretar.
En todo caso, los monárquicos de aquella época debían ser muy pocos y su presencia pública no emergió hasta que "el caudillo" determinó su sucesión. Con el retorno de la monarquía al Estado español de la mano de Franco y su ulterior legitimación constitucional sin testeo ciudadano, los pocos monárquicos que hasta entonces existían y quienes siendo republicanos pactaron el marco de la carta magna, se convirtieron al "juancarlismo".

Durante años, el pacto de la transición y el hecho de que el rey fuese la cabeza visible de las fuerzas armadas, encomendadas por la Constitución para salvaguardar la unidad "indisoluble" de España, permitió una sobreprotección pública de la jefatura del Estado. Sin embargo, la opacidad generalizada construida en torno a La Zarzuela o la artificial imagen creada de un monarca "campechano" y "popular", no consiguieron que calara mayoritariamente entre la gente. Ni tan siquiera cuando el papel de Juan Carlos I fue reconvertido a los ojos del gran público presentándole como "salvador de la democracia" tras el golpe del 23-F.
Con el conocimiento de los desmanes e irregularidades en la familia real, los casos de corrupción y el levantamiento en parte del escudo periodístico que protegía a los moradores de La Zarzuela, la crisis monárquica se ha ido agudizando en los últimos años. La abdicación de Juan Carlos I y su posterior salida del territorio tras los nuevos escándalos conocidos, han llevado a la institución monárquica a un descrédito creciente, sensación que no es nueva en el Estado español en lo que a su representación coronada se refiere.
Si las actitudes irregulares y sospechosas de corrupción minaron la reputación del hoy "emérito", los errores políticos de su heredero llevan camino de profundizar la crisis de una institución cada vez más contestada.
La Constitución española del 78, que incorporó la monarquía sin consulta popular, reserva al rey exclusivamente el papel de "árbitro" en el funcionamiento de las instituciones del Estado. Rol que, cuando menos, el actual monarca vulneró en su pronunciamiento del 3 de octubre de 2017 en relación al procés de Catalunya y que ha malinterpretado recientemente al dejar constancia de su malestar ante la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de evitar su presencia en un acto protocolario judicial en Barcelona. Ni arbitraje, ni moderación. Felipe VI o sus asesores de la Casa Real no acertaron en ambas ocasiones desequilibrando el perfil de un jefe de Estado que, como la mujer del césar, no sólo debería ser neutral en el ámbito político sino también esforzarse en parecerlo.
Los dos errores cometidos hasta ahora llevan camino de ser tres. En los últimos días se observa en el enfangado escenario de la política española un interés creciente por parte de los partidos de derechas –del PP y de Vox– por vincular su estrategia de acoso al ejecutivo estatal con la apropiación de la imagen del monarca y su supuesta defensa pública. Esta patrimonialización de la jefatura del Estado convierte al rey en un fetiche, identificando su figura con los valores de unidad, españolidad y supuesto orden con los que se presentan públicamente Casado y Abascal. Ese afán de identificación y de apropiación de la institución pretende, de facto, monopolizar la imagen del rey. Solo ellos –PP y Vox– defienden al rey. Solo ellos combaten a quienes pretenden derribarlo. Esta asociación de ideas, de imágenes y de consignas no es nuevo. Los retratados en la foto de Colón han utilizado la misma técnica excluyente con la Constitución o con tantos otros elementos comunes.
El pasado jueves, el Congreso de los Diputados votaba una moción presentada por los populares de Casado que solicitaba la reprobación del vicepresidente Pablo Iglesias y el cese del ministro Garzón. La petición de censura se justificaba, según los proponentes, por los ataques a la corona y las "groseras acusaciones" contra el jefe del Estado. El texto de la iniciativa que bien lo pudiera haber escrito, dado su estilo barroco, el Anson que dirigió ABC, contenía citas apocalípticas tales como "la tala de las vigas maestras del Estado de Derecho y el asedio a la independencia de las instituciones han sido el pan de cada día de la vida pública española desde la investidura de un presidente del Gobierno que, tras su victoria democrática en las urnas, decidió libérrimamente echarse en brazos de todos los enemigos de la España Constitucional".
La moción, que recordaba la retórica del infausto NODO o las arengas de aquel colectivo "Almendros" que editorializaba en El Alcázar, buscó una vez más identificar a los "buenos patriotas" –defensores de Felipe VI– frente a los "malos españoles" que "han declarado abiertamente la guerra contra la continuidad histórica de la nación española".
Como cabía esperar, el disparate parlamentario salió derrotado en medio de un debate bronco, hilarante y poco estimulante. Una vez más, perdió Casado y su PP pero, en segunda derivada, la derrota también afectó al jefe del Estado. Y he aquí su tercer error. Salvo que Felipe IV coincidiera con el sentir expresado por el PP, la Casa Real debería haber evitado este ejercicio de confrontación. El propio rey o sus altos funcionarios deberían haber pedido respeto a su institución evitando que unos la utilizaran contra otros. Deberían haber exhortado a Casado a que no utilizara el nombre del rey en vano recordándole que el papel de la Corona es el de representar a todos por igual y no solo a los que le dan "vivas" en público. Pero Zarzuela, nuevamente, calló y dio pábulo a quienes instrumentalizaron su silencio como un apoyo explícito.
Paralelamente, la fundación Libres e Iguales, cuya cabeza visible en este momento es Cayetana Álvarez de Toledo, insertaba en redes sociales un vídeo en el que 183 personajes de la sociedad española se comprometían del lado de la monarquía dando vítores a favor del rey de España en la conmemoración del 12 de octubre, "fiesta nacional". En el documento audiovisual coincidían figuras de la política (Rajoy, Casado, Arrimadas, Abascal, García Page, Corcuera) ; de la cultura (Boadella, Plácido Domingo, Vargas Llosa), de la comunicación (Jiménez Losantos, Carlos Herrera, Herman Terstch) o personajes como Rivera Ordóñez, Belén Esteban o Joseba Arregi entre otros. Rostros conocidos y comprometidos con una causa común: "Viva el Rey, Viva la Constitución y Viva España". Salvando las distancias, son los ansones de nuestro tiempo, los exponentes del nuevo VERDE. Un verde chillón.
No seré yo quien les niegue legitimidad o derecho a sentir o expresar lo que libremente estimen. Las ideas, las creencias, se defienden como expresión genuina del convencimiento de cada cual. No como ariete de confrontación ni con intención agredir a sentimientos ajenos. Sin embargo, en ocasiones, y esta es una de ellas, da la sensación que los vítores y las aleluyas a la monarquía no son sino una instrumentalización política de quienes no admiten ni la diversidad ni la pluralidad de un Estado plural y diverso. De ahí que algunos creamos que tal estrategia, lejos de beneficiar al monarca y al régimen constitucional que le ampara, los debilita notablemente. Desconozco si sus promotores son conscientes del efecto de su estrategia ya que su grito de "Viva el rey" se está convirtiendo, por pura reacción, en un jaque al rey.
 

El gran estadista lissensioo por la universisad del MORRO DE CEMENTO ARMADO y con Master en no se que por Havararavacaaa esta dispuesto a lo que sea contal de que no lleguen los fondos del COVID19 de la EU a Espanya a el no le afecta tiene un buen sueldo y un tejado para cobijarse, los trabajadores que se j...an por haber votado lo que no debían

Este es el gran defensor de Hespanistan y sus ciudadanos junto con C,s y los fascistas de VOX

Casado sobre la renovación del CGPJ: "A mí no me presiona nadie"
EL PRESIDENTE DEL PP ASEGURA QUE NO PACTARÁ LA RENOVACIÓN DEL CGPJ MIENTRAS NO SE RETIRE LA PROPOSICIÓN DE LEY PARA REFORMAR LA ELECCIÓN DEL ÓRGANO DE LOS JUECES
RC/ EFE 14.10.2020 | 10:34
El presidente del PP, Pablo Casado, en la sesión de control en el Congreso
El presidente del PP, Pablo Casado, en la sesión de control en el Congreso EFE
El líder del PP, Pablo Casado, ha advertido este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que "mientras no retire el atropello legal" que supone la reforma de la elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "no hay nada que pactar" sobre su renovación.
"A mí no me presiona nadie y menos que nadie usted", le ha dicho Casado a Sánchez, a quien también ha pedido que cese al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, "acusado de tres grandes delitos con agravante de género por la Audiencia Nacional", en alusión al Caso Dina.

En este 'cara a cara', el líder del PP ha advertido a Sánchez de que su partido acudirá al Tribunal Constitucional y a las instituciones y tribunales hasta que el Gobierno rectifique con su intención de reformar la ley que regula la elección de los miembros del CGPJ.
"Así que no ponga en riesgo los fondos de reconstrucción por atacar nuestro estado de derecho", le ha dicho al jefe del Ejecutivo.
Le ha pedido además que no busque en el PP, por su decisión de no negociar la renovación de las instituciones, "falsos culpables" de esta ley que ha definido como "polaca" -Polonia y Hungría están consideradas en la UE como los países que menos respetan los principios fundamentales del estado de derecho, entre ellos la independencia judicial-.
ESTADO DE ALARMA

También ha encontrado Casado en este "cara a cara" tiempo para reprochar al Ejecutivo sus decisiones sobre la Comunidad de Madrid y ha acusado al presidente de no tener el "coraje" de acudir mañana al Congreso a defender el estado de alarma que ha "impuesto" en varios municipios de la Comunidad, incluida la capital.
Será el ministro Salvador Illa quien explique mañana la decisión de decretar la alarma, que no necesita de la autorización del Congreso -sólo sería necesaria en caso de prórrogas-.
"Usted no viene aquí a explicar por qué en autonomías en las que gobierna la izquierda con mayor incidencia de contagios usted no hace nada y sin embargo a Madrid le cambia hasta los requisitos, cuando ya reconoce su mejoría hasta la Organización Mundial de la salud", ha lamentado Casado en sus reproches a Sánchez.
Y le ha acusado de mentir con los fallecidos o con los "informes ocultos" de seguridad nacional, para terminar pidiéndole que retire la alarma o si no su soberbia le va jugar una mala pasada. "En Europa nos ven ya como estado fallido, pero el único fallido es usted como presidente del Gobierno", ha concluido.
 
Así fraguó Casado la intervención de su vida: la ayuda de su mujer y el discurso "marciano" de Abascal
El líder del PP preparó durante semanas el texto y lo remató el miércoles al ver que el candidato de Vox no tenía programa y se mostraba tan eurófobo. En Génova celebran que se ocultase el sentido del voto y quién iba a hablar hasta el último minuto
Así fraguó Casado la intervención de su vida: la ayuda de su mujer y el discurso marciano de Abascal

Así fraguó Casado la intervención de su vida: la ayuda de su mujer y el discurso "marciano" de Abascal David Mudarra (PP)
ANTONIO RODRÍGUEZ
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PUBLICADO 23/10/2020 04:45ACTUALIZADO23/10/2020 04:52
El discurso de Pablo Casado con el que dinamitó la moción de censura de Vox y que fue aplaudido tanto por Pedro Sánchez como por Pablo Iglesias, contó con la ayuda en su redacción de Isabel Torres, la esposa del presidente del Partido Popular, según revelaron fuentes de la dirección nacional del PP a Vozpópuli.
MÁS INFO
El líder del PP pidió consejo a su mujer en varios momentos de las últimas semanas y en la víspera compartió con ella el texto que iba a leer en el hemiciclo. Las citadas fuentes resaltan la novedad de este hecho, pues hasta ahora se desconocía esta faceta de asesoramiento de Torres con su marido en temas políticos.
Casado se preparó a fondo la intervención porque tuvo el tiempo que no se da en otras ocasiones. Desde que Santiago Abascal comunicó a finales de julio que presentaría su candidatura a la Presidencia del Gobierno, él interiorizó que esta maniobra parlamentaria buscaba quitarle el liderazgo del centro-derecha y arrebatarle más votantes de los cuatro millones que optaron por Vox en las elecciones de hace un año.
Isabel Torres y Pablo Casado.

Isabel Torres y Pablo Casado. Gtres
Fue entonces cuando empezó a pergeñar su discurso. Primero preguntó a barones autonómicos, dirigentes nacionales y regionales qué hacer ante el envite hostil de Abascal. Luego, en las últimas semanas, y a medida que se acercaba la moción, fue hilvanando su intervención por escrito. Pidió a sus asesores papeles, "ideas fuerza", informes y dosieres. "Exige mucha información y llegado el momento se encierra, se lo trabaja muchísimo", subraya uno de sus colaboradores.
En su cabeza se abría paso el 'no' a la moción, tuvo dudas como una parte importante de los diputados del PP que veían la abstención como la mejor opción para no enfadar a sus antiguos votantes, pero el discurso "marciano" de Abascal el miércoles le dio el empujón definitivo. Su número dos, Teodoro García Egea, ya advirtió de que la moción era "una tomadura de pelo". Había llegado la hora del ataque frontal contra Vox.
Casado fue informando a los vicesecretarios del partido y unas pocas personas más de lo que iba a decir al día siguiente en el hemiciclo. Todos recibieron la instrucción de no decir nada
Casado dispuso de casi 24 horas para diseñar la respuesta al candidato a suceder a Sánchez. No tuvo que responderle el miércoles debido al formato de la moción de censura, en el que las réplicas empiezan por los partidos con menor representación.
Esa ventaja, que no tiene en otros plenos, la utilizó el líder del PP para modificar partes del discurso y meter nuevos párrafos. "El esquema ya lo tenía, pero luego introdujo cosas. La intervención de Abascal confirmó la línea de trabajo que había escrito y le quitó las pocas dudas que le quedaban", relatan las citadas fuentes.
El factor sorpresa
El golpe a Abascal fue más duro, si cabe, porque Casado se guardó el sentido del voto hasta el momento de subir al estrado. Tampoco se supo hasta el último minuto quién iba a hablar en nombre del PP. Ese factor sorpresa fue la gran decisión estratégica del PP en la moción de censura. Un silencio que provocó nervios en las filas populares en los días previos pues muchos no lo compartían.
"Ahora se entiende el esperar hasta el último momento, el no decir nada, el aguantar las presiones porque no hubiera sido lo mismo en el caso de decir hace un mes qué íbamos a votar", confiesan en Génova. "Nos decían que era un error de estrategia cuando se ha visto ahora que ha sido un completo acierto", añaden.
Las diez frases del discurso de Casado contra la moción de Vox.

Las diez frases del discurso de Casado contra la moción de Vox.
Ante los mensajes eurófobos de Abascal contra "la maquinaria despótica de Bruselas" y el "mega Estado federal que se parece demasiado a la República Popular China, a la Unión Soviética o, incluso, a la Europa soñada por Hitler”, en la sede nacional del PP se dieron cuenta de que era el momento de romper 'la foto de Colón'.
En la tarde del miércoles, Casado fue informando a los vicesecretarios del partido y unas pocas personas más de lo que iba a decir al día siguiente en el hemiciclo. Todos recibieron la instrucción de no comentar nada hasta que lo hiciera el propio presidente. Guardaron el secreto y él subió al estrado para ajustar cuentas pendientes. "Sr. Abascal, en política, lo que no es posible es falso..." fueron sus primeras palabras de un discurso de 36 minutos.
 
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