Muere súbitamente Albert Solà, el hombre que aseguraba ser hijo del rey emérito

En Belgica no fue así
El anterior rey se tuvo que hacer la prueba de ADN y se reconoció a una hija extramatrimonial.
Ya lo sé.

Pero eso no tiene nada que ver con la inviolabilidad, que como he explicado, es la ausencia de responsabilidad por sus actos. Es decir, no se le puede acusar de ningún delito. O pedirle responsabilidades civiles.
 
Miremos las edades.

Ha muerto con 66 años. Juan Carlos tiene 84.
Significa que lo tuvo con 18 años, en 1956 cuando estaba en España, fue cuando pegò el tiro a su hermano y lo mató el 29 de marzo 1956 el jueves santo de semana santa. Le enviaron a una escuela militar de Zaragoza.

Hay que ser inutiles de querer jugar con pistolas que las carga el diablo.

Entonces a los 18 años dejó a una embarazada y mató a su hermano. Pleno total.
Pone que Albert seguía trabajando de camarero y no estaba jubilado, que raro. Que iba a ese bar después de su trabajo.
 
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Aquí hablan de mas hijos secretos

¿Quiénes son los hijos secretos del Rey Juan Carlos? Estas son sus historia​

Julio Plaza TorresJulio Plaza Torres
24 Diciembre 2018 11:10
El Rey Juan Carlos no está exento de polémicas. Sus reuniones con el rey saudí, las declaraciones de Corinna, su relación con la Reina Sofía... La supuesta pulcritud de la Casa Real que muestra a los medios contrasta enormemente con los problemas que son casi imposibles de ocultar

Sus propios hijos no están exentos de estas polémicas: ya se habló de que Juan Carlos I le pidió a su hija la infanta Cristina que se divorciara de Urdangarin; también hizo algo similar al decirle al Rey Felipe VI que se separara de la Reina Letizia; y no hay que olvidar que hace bastante tiempo su otra hija la infanta Elena estuvo en el foco de los medios al divorciarse de Marichalar.

Pero parece que a las polémicas del Rey Emérito y a los hijos de éste le salen todo el rato compañeros, pues los hijos secretos que tiene Juan Carlos I cada vez son más. Cinco son las personas que ya han declarado ser hijos del monarca y, aunque ninguno ha sido reconocido oficialmente, los viajes del Rey han sido muchos y la fama que tiene hace que sea posible que algún hijo ilegítimo tenga por ahí.

La improbable hija María José de la Ruelle​

María José de la Ruelle no tiene parecido físico ni pruebas que desmuestren la paternidad
"María José de la Ruelle no tiene parecido físico ni pruebas que desmuestren la paternidad"

Éste es el caso más antiguo de una persona que haya reclamado la paternidad del Juan Carlos I. María José de la Ruelle es una mujer francesa de más de 60 años que lleva años asegurando que es hija del Rey Emérito y de María Gabriela de Saboya, princesa de Italia y primera novia de Juan Carlos.

De la Ruelle lleva años solicitando pruebas genéticas, pues afirma que fue concebida en un crucero en 1954 cuando Juan Carlos I era aún muy joven. A pesar de ser uno de las primeras paternidades reclamadas a Juan Carlos, la mujer no tiene parecido físico ni ha aportado demasiadas pruebas, por lo que la Casa Real obvió el caso y la mayoría de monárquicos ven imposible esta relación.

Albert Solá, el hijo con más parecido físico​

Albert Solá es el único hombre que ha reclamado la paternidad del rey
"Albert Solá es el único hombre que ha reclamado la paternidad del rey"

También con más de 60 años, Albert Solá es el único hombre que ha reclamado la paternidad del Rey Emérito. El catalán guarda un gran parecido con su supuesto padre, incluso más que Felipe VI, y por edad, si fuera reconocido, tendría derecho a reinar España. Aún así, Solá siempre ha dicho que lo que quiere es justicia y no el cargo monárquico. Él afirma que si se diera el caso abdicaría.

Según el supuesto hijo, su madre biológica, Anna María Bach Ramón, tuvo relaciones con Juan Carlos I y el niño que concibió le fue arrebatado y dado en adopción a otra familia.

Además de su apariencia, Albert Solá asegura que durante su infancia recibió multitud de bicicletas como regalo que llegaban a su casa y no sabía de quién eran, lo cual coincide con algunas declaraciones de otros presuntos hijos del Rey. También afirma que en la mili se le hizo un reconocimiento más exhaustivo que al resto.

El catalán siempre afirma que no quiere ni fama ni dinero, sólo quiere ser reconocido por su verdadero padre. De hecho, se hizo una prueba de ADN con una de sus supuestas hermanas, Ingrid Sartiau, y los resultados dieron un 90% de posibilidades de que fueran hermanos.

Ingrid Sartiau, la mujer a la que le rechazaron la demanda​

Ingrid Sartiau asegura que su hija se parece mucho a la infanta Cristina
"Ingrid Sartiau asegura que su hija se parece mucho a la infanta Cristina"

Liliane Sartiau sostiene que tuvo una relación con Juan Carlos I en 1965 y de ella nació Ingrid Sartiau. La belga, que actualmente tiene 52 años, lleva años reclamando la paternidad del antiguo rey de España con la ayuda de su madre.
Sartiau interpuso una demanda hace años que inicialmente fue aceptada, pero en 2015 el Tribunal Supremo archivó el caso, por lo que la mujer no logró ser reconocida ni realizarse ninguna prueba genética con el monarca.
Como su presunto hermano, también tiene cierto parecido físico con el rey y ella misma sostiene que su hija, Aude Martí, se parece mucho a la infanta Cristina. Actualmente colabora con Albert Solá para hacer más presión y recabar más pruebas para lograr se reconocidos como hijos de Juan Carlos I.

María A. L. A., la anónima que pide lo que es suyo​

El último de los casos conocidos es el de Maria A. L. A., una mujer que se mantiene en el anonimato parcial y que sólo ha concedido una entrevista a El Español para hablar de su caso.
Esta mujer catalana de 54 años asegura que su madre tuvo una relación con el rey gracias a que su abuelo trabajaba en el pantano de Santa Ana, Lleida, y allí conoció tanto al monarca como a Franco.
Lo que María reclama es justicia y que le den lo que es suyo, porque tiene una invalidez del 68%, cobra 460 euros al mes y tuvo que dejar los trabajos que ha regentado por su enfermedad. Muy dolida, afirma que ya no tiene interés en conocerlo, sino que quiere lo que le corresponde, así que lo que parece estar pidiendo es dinero.
No aporta fotos ni pruebas a la entrevista, lo que sí comenta son los testimonios de su madre, que le asegura que tuvo relaciones con el rey emérito, y también múltiples regalos como bicicletas de un remitente desconocido, igual que le pasaba a Albert Solá.

La famosa y desconocida hija del rey​

Pilar Eyre sostiene que una famosa aristócrata es hija del rey
"Pilar Eyre sostiene que una famosa aristócrata es hija del rey"
Esta hija es la que no se ha pronunciado, al menos públicamente, de la que menos datos se saben. Y es que quien confirmó esta nueva hija ilegítima es Pilar Eyre, la periodista y biógrafa, que afirma que esta mujer es de la aristocracia y tiene un título importante en España.

No aporta pruebas ni fotografías, pero Eyre asegura que esta supuesta hija ha protagonizado portadas de revistas, es un personaje conocido en el país y guarda un gran parecido con Juan Carlos I. De ser cierto, si este caso se destapara supondría un gran escándalo mediático y una grave polémica para la Casa Real.

Los otros hijos de Juan Carlos​

Estas cinco personas son los supuestos hijos ilegítimos del rey emérito. Pero, ¿son los únicos? La fama de mujeriego y seductor del monarca es bien conocida y el historial de amoríos que tiene hace que muchas personas aseguren que el número de hijos del rey puede llegar a 19.

De hecho, el coronel Amadeo Martínez afirmó en su libro que Juan Carlos I ha llegado a tener 5.000 amantes, de las cuales 4.000 han sido durante su matrimonio con la Reina Sofía. María Gabriela de Saboya sería la primera de todas ellas y la famosa Corinna la última.

El libro de Amadeo Martínez, que fue editado en Portugal para evitar presiones, habla de todo ello, pero al final nada es seguro ni hay pruebas fehacientes. Por lo tanto, al final, lo que es seguro es que Juan Carlos I tiene al menos tres hijos.
 

Alberto de Mónaco tb tiene hijos mucho mayores, fuera del matrimonio...así q nunca iban a reinar. Reinan los hijos concebidos dentro del matrimonio eclesiástico....aún cuando fuese reconocido y bla, bla, bla ..jamás tendría el trono de España, aunque fuese mayor que Felipe.

Que a Elena le haya quitado el puesto, su hermano Felipe, ya es injusto...pero ningún Albert se lo iba a quitar, ni a ella, menos a Felipe Vl.
 
Miremos las edades.

Ha muerto con 66 años. Juan Carlos tiene 84.
Significa que lo tuvo con 18 años, en 1956 cuando estaba en España, fue cuando pegò el tiro a su hermano y lo mató el 29 de marzo 1956 el jueves santo de semana santa. Le enviaron a una escuela militar de Zaragoza.

Hay que ser inutiles de querer jugar con pistolas que las carga el diablo.

Entonces a los 18 años dejó a una embarazada y mató a su hermano. Pleno total.
Pone que Albert seguía trabajando de camarero y no estaba jubilado, que raro. Que iba a ese bar después de su trabajo.
Ya tengo la fecha en la que nació Albert Solá. Ha muerto con 66 años. Juan Carlos tiene 84. Mata a su hermano y luego tiene su primer hijo ilegitimo, todo a los 18 años, vaya una pieza. Siempre ha sido adicto al s*x* esa es la realidad.

Significa que Juan Carlos lo tuvo a los 18 años, en 1956 cuando estaba en España.
Fue cuando pegó el tiro a su hermano y lo mató el 29 de marzo 1956 el jueves santo de Semana Santa en Estoril.
Él estaba en una escuela militar de Zaragoza mientras que su familia Vivian en Estoril, Portugal.

El 16 de agosto de 1956 nace Albert Solá en Barcelona
hijo de Ana María Ramón Bach de 18 años.
Así que Ana se quedó embarazada 9 meses antes, en Diciembre de 1955 cuando ambos tenia 17 años.

1956, el año más convulso para el emérito: muere su hermano y nace su hijo ilegítimo​

  • Albert Solà se realizó una prueba de ADN que dio una coincidencia del 99% con el del monarca.
  • Solà asegura que el CNI le pidió que renunciase a la corona, petición a la que no se opuso.
  • EH Bildu sostiene que, al ser mayor que Felipe VI, Solà podría ser el legítimo heredero al trono de España.
por Julia Font Garcia
24 octubre, 2020 06:00

Si hablamos de Albert Solà, barcelonés de 64 años que trabaja en un bar de La Bisbal de L’Empordà (Girona) llamado El Drac, nada llama la atención. Pero si hablamos de Albert Solà, más conocido por sus amigos como el Monarca ya empieza a sonar algo raro. ¿Por qué el Monarca? Pues porque según Solà - y una prueba de ADN que ratifica una coincidencia del 99% con la de Juan Carlos I- es el hijo ilegítimo del rey emérito.

«Creo que mi padre es Juan Carlos I. Y no solo lo creo por mi parecido físico con él, algo obvio, sino porque esta es la conclusión a la que he llegado tras años de investigaciones». Así empieza el libro del catalán, El monarca de la Bisbal, en el que deja claro desde el primer momento que su padre es Juan Carlos I. Alto, ojos claros y con una prominente nariz, así es Solà quien, indudablemente, se parece al emérito.

Primeros años y juventud​

Su historia comienza en Barcelona, en 1956. Por aquel entonces, Juan Carlos I tenía 18 años. El mismo año que, como apunta La Marea, el rey disparó y mató a su hermano por accidente. El 16 de agosto nace Alberto Bach, hijo de una joven proveniente de una buena familia de banqueros catalanes. Como en aquel entonces un hijo ilegítimo era un escándalo la familia materna del niño decidió llevarlo a la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona, donde ingresó como “hijo expósito de padres desconocidos”.
https://2dayblog.online/consejos-para-elegir-el-traje-de-novio/?utm_campaign=hULxNVi030&clickid=GiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ&campid=21259080&creaid=http://cdn.taboola.com/libtrc/static/thumbnails/83f831b3a6493968e9b10ce9891b2916.jfif&site=merca2-moncloa&titlex=Este+es+el+consejo+que+todos+los+Españoles+tienen+que+saber&siteid=1216104&sitedomain=moncloa.com&timestamp=2022-10-10+11:14:28&campaignname=AD1+ES&itemid=3569820963&px={px}&tblci=GiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ#tblciGiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ
Albert Solà pasó sus cinco primeros años de vida en Ibiza donde, según él, estuvo con una familia en la que “no me adaptaron , sino que me tenían a su cuidado a cambio de estipendio”. En 1961 le trasladaron al Palacio Real de Pedralbes, en Barcelona, donde le tuvieron “escondido” hasta que cumplió ocho años, cuenta en el libro. Solà relata que, de esa época, solo recuerda una mujer rubia que podría ser de su familia. Quizá la madre de Juan Carlos I, María de las Mercedes. Aquí permanecería hasta 1964, año en que fue adoptado por Salvador Solà y Antonia Jiménez.

Su nueva familia cuidaba y vivía en una masía, propiedad de un médico catalán. Criado en un entorno rural, Solà afirma que sus padres eran muy humildes. Sin embargo, el niño no estaba exento de caprichos: cuando cumplió 16 años le regalaron una moto Guzzi, algo le extrañó debido la precariedad económica del matrimonio. «En casa no había dinero para ese tipo de regalos […] No dejé de sospechar que había alguien, a quien no conocía, que nos había ayudado económicamente. y esta persona pensaba más en mí que en mis padres», reconoce. Esta moto no fue el único regalo desproporcionado que recibió ya que, cuando cumplió 18 años, le regalaron un Renault 5: «Estaba claro que alguien de mi familia biológica (paterna o materna) quería que llevara una vida más desahogada de la que me correspondía por mi edad y estatus«, recoge El Español.

Servicio militar obligatorio​

Como todos los jóvenes españoles de la época, Albert Solà tuvo que marchar a hacer el servicio militar obligatorio (mili). Corría el año 1977. Solà afirma en sus memorias que, desde el primer moment recibió un trato preferencial, hasta tal punto que uno de sus compañeros, extrañado por la posición de privilegio del joven le preguntó: “Oye, chaval, pero ¿tú quién eres?”. Durante el servicio pudo ver en varias ocasiones a Juan Carlos I lo que él achacó, tiempo después, a la posible curiosidad del monarca por verlo “de forma discreta”.

Investigación​

Como no encontraba explicación a todos estos privilegios Solà decidió, en 1982, empezar a investigar sus orígenes. Empezó donde todo había empezado: en la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona, donde no le dieron información. Cansado de las negativas que no respondían a lo que había ido a buscar, Albert consiguió que el director del centro admitiera que su padre formaba parte de las “altas esferas políticas”.

Años después, mientras el vivía en México, recibió una carta de la Casa Provincial de la Maternidad en la que le proporcionaban el nombre de su madre biológica: Josefa. Al ponerse en contacto con la familia de ésta, y un montón de interrogantes y dudas después, descubrió que no era su verdadera madre. Así fue como decidió contratar a unos detectives que llevasen a cabo una investigación para esclarecer todas sus dudas. Y buscando dieron con Ana María Ramón Bach: una joven que se había quedado embarazada con 18 años, a la que separaron de su hijo. Sin embargo, los detectives tampoco le suministraron la información que él demandaba y tiempo después la empresa desapareció. Solà llegó a la conclusión de que «cuando supieron de quién era hijo en realidad, aceptaron ocultar mi nombre real».

En medio de este mar de dudas, apareció un tal Javier. Albert no sabía quién era ni qué quería, pero pensaba que podría ser un agente secreto. Movido por la curiosidad se trasladó a Madrid, donde descubrió que estaba relacionado con el monarca. “El agente secreto le explicó que justo cuando él nació, el emérito había alardeado frente a sus más allegados de que acababa de ser padre de un niño en Barcelona”, escribe El Español. Como tampoco le resolvía nada, decidió volver a México pero recibió una llamada sin identificar: «Señor Alberto Solà Jiménez, sabemos que usted quiere regresar a México. Por su seguridad, no salga del país. Buenas tardes». Así fue como se quedó en La Bisbal. Pero nunca más supo de Javier.

Cansado de todos los vaivenes, decidió recurrir a la justicia. Demandó a la Diputación de Barcelona quienes admitieron su petición. El 3 de julio de 2001 el juez pidió conocerlo en persona. En la reunión, el magistrado hizo unas declaraciones que cambiarían su vida para siempre: «Señores, ya saben quién es el padre del señor Albert Solà Jiménez. Es don Juan Carlos de Borbón y Borbón, rey de España». El juez le entregó un sobre con 98 documentos y le dijo que todo lo que había dicho era extraoficial. A partir de ahí, su vida cambió. Contacto con la prensa y recibió una llamada de la Zarzuela. Cuenta que recibió del Palacio, a lo largo del año, un total de 12 llamadas para preguntarle “cómo estaba”.

CNI y renuncia a la corona​

En el libro también cuenta cómo renuncio a la corona: habló con el CNI desde donde le pidieron que renunciase. «Les respondía que no me importaba hacerlo […] No tengo ningún interés en la Corona, porque no he sido educado para ser rey, más bien todo lo contrario», escribe Albert. Una vez renunciado a sus derechos, le ofrecieron realizarse una prueba de ADN para así compararlo con el de Juan Carlos I que dio una coincidencia del 99% en el de ADN de ambas muestras.

El CNI también le confirmó que el rey le había protegido siempre. «Conocía mis correrías, puesto que recibía regularmente informes del CNI sobre mí».
 
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Alberto de Mónaco tb tiene hijos mucho mayores, fuera del matrimonio...así q nunca iban a reinar. Reinan los hijos concebidos dentro del matrimonio eclesiástico....aún cuando fuese reconocido y bla, bla, bla ..jamás tendría el trono de España, aunque fuese mayor que Felipe.

Que a Elena le haya quitado el puesto, su hermano Felipe, ya es injusto...pero ningún Albert se lo iba a quitar, ni a ella, menos a Felipe Vl.
Y?
Por eso el tipo (o todas las otras personas que reclaman ser hijos del Bribón) no tienen derecho a conocer su origen?
 
Ya tengo la fecha en la que nació Albert Solá. Ha muerto con 66 años. Juan Carlos tiene 84. Mata a su hermano y luego tiene su primer hijo ilegitimo, todo a los 18 años, vaya una pieza. Siempre ha sido adicto al s*x* esa es la realidad.

Significa que Juan Carlos lo tuvo a los 18 años, en 1956 cuando estaba en España.
Fue cuando pegó el tiro a su hermano y lo mató el 29 de marzo 1956 el jueves santo de Semana Santa en Estoril.
Él estaba en una escuela militar de Zaragoza mientras que su familia Vivian en Estoril, Portugal.

El 16 de agosto de 1956 nace Albert Solá en Barcelona
hijo de Ana María Ramón Bach de 18 años.
Así que Ana se quedó embarazada 9 meses antes, en Diciembre de 1955 cuando ambos tenia 17 años.

1956, el año más convulso para el emérito: muere su hermano y nace su hijo ilegítimo​

  • Albert Solà se realizó una prueba de ADN que dio una coincidencia del 99% con el del monarca.
  • Solà asegura que el CNI le pidió que renunciase a la corona, petición a la que no se opuso.
  • EH Bildu sostiene que, al ser mayor que Felipe VI, Solà podría ser el legítimo heredero al trono de España.
por Julia Font Garcia
24 octubre, 2020 06:00

Si hablamos de Albert Solà, barcelonés de 64 años que trabaja en un bar de La Bisbal de L’Empordà (Girona) llamado El Drac, nada llama la atención. Pero si hablamos de Albert Solà, más conocido por sus amigos como el Monarca ya empieza a sonar algo raro. ¿Por qué el Monarca? Pues porque según Solà - y una prueba de ADN que ratifica una coincidencia del 99% con la de Juan Carlos I- es el hijo ilegítimo del rey emérito.

«Creo que mi padre es Juan Carlos I. Y no solo lo creo por mi parecido físico con él, algo obvio, sino porque esta es la conclusión a la que he llegado tras años de investigaciones». Así empieza el libro del catalán, El monarca de la Bisbal, en el que deja claro desde el primer momento que su padre es Juan Carlos I. Alto, ojos claros y con una prominente nariz, así es Solà quien, indudablemente, se parece al emérito.

Primeros años y juventud​

Su historia comienza en Barcelona, en 1956. Por aquel entonces, Juan Carlos I tenía 18 años. El mismo año que, como apunta La Marea, el rey disparó y mató a su hermano por accidente. El 16 de agosto nace Alberto Bach, hijo de una joven proveniente de una buena familia de banqueros catalanes. Como en aquel entonces un hijo ilegítimo era un escándalo la familia materna del niño decidió llevarlo a la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona, donde ingresó como “hijo expósito de padres desconocidos”.
https://2dayblog.online/consejos-para-elegir-el-traje-de-novio/?utm_campaign=hULxNVi030&clickid=GiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ&campid=21259080&creaid=http://cdn.taboola.com/libtrc/static/thumbnails/83f831b3a6493968e9b10ce9891b2916.jfif&site=merca2-moncloa&titlex=Este+es+el+consejo+que+todos+los+Españoles+tienen+que+saber&siteid=1216104&sitedomain=moncloa.com&timestamp=2022-10-10+11:14:28&campaignname=AD1+ES&itemid=3569820963&px={px}&tblci=GiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ#tblciGiDj6qLrcvVNV_jrVtv0qj589vylDqZMQ5K0xyPG2NRwaSDT_Voo_sqO4sbClb3pAQ
Albert Solà pasó sus cinco primeros años de vida en Ibiza donde, según él, estuvo con una familia en la que “no me adaptaron , sino que me tenían a su cuidado a cambio de estipendio”. En 1961 le trasladaron al Palacio Real de Pedralbes, en Barcelona, donde le tuvieron “escondido” hasta que cumplió ocho años, cuenta en el libro. Solà relata que, de esa época, solo recuerda una mujer rubia que podría ser de su familia. Quizá la madre de Juan Carlos I, María de las Mercedes. Aquí permanecería hasta 1964, año en que fue adoptado por Salvador Solà y Antonia Jiménez.

Su nueva familia cuidaba y vivía en una masía, propiedad de un médico catalán. Criado en un entorno rural, Solà afirma que sus padres eran muy humildes. Sin embargo, el niño no estaba exento de caprichos: cuando cumplió 16 años le regalaron una moto Guzzi, algo le extrañó debido la precariedad económica del matrimonio. «En casa no había dinero para ese tipo de regalos […] No dejé de sospechar que había alguien, a quien no conocía, que nos había ayudado económicamente. y esta persona pensaba más en mí que en mis padres», reconoce. Esta moto no fue el único regalo desproporcionado que recibió ya que, cuando cumplió 18 años, le regalaron un Renault 5: «Estaba claro que alguien de mi familia biológica (paterna o materna) quería que llevara una vida más desahogada de la que me correspondía por mi edad y estatus«, recoge El Español.

Servicio militar obligatorio​

Como todos los jóvenes españoles de la época, Albert Solà tuvo que marchar a hacer el servicio militar obligatorio (mili). Corría el año 1977. Solà afirma en sus memorias que, desde el primer moment recibió un trato preferencial, hasta tal punto que uno de sus compañeros, extrañado por la posición de privilegio del joven le preguntó: “Oye, chaval, pero ¿tú quién eres?”. Durante el servicio pudo ver en varias ocasiones a Juan Carlos I lo que él achacó, tiempo después, a la posible curiosidad del monarca por verlo “de forma discreta”.

Investigación​

Como no encontraba explicación a todos estos privilegios Solà decidió, en 1982, empezar a investigar sus orígenes. Empezó donde todo había empezado: en la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona, donde no le dieron información. Cansado de las negativas que no respondían a lo que había ido a buscar, Albert consiguió que el director del centro admitiera que su padre formaba parte de las “altas esferas políticas”.

Años después, mientras el vivía en México, recibió una carta de la Casa Provincial de la Maternidad en la que le proporcionaban el nombre de su madre biológica: Josefa. Al ponerse en contacto con la familia de ésta, y un montón de interrogantes y dudas después, descubrió que no era su verdadera madre. Así fue como decidió contratar a unos detectives que llevasen a cabo una investigación para esclarecer todas sus dudas. Y buscando dieron con Ana María Ramón Bach: una joven que se había quedado embarazada con 18 años, a la que separaron de su hijo. Sin embargo, los detectives tampoco le suministraron la información que él demandaba y tiempo después la empresa desapareció. Solà llegó a la conclusión de que «cuando supieron de quién era hijo en realidad, aceptaron ocultar mi nombre real».

En medio de este mar de dudas, apareció un tal Javier. Albert no sabía quién era ni qué quería, pero pensaba que podría ser un agente secreto. Movido por la curiosidad se trasladó a Madrid, donde descubrió que estaba relacionado con el monarca. “El agente secreto le explicó que justo cuando él nació, el emérito había alardeado frente a sus más allegados de que acababa de ser padre de un niño en Barcelona”, escribe El Español. Como tampoco le resolvía nada, decidió volver a México pero recibió una llamada sin identificar: «Señor Alberto Solà Jiménez, sabemos que usted quiere regresar a México. Por su seguridad, no salga del país. Buenas tardes». Así fue como se quedó en La Bisbal. Pero nunca más supo de Javier.

Cansado de todos los vaivenes, decidió recurrir a la justicia. Demandó a la Diputación de Barcelona quienes admitieron su petición. El 3 de julio de 2001 el juez pidió conocerlo en persona. En la reunión, el magistrado hizo unas declaraciones que cambiarían su vida para siempre: «Señores, ya saben quién es el padre del señor Albert Solà Jiménez. Es don Juan Carlos de Borbón y Borbón, rey de España». El juez le entregó un sobre con 98 documentos y le dijo que todo lo que había dicho era extraoficial. A partir de ahí, su vida cambió. Contacto con la prensa y recibió una llamada de la Zarzuela. Cuenta que recibió del Palacio, a lo largo del año, un total de 12 llamadas para preguntarle “cómo estaba”.

CNI y renuncia a la corona​

En el libro también cuenta cómo renuncio a la corona: habló con el CNI desde donde le pidieron que renunciase. «Les respondía que no me importaba hacerlo […] No tengo ningún interés en la Corona, porque no he sido educado para ser rey, más bien todo lo contrario», escribe Albert. Una vez renunciado a sus derechos, le ofrecieron realizarse una prueba de ADN para así compararlo con el de Juan Carlos I que dio una coincidencia del 99% en el de ADN de ambas muestras.

El CNI también le confirmó que el rey le había protegido siempre. «Conocía mis correrías, puesto que recibía regularmente informes del CNI sobre mí».
No sé qué organismo es el CNI pero, por razonamiento, me extraña que le hayan pedido que renuncie a la Corona
Hasta yo , que no vivo en monarquía, sé que solo hereda la misma el descendiente del matrimonio real. Otra cosa es la parte herencial. Ese tipo de comentarios, que parecen imaginaciones de Albert, son los que me hacen dudar de la historia. Y también las fechas son contradictorias.
De ser cierto el lazo sanguíneo no dudo en afirmar que debió reconocerlo. Los hijos no son culpables de las decisiones de los padres
 
No sé qué organismo es el CNI pero, por razonamiento, me extraña que le hayan pedido que renuncie a la Corona
Hasta yo , que no vivo en monarquía, sé que solo hereda la misma el descendiente del matrimonio real. Otra cosa es la parte herencial. Ese tipo de comentarios, que parecen imaginaciones de Albert, son los que me hacen dudar de la historia. Y también las fechas son contradictorias.
De ser cierto el lazo sanguíneo no dudo en afirmar que debió reconocerlo. Los hijos no son culpables de las decisiones de los padres
Se entiende que habla de la herencia de la corona.
Ya sabemos de sobra que ningún hijo ilegítimo puede optar a ser parte de ninguna familia real. Los que lo dicen es porque no tienen ni idea.

Se llama efecto Delphine, el precedente que ha hecho la hija ilegítima del rey belga Alberto II, Delphine Boel para que la reconociese como su hija. Ahora todas las familias Reales deben de pasar por el mismo procedimiento
 
Se entiende que habla de la herencia de la corona.
Ya sabemos de sobra que ningún hijo ilegítimo puede optar a ser parte de ninguna familia real. Los que lo dicen es porque no tienen ni idea.

Se llama efecto Delphine, el precedente que ha hecho la hija ilegítima del rey belga Alberto II, Delphine Boel para que la reconociese como su hija. Ahora todas las familias Reales deben de pasar por el mismo procedimiento
Y deberían hacerlo sin que se los pidieran. Los hijos no les pidieron nacer, entonces que se hagan cargo y les den lo que les corresponde.
Tambien es cierto que en muchos casos mienten flagrantemente porque se sienten honrados por llevar sangre real.
Seguro que muchos no harían tanto reclamo a un Juan de los Palotes.
Tengo sentimientos encontrados con el tema respecto a cual sería mi reacción en un hipotético caso. Pienso que tomaría la parte material que me corresponde legalmente pero no impondría mi presencia en acto público alguno. Y menos aun para sentirme como sapo de otro pozo después de haber sido ninguneada desde mi nacimiento. Por eso agarraría solamente la herencia y que les den!
 
Chica pues no sé qué quieres que te diga, para mí ver como hacen lo que quieren impunemente, divertido no es.
Ya, pero es que cuando alguien inventa que el rey emérito se dedica a dejar cadáveres a diestro y siniestro resulta entre ridículo y divertido. Y prefiero tomármelo a coña, la verdad. Porque esas acusaciones a la ligera son vergonzosas.
 
Ser ininputable no tiene nada que ver con hacerte o no unas pruebas de paternidad. Ser inimputable es estar eximido de responsabilidad penal por no poder comprender la ilicitud de un hecho punible o por actuar conforme a dicha comprensión.

El rey de España es INVIOLABLE, no ininputable. Que tampoco tiene que ver con su posible o no paternidad. La inviolabilidad del rey es la no sujeción de su persona a responsabilidad alguna por sus actos, por su condición de rey.
yo diría no tanto por su condición de rey como en su condición de rey. no me puedo creer que si de verdad el rey cometiera un asesinato (no esos que alegremente se le imputan, uno de verdad) no se le pudiera juzgar. No olvidemos que la frase de la inviolabilidad del rey está junto a la indicación de que sus actos han de ser refrendados.
 
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