Lo mismo Marta se lo ha cedido a cambio de que se encargue él de deshacerse de ello. Y así de paso se saca unos eurillos finos, que hay que seguir manteniendo el ritmo de vida.No sé si lo pagó él, cosa que dudo, pero fue Marta la que lo eligió, la que nos contó que la funda de Lino (ella está obsesionada con el lino) no era la correcta y la que dijo que lo había vendido.