Yoler es la típica persona que no te gustaría tener cenando en la mesa de al lado en un restaurante. Es choni y no sabe estar en los sitios. Su egocentrismo lo nota hasta el tipo que toma las comadas que, mientras intenta afinar el oído, no consigue distinguir los nombres de los platos porque Yoler chilla más de lo que su oído acostumbrado a 20 años de servicio en hostelería puede percibir. Ella, en la mesa de al lado, es la que entre gritos y aspavientos, cuenta historia tras otra y no deja participar al resto de sus acompañantes de mesa (aunque solo haya un acompañante). Y si a alguien se le ocurre intentar participar en el podcast que Yoler se ha marcado entre ración de paella y bocado de shushi, ella alza mas la voz. Pero así es Yoler, así es con todo y en su vida en general.
Ella se cree que por gritar más, hacer más tonterías y aspavientos, toquetear o dar algún zarpazo a su acompañante, piensa de sí misma que es el alma de la fiesta, la alegría de la huerta, la juerga padre hecha persona...
Pero NO. La realidad es que a la gente normal, no nos gusta que los de las mesas de al lado nos miren porque nos acompañe una persona que alardea de su mala educación, chabacanería y poco saber estar. Esto tambien es extrapolable a la vida cotidiana.
La gente como Yoler se hace cansina, es muy notas a las par que intensa. Es de la clase de persona a las que sus amigos suelen dar largas para hacer algún plan porque saben que serán la vergüenza ajena allá donde vayan.
Resumen: Yoler en reuniones, salidas a restaurantes, entrevistas y conversaciones con otras personas (lo que viene siendo su vida) es como ese tipo que está sentado en la mesa de al lado fumándose un puro y echando el humo hacia tu mesa, mientras suelta chistes de cuñados vociferando y gesticulando. Cuando acaba la consumición, pide a gritos y con gestos muy exagerados "que le traigan la dolorosaáaaaaaaaaaa"...
Ella se cree que por gritar más, hacer más tonterías y aspavientos, toquetear o dar algún zarpazo a su acompañante, piensa de sí misma que es el alma de la fiesta, la alegría de la huerta, la juerga padre hecha persona...
Pero NO. La realidad es que a la gente normal, no nos gusta que los de las mesas de al lado nos miren porque nos acompañe una persona que alardea de su mala educación, chabacanería y poco saber estar. Esto tambien es extrapolable a la vida cotidiana.
La gente como Yoler se hace cansina, es muy notas a las par que intensa. Es de la clase de persona a las que sus amigos suelen dar largas para hacer algún plan porque saben que serán la vergüenza ajena allá donde vayan.
Resumen: Yoler en reuniones, salidas a restaurantes, entrevistas y conversaciones con otras personas (lo que viene siendo su vida) es como ese tipo que está sentado en la mesa de al lado fumándose un puro y echando el humo hacia tu mesa, mientras suelta chistes de cuñados vociferando y gesticulando. Cuando acaba la consumición, pide a gritos y con gestos muy exagerados "que le traigan la dolorosaáaaaaaaaaaa"...