La ejecución del zar parte II
Desde entonces y a través de una complejidad burocrática muy rusa, se emprendió el trabajo de identificar debidamente los nueve esqueletos recuperados de la fosa de Ekaterimburgo. Para no dejar márgenes de duda, se comparó el código genético de esos huesos con el de la sangre de algunos descendientes del zar y de su mujer, incluido Felipe, el duque de Edimburgo , hasta llegar a la certeza de que los despojos pertenecen a casi todos los ejecutados en aquella madrugada de 1918. Faltan dos cuerpos, el de la princesa María y el del Zarevich Alexei, que posiblemente hayan sido quemados. Ya se han iniciado las búsquedas de esos restos faltantes mientras el aparato administrativo de Moscú se trababa en otro dilema... el del sitio en que los Romanov debían ser enterrados definitivamente.
Finalmente se eligió la fortaleza de Pedro y Pablo en San Petersburgo y la fecha del pasado 17 de julio para que ese funeral coincidiera con los 80 años de la matanza.
Desde entonces comenzaron las leyendas. Entre ellas se encuentra la de Ana Anderson , que ha intentado probar sin éxito , durante muchos años , que ella era la hija del Zar Nicolás II , la Duquesa Anastasia. Anna Anderson murió en 1984 por Neumonía. El hallazgo de los restos humanos de la Familia Imperial Rusa , realizado en 1991, acabó para siempre con la leyenda de que a la gran duquesa Anastasia la salvó de la muerte --gravemente herida después del fusilamiento-- un soldado arrepentido, y que fue trasladada a Europa occidental vía Rumanía y reapareció después en Berlín, a punto de suicidarse, bajo el nombre de Anna Anderson.
En 1989, Yakov Yurovski publicó un concienzudo informe sobre lo que sucedió aquella noche. La ejecución tuvo lugar cuando las unidades de la legión checoslovaca del Ejército blanco, intentando retirarse fuera de Rusia, se aproximaban a Yekaterimburgo. Temiendo que pudieran intentar rescatar a la familia real, los carceleros decidieron ejecutarlos sumariamente para evitar que hallaran refugio en el extranjero y dirigieran una conspiración en contra. El Soviet Supremo de Moscú emitió finalmente la orden de ejecución por telegrama.
En el mes de agosto del 2007 arqueólogos rusos afirmaron haber descubierto los restos óseos de los hijos del Zar Nicolás II . Dichos arqueólogos suponen que estos restos óseos se trataran de del Zarévich Alexéi y la Princesa María, aseguró el arqueólogo Serguéi Pogorélov a la agencia Interfax.
Según el sub-director de investigaciones arqueológicas de la región de Sverdlovsk, la clave para localizar la localización del lugar en donde estaban enterrados los cuerpos, se trata de una narración quien dirigió el fusilamiento de la familia Imperial Rusa, por orden directa de los Bolcheviques.
Además los restos del zar y de su familia fueron encontrados en el año 1979 y tras ser identificados, fueron enterrados en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo en 1998, pero los de Alexéi y María nunca fueron encontrados.
Los restos de Alexéi, , y de su hermana María fueron encontrados bajo tierra en un bosque cerca de Yekaterimburgo, capital de la región de los Urales, con la ayuda de un club de aficionados a la arqueología.
La Justicia rusa se niega a rehabilitar al último zar y a su familia, al considerar que no hay base legal para considerarlos víctimas de una campaña de represión política bolchevique. Los Bolcheviques consideraban al Zar como "enemigo de clase" y un "bandido sanguinario".
Además de trozos de hueso de diferentes tamaños, los arqueólogos encontraron dientes, balas de diferente calibre, puntas y trozos de cerámica, entre otros objetos.
Los partidarios de la rehabilitación mantienen que ésta permitiría al actual Estado ruso, como heredero de la URSS, evitar su parte de responsabilidad por el asesinato del Zar.
Desde entonces y a través de una complejidad burocrática muy rusa, se emprendió el trabajo de identificar debidamente los nueve esqueletos recuperados de la fosa de Ekaterimburgo. Para no dejar márgenes de duda, se comparó el código genético de esos huesos con el de la sangre de algunos descendientes del zar y de su mujer, incluido Felipe, el duque de Edimburgo , hasta llegar a la certeza de que los despojos pertenecen a casi todos los ejecutados en aquella madrugada de 1918. Faltan dos cuerpos, el de la princesa María y el del Zarevich Alexei, que posiblemente hayan sido quemados. Ya se han iniciado las búsquedas de esos restos faltantes mientras el aparato administrativo de Moscú se trababa en otro dilema... el del sitio en que los Romanov debían ser enterrados definitivamente.
Finalmente se eligió la fortaleza de Pedro y Pablo en San Petersburgo y la fecha del pasado 17 de julio para que ese funeral coincidiera con los 80 años de la matanza.
Desde entonces comenzaron las leyendas. Entre ellas se encuentra la de Ana Anderson , que ha intentado probar sin éxito , durante muchos años , que ella era la hija del Zar Nicolás II , la Duquesa Anastasia. Anna Anderson murió en 1984 por Neumonía. El hallazgo de los restos humanos de la Familia Imperial Rusa , realizado en 1991, acabó para siempre con la leyenda de que a la gran duquesa Anastasia la salvó de la muerte --gravemente herida después del fusilamiento-- un soldado arrepentido, y que fue trasladada a Europa occidental vía Rumanía y reapareció después en Berlín, a punto de suicidarse, bajo el nombre de Anna Anderson.
En 1989, Yakov Yurovski publicó un concienzudo informe sobre lo que sucedió aquella noche. La ejecución tuvo lugar cuando las unidades de la legión checoslovaca del Ejército blanco, intentando retirarse fuera de Rusia, se aproximaban a Yekaterimburgo. Temiendo que pudieran intentar rescatar a la familia real, los carceleros decidieron ejecutarlos sumariamente para evitar que hallaran refugio en el extranjero y dirigieran una conspiración en contra. El Soviet Supremo de Moscú emitió finalmente la orden de ejecución por telegrama.
En el mes de agosto del 2007 arqueólogos rusos afirmaron haber descubierto los restos óseos de los hijos del Zar Nicolás II . Dichos arqueólogos suponen que estos restos óseos se trataran de del Zarévich Alexéi y la Princesa María, aseguró el arqueólogo Serguéi Pogorélov a la agencia Interfax.
Según el sub-director de investigaciones arqueológicas de la región de Sverdlovsk, la clave para localizar la localización del lugar en donde estaban enterrados los cuerpos, se trata de una narración quien dirigió el fusilamiento de la familia Imperial Rusa, por orden directa de los Bolcheviques.
Además los restos del zar y de su familia fueron encontrados en el año 1979 y tras ser identificados, fueron enterrados en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo en 1998, pero los de Alexéi y María nunca fueron encontrados.
Los restos de Alexéi, , y de su hermana María fueron encontrados bajo tierra en un bosque cerca de Yekaterimburgo, capital de la región de los Urales, con la ayuda de un club de aficionados a la arqueología.
La Justicia rusa se niega a rehabilitar al último zar y a su familia, al considerar que no hay base legal para considerarlos víctimas de una campaña de represión política bolchevique. Los Bolcheviques consideraban al Zar como "enemigo de clase" y un "bandido sanguinario".
Además de trozos de hueso de diferentes tamaños, los arqueólogos encontraron dientes, balas de diferente calibre, puntas y trozos de cerámica, entre otros objetos.
Los partidarios de la rehabilitación mantienen que ésta permitiría al actual Estado ruso, como heredero de la URSS, evitar su parte de responsabilidad por el asesinato del Zar.