Liberado Santi Potros

Pues me psrece muy fuerte tú comentario.
Muy poca gente los apoyaba, lo que había era miedo. Mucho miedo incluso entre vecinos. Decir que eras ertzaina era... digamos secreto.
Y eso de “ sociedad vasca”... pues no hay emigrantes gallegos, andaluces, burgaleses... que han tenido su familia y hogar aqui... y no creo que los apoyasen.
De los otros... pues de todo como en botica... Pero tambien es verdad, que los historicos historicos... los hoy muy muy aitites de ETA... no estaban de acuerdo con lo que hacian la parte militar...
Normal que te parezca fuerte mi comentario, ya sé que lo es.
También sé que había mucho miedo, pero sé que las familias de los muertos estaban socialmente muy solos. Que los policías y guardias civiles, junto con sus
familias eran unos apestados y que en los pueblos pequeños, donde todos sabían quienes eran, no podían mezclarse con el resto de los vecinos.
También sé que en muchas ocasiones eran los vecinos de los edificios los que ayudaban a preparar los atentados aportando datos sobre las costumbres de las futuras víctimas
Si Eta no hubiera tenido un amplio apoyo social no hubiera durado décadas. No vayamos a creer ahora que los miembros de los comandos de Eta eran unos locos sin arraigo social, unos pirados que no recibían ayuda de gente importante.

Todo esto que he escrito lo sé porque debido a mi edad tengo memoria histórica y
conocimiento personal.
 
Normal que te parezca fuerte mi comentario, ya sé que lo es.
También sé que había mucho miedo, pero sé que las familias de los muertos estaban socialmente muy solos. Que los policías y guardias civiles, junto con sus
familias eran unos apestados y que en los pueblos pequeños, donde todos sabían quienes eran, no podían mezclarse con el resto de los vecinos.
También sé que en muchas ocasiones eran los vecinos de los edificios los que ayudaban a preparar los atentados aportando datos sobre las costumbres de las futuras víctimas
Si Eta no hubiera tenido un amplio apoyo social no hubiera durado décadas. No vayamos a creer ahora que los miembros de los comandos de Eta eran unos locos sin arraigo social, unos pirados que no recibían ayuda de gente importante.

Todo esto que he escrito lo sé porque debido a mi edad tengo memoria histórica y
conocimiento personal.
Yo por aquel entonces tenía familia en la ertzaintza, y no hacia falta lo de los vecinos. Hacian seguimientos. No solian tirar de vecinos porque los que hacian los atentados, no eran ni del pueblo y muchas “vecinos” como dices tú, no sabian ni quienes eran...
No iban marcados como terroristas...
 
Et
Yo por aquel entonces tenía familia en la ertzaintza, y no hacia falta lo de los vecinos. Hacian seguimientos. No solian tirar de vecinos porque los que hacian los atentados, no eran ni del pueblo y muchas “vecinos” como dices tú, no sabian ni quienes eran...
No iban marcados como terroristas...
a
Yo por aquel entonces tenía familia en la ertzaintza, y no hacia falta lo de los vecinos. Hacian seguimientos. No solian tirar de vecinos porque los que hacian los atentados, no eran ni del pueblo y muchas “vecinos” como dices tú, no sabian ni quienes eran...
No iban marcados como terroristas...
Eta tenía una estructura. Había los llamados "comandos legales" formados por personas que no habían cometido delitos. Estas personas eran las que hacían los seguimientos y pasaban la información necesaria sobre las costumbres de las futuras víctimas al contacto de la organización; te aseguro que bastantes veces eran los vecinos, quién mejor que ellos.
Los que disparaban las pistolas no eran, normalmente, los encargados de recoger la información.
 
Et

a

Eta tenía una estructura. Había los llamados "comandos legales" formados por personas que no habían cometido delitos. Estas personas eran las que hacían los seguimientos y pasaban la información necesaria sobre las costumbres de las futuras víctimas al contacto de la organización; te aseguro que bastantes veces eran los vecinos, quién mejor que ellos.
Los que disparaban las pistolas no eran, normalmente, los encargados de recoger la información.

ETA ha sido una lacra para los vascos, de apoyo mayoritario por parte de la sociedad vasca nada de nada. En los pueblos pequeños sí había más radicalidad (y en algunos casos, la sigue habiendo) pero si a los que no apoyaban a ETA se les llamaba la MAYORÍA silenciosa, por algo era, porque eran mayoría pero estaban acojonados. La sociedad "despertó" a nivel público con el tema de Miguel Ángel blanco, ahí empezó una nueva era. Lo mismo que con la violencia de género se despertó con el caso de Ana Orantes o con el de la violentación/abuso/agresión se ha despertado con La manada y no con Nagore, por poner ejemplos rápidos. En la sociedad se producen puntos de inflexión que probablemente se deberían haber producido antes, pero no siempre es fácil.

En los 80 mataban por matar, cuantos más mejor, que siempre nos acordamos de los políticos y muy poquito del resto; víctimas colaterales, escoltas, empresarios, etc. Y mataban mucho ¿por qué no se les delataba? porque la gente vivía acojonada. Es una vergüenza lo solas que se sintieron las víctimas de esa época, ya que muchos tuvieron que marcharse porque socialmente la gente (Aunque no apoyara a ETA) te dejaba de lado porque no querían que le relacionaran contigo. Aunque fueras víctima e inocente. Pero de ahí a decir que "ETA contaba con muchísimo apoyo" hay un trecho. Que hubiera vecinos que estaban extorsionados, no digo que no, que otros lo hicieran porque apoyaban a la banda, probablemente los hubiera, pero "muchísimo apoyo no". Hay que contextualizar.

En 2008, fui a estudiar a una universidad considerada como "pija" en Madrid. Al ser vasca una de las preguntas a las que me tuve que enfrentar fue ¿oye, estudiando aquí y siendo vasca, tendrías escolta, no? esto me lo preguntó una compi que en la vida había venido al País Vasco y cuyos padres se lo tenían prohibidísimo. Es más, hasta el año pasado no había venido porque "aquí somos etarras y hay mucho miedo". Lo que hay es mucha desinformación y bastante interés en que sigamos teniendo esa etiqueta. Y como este ejemplo tengo más de gente con comentarios parecidos.

Dicho esto, debería ser ilegal esos recibimientos, los homenajes y la exhibición de las fotos de los presos en cualquier lugar público porque es vergonzoso. Encima dicen que "aman el país vasco o que son más vascos que nadie" yo quiero mucho mi edificio, por eso lo cuido y no quemo los buzones, el contenedor o los coches del garaje. Esa gentuza solo se quiere a sí misma y los que les apoyan lo mismo. Son enfermos.
 
ETA ha sido una lacra para los vascos, de apoyo mayoritario por parte de la sociedad vasca nada de nada. En los pueblos pequeños sí había más radicalidad (y en algunos casos, la sigue habiendo) pero si a los que no apoyaban a ETA se les llamaba la MAYORÍA silenciosa, por algo era, porque eran mayoría pero estaban acojonados. La sociedad "despertó" a nivel público con el tema de Miguel Ángel blanco, ahí empezó una nueva era. Lo mismo que con la violencia de género se despertó con el caso de Ana Orantes o con el de la violentación/abuso/agresión se ha despertado con La manada y no con Nagore, por poner ejemplos rápidos. En la sociedad se producen puntos de inflexión que probablemente se deberían haber producido antes, pero no siempre es fácil.

En los 80 mataban por matar, cuantos más mejor, que siempre nos acordamos de los políticos y muy poquito del resto; víctimas colaterales, escoltas, empresarios, etc. Y mataban mucho ¿por qué no se les delataba? porque la gente vivía acojonada. Es una vergüenza lo solas que se sintieron las víctimas de esa época, ya que muchos tuvieron que marcharse porque socialmente la gente (Aunque no apoyara a ETA) te dejaba de lado porque no querían que le relacionaran contigo. Aunque fueras víctima e inocente. Pero de ahí a decir que "ETA contaba con muchísimo apoyo" hay un trecho. Que hubiera vecinos que estaban extorsionados, no digo que no, que otros lo hicieran porque apoyaban a la banda, probablemente los hubiera, pero "muchísimo apoyo no". Hay que contextualizar.

En 2008, fui a estudiar a una universidad considerada como "pija" en Madrid. Al ser vasca una de las preguntas a las que me tuve que enfrentar fue ¿oye, estudiando aquí y siendo vasca, tendrías escolta, no? esto me lo preguntó una compi que en la vida había venido al País Vasco y cuyos padres se lo tenían prohibidísimo. Es más, hasta el año pasado no había venido porque "aquí somos etarras y hay mucho miedo". Lo que hay es mucha desinformación y bastante interés en que sigamos teniendo esa etiqueta. Y como este ejemplo tengo más de gente con comentarios parecidos.

Dicho esto, debería ser ilegal esos recibimientos, los homenajes y la exhibición de las fotos de los presos en cualquier lugar público porque es vergonzoso. Encima dicen que "aman el país vasco o que son más vascos que nadie" yo quiero mucho mi edificio, por eso lo cuido y no quemo los buzones, el contenedor o los coches del garaje. Esa gentuza solo se quiere a sí misma y los que les apoyan lo mismo. Son enfermos.
Lo mejor era cuando te preguntaban si llevabas una pistola...
Pasaba yo más miedo fuera del Pais Vasco que dentro. Aún recuerdo hace más de 20 años, en torrevieja, que me pintarón a mi padre el coche poniendo: Vascos hijos de...
 
Lo mejor era cuando te preguntaban si llevabas una pistola...
Pasaba yo más miedo fuera del Pais Vasco que dentro. Aún recuerdo hace más de 20 años, en torrevieja, que me pintarón a mi padre el coche poniendo: Vascos hijos de...

Lo de la psitola y si no te daba miedo ir por la calle.
A ver, yo en el fondo les entendía; las unicas noticias que tenían de aqui eran de atentados ; pues claro está que la imagen que tenian de nosotros no era buena, o por lo menos, las ganas de venir se les quitaban.

A mis padres tanto como pintadas no; pero rayazos en el coche de lado a lado.

El unico coche de una laaaarga calle, curiosamente el unico con matricula de Bilbao....:rolleyes:
 
Lo mejor era cuando te preguntaban si llevabas una pistola...
Pasaba yo más miedo fuera del Pais Vasco que dentro. Aún recuerdo hace más de 20 años, en torrevieja, que me pintarón a mi padre el coche poniendo: Vascos hijos de...
Yo era una cria de 8-9 años. Si normalmente las BI...
 
Al hilo de lo que comentais del apoyo de la sociedad vasca a ETA, yo solo puedo dar mi opinion de como lo veiamos “desde fuera” , desde luego se pensaba que el peor destino que le pudiese caer a cualquier familiar o amigo era alli, logico en aquellos años cruentos, por supuesto que lo de ser vasco era lo mismo que ser terrorista , no, pero si siempre se ha pensado que sin un apoyo minimamente “mayoritario” ETA no hubiera sobrevivido o al menos haber sido tan virulenta.
Copio y pego un fragmento de un articulo que en su dia me extremeció bastante.

Pero la significación de estas manifestaciones, como vemos numéricamente importantes, quedaba diluida cuando bajamos el peldaño y observamos la situación cotidiana, el día a día que vivían las víctimas y sus familiares, los amenazados, o aquellos que públicamente se atrevían a desafiar a ETA y a su mundo. Pues bien, lo que caracterizaba la vivencia de estos colectivos durante los años setenta y ochenta es que no contaron con apoyo social, ni eran reconfortadas pública ni privadamente, desenvolviéndose en un entorno que era especialmente doloroso en el caso de las víctimas, que no existían como tal sujeto ni suscitaban la atención pública. No eran tenidas en cuenta por unas instituciones que tras un breve consuelo las olvidaba rápidamente y, sobre todo, por buena parte de una sociedad vasca que prefería ignorarlas. Era lo que tantas veces se ha dicho de una doble muerte: primero la física, luego la del olvido o la de la afrenta («algo habrá hecho; por algo le habrán matado»)[16].

Son innumerables los relatos que hoy nos resultan conmovedores porque nos refieren ese vacío social, como el que padeció Susana García, hija de Jesús García, un hostelero de 43 años que mataron en Baracaldo en 1980, tras meses de amenazas y acusaciones de ultraderechista: «Nadie en el instituto me volvió a dirigir la palabra en el año y medio que aguantamos en el pueblo antes de que nos marcháramos, bueno, nos echaran. El único amigo que me quedó fue mi hermano. Yo tenía 14 años»[17]; o el hijo de un policía municipal de Oñate, asesinado ese mismo año, que narra cómo en su empresa de doscientos trabajadores, solo dos se le acercaron para darle el pésame[18]; o lo que nos cuenta Ana Aizpiri, la periodista que trabajaba en EITB, cuyo hermano fue asesinado en Eibar, en 1988, y que señalaba que tras denunciar la convivencia entre ETA y HB, «yo perdí a la mayoría de mis amigos. No sentí cercanía, ni un sentimiento de empatía hacia mí»[19]; o lo que expone el hermano de Ramón Baglietto, asesinado en 1980: «A muchos amigos les eché de menos en el funeral (en Azcoitia), no se atrevieron a ir por cobardía, prefirieron mirar para otro lado, en ese momento las víctimas eran enterradas casi en la clandestinidad»[20]; o, por último, lo que declaraba la hija de Díaz Arcocha, mando máximo de la Ertzaina, asesinado en 1985, sobre lo que vivió en San Sebastián:

Al día siguiente del atentado de mi padre, nadie se acercó a hablar con nosotros. Algún vecino le dio el pésame a mi madre. Yo pertenecía al Colegio de Psicólogos, que precisamente es un colectivo que podía tener más sensibilidad, pero no mostró ni la mínima empatía ni solidaridad ni palabras de aliento ni nada. Ni la gente conocida, vecinos, amigos… Fue la nada más absoluta. Además, con el paso del tiempo, ha seguido ocurriendo lo mismo[21].

En ocasiones, los familiares de las víctimas tenían incluso que soportar la hostilidad de los vecinos o pasar por la humillación de que el ayuntamiento de la localidad nombrara hijos adoptivos a los asesinos[22] o tener que escuchar los insultos al muerto en su propio funeral[23]. En fin, son numerosísimos los testimonios que se pueden aportar que nos refieren esa frialdad, esa ausencia de empatía social hacia las víctimas y que motiva que resulte imposible o cínico, mantener la idea de una sociedad solidaria con la víctima y activa frente a ETA[24].

Eran vivencias demoledoras y difíciles de comprender para quien no haya vivido aquel período[25], pero como su contrapunto conviene resaltar que desde comienzos de la transición va a haber reacciones de partidos políticos contra ETA, no muy extendidas, minoritarias, pero significativas. Y en ese sentido, hay que destacar el papel del Partido Comunista de Euskadi, que fue la primera organización que salió a la calle para expresar públicamente su rechazo hacia ETA, ante la incomprensión de una gran parte de la sociedad[26]. Hubo también otras formaciones que participaban de esa idea de combatir a ETA propiciando una reacción social, como era el caso del Partido Socialista, o de un partido que desapareció al poco tiempo como fue la Democracia Cristiana Vasca, de la que en aquellos años formaba parte Fernando Buesa, luego asesinado por ETA, o de la izquierdista ORT. Fue común a esas formaciones la idea de que la derrota del terrorismo necesitaba como uno de sus pilares sustanciales la movilización de la ciudadanía, entendiendo que mientras tal hecho no se produjera, la banda continuaría disponiendo de unas bases sólidas de reproducción consecuencia de una cultura de la violencia asumida por una parte de la sociedad vasca.

Fuente:
https://recyt.fecyt.es/index.php/Hyp/article/view/50213/37007
 
Prometo que este es mi último post sobre el asunto.
Sigo manteniendo que la sociedad vasca apoyaba a Eta porque las sociedades son algo más que la suma de los individuos que la forman. Todos sabemos que la inmensa mayoría de de los vascos no eran asesinos o colaboradores activos...está claro. Pero se puede apoyar con la indiferencia, la pasividad o el silencio; ese apoyo lo había. Es posible o probable o seguro que esas actitudes estuviesen motivadas por el miedo, pero eso no ayudaba a las víctimas presentes o futuras.

Yo no he vivido en el País Vasco, pero conozco a víctimas de Eta que se tuvieron que marchar de allí porque estaban "más solas que la una". Estoy pensando en un profesional con negocio abierto al público, que se negó a pagar el llamado impuesto revolucionario; esa negativa se sabía y se quedó sin clientela, en su establecimiento no entraba nadie; afortunadamente liquidó su negocio de mala manera y se estableció en Coruña. Esta persona, que durante muchos años no recibió el más mínimo gesto de apoyo, ni una llamada de teléfono, ahora recibe visitas de sus antiguos clientes que pretenden hablar del pasado y ser comprendidos.

Desgraciadamente no he podido conocer a un hombre que sabía que era una futura víctima porque alguien se lo anunció pintando una diana en su buzón; sus convecinos empezaron a ignorarlo y alguno le sugirió que se cambiase de casa porque era un peligro para el resto. Afortunadamente para esa gente no lo mataron poniendo una bomba en la puerta de su casa, la bomba se la pusieron en el bajo de su coche; la familia se marchó del País Vasco rodeada del más absoluto silencio, ahora se han puesto en contacto con ella porque el jefe del comando quiere reconciliarse...

Acabo ya. Muchas veces las sociedades se equivocan, apoyan de diferentes formas situaciones que a la larga la perjudican, pero deben aceptar los hechos que han sucedido y no maquillarlos para exculparse.

Saludos
 
Prometo que este es mi último post sobre el asunto.
Sigo manteniendo que la sociedad vasca apoyaba a Eta porque las sociedades son algo más que la suma de los individuos que la forman. Todos sabemos que la inmensa mayoría de de los vascos no eran asesinos o colaboradores activos...está claro. Pero se puede apoyar con la indiferencia, la pasividad o el silencio; ese apoyo lo había. Es posible o probable o seguro que esas actitudes estuviesen motivadas por el miedo, pero eso no ayudaba a las víctimas presentes o futuras.

Yo no he vivido en el País Vasco, pero conozco a víctimas de Eta que se tuvieron que marchar de allí porque estaban "más solas que la una". Estoy pensando en un profesional con negocio abierto al público, que se negó a pagar el llamado impuesto revolucionario; esa negativa se sabía y se quedó sin clientela, en su establecimiento no entraba nadie; afortunadamente liquidó su negocio de mala manera y se estableció en Coruña. Esta persona, que durante muchos años no recibió el más mínimo gesto de apoyo, ni una llamada de teléfono, ahora recibe visitas de sus antiguos clientes que pretenden hablar del pasado y ser comprendidos.

Desgraciadamente no he podido conocer a un hombre que sabía que era una futura víctima porque alguien se lo anunció pintando una diana en su buzón; sus convecinos empezaron a ignorarlo y alguno le sugirió que se cambiase de casa porque era un peligro para el resto. Afortunadamente para esa gente no lo mataron poniendo una bomba en la puerta de su casa, la bomba se la pusieron en el bajo de su coche; la familia se marchó del País Vasco rodeada del más absoluto silencio, ahora se han puesto en contacto con ella porque el jefe del comando quiere reconciliarse...

Acabo ya. Muchas veces las sociedades se equivocan, apoyan de diferentes formas situaciones que a la larga la perjudican, pero deben aceptar los hechos que han sucedido y no maquillarlos para exculparse.

Saludos
Lo siento pero no. La sociedad no apoyaba a ETA. Tenían miedo y el miedo hace callar.
Conozco guardias civiles que viven aqui, de padre y abuelo y guardia y me llegó a decir que les compensaba. Que tenían miedo pero sabían que todo acabaría.
Gracias a Dios, ya no están señalados y dicen su curro tan tranquilos.
Pero lo de apoyar no, lo siento pero no.
 

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