7 bingosMira por cuantas somos los alfareros de tan sacrosanta Institución. Son tan moldeables que se atribuye a Leticia "un gran trabajo" el efectuado en Agosto de cara al público. Parece mentira pero así es.
Más clara no podemos tener la sujeción de sus comportamientos a nuestro parabien, no es que la Institución sea así, no, es que conforman su apariencia con arreglo a lo que nosotros les exijamos lo que muestra y demuestra una vez más que su endeblez es crónica y sujeta a esta labor de alfarería que llevamos a cabo. Nada es auténtico, salvo mantener la cuestión crematística y el poderío a los niveles más altos, pero aparte de ésto todo está programado por la necesaria imagen, vestuario, maquillajes de lavado de cara, sonrisas, apretones de manos que no van a ningún sitio, recepciones que tampoco van a ningún sitio, pero todo imprescindible para que les sigan manteniendo en un estatus que no tiene justificación se mire por donde se mire.
Encuestas. La cosa va mal. Pues hala, más sonrisas, más presencia, más vestidos ursulineros, más apretar botones de centrales de lo que sea, hay que mantener el tipo cercano y edulcorante para asimismo mantener la estupidez ajena.
Sin embargo somos unos malos alfareros, lo esculpido, lo moldeado debe tener una consistencia tal que no se deje malear por el primero viento en contra, por el primer aguacero y aquí fallan los moldes o bien el trato dado.
JC el gran olvidado o algo así. Con un canto en los dientes puede darse de no ser calificado, que no juzgado, hasta ahora por sus fechorías financieras, las que siempre hubo, pero se callaron y ocultaron bajo siete candados .
La popularidad de la princesa de Asturias. Primero, ¿a que puede deberse la tan buscada popularidad? ¿A su maquillada y escasa presencia? ¿A su sonrisa azulada? ¿A no rascarse en público? Y segundo, ¿como de una niña encapsulada y sin méritos conocidos se pretende la popularidad ? ¿Por su título toisonado?
Y venga encuestas, y hasta cuando esta ciudadanía se va a dejar llevar por la última sonrisa o el más reciente vestuario adecuado, sometiéndose a una visible falta de criterio.
Pienso en que esa asesoria palaciega estará tramando para los inmediatos tiempos de recuperación de imagen, ¿mandarán a Leticia con pico y pala a una mina? ¿La seguirán vistiendo, ahora que empezaron, cubierta desde el tobillo hasta el cuello? ¿Seguirán utilizando maquillajes que la hagan aparecer como recien levantada de la cama?
Inventos habrá, seguro.
Vergüenza para nosotros, la ciudadanía.