Isabel Preysler

Jajajjajaja.. aún no le ha respondido. De traca. O quiere que suba su cotización pensando en la quinta transición, o le está dando un toquecito al abuelo porque se está relajando.

Dña Impostada no da puntada sin hilo. Después del pollo que ha montado dice ahora que "todas las opciones están abiertas"... mensaje para alguien.
 
Me encanta el vestido de IP. Espectacular. Le queda fenomenal, todo hay que decirlo.
Toneladas de fotochop, pero el cuerpo le aguanta. Veo hecho un fistro a Richard Gere, casi tan decrépito con el marqués de Griñón pero con pelos naturales. La nueva novia tiene un buen pelo pero poco más. Se la ve a la pobre un poco perdida.
 
Ver el archivo adjunto 410874
." - Poder ponerse el mismo vestido casi veinte años después lo pueden hacer pocas, Isabel Preysler puede. Con un vestido de Chanel Alta Costura 1997 que llevo a una recepción y esta semana ha llevado a la fiesta de cumpleaños de Vargas Llosa. Quien ha pillado este deja vu ha sido Lucio Chine ¡vaya memoria!

El modelo es inenarrable y pasadísimo por muy Chanel que sea, pero está prohibida la más mínima crítica a la musa de Porcelanosa y Hola aunque se ponga un taparrabos.
 
El año pasado IP utilizó esta misma fiesta en Windsor palace para insinuar su noviazgo, este año utiliza la misma fiesta para insinuar su próxima boda, así es como la arácnida filipina hila su tela de araña mediática.
Esta vez hay poco fotoshop, en el vídeo se ve que se ha planchado la cara después de verse las fotos con colgajos que habéis colgado aquí, Esther Doña viene pisándole los talones y si hay que insertare pelos uno a uno, pasarse la mitad del año en recuperación de operaciones varias, pues se hace, la araña filipina no suelta el trono ni su estilo cursi a base de pedrerías y encajes de muñequita geriátrica.

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UN NOBEL BAILÓN
Isabel Preysler, Vargas Llosa, Julio Iglesias y la infidelidad
  • Era muy improbable pero ocurrió: en una fiesta privada la pareja de moda se abrazó tiernamente mientras Julio le cantaba a una mujer infiel. ¿Se estaría refiriendo a su ex?
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Isabel Preysler abraza a su novio; minutos antes ha sonado 'Milonga sentimental' de Julio Iglesias. (Semana)
ANDRÉS GUERRA, Barcelona 30/06/2016 00:03 | Actualizado a 30/06/2016 00:42
¿Quién no ha bailado un bolero de Los Panchos abrazando a su persona amada? En la banda más longeva de la historia –sí, más que los Stones– pueden hallarse letras que ilustran todas las emociones que puede vivir un ser humano. Sin embargo… Aunque Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa bailaron arrimados la eterna Si tú me dices ven, el morbo estaba en otra canción: Milonga sentimentalen la voz de Julio Iglesias.

La pareja de moda acudió a una fiesta privada, el cumpleaños de un amigo común, y como es costumbre desde que los cotillas descubrieron el smartphone, las imágenes de ambos en la intimidad ya han trascendido. La revista Semana las ofreció hace unas semanas y en el plató de Arucitys (8tv) ayer se analizaron con detalle todas las implicaciones de los muchos bailes que el Nobel y la reina de corazones disfrutaron esa noche [Puede ver el vídeo aquí]. No pasó inadvertido un momento de singularidad cuántica: cuando Julio comienza a desgranar su milonga, Isabel se contonea hasta ante un animado Mario Vargas Llosa, ajeno a lo que cuenta la canción que los envuelve. Julio Iglesias, en un inesperado viaje espaciotemporal, le está hablando a una mujer infiel. “¡Solo falta que el vino de la cena sea Marqués de Griñón!”, apuntó Lorena Vázquez en plató.

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Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en Nueva York (EFE / EFE)
“Tu amor se secó de golpe, nunca dijiste por qué. Yo me consuelo pensando que fue traición de mujer”. Si examinamos la letra de Milonga sentimental –original de Carlos Gardel que Julio incluyó en su disco Calor (1992)– atendiendo a la vida de Isabel Preysler tiene un avieso sentido. Hasta ahora sabíamos que Isabel abandonó a Julio harta de sus infidelidades. ¿Podría él estar recriminándole lo propio? Sabemos que José Luis Peralescompuso para Julio Iglesias ¿Y quién es él? por encargo de Ramón Arcusa poco después de su separación y que la letra alude a la comezón que experimentaría el cantante sabiendo que a su ex no le iban a faltar pretendientes. Finalmente Perales se quedó la joya. No sabemos si Julio tendría algo que reprocharle, ahora bien, ¿podría hacerlo Carlos Falcó, marqués de Griñón?

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Isabel y Carlos Falcó, marqués de Griñón, presentan a su hija Tamara. Era noviembre de 1981. (RP)
Existen sobrados testimonios que sitúan el romance entre Isabel Preysler y Miguel Boyer mientras ambos estaban aún casados. La pareja se conoció en aquellos míticos almuerzos organizados por la periodista peruana Mona Jiménez en un piso de la madrileña calle Capitán Haya. Acudían políticos de Alianza Popular y del PCE, personajes de la vida cultural y, de vez en cuando, alguna socialité. El día en que coincidieron Miguel e Isabel, se enamoraron, según explicaba la propia anfitriona al diario ABC . Era 1982. “Fue un flechazo. Pero como yo estaba pendiente de los demás invitados fui la última en enterarme”. Algunos añaden que la pareja comenzó a fraguar en París (Isabel fingía acudir a cursos de alta cocina) lo que años más tarde culminaría en boda, tras divorciarse ella del marqués de Griñón, en 1985. El periodista Juan Luis Galiacho recoge cómo fue el origen de la relación que puso patas arriba el socialismo en su obra Isabel y Miguel. 50 años de la historia de España (La Esfera). Isabel necesitaba ayuda al más alto nivel para agilizar unas licencias: tenía en mente poner en marcha un ambicioso negocio, un parque de atracciones en unos terrenos del marqués de Alicante, y el ministro era un contacto excelente. Aunque el marqués de Griñón conoció de la amistad incipiente entre el ministro y su mujer no llegó a barruntar lo que se le venía encima.

Un ‘feeling’ que se remonta 30 años atrás
Pero Galiacho añade más en conversación con La Vanguardia. “En 1989 ya se empezó a hablar de la relación de la filipina con el escritor peruano, por entonces el candidato de la derecha a la presidencia de su país, al que le había ido a hacer una entrevista para ¡Hola!”. En efecto, Isabel conoció a Mario hace 30 años, cuando realizaba para su revista de cabecera una serie de entrevistas a personajes relevantes. Conoció al hoy premio Nobel en Saint Louis (Missouri, EEUU), donde él daba una charla. “Para apoyar esa tesis se buscaron como fuentes “personas cercanas a Julio Iglesias”, que estaban dispuestas a afirmar las preferencias y la pasión irrefrenable de Isabel hacia el reconocido literato. Dicen que ya por entonces fue un flechazo mutuo y fue sin duda una relación afectuosa que continuó en el tiempo, incluso con encuentros posteriores del Nobel con Isabel junto a Miguel Boyer en un clima de supuesta amistad familiar. También por aquellas fechas, finales de los ochenta y principios de los noventa, se relacionó a Isabel Preysler con el exjugador de fútbol argentino y exdirector deportivo del Real Madrid Jorge Valdano. Supuestos bulos a los que el matrimonio siempre hizo frente con cierto decoro, incluso interponiendo demandas en los juzgados correspondientes”.

La periodista Paloma Barrientosrecoge la evolución de la amistad entre Isabel y Mario en su libro Reina de corazones (1991) en los mismos términos que Galiacho. “Precisamente a raíz de ese encuentro dicen que se estableció entre los dos una maravillosa comunicación que aumentó con el paso del tiempo. A finales de 1989, y ante la crisis matrimonial que parecía amenazar a los Boyer, se llegó a decir que el candidato a la presidencia de Perú podía llegar a convertirse en el cuarto marido de la reina del baldosín”. Finalmente, la hija mayor de Isabel, Chábeli Iglesias, en su última visita a Barcelona (en diciembre pasado, para dar la bienvenida a la Navidad de la mano de Swarovski), reconoció ante la prensa que entre ambos siempre hubo feeling y que Mario “había esperado muchos años” para estar con ella.

El baile de hace unos días, Isabel abrazando a Mario mientras Julio habla de infidelidades, puede explicarse como un capricho del destino, a través de las inéditas dotes proféticas del artista español más internacional o que el DJ sabía más de prensa rosa que la mismísima reina de corazones.
 
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