Yo mantengo la teoría de que la sapo sigue hasta las trancas del Jezulín y le jode que siga aún casado con la Campa. Si se hubieran divorciado, la tía no cogería en la silla de lo ancho que se le pondría el culo. Lo gozaría. Sólo ya por ésto, a pesar de lo gorda que me cae la Campa, me alegro que sigan juntos. Ella nos vende una felicidad impostada y que está súper enamorada del ninonino, pero yo no me lo creo.