Ha muerto Su Santidad Benedicto XVI. Funerales en la basílica de San Pedro el 5 de enero de 2023

Su Santidad el Papa Francisco ha visitado el lecho de muerte de Su Santidad Benedicto XVI, ha permanecido largo rato orando junto al cuerpo del fallecido Sumo Pontífice y ha agradecido a médicos y personal sanitario y las mujeres consagradas sus cuidados, visiblemente emocionado y, posteriormente ,se ha reunido a solas con monseñor Gånsweing, más tarde, le ha sido entregado el testamento del Papa emérito, que abrirá a solas, después de leerlo, se comenzarán los preparativos de las exequias, tal y como haya establecido el fallecido Benedicto XVI.
¿Porqué le llamas Papa Emérito?

Benedicto XVI renunció agotado por las fuerzas que desde el propio Vaticano llevaron a la Santa Sede a varios escándalos internos, unidos a su intención de atajar con la ley los casos de abusos sexuales que habían estado escondidos durante décadas.
 
¿Porqué le llamas Papa Emérito?

Benedicto XVI renunció agotado por las fuerzas que desde el propio Vaticano llevaron a la Santa Sede a varios escándalos internos, unidos a su intención de atajar con la ley los casos de abusos sexuales que habían estado escondidos durante décadas.
Le llamo Papa emérito porque es el cargo oficial que ostentaba, así lo convino la Santa Sede en su momento, respecto al resto de tu post no voy a responder a ningún comentario de ese tipo, este tema es sobre la muerte y funerles de Su Santidad Benedicto XVI.
 
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LA SANTA SEDE PUBLICA EL TEXTO COMPLETO DEL TESTAMENTO ESPIRITUAL DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI

Benedicto PP XVI
Si en esta hora tardía de mi vida miro hacia atrás, hacia las décadas que he vivido, veo en primer lugar cuántas razones tengo para dar gracias. Ante todo, doy gracias a Dios mismo, dador de todo bien, que me ha dado la vida y me ha guiado en diversos momentos de confusión; siempre me ha levantado cuando empezaba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz de su semblante. En retrospectiva, veo y comprendo que incluso los tramos oscuros y agotadores de este camino fueron para mi salvación y que fue en ellos donde Él me guió bien.
Doy las gracias a mis padres, que me dieron la vida en una época difícil y que, a costa de grandes sacrificios, con su amor prepararon para mí un magnífico hogar que, como una luz clara, ilumina todos mis días hasta el día de hoy. La clara fe de mi padre nos enseñó a nosotros los hijos a creer, y como señal siempre se ha mantenido firme en medio de todos mis logros científicos; la profunda devoción y la gran bondad de mi madre son un legado que nunca podré agradecerle lo suficiente. Mi hermana me ha asistido durante décadas desinteresadamente y con afectuoso cuidado; mi hermano, con la claridad de su juicio, su vigorosa resolución y la serenidad de su corazón, me ha allanado siempre el camino; sin su constante precederme y acompañarme, no habría podido encontrar la senda correcta.
De corazón doy gracias a Dios por los muchos amigos, hombres y mujeres, que siempre ha puesto a mi lado; por los colaboradores en todas las etapas de mi camino; por los profesores y alumnos que me ha dado. Con gratitud los encomiendo todos a Su bondad. Y quiero dar gracias al Señor por mi hermosa patria en los Prealpes bávaros, en la que siempre he visto brillar el esplendor del Creador mismo. Doy las gracias al pueblo de mi patria porque en él he experimentado una y otra vez la belleza de la fe. Rezo para que nuestra tierra siga siendo una tierra de fe y les ruego, queridos compatriotas: no se dejen apartar de la fe. Y, por último, doy gracias a Dios por toda la belleza que he podido experimentar en todas las etapas de mi viaje, pero especialmente en Roma y en Italia, que se ha convertido en mi segunda patria.
A todos aquellos a los que he agraviado de alguna manera, les pido perdón de todo corazón.
Lo que antes dije a mis compatriotas, lo digo ahora a todos los que en la Iglesia han sido confiados a mi servicio: ¡Manténganse firmes en la fe! ¡No se dejen confundir! A menudo parece como si la ciencia -las ciencias naturales, por un lado, y la investigación histórica (especialmente la exégesis de la Sagrada Escritura), por otro- fuera capaz de ofrecer resultados irrefutables en desacuerdo con la fe católica. He vivido las transformaciones de las ciencias naturales desde hace mucho tiempo, y he visto cómo, por el contrario, las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino interpretaciones filosóficas que sólo parecen ser competencia de la ciencia. Desde hace sesenta años acompaño el camino de la teología, especialmente de las ciencias bíblicas, y con la sucesión de las diferentes generaciones, he visto derrumbarse tesis que parecían inamovibles y resultar meras hipótesis: la generación liberal (Harnack, Jülicher, etc.), la generación existencialista (Bultmann, etc.), la generación marxista. He visto y veo cómo de la confusión de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo.
Por último, pido humildemente: recen por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados y defectos, me reciba en la morada eterna. A todos los que me han sido confiados, van mis oraciones de todo corazón, día a día.
 
Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú comparte sus condolencias en Instagram con el siguiente texto:

(TRADUCCION GOOGLE)
Con profunda tristeza me enteré del llamado de Dios a Su Santidad Benedicto XVI, Papa Emérito.
Elegido a la sede apostólica en 2005, supo ser a la vez hombre de oración, hombre de letras, teólogo y perfecto pastor de la Iglesia universal.
Recuerdo con gran emoción nuestro encuentro con la Princesa Marie-Marguerite y mi hija la Princesa Eugenia en 2008 con el hombre que tanto trabajó por la pacificación interna del barco de Saint Pierre.
Siguiendo a San Juan Pablo II, sus semillas de Fe y Unidad en la Iglesia no dejarán de dar a luz a una “Generación Benedicto XVI”, marcada por el magisterio y la ejemplaridad de este Papa. Profundamente convencido de la importancia crucial de su cargo, no dudó en dimitir cuando sintió que ya no podía cumplir con sus funciones. Sin embargo, incluso en su retiro siguió siendo un ejemplo para el mundo entero por su modestia, un apoyo para su sucesor por su oración constante y una luz para la Iglesia por sus escritos.
A su vez, oremos por quien tanto nos ha dado, para que Cristo acoja a su Vicario en la Patria celestial.


 
Su Santidad Benedicto XVI ha sido revestido con las vestiduras pontificias de color rojo, color reservado a los pontífices. Lleva una casulla solemne roja y una mitra con bordes dorados.

A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción.


Como renunció a ser pontífice, tampoco lleva la «cruz pastoral», el bastón rematado con una cruz que tiene un significado paralelo al del palio.

Tampoco lleva zapatos de color burdeos, que en la tradición papal evocan la sangre derramada por los mártires siguiendo los pasos de Cristo. Además, Benedicto tiene un rosario entrelazado en las manos.

Está apoyado en un catafalco cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas pardas. A su lado hay un cirio encendido.

Su cuerpo ha sido "tratado", NO embalsamado y su rostro se ha cubierto con una máscara de cera.
 
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